Juliet

Me encuentro en mi sitio de clase como cada día, medio dormida esperando a que llegue la profesora cuando su voz me termina de despertar.

- Buenos días clase. Hoy tenemos una compañera nueva que se acaba de transferir a este instituto y nos acompañará en este curso.

Levanto la mirada y no me puedo creer lo que ven mis ojos. Una chica pelirroja con rizos, de ojos marrones y estatura baja me dirige una mirada desafiante. ¿Qué hace ella aquí?

- Ella es Mónica, espero que todos la ayudeis a adaptarse y ponerse al día. Puedes ir a tu sitio, y bienvenida.

La veo dirigirse al final de la clase y sentarse junto a un chico moreno el cual no recuerdo exactamente su nombre.

Esta hora se me hace eterna pero por fin suena la alarma que finaliza la clase. Recibo un mensaje en el móvil sobresaltandome.

Carla 🦄:

Te espero fuera, no tardes.

Guardo el móvil sin contestarle y me dispongo a guardar el resto de mis cosas en mi bolso cuando siento una presencia a mi espalda y un aire frío me recorre toda la espalda. Se acerca y me susurra al oído.

- Aún no me he olvidado de lo puta que eres.- Esa voz, esa maldita y jodida voz.

Y así me deja en claro que ha venido a destruirme.

Noto como se endereza y sale del aula. Salgo corriendo como alma que lleva el diablo hasta que visualizo a Carla.

Me posiciono delante de ella y su sonrisa se borra de forma automática.

- Hey pequeña, tienes mala cara ¿estás bien? .- Niego con la cabeza.

- Está aquí.- Me mira con el ceño fruncido sin entender nada.- Carla, Mónica está aquí.

Su cara pasa por varias fases, desde confusión a comprensión para terminar en furia.

- ¿Qué mierda hace aquí esa arpía?

- Parece que terminar el curso y hacerme imposible el mío.

Engancha su brazo con el mío y nos dirige a nuestro sitio de siempre donde los chicos ya nos deben estar esperando. Mi móvil empieza a vibrar de forma estridente avisando de la llegada de varios mensajes. Los miro y me quedo estática, mi cuerpo no reacciona, no quiere hacerlo. Ni un día y ya ha empezado la pesadilla.

Carla se da cuenta y coge el móvil de mis manos.

Las perrisimas!

Amalia:

No puedo creer que fueras nuestra amiga.

Cristina:

Ya sabía que detrás de esa cara de niña buena se ocultaba una zorra de mucho cuidado.

Emma:

No te molestes en intentar hablar con nosotras, ya hemos hablado con tu antigua amiga y nos ha puesto al corriente de lo puta que eres.

Amalia te eliminó

- ¡Yo las mato!.- Respiro hondo intentando tranquilizarnos a ambas.

- Dejalo, no importa.- Miento.- Vamos con nuestros amigos.

Comienzo a andar con Carla a mi lado.

- No me lo puedo creer...- miro a mi amiga que aligera el paso arrastrándome a mí con ella.

Cuando veo hacia dónde se dirige mi corazón se detiene.

Puedo ver a lo lejos a los chicos hablar con Mónica. Todos ellos con cara de pocos amigos mientras esta se muestra tranquila y feliz.

- ¿Qué cojones hace esta zorra aquí?

- Aquí la única zorra es tu amiguita.- escupe las palabras con desprecio.- No soy yo la que se folla a los novios de sus amigas.

Me congelo al instante sintiendo las miradas de todos los presentes mientras que ella esboza una sonrisa triunfante.

- ¡YO TE MATO HIJA DE PUTA!.- Los gritos de Carla, mientras se acerca a la persona que se ha propuesto como meta principal joderme la existencia, hacen que reaccione.

La agarro por el brazo impidiéndole seguir avanzando más. Pero parece que Mónica no teme a nada porque continúa hablando tan tranquila.

- Yo que tú tendría cuidado cuando tenga novio y conozca a la mosquita muerta.- Mi amiga sigue forcejeando intentando soltarse de mí.

Los chicos siguen en shock pero parece que Christian puede reaccionar ayudándome a detenerla. Estoy segura que si la soltamos nada bueno podría pasar.

- Será mejor que te vayas de aquí.- Esta vez es Mark quien habla con el semblante serio.

- Bueno, yo ya os he avisado, mi conciencia estará tranquila.

Thiago suelta un bufido llevandose la atención de la pelirroja que enarca una ceja cuando este, con la mandíbula apretada y las manos hechas puños se posiciona delante de todos frente a ella.

- ¡LARGO! ¿O ES QUE ERES SORDA?

La susodicha pasa la mirada de Carla a mí varias veces con odio y se va.

Silencio. Eso es lo que ha dejado Mónica tras de sí. Eso, a una Carla que si fuera un dibujo animado estoy segura que echaría humo por las orejas y mucha confusión en los chicos.

- ¿Y bien? ¿Puedes explicar de qué mierda estaba hablando? .- El primero en romperlo es Ángel, el único que hasta el momento se había quedado estático.

Justo cuando habla, habría preferido que no lo hiciera. Su voz suena con notable molestia.

Siento la mirada de todos puesta en mí esperando una explicación. Pero no soy capaz ni tan siquiera de mirarlos a la cara. Lo único que puedo hacer es apretar la mandíbula intentando tragar el nudo que se ha formado en mi garganta junto con las lágrimas que intentan salir. Los recuerdos se amontonan en mi mente queriendo torturarme más de lo que lo han hecho.

Carla se acerca a mí y me da una leve caricia en el brazo dándome así ánimo. Es en ese preciso instante cuando noto como una lágrima traicionera abandona mis ojos.

¿Cómo puedo explicarles que no fue culpa mía si no quiero que sepan la cruda verdad?

No, simplemente, no podía hacerlo.

Salgo corriendo en dirección a mi casa. Ahora mismo me importa una mierda las tres horas restantes de clase. Tener que estar ahí, sentada, con Mónica a tan solo unos metros de mí. Con las que pensaba que eran mis amigas lanzándome miradas de odio y a estas alturas, a saber quienes más se les han unido.

Llego a mi habitación con el móvil vibrando por una llamada, miro y es Carla. Lo apago y lo tiro en la cama dejándome caer en el suelo entre lágrimas, repitiendo en mi mente todo lo que ha pasado desde esa fatídica noche hasta esta mañana.

No fue mi culpa. No fue mi culpa. No fue mi culpa.

Me repito una y otra vez pero el dolor que siento en el pecho no mengua al igual que el nudo que tengo en la garganta no afloja.

Gateo hasta la mesa de noche. Abro el segundo cajón sacando del fondo una pequeña cajita rosa y blanca, abriéndola. Me quedo mirando el pequeño objeto de metal que se encuentra en ella. Una cuchilla.

Un jodido año limpia. Un año donde no ha habido más pesadillas, ni insultos, gritos, empujones... Un año donde gracias a Carla pude dejar todo eso enterrado al fondo del cajo. Y solo ha hecho falta unas horas para mandarlo todo a la mierda.

No puedo ni mirar a los chicos a la cara ya ni se diga de hablarles. Creerán a Mónica y pensaran lo peor de mí.

Sin poder más agarro la pequeña cuchilla pasándola por mi muñeca una, dos, tres y cuatro veces. Las finas líneas no tardan en volverse rojas. Poco a poco la sangre va brotando resbalando por mi brazo, mezclandose con mis lágrimas. Haciendo que el dolor físico sustituya al emocional.

Y ahí, tumbada en el suelo con la cabeza apoyada en una almohada, caigo en los brazos de morfeo.

Ángel.

¿¡Qué cojones acaba de pasar!?

En mi cabeza repaso los hechos. Desde el instantes en el que estaba hablando y riendo con los chicos y se nos acercó esa chica la cual claramente Juliet conoce y al parecer Carla también.

Flashback

- Hola chicos.- Nos giramos y encontramos a una pelirroja sonriéndonos de forma coqueta.- Soy nueva en este instituto y me han avisado de que tengo cierta información que os puede interesar.

Mi ceño se frunce. ¿Qué clase de información puede tener esta chica que nos pueda interesar?

Mark se me adelanta al hablar.

- ¿Sobre qué?

- Más bien sobre quien.- Mis amigos y yo nos miramos con cierto desconcierto sin entender nada.- Es sobre Juliet.

Es en ese instante ya tiene toda mi atención. Miro a la chica que parece estar disfrutando de esto.

- ¿Y bien? .- La aliento a decir lo que sea que quiera decir.

- No es la persona que creeis que es. ¿No habéis pensado nunca el motivo por el cual se cambió de instituto el curso pasado cuando ya llevábamos varios meses de clases?

¿Ella sabía el motivo por el cual se cambió?

- Nunca nos ha interesado.- Le contesta Thiago. Él nunca se mete en las decisiones de los demás y mucho menos pide explicaciones de ellas si la persona no se las da por voluntad propia.

- ¿Ah no? ¿Ni siquiera si os digo que vuestra querida amiga se folló al novio de la que era su amiga? .- Silencio. Ha conseguido dejarnos sin habla a todos.

Se me ha congelado la sangre. ¿Está hablando de Juliet? No, no puede ser. Nuestra Juliet no es así.

Seguimos en silencio y cuando nota que lo seguimos procesando decide volver a hablar.

- Vaya, ya veo que os tenía bien engañados.

- Ella no sería capaz de hacer algo así.- Digo mientras aprieto tanto la mandíbula que no me extrañaría que se me partiera algún diente.

- Yo misma los vi en la cama.- Contesta mirándome a los ojos. Creo que ve que ninguno nos lo tragamos y pasa a explicarse.- Estábamos en la fiesta que organizan algunos alumnos para dar la bienvenida al inicio de curso, por lo que me han dicho aquí también la hacéis, si mal no recuerdo será dentro de tres semanas. Bueno, a lo que iba. Estábamos en esa fiesta. En ese entonces Juliet, Alexa y yo éramos amigas. En algún punto de la noche Juliet desapareció y Alexa estaba ocupada buscando a su novio así que yo decidí buscar a Juliet para ver si se encontraba bien. ¡Y joder si se encontraba bien! Al abrir una de las puertas de las habitaciones la encontré con el novio de nuestra amiga, los dos casi desnudos en la cama. Y la muy hipócrita cuando me vió se echó a llorar. ¿Os lo podéis creer? .- Hace una mueca de asco recordando la escena. ¿Qué si me lo puedo creer? Mi mente aun intenta procesar tanta información.- Luego de eso todo el instituto se enteró de lo que había hecho y todos le hicimos el vacío.- dice encogiéndose de hombros.

¿Será ese el motivo por el cual Juliet es así de tímida?

Después de decir esas palabras apareció Carla dejándonos a todos aún más perplejos. Los demás fueron reaccionando poco a poco pero yo no podía dejar de pensar en todo lo que había dicho. La voz de Thiago me hace reaccionar.

-¡LARGO! ¿O ES QUE ERES SORDA?

La pelirroja se aleja moviendo las caderas, feliz por haber cumplido su cometido, sea cual sea.

Nos quedamos todos en silencio mirando a Juls, esperando a que diga algo, lo que sea para desmentir lo que nos acaba de decir la que era su amiga.

Nada. No dice nada.

Está ahí parada mirando al suelo sin soltar una maldita palabra.

¿Entonces es verdad lo que nos ha contado la pelirroja? ¿Fue capaz de hacerlo?

-¿Y bien? ¿Puedes explicar de qué mierda estaba hablando? .- Digo encontrando por fin mi voz. Aunque esta quizás haya sonado más dura de lo que me gustaría.

Todos nos sorprendemos cuando sale corriendo sin siquiera decir una palabra, sin darnos una maldita mirada.

- Entonces es verdad.

- Vamos Ángel tío, la conocemos. No sería capaz de hacerlo.- Habla Thiago.

- ¿Entonces por qué no lo ha desmentido?

- Quizás...- Christian parece buscar las palabras pero nuestra amiga lo interrumpe.

- ¿De qué mierda hablas Ángel? .- Me gano una mirada incrédula de Carla.

- De que fue capaz de follarse al novio de una de sus amigas, bueno por lo menos antes de que la pelirroja los interrumpiera.- Nada más soltar esas palabras, Carla hace lo que nunca me hubiera esperado que hiciera.

Estampa su mano en mi cara con toda la fuerza que tiene haciendo que esta se voltee. Cuando vuelvo a mirarla tiene los ojos llorosos y me mira con una rabia que pocas veces le he visto, que nunca me había echado hasta ese momento.

- ¡No tienes ni puta idea de nada! .- Escupe para dar media vuelta y salir corriendo en la dirección por donde se fue Juliet.