Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

"Siempre" es un tiempo muy largo.

|Nota: Sexto día de la Starker Week 2021, de la temática Esos celos me hacen daño.
Escrito por mí.

ADVERTENCIAS + INDICACIONES:

-Hay divergencia canon pero no es muy notable.
-Peter ya es legal, pero no se específica su edad.
-La edad de Tony tampoco es específica.

_

Tony no es una persona que les cierre puertas a aquellas personas que él aprecia; sabe la influencia que tiene en el mundo y muchas veces aprovecha esa influencia para impulsar un poco a las personas que necesitan ese impulso para brillar. No los hace brillar, les da un empujón para que éstos encuentren su propio brillo.

Es por eso que ha estado pensando seriamente en llevar a Peter Parker a una de las fiestas en las que hay gente importante de la Ciencia y de otros ámbitos.

De alguna manera, no le gustaría que Peter se fuera y trabajara con alguien más que no fuese él —ya se ha acostumbrado al chico, a sus conversaciones ruidosas mientras trabajan, a sus expresiones sinceras de sorpresa y felicidad, a sus bromas y chistes científicos ridículos que siempre lo hacen reír—, pero no es él la persona que debe determinar el camino del chico.

Es Peter quién tiene que tomar las decisiones más importantes de su vida, sin que nadie lo impulse o presione a tomar unas de las que aún está seguro.

Se lo comenta a Peter —la fiesta que se está organizando en la próxima semana y a la que él definitivamente ya está invitado—, quién se emociona con un poco de disimulo y acepta la propuesta de Tony cuando le dice que esté preparado porque lo va a llevar.

Peter lleva trabajando tiempo con su empresa, incluso si aún no ha salido de la Universidad y ha comenzado a hacerse renombre en el mundo de la ciencia como una futura promesa, así que no le será difícil conectar con aquellos que son importantes y que tienen influencia.

_

Peter no habla de camino a la fiesta, y cuando llegan, parece contener el aire por lo que está consciente que va a suceder. El chico va vestido con un traje formal que Tony le compró —bueno, en realidad, Peter gana un buen sueldo en la plaza de su empresa, así que se puede decir que solo aportó un poco para que comprara dicho traje— y luce extremadamente guapo; aún se ve como un chico que apenas está abandonando la adolescencia, pero hay expresiones de seriedad que definen su rostro.

Tony no tiene dudas de que el chico será alguien grande, muy grande en el futuro, y no solo en el ámbito científico, Tony también puede verle un futuro de héroe brillante.

—Calma —le dice, se desvía antes de entrar a la fiesta; la mansión en la que la fiesta fue organizada posee un gran jardín que se siente fresco. Peter necesita tomar un poco de aire antes de entrar y estar bajo el foco de atención, llegar a su lado hará que toda la gente lo vea—. Céntrate, tienes que dejar el nerviosismo de lado.

Peter se pone pálido, como si considerada que su nerviosismo es algo que jamás va a poder dejar de lado.

—¿Y si...? No sé —le dice de forma apresurada—. No estoy seguro de poder manejarlo allí adentro.

—Hey —Tony se acerca a él, y le alza el rostro con su mano derecha; la piel de Peter se siente cálida bajo sus dedos—. Te he visto hacer cosas más impresionantes que éstas y, al final de la noche, te parecerá que todo fue un juego de niños. Te lo aseguro.

—Yo- —Peter se corta a sí mismo, suspirando, y la forma en que sus labios se entreabren y envía impulsos en todo su cuerpo debería ser ilegal—. Sí, está bien.

—Puedes —asegura—. No dudes ahora. No dudas cuando vas a la calle y te arriesgas, así que no dudes ahora.

Peter se inclina ante el toque en su mejilla, de manera inconsciente. Tony sabe que tiene que retirar su mano, pero no quiere hacerlo. El roce de sus pieles es demasiado reconfortante.

—No lo haré —Peter promete, sus ojos son brillantes bajo la luz suave de los focos que iluminan el jardín.

Tony asiente, y retira su mano con un poco de pesar, la piel de Peter deja su propia piel cosquilleando, en busca de contacto.

—Vamos.

Aprieta el hombro de Peter antes de guiarlo hacia la fiesta —ignora el estremecimiento del chico, porque puede haberse ocasionado debido al frío de la noche—, es hora de que enfrente al verdadero mundo al que estará sometido en los próximos años.

_

Peter se ve abrumado cuando entran y se distinguen entre el gentío, pero lo disimula con bastante rapidez. Tony solo puede notarlo porque lo conoce bien —ha memorizado muchas de sus expresiones y sus gestos, y también ha aprendido a identificar las emociones ocultas detrás de cada palabra, de cada tono de voz y de cada expresión—, así que sabe que los demás no se darán cuenta como él lo hace.

Tony deja que su mano en el hombro de Peter mientras el chico se acostumbra al ambiente —las luces rojas, verdes y amarillas, el ruido de las conversaciones que afectan los sentidos mejorados de su pupilo, todo— de la fiesta, sabiendo que puede ser abrumador para el chico.

Cuando lo hace, muchas personas e encuentran mirándolos. Tony agradece la falta de prensa en aquel lugar.

La gente lo abruma a él primero, porque no importa cuántos años pasen, Tony Stark siempre será importante e influyente para el mundo, sea de una buena o mala forma.

—Te presentaré a alguien —le dice, cuidando que nadie lo escuche— y después me iré al otro lado de la habitación para retirar la atención de ti.

—Por favor —pide Peter—. Gracias.

Tony le hace un ademán que resta importancia y analiza la habitación de forma rápida, en busca de alguien que pueda servirle a Peter en el futuro.

Si fuera otro tipo de fiesta, jamás lo dejaría a solas, sabiendo que la gente con poder disfrutar de devorarse a aquellos chicos que apenas están ascendiendo. Pero no es de ese tipo de fiesta en el que se juntan los millonarios para presumir e impresionar a otros, no, es del tipo más profesional que se hace para conocer influencias de la ciencia y crear amistades, proyectos y demás.

Ubica a alguien con rapidez; una de las científicas más importantes de la actualidad, que no está trabajando para él solo porque ella no lo quiere así. Tony le ha ofrecido muchas oportunidades buenísimas pero ella no las ha aceptado.

La saluda con brevedad y le presenta a Peter, antes de marcharse, le da una última mirada al chico, que lo mira con la misma intensidad y después asiente.

Tony se despide de ambos y se retira, en su camino a buscar a algún conocido se afloja la corbata, porque, de alguna manera, siente que lo está asfixiando.

No importa qué tipo de fiesta sea, de todas formas no le agrada la idea de dejar a Peter a solas.

_

Se distrae la primer parte de la fiesta con bastante éxito —considera éxito el hecho de no buscar a Peter con la mirada constantemente, pero si de vez en cuando solo para ver cómo se desenvuelve en medio de las demás personas; parece estar teniendo éxito, porque pronto hay varias personas conversando por él y todas lucen como si estuvieran magnetizadas ante su brillante ingenio—, hasta que hay un momento en que no puede.

A media noche, Peter ya ha conversado al menos con la mitad de personas de la fiesta, pero no es hasta que entabla una conversación con una de las científicas —conocida por llevarse a algunos pupilos a la cama— que no puede apartar la vista del chico. Pierde el hilo de su propia conversación.

Peter parece demasiado a gusto con la científica, es claro que ella lo ha encantado con su inteligencia —su vestido tiene un escote poco pronunciado y llamativo, pero aún así Peter siempre la mira a los ojos con una mezcla de respeto y admiración que hace que su sangre hierva solo un poco— y que está intentando llevárselo a la cama.

Si fuera alguien más, a Tony no le importaría y desviaría la vista porque, después de todo, Peter tiene la edad suficiente de consentimiento y es libre de hacer con su vida sexual lo que a él le plazca. El asunto es que a Tony sí le importa. Demasiado.

La idea de siquiera pensar que alguien más podría tocar al chico y conocerlo de la manera en que Tony lo ha conocido —íntima pero no de una manera sexual, porque ellos no se han acercado de esa forma aunque, probablemente, ambos han deseado hacerlo— lo hace querer largarse de la fiesta y llevarse a Peter con él.

Tony es celoso con sus parejas, y no es por desconfianza o por miedo, sino porque, de alguna manera, no le gusta que otros quieran meterse en sus relaciones si ya saben que sus parejas tienen un vínculo con él. Lo peor es que Peter no tiene ningún vínculo más allá del vínculo pupilo/mentor que generalmente se mezcla con uno platónico de amor.

—Lo siento —se encuentra diciendo en voz alta, la científica ya ha puesto una mano sobre el hombro de Peter; el mismo hombro que él le apretó para darle ánimos antes de entrar y cuando entraron—, pero tengo que hacer algo en éste momento. Nos vemos después.

Ni siquiera espero una respuesta del grupo de personas con las que estaba hablando —ni siquiera recuerda sus nombres—, pero no le importa, se acerca a pasos agigantados hacia donde Peter y la científica —Tony se ha olvidado del nombre de ella en ese momento también— están conversando.

Casi se detiene cuando se da cuenta que no tiene ninguna excusa real para interrumpirlos, pero al final su impulsividad gana más terreno que la lógica.

—Lamento la interrupción —dice con una alegría fingida, mientras pasa una mano en el hombro de Peter; la mano de la científica ya se ha retirado—, pero, quiero llevarme a este chico para algo importante. No te molesta, ¿cierto?

La científica —es de cabello castaño y ojos verdes atractivos que parecen leer lo que realmente está pasando, porque le sonríe con una burla que solo lo pone más furioso— niega, pero antes de que Tony pueda llevarse a Peter —quien luce incómodo, Tony solo pudo notar su incomodidad cuando estuvo lo suficientemente cerca para darse cuenta que la presencia de la científica lo había estado intimidando realmente y que toda su felicidad aparente fue fingida—, ella le tiende su mano a Peter, quién, con todo el respeto e incomodidad del mundo, le sonríe y le besa la mano cuando la toma entre las suyas.

Tony siente que podría explotar en ese momento. Sus celos son tan ciegos que se reprende a sí mismo.

Nunca antes pretendió llegar a ese nivel de celos y mucho menos con Peter, no porque el chico no le importe, sino porque se prometió a sí mismo que dejaría cualquier pizca de atracción por su pupilo de lado.

—Mucho gusto —Peter dice como una despedida, Tony no permite que agregue algo más antes de hacerle un gesto a Peter para que lo siga.

Ya ha escaneado la habitación y otras partes de mansión con ayuda de su IA, así que sabe a dónde ir en ese momento. Fuera de la habitación en la que están, hay muchas otras que tienen balcones con vista hacia el jardín y los alrededores del lugar en el que está la mansión.

Tony se mete en la primera que encuentra más segura, y cierra la puerta detrás de sí para que nadie fisgonee. El balcón que se tiende ante ellos es impresionante y permite que el oxígeno frío de la noche se estrelle contra sus rostros, las luces de la ciudad son claras ante sus ojos.

Los dos avanzan por la habitación hasta llegar al balcón, en donde suspiran de manera disimulada y aliviada, como si ambos hubiesen terminado un castigo o sacrificio.

Peter se pasa las manos por el cabello de forma nerviosa, Tony aprovecha para mirarlo y para mirar el perfil detallado del chico lo mejor que puede —la habitación no está a oscuras, pero las luces son bastantes suaves— debido a la poca iluminación.

—Eso fue... intenso —Peter le dice—. Ella-

Se detiene a sí mismo, como si no estuviera seguro de qué decir a continuación. Peter no es tonto, es una persona más perspicaz de lo que parece y es obvio que notó las intenciones de la científica.

Probablemente, todos las habían notado, piensa con un poco de furia.

—¿Estás bien? —Pregunta, porque la incomodidad de Peter cuando estuvo cerca de ellos fue demasiado evidente. Y parece que aún hay rastros de incomodidad en su expresión.

—Sí —contesta—. Es solo... no pensé que tener este tipo de atención me fuera a hacer sentir tan incómodo.

—No a todos les gusta la atención sexual, Peter —Tony dice—, es invasiva en muchos sentidos de la personalidad. Y tú...

—¿Yo qué? —Peter pregunta, alzando el rostro.

Para esa hora de la noche, algunos mechones de cabellos ya se han desordenado y salido de su peinado, así que ahora están alrededor de su frente.

—Eres una persona que disfruta más de la intimidad, no es un ámbito sexual, que de la atención sexual, ¿o me equivoco?

Peter evita su mirada, y a pesar de que Tony no puede ver el sonrojo en sus mejillas, está seguro de que está ahí.

Ha tenido tiempo para notar la forma en la que Peter lleva su vida personal y sexual, incluso si ha intentado no notarlo porque es raro, pero algunos aspectos de las personas que están a nuestro alrededor son difíciles de no notar.

La única relación formal que Peter ha tenido es con su compañera Michelle, y Tony solo lo sabe porque Peter se lo contó mientras estaba borracho un día —Tony se ha desecho de todo el alcohol en su vida desde ese día, porque Peter había tomado alcohol de su colección a escondidas y Tony lo encontró, horas después, borracho en el suelo de su habitación mientras miraba al techo; habían varias botellas de alcohol a su alrededor, lo que confirmó un pensamiento fugaz que antes tuvo: Peter era difícil de emborracharse—; él tuvo que escuchar, con un profundo desagrado en el fondo de su estómago, el hecho de que Michelle fue la primera novia de Peter y la primera pareja sexual.

No ha pasado ni un año desde eso, y dado que Peter llegó virgen hasta los diecisiete, es obvio que el simple sexo por placer no es algo en lo que él está interesado.

—No te equivocas —Peter dice, finalmente. Tony parpadea y lo mira, porque ni siquiera se dio cuenta de en qué momento se perdió en sus pensamientos—. Pienso que los sentimientos son más importantes y que se tiene que conectar con una persona antes de tener algún... avance sexual.

—Eres joven —Tony le dice—, aún te falta descubrir que a veces los sentimientos y las conexiones solo traen más daño a tu vida que felicidad. Llega un momento, en el que el sexo casual es más atractivo que entregarte a una persona solo va a terminar rompiéndote.

—¿Eres feliz así? —Peter pregunta—. Cambiando de cama cada semana y dejando cuerpos fríos atrás que ni siquiera cuando hace calor te parecen cálidos.

Tony suspira profundo, y solo entonces se da cuenta de lo profunda que se ha vuelto su conversación en un par de minutos. Él jamás dejó entrar a alguien a ese nivel en su vida; hasta el nivel de ser cuestionado por su vida sexual y personal y, peor aún, que él estuviese dispuesto a contestar.

—No lo sé —confiesa—. Tal vez lo soy, ya sabes, cuando alguien ha estado a mi lado, solo ha terminado peor.

Es cierto. Pepper fue su última relación formal, un par de años atrás, y ambos terminaron demasiado heridos. Ella fue y es brillante, pero nunca se adaptó a su vida de héroe. Y Tony no puede estar con personas que buscan limitarle algunos aspectos de su vida.

—Creo que es porque no has encontrado a la persona que de verdad te entienda —Peter le dice, mientras se inclina hacia adelante y apoya contra el balcón. No hay personas en los jardines, ni tampoco en los demás alrededores—. Ya sabes, hay personas que parecen estar hechas para nosotros pero realmente no lo están. Solo nos convencemos de que si estaban hechas para nosotros y nos lastimamos más cuando todo llega al final.

Tony asiente, porque sabe que es así: él mismo ha experimentado aquello en algún momento.

—Has crecido mucho —comenta—. La forma en la que has madurado es... Siempre percibes el mundo diferente los demás, y no sé si lo embelleces o solo ves lo bueno de la vida mientras luchas con lo malo. La persona que te tenga será muy afortunada de tenerte.

Las palabras duelen, más de lo que quiere admitirse a sí mismo; queman en su mente y en su alma como una llama. Sus celos no son simplemente celos que le hacen daño, son algo más profundo, son esa necesidad de querer conservar a Peter para sí mismo, de manera egoísta, porque sabe que el chico es brillante y hermoso, y es la mejor persona que Tony ya conocido en los últimos años. Siempre dando todo de sí sin recibir nada a cambio, con las expectativas y sueños de cambiar el mundo a lo grande, con la necesidad de ser alguien importante para ayudar a otros, siempre dejando su propio bienestar para asegurar el de otros.

—¿Tú... te sientes afortunado de tenerme en tu vida? Sabes de lo que estoy hablando.

Por supuesto que lo sabe, los dos lo saben.

—Me considero la persona más afortunada en éste mundo por el simple hecho de conocerte —le dice con honestidad— y saber que eres más que un simple conocido para mí me hace sentir como una persona completa.

Peter parece sorprendido por su respuesta, como si no hubiese esperado que él fuese tan honesto para responder a su pregunta.

Tony tampoco lo había esperado pero no ha podido ignorarlo. Hay una presa que se está rompiendo en su interior, y esos celos que se han establecido en su interior solo han forzado a la presa a romperse, para que deje de ser un cobarde y diga lo que de verdad siente.

—¿Estabas celoso?

La pregunta de Peter lo sorprende, demasiado. No la había estado esperando.

—¿Por qué lo preguntas?

Peter duda, antes de contestar, como si no estuviese seguro de qué decir.

—Lucías como una persona celosa —dice finalmente—, pensé que podrías estarlo.

—Tal vez lo estaba.

—Eres una persona inteligente —Peter comienza—, ¿no has notado que toda mi atención siempre es hacia ti?

—Por supuesto que lo he notado —contesta—, pero tu atención y enamoramiento no me asegura nada si ninguno de los dos dice lo que siente, ¿no es así? Los enamoramientos no son eternos si no se convierten en amor sincero, pueden correr como el agua o crecer como los árboles.

—Creo que mi enamoramiento es un árbol que podría cubrir el mundo en éste momento —Peter bromea, haciéndolo reír incluso si intenta no hacerlo.

Se mantienen en silencio, cuando terminan de reír. Toda la euforia del momento parece haber terminado, ahora hay algo más serio entre ellos, porque jamás antes dijeron lo que sentían. Hay una oportunidad que se extiende en ese momento, y Tony no sabe si tomarla o dejarla ir.

Es una decisión difícil, pero él sigue a su corazón.

—Ven aquí —pide.

Su petición parece sorprender a Peter, pero el chico se endereza y se acerca a él hasta que solo hay un par de centímetros en medio de ellos.

Desde esa distancia, Tony puede sentir la presencia de Peter —su respiración, la forma en que su pecho sube y baja con el latido de su corazón— como nunca antes y es algo que le encanta. Muchísimo.

Alza su mano, como lo hizo antes, y toma entre sus dedos la mandíbula de Peter; el toque es diferente ésta vez, porque está destinado a tener otra intención. Con las yemas de sus dedos, traza patrones sobre la piel de Peter hasta que llega al borde de sus labios, lo que provoca que la respiración de Peter se corte.

La tensión entre ellos es inmensa, y Tony se encuentra perdiendo la respiración también cuando los labios suaves y rosados de Peter se envuelven alrededor de su lugar y envían oleadas de excitación a todo su cuerpo.

Cuando, finalmente, se besan, el mundo parece detenerse alrededor de ellos. Cualquier sonido de afuera se congela en sus oídos, porque en lo único que puede centrarse es en la respiración de Peter y en el roce que sus cuerpos hacen al juntarse por primera vez.

Hay muchos años retenidos de tensión y sentimientos no dichos entre ellos, pero esos sentimientos parecen explotar en un solo beso en ese momento.

El beso es cálido, y superficial, al menos al inicio, porque después, es profundo y hambriento; Tony besa a Peter como nunca antes ha besado a nadie más, lo besa como si no fuese a haber un mañana, lo besa como si no quisiera dejarlo ir nunca y como si estuviera comprobando que, en verdad, Peter es suyo.

Al menos por ese momento.

Se separan, pero no dejan de tocarse; sus frentes se rozan juntas y sus cuerpos se abrazan entre sí, como si estuvieran magnetizados juntos.

Peter es hermoso así, de cerca. Luce como la persona por la que Tony estaría dispuesto a sacrificarse y a reducir el mundo en polvo si él se lo pidiera.

—Soy tuyo —Peter le dice, su aliento cálido contra sus labios y parte de su mejilla—. Desde aquella vez que fuiste a buscarme, soy tuyo. Y siempre lo seré.

Siempre es un tiempo muy largo —Tony le dice, besando su mejilla delicadamente.

Tiene miedo, ¿cómo no tenerlo? Es una persona mayor y Peter es una persona joven, y las personas jóvenes son frecuentes a desperdiciar el amor que tienen a su alcance y a cambiarlo por algo que definitivamente no es amor. Él mismo hizo aquella estupidez. ¿Quién le asegura que Peter no lo hará?

—No para mí —Peter le dice—, te quiero con cada centímetro de mi ser, y sé que lo siento, sé quién eres, sé quién soy y quién seré, ¿puede creer, por favor, que no te voy a dejar? No importa lo que pase. No seré una etapa más en tu vida, alguien que te rompa el corazón aún más. Lo prometo.

Tony suspira, y siente que puede llorar porque sabe que le cree. Cree en cada palabra de Peter como nunca antes creyó en nadie más.

¿Cómo es posible? Siempre se ha encargado de ocultar aquellas partes más oscuras de sí mismo porque sabe que en cuánto alguien las descubra va a huir o quedarse para siempre, pero el miedo de que la gente huya siempre es mayor que el de arriesgarse a que alguien se quede.

Peter parece ser el más dispuesto a abrirse paso, descubrir todo de él y amarlo con cada defecto, cicatriz y herida. Porque Tony no es una persona perfecto, es una persona imperfectamente perfecta.

—Te creo —le dice—, maldita sea, te creo más de lo que he creído en nadie más.

Peter sonríe, como si ya lo supiera. Es probable que lo haga, después de todo, ya llevan años de conocerse y de ver lo bueno y lo malo del otro.

—¿Me dejarás demostrarte que no tienes motivos para sentirte celoso de nadie?

—Sí —responde.

Peter lo besa de nuevo, y todo se siente como si una promesa se estuviera sellando en ese momento. Porque incluso si Tony se siente celoso o inseguro, algo —una parte de su ser, aquella más segura y sensata— le dijo que Peter siempre fue suyo.

Hay decenas de personas en esa mansión, y miles y millones más allá afuera, pero ninguna ha tenido el placer de conocer a Peter como él lo conoció. Y tampoco lo tendrán, lo sabe, no importa cuánto lo intenten. Ni Tony, ni Peter mismo, lo permitirán. Tony es de Peter —no es muy difícil de deducir, hace meses y años que se siente como una persona que va a la deriva cuando no tiene la presencia de Peter— y lo será hasta que muera.

Y Peter siempre será suyo.

_

Nota.
Siento mucho el retraso, tuve algunos inconvenientes ayer y por eso subo hasta ahora el escrito correspondiente al día de ayer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro