Narra JungKook.

Luego de ver como JiMin salía de la cafetería, me levante y me despedí de mis amigos, entre nuevamente a el edificio y busqué mi aula, entre y saqué mi cámara para revisar las pocas fotos que había tomado.

- Así que tú eres JiMin- mire una de las fotos que había tomado del chico, este estaba con LuHan subiendo las escaleras, me di cuenta que LuHan me había observado así que simplemente me lleve un golpe en mi cabeza por olvidarlo.

Sin querer una sonrisa escapó de mis labio, sonrisa de la cual no me había percatado hasta que siento la presencia de cierto peli castaño y de la peli castaña.

- ¿Que miras Jeon?- me sobresalte al ver a Hye mirado sobre mi hombro mi camara- ¿Por qué tienes una foto de JiMin?.

- Ciertamente, me pareció interesante su sonrisa cuando lo vi con LuHan en la mañana, no se me dio ternura y lo quería capturar en una fotografía- le respondi mientras apagaba nuevamente mi cámara.

- Si, ciertamente cuando lo vi entrar a la universidad no pude evitar sentir su aroma, su sangre es dulce, tuve que contenerme para no morderlo, al parecer a ti no te afectó mucho.

- La verdad si me afectó, cuando lo salvé de que cayera por las escaleras, pude sentir su aroma, si no hubiera sido por mis lentillas el color rojo de mis ojos hubiera sido notorio- le respondi.

- ¿Lentillas?- me pregunto.

- Si, ando lentillas oscuras, del mismo color natural de mis ojos- le respondí.

- Bueno, creo que cierto chico de cabello oscuro no se inmutó de tu presencia, así como tu lo hicistes con él.

- No importa, no es como que me fuera a acercar más a el, creo que me basta con verlo en mi cámara, no quisiera hacerle daño.

- No lo harías, ciertamente me lo imaginaba, sabia que tendrías esa reacción cuando lo conocieras.- me comento Hye.

- ¿De qué hablas?- le pregunte.

- Te darás cuenta tu mismo.- tomo asiento frente a mi mientras sacaba su libreta.

La clase dio inicio, esta sería la última clase del día, como pude y sin atormentar me tanto traté de prestar atención a la clase.

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Narra JiMin.

Salí de la universidad y subí al autobús hacia mi casa, aunque esta no quedaba tan lejos, llegué a la parada luego de unos minutos, baje del bus y caminé hacia mi casa; eran las 2:30 de la tarde, mi padre llegaba a las 4 o 5 así que podía hacer algo mientras tanto.

Llegue a mi casa y empecé a arreglar mi habitación, termine con mi cama y mi escritorio lo único que me faltaba era mi armario.

Lo abrí y baje varias cajas que habían ahí abrí la primera y vi varias fotos de cuando era pequeño, luego abri la siguiente, eran cosas de mi madre.

En la caja había un espejo, un joyero y ... ¿una caja?

Agarre entre mi mano la pequeña caja que se encontraba ahí, no sabía que era, pues no la había visto, las cosas de mi madre, el señor que se hace llamar mi padre las guardo, esas cajas me las entrego él, más nunca las había abierto.

Me senté sobre mi cama y abrí la pequeña caja, era unas gargantillas muy bonitas, dentro de la caja también se encontraba una nota.

Iba a leer la pequeña nota pero escuché la puerta ser abierta, mire mi pequeño reloj y me di cuenta que eran las 4, guarde la caja en mi mesa de noche y me levante a ponerle seguro a la puerta de mi habitación.

- JiMin- escuche la voz de mi padre junto con sus pasos en la escalera- Hijo.

Subi a mi cama y miré con horror mi puerta, vi como la perilla se movía levemente.

- Se que estás ahí, así que será mejor que abras la maltida puerta en este instante.

-...- me quedé callado, mire a mi costado y vi a la misma mujer que estaba a mi lado el día de ayer, esta trataba con la mirada de impedir que mi padre entrara.

- Cálmate si, haré lo que pueda- Asenti, eran pocos los fantasmas que me querían ayudar.

- Gracias- susurre.

Deje escapar el aire cuando vi como la perilla ya no se movía y escuchaba los pasos de mi padre bajar; pero me alerte nuevamente al escuchar más de las pisadas, no solo estaba mi padre en casa, escuché como la llave era quitada de la puerta y de esta se mostró mi padre junto con otro hombre.

- Te dije, ahora atente a las consecuencias- me miró mi padre- Todo tuyo- miró al hombre a su lado- No lo lastimes mucho por favor- el hombre asintió y se adentró más a mi habitación, me empecé a asustar, me apoyé más contra el respaldo llevando mis piernas a mi torso.

- Por favor- mi voz salió como una súplica y sentía un nudo en mi garganta.

El hombre frente a mi halo de una de mis piernas haciendo que quedará recostado en mi cama, se subió sobre mi y empezó a besar mi cuello.

Luchaba por que me soltara, deje una patada en su entrepierna y corrí hacia la puerta, intente abrirla pero me di cuenta que esta estaba con llave.

Mire tras de mi y el hombre se había puesto de pie, agarró mi cabello con fuerza y me empujo a mi cama haciendo que mi cabeza golpeara un poco con el respaldo, cerré mis ojos y no los podía abrir, solo sentí como el hombre se posicionaba entre mis piernas y como con brusquedad empezaba a desvestirme, aunque no pudiera abrir mis ojos gracias al dolor de mi cabeza, pienso que era más a no querer ver lo que haría con mi cuerpo.

Trate de gritar pero mi voz no salía, de esta solo escuchaba sollozos, débiles sollozos.

Grite un poco al sentir como este entraba en mi, sin preparación; entraba y salía de mi bruscamente, aunque no era primera vez, siempre dolía y podría decir que dolía más al no poder hacer algo yo.

Al terminar me encontraba llorando y cubierto con mi sábana.

- Hubiera sido mejor si no hubieras llorado tanto, pero eso no quita que disfrutara de tu cuerpo- sentí como subía nuevamente sobre mi, esta vez sabia que no haría nada pues ya estaba vestido- No me olvides cariño- susurro en mi oído para luego darme un beso, traté de apartar mi rostro pero este lo impedía sujetando de mi rostro.

Al separarse de mi y salir de mi habitación me levante, claro no podía caminar bien por el dolor que sentía, entre en la ducha y lave mi cuerpo, cepille mi boca, tratando tanto de quitar el olor de mi cuerpo y el sabor a alcohol de mi boca, si el imbecil está ebrio.

Salí y me vestí con algo cómodo, tomé mi celular y baje, salí de mi casa y caminé, podía escuchar la voz de la señora que estaba en mi habitación tratando de ayudarme.

- JiMin- volteé a verla y sin importarme que me tomaran de loco hable.

- No digas nada- pedí, me giré y volví a caminar.

Llegue a un parque desolado, me senté bajo el viejo árbol, me abracé a mis piernas y solté todo lo que había retenido, ya no soportaba más, ya no quería vivir.

- Ojalá estuvieras a mi lado madre- mencione en voz baja mientras limpiaba una pequeña lágrima que se había escapado y ahora descansaba en mi mejilla- Si tan solo... si tan siquiera esto fuera solo una pesadilla.

- Lo siento mucho mi niño- escuché la voz de mi madre, abrí mis ojos ya que estos se encontraban cerrados, encontrándome con mi madre; ella estaba con un vestido blanco y esta descalza- No quise dejarte solo, nunca quise que vivieras esta pesadilla.

- Solo no quiero seguir sufriendo- sentí como ella me rodeaba con sus brazos aunque no la pudiera sentir. Luego de unos minutos donde escucha la voz de mi madre, ya que ella empezó a cantar una canción para tranquilizarme y lo logró.

- Me tengo que ir regresa a casa- se separó de mi lentamente.

- Mamá- La llame- Dime que esto acabará pronto por favor.

- Lo hará, solo espera, tu ángel está en camino- me respondió.

Vi como empezó a desaparecer, pude ver como un montón de pequeñas mariposas de color turquesa volaban y se alejaban. Me levante y camine nuevamente a mi casa, le mande un mensaje a mi hermano diciéndole que podía regresar a casa que lo esperaría para cenar.

Solo espero que lo que mi madre me dijo sea cierto y que mi ángel aparezca pronto, sea como sea que se presente solo quería acabar con esta pesadilla.

Hola, aquí nuevo capítulo, bueno como ven esta historia es algo fuerte, espero y les este gustando si es así no olviden en dejarme una estrellita y un comentario los estaré leyendo nos leemos pronto bye💜