Narra Ryujin.

Ha pasado un mes desde lo sucedido, todo ha vuelto a como era antes...

— Vamos, tenemos que llegar a tu casa — Dos chicos tomados de los hombros pasaron por mi lado, ambos sonriendo y molestandose entre ellos.

Bueno, casi todo ya que la relación entre Soobin y Hyunjin siempre será un enigma para mí... creo que para todos.

Subí al auto de Yeji. Las chicas me sonreían viendo que todo estaba bien.

Unos golpes en la ventana me llamaron la atención, baje esta y Soo sujeto mi quijada para depositar un tierno beso sobre mis belfos.

— Olvidaba darte un beso — susurro sobre ellos al separarse de mí. 

No evite sonreír y acariciar su mejilla con mis dedos. Las exclamaciones detrás de mí nos ocasionó que sonriamos más ampliamente. Después de todo, nuestra historia juntos se comenzó a escribir.

Volvió a besarme antes de irse al auto contrario.

— Ustedes dos dan ternura — Chaeryoung posó su mano sobre mi hombro — ¿Quién diría que serías mi cuñada después de todo? 

Todas reímos y Yeji puso en marcha su auto. 

Narra Jimin.

— JungKook, ¿Está listo todo? — Mire al castaño, el cual estaba encendiendo la parrilla fuera de la casa.

— Sí, sólo tengo que encender esto — Volvió a encender un papel y tirarlo sobre el carbón — ¿recuérdame por qué cocinamos la carne si la podemos comer cruda?

— Porque no todos somos vampiros, acuérdate que Ryu es todavía humana.

— Pero no por mucho.

El rugido de un motor nos debió de nuestra conversación. Dos autos se estacionaron y de ellos se bajaron todos los chicos. Kai y Yuna salieron de la casa a velocidad de la luz y se unieron a ellos en el patio.

Mi chica se acercó a mí y me abrazó entre sus menudos brazos.

— Hola, papá — me acucurre en su cuello, oliendo su aroma dulce. 

La solté para que volviera a donde iría. Tae pasó por su lado y me abrazó por los hombros.

— ¿Quién diría que nuestros hijos serían pareja? — Ryujin se sentó junto a Soo, quien la atrajo por los hombros. 

— Siempre lo supimos — le dije y mire a Kook, quien ahora se encontraba tras de la parejita — Pero no estaría mal recordarle a alguien que su niña ya creció.

Unas horas después.

Deje mi vaso sobre la mesa y quite el rastro de mi bebida de mis labios. Recosté mi cabeza sobre el hombro de Jeon y miré alrededor de la mesa, viendo a todas las personas que me importan. Desde mi hermano, hasta mis hijos.

— Estás muy sonriente — un susurro en mi oreja y la voz de mi chico me hicieron sonreír mucho más ancho.

— Lo sé, no puedo evitar estar feliz ya que los tengo a todos — Sus ojos siempre han permanecido con ese brillo, desde que lo conocí y sé que ese brillo que amo, es causado por mí — Te amo.

— Yo también te amo, mi luna — dejó un casto beso sobre mis labios.

— Ustedes nunca cambian, son igual de empalagosos que hace 14 años — Nam nos sacó de nuestra ensoñación.

Me levante y tome mi copa entre mis dedos — Brindemos, ¿de acuerdo? — Espere a que todos tomaron sus bebidas para continuar — Brindemos por esta vida, por lo que tenemos y estamos viviendo y por lo que nos falta vivir. Que por fin hemos dejado los sucesos del pasado donde deberían de estar y porque dentro de unos minutos mi hija dará un paso en su vida — Mire hacia las copas de los árboles viendo los colores del ocaso, que estaba bañando esta tarde — También, por presenciar muchos más atardeceres como este, como también, por más eclipses que nos hagan amar mucho más.

— Salud — Dijeron todos al unísono

Narra Ryujin.

Me levanté de mi lugar y camine hasta mi padre Jimin, este al verme me abrazo.

— ¿Qué sucede? 

— Quiero que me conviertas tú — le dije y vi su sonrisa en sus labios — Eres mi mayor ejemplo y admiro la fortaleza que tienes, la sonrisa que siempre le das al mundo a pesar de haber vivido algo tan horrible en tu pasado.

— Y yo admiro a la mujer con tanta decisión y fuerza en la que te estás convirtiendo, mi pequeña.

Mire hacia atrás viendo como todos mantenían sus ojos en nosotros; volví mi atención a la persona frente a mi y le sonreí mientras asentía.

Él soltó aire para luego acercar mi cien a la suya — Te amo, mi pedazo de cielo.

— Yo también, Papá.

Luego de esas palabras, no abrí mis ojos, solo solté aire y espere a sentir los colmillos de mi padre. Los cuales no tardaron en enterarse en mi cuello. Solté un quejido ante el dolor que sentía; me sujeté de sus hombros mientras una lágrima recorría mi rostro. Al separarse de mi abrí los ojos y mi cuerpo se  empezó a sentir como si algo por dentro me quemará. 

Me dejé caer siendo sujetada por los brazos de mi padre. Cerré los ojos y dejé de sentir todo a mi alrededor.

Está aquí, estaba presente, pero no podía escuchar ni abrir mis ojos. Solo veía una luz que se fue aclarando. Dejándome ver a una lechuza frente a mí, una lechuza que fue cambiando de forma hasta ser una mujer muy bella con un vestido y una corona de Olivos de plata en su cabello azabache, solo me sonrió y apuntó una de sus flechas hacia mi dirección. Al disparar cerré los ojos.

Reaccioné y abrí mis ventanas, encontrando el rostro de mis padres frente a mí.

— Hola, nuestra hermosa vampira.

Sonreí y los abracé aunque estuviéramos en una posición muy incómoda.

Holaa...

Bueno, llegamos al final, lo que significa despedirme de todos y de este proyecto. La verdad cuando comencé esta historia, (cuando comencé a pensarla) tenía apenas 15 años, y cuando la comencé ya tenia 16. Y bueno podrán notarlo por los errores que tiene, la trama es confusa desde mi perspectiva, pero la termine para hacer feliz a esa chica del 2020.

Hoy me despido de Eclipse y de Ocaso, hoy dejo atrás a esta historia que me hizo crecer.

Les agradezco a quienes leían y me han acompañado desde el comienzo, los que votan y los comentan, déjenme decirles que ustedes me motivaron también a continuar. Espero este no sea el final y que pueda verlos en otras de mis historias.

Nos vemos en otra historia.

Gracias 💜💜