Cap.2: Necesitó tiempo
Narra RyuJin.
Me estaba alistando para ir a visitar a mis primos y tíos
— ¿Donde lo puse? — busque bajo mi cama aquel collar que tenía y compartía con mi appi — Diablos donde lo dejé, recuerdo haberlo dejado en mi mesita — Hice una mueca al no saber dónde estaba.
— ¿Que buscas cariño? — la voz de mi papá Jimin me saco de mi trance.
— No encuentro mi gargantilla — le dije sentándome sobre mi cama.
— ¿El de lechuza? — asentí y mi appi se acerco a mi para sentarse en a mi lado — Lo habías dejado en la biblioteca, tienes que cuidarlo más, amor — mire como mi padre me ponía el pequeño colgante en mi cuello.
— Gracias appi, realmente tenía miedo de perderlo, papá y tu tienen sus collares y bueno yo... — me sonrió y completo mi frase.
— Tú también lo tienes — acaricio mi mejilla.
Amaba a mis padres, sobre todo a mi appi, él fue quien me enseñó a controlar todo desde pequeña.
— ¿Cómo vas con lo que puedes hacer? — me pregunto y mire al frente donde estaba mi abuela.
— Bien, gracias a tí ya no me asusto mucho y claro gracias a la abuela — Mi appi miro al frente y sonrío.
— Bien, termina de alistarse, dentro de poco salimos.
Mi padre se levantó de mi cama dejándome solo en ella.
Mi habitación era común, una habitación de cualquier chica de mi edad, la única diferencia es que tenía varias fotografías tomadas por mi appa y un pequeño dibujo de una lechuza sobre el respaldo de mi cama.
Se preguntarán, ¿qué tiene que ver la lechuza en todo esto? O ¿por qué puedo observar a mi abuela?.
Les diré el porqué, no soy una chica normal, no como las demás, como mis primas tampoco, porque ni he decidido si es realmente lo que quiero.
Recuerdan la historia de mis padres, pues esa misma historia se repite conmigo, la única diferencia, es que yo no sabía a quien me habían atado.
Soy la elegida de Atenea, una de las razones por las cuales mi destino se vinculó con el de mis padres. Siendo la elegida por la diosa Atenea.
Me levante de mi cama y me observe en el espejo frente a mí, les diré cuales son mis poderes.
Tengo el don de la telequinesis y también puedo ver a los fantasmas al igual que mi appi, desde pequeña veía a mi abuela, pensaba que era normal pero así como veía a los angeles, veía a los que me querían causar daño, me asustaba, pero mis padres me explicaron todo, todo al respecto de quien soy.
Agarre mi teléfono y baje a la sala donde mi hermano estaba con su celular, me acerque y me colgué en su espalda.
— Ryu, ¿qué te sucede? -— pude observar con quien hablaba y me encontré con que mi hermano tenía novia, claro ya se de quien se trataba.
— Te descubrí cabeza de chorlito — le quité el celular y vi la foto de mi mejor amiga y prima.
— Ryu, no tienes el derecho de revisar mis cosas — trato de quitarme el celular, pero fui más rápida y me escapé.
— Yuna y tú son novios — mencioné haciendo que mi hermano se avergonzara — Los dos son unos desgraciados, por no decírmelo.
— Vamos, no es algo que a ti te concierne — le entregue el celular y antes de dejarlo en la sala me detuvo — No le digas a nuestros padres.
— No se los diré, pero llegará un día en el que tengas que hablar al respecto, has tenido varias novias, no se que es lo que te avergüenza ahora, Yuna no es ni tan siquiera de nuestra sangre.
Lo dejé en la sala y me adentre a la cocina donde me serví un vaso con agua.
— ¿Lista princesa? — mi appa se adentró a la casa, al parecer había estado en el patio.
— Lista, appa — se termino de acercar a mi y beso mi cabello, lleve una de mis manos a su collar y lo acaricie — Todavía no puedo creer que tú eres el sol de mi appi.
— A veces el destino nos hace muy buenas jugadas mi niña — lo vi sonreír para luego girar su cuerpo a la dirección de mi padre pelirrubio.
Sonreí y salí de la cocina, mis padre me seguían de igual forma.
— Bien, vamos — salimos de la casa que teníamos en el barrio en el que creció mi appi y subimos a la camioneta.
Me puse el cinturón y me recargue en la ventana cerrando los ojos. No había dormido muy bien, después de todo no es algo que pueda conciliar muy rápido aún.
No dormí, no lo pude hacer, pero por lo menos había descansado mi vista un poco.
Senti como el auto se aparcaba, abrí los ojos y baje, en el momento que lo hice cuatro cuerpos se abalanzaron sobre mí.
— ¡Ryu! — rei junto a ellas.
— Chicas, me van a botar — se separaron de mí, aun riendo; mis padres saludarom a sus amigos y mi hermano estaba jugando con mis primos.
Entramos a la casa y fui abrazada por todos mis tíos, incluyendo a mi Tío Hyun, mi tío tenía dos hijos, uno de 14 y el otro de 10 años, los dos vampiros de pura sangre.
Me senté en una de las butacas de la sala, esta casa le pertenecía a mi tío Nam y mi tío Jin. Senti la presencia de alguien más y me di cuenta que se trataba nada más y nada menos del chico que ha sido cómo mi mejor amigo desde el orfanato.
— Hola Ryu — sonreí ante el saludo de mi primo.
— Hola Binie — Le salude y miré el colgante del chico, cada uno de mis primos tenía uno, uno de una piedra de color, los únicos que teníamos un dije aparte de ese colgante éramos Soobin y mi persona — ¿Dónde esta tú gargantilla?
— La tengo aquí — la saco de su camisa mostrándome aquella serpiente en ella.
— Bien, ya que todos estamos aquí porque no escuchamos las decisiones que han tomado nuestros hijos.
Todos ingresariamos a la universidad, aunque alguno ya eran mayores habíamos decidido ingresar al mismo tiempo y por ello, antes de hacerlo debíamos decidir si convertirnos o permanecer como humanos.
— Bien, chicos necesito que nos digan que decisión han tomado — me quedé quieta en mi lugar, aún no había tomado una decisión.
Mire a mi alrededor, todos mis primos a excepción de Yuna y claramente mi hermano ya que ellos todavía estaban en el instituto.
— ¿Ryu tú...? — Negué ante la pregunta de mi tío Tata.
— No tío, aún no tomo una decisión — mire a mis padres quienes asintieron — Necesito tiempo para saber si es lo que realmente quiero.
Me levante de mi lugar y salí al patio, no podía creer que aún tengo miedo de ser una vampira, ¿qué tan malo es?
¿Cómo me sentiré al convertirme?
Me senté en el césped ocultando mi rostro entre mis piernas, estaba frustrada, sobre llevar el no ser alguien normal, el no saber si realmente quiero ser un vampiro, todo eso me estaba frustrando.
— Oye, tranquila — sentí un cuerpo a mis espaldas, alguien me estaba abrazando y sabía de quien se trataba.
— Lo siento appi — susurre — Pero tengo miedo.
— Se que lo tienes princesa, yo lo tenía cuando hablé con mi hermano sobre ser vampiro, si me convertí en esto fue porque... — Lo interrumpí completando la frase.
— Porque estabas muriendo — suspire y me di la vuelta quedando frente a mi padre — Appa Jimin, solo necesito un tiempo.
— Tomate el tiempo que necesites mi princesa — me escondí en el cuerpo de mi Padre, así como lo hacía cuando apenas era una niña.
Holaa, lamento mucho mi demora en publicar otro capítulo, la verdad ya salí de clases, pero aún estaré en refuerzos para la prueba que mencione. Aún así trataré de escribir algo para ustedes.
Mencione el collar de Ryujin, quise que el destino de la hija de ellos estuviera enredado. Di unas cuantas muestras de eso en la primera temporada, si es que lo recuerdan sabrán de lo que hablo.
Para quienes no conocen a Atenea aquí les dejo un poco de información.
Diosa de la sabiduría y la acción, Atenea fue la hija pródiga de Metis, encarnación de la prudencia, y Zeus hacedor universal. Los expertos en mitología griega consideran que su extraordinario nacimiento es una metáfora de fenómenos meteorológicos como las nubes, los rayos y truenos o las tormentas. Urano y Gea auguraron a Zeus que el segundo hijo de su unión con Metis le destronaría, así que Zeus se tragó a esta, embarazada y todo. La historia recuerda a la de su padre, Cronos, devorador de su prole, solo que Zeus no pagó tan cara semejante medida preventiva.
Atenea era una maestra en el arte de la guerra, pero detestaba la violencia gratuita y mediaba en los conflictos con la voluntad de ponerles fin mediante la prudencia.
Zeus se comió a Metis cuando estaba embarazada (no recuerdo muy bien si fue asi) y todo a petición de sus padres. En fin, el se quejaba de un dolor de cabeza donde Hermes ante los gritos de Zeus llamó a Hefesto y este le abrió la cabeza por donde apareció una mujer adulta con una armadura. Es la razón por la que Atenea es la diosa de la sabiduría.
Se que es mucho, pero necesito que conozcan esto ya que puede ser información importante dentro de la historia.
Eso es todo, espero que les haya gustado este capítulo.
Nos leemos pronto ❤😊🌹
I Purple U 💜
S. Black Angel 🖤
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