Cap.10: Miedo
Narra JiMin
No sé cuánto tiempo llevaba en la misma posición, en el mismo lugar y desgarrando mi garganta con los insaciables gritos que querían escapar de mí.
Volver a ver a la persona que me hizo tanto daño removió tanto dentro de mí, el miedo, rencor, desprecio, ansiedad, todo lo que alguna vez sentí hace años. Park Jun había regresado, y con él, mis más temidos demonios; me incorporé y limpié las lágrimas secas en mis mejillas, para luego caminar hacia la sala de estar.
Tome asiento una vez llegue, donde deje descansar mi rostro entre mis manos apoyadas sobre mis rodillas. Ahora sí sabía que todo estaba regresando en el tiempo, como si nuevamente regresáramos a aquella época donde todo era un maldito desastre.
Mi mente se comenzó a llenar de tantos sucesos dentro de todo este lugar, desde cuando era un pequeño niño, hasta cuándo comenzó mi pesadilla.
Escuché la puerta ser tocada, gire mi rostro hacia ella; no quería abrirla, tenía el miedo palpando en mis instintos, pero al inhalar pude percibir el aroma de JungKook. Me puse de pie con intención de abrirla, pero esta me sorprendió al ser abierta, no recordaba tener una copia de la llave.
— JiMin — sus ojos, sus bellos ojos me analizaron de arriba hacia abajo, y lo noto, sé que noto mi estado en ese momento — ¿Amor?
Ese tono que usó al llamarme así, solo hizo que me quebrara aún más. Me dejé caer de rodillas al suelo, pero unos brazos fuertes a los cuales me he aferrado durante doce años me sostuvieron antes de caer por completo.
Mire su rostro, él lo sabía, él lo supo desde que entro por esa puerta.
— ¿Lo viste? — Asentí.
— Quería degollarlo, quería clavar mis colmillos y matarlo, pero no pude, me congele por el miedo. Me miró como cuando tenía 19, lo odio, lo odio tanto y me odio a mi por sentir aún tanto miedo.
— Bebé, no digas eso, no te odies por eso, lo que viviste fue un infierno que nadie merece vivir. — susurro sobre mis cabellos — No dejaré que se acerque a ti de nuevo, no permitiré que te vuelva a hacer daño.
Le creía, le creí en su momento hace tiempo, no tenía razones para no hacerlo ahora.
Narra Ryujin
Mis padres no se encontraban en casa, sabía que algo había surgido en la visita de mi padre a su antiguo hogar; habían cosas que mis padres no nos habían dicho, piezas que faltaban en el rompecabezas, lo sé porque siempre están alerta de todo a su alrededor, como si le temiera al futuro, una verdad que no ha sido contada, una parte de toda la historia de lo que ocurrió antes de adoptarnos.
— ¿Dónde están? — Kai se acercó a mí y tomo asiento a mi lado.
— Casa de la abuela, al parecer appa sintió algo con respecto a papá.
— Bueno — tomó el control de la televisión y empezó a rebuscar en ella.
Revisaba mis redes un poco aburrida, no encontraba nada con que entretenerme, todo me ha parecido aburrido; algo hizo que me detuviera, una foto para ser exacta de Hyunjin, se mostraba alegre con otros dos chicos, uno era alguien que ya había visto en la universidad, pero la chica a su lado se mantenía abrazada a él. ¿Sería su novia? Qué importa eso, no es como si me interesara.
— Carajo — musite, y es que le había dado me gusta a la foto por accidente — Jeon RyuJin, eres una idota.
— Eso no es novedad — Escuche a mi lado.
— Tú cállate — Bien, ahora que hacía, no podía quitarlo porque de igual forma le aparecería, no me quedó de otra más que dejarlo así no he hecho nada, ¿verdad?
Suspendí el aparato y presté atención a lo que había dejado mi hermano. Una película de acción. Bien, a nada que ver seguramente era entretenida.
Los minutos en el reloj pasaban como si fueran pequeños granos de arroz. La noche aún no caía, a pesar de ser ya las seis de la tarde; la puerta de la entrada fue abierta, permitiéndonos ver a mis padres ingresando por ella, algo que noté perfectamente fueron los ojos irritados de mi appi, su nariz delataba que había llorado.
Me levanté rápidamente y sin dudar o preguntar lo abrace, no se porque, pero sentí que era lo que necesitaba, sentí como si fuera una fuerza que me había jalado hacia él. Sus delgados brazos se ciñeron en mi cintura, apretando mi cuerpo, pude sentir en ese momento el miedo dentro de él.
Mire a mi appa quien me observaba como si fuera un bicho raro, pero de igual forma me sonrió y acarició mi cabello. Me separé de mi papá y lo hice verme al rostro, ahora era testigo de sus lágrimas y no sabía si era adecuado preguntar la razón.
— Estoy bien, mi niña, no te preocupes — me regaló una de sus hermosas sonrisas para tranquilizarme, pero no había servido de nada.
Deje que se fueran, debían estar a solas por un momento. Regresé a mi lugar donde mi hermano me miraba expectante a que dijera algo.
— Papá ha de estar nsible, no te preocupes mucho.
Como mencione, ahora nuestra casa estaba hecha de unas cuantas cartas, muy débil por los secretos y verdades no dichas con respecto al pasado. Algo que no sé si dañaría esta familia, solo esperaba que nada de lo que atormenta a mis padres, sea tan grave.
Nueva actualización de la historia.
Espero les guste. No tengo más que decir y tampoco les pediré que me den estrellas o un comentario.
Lxs quiero.
Ángel 🖤
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