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Hubo una chispa

Luz

Cuanto más nos acercamos a la velocidad de la luz, más lento nos movemos en el tiempo. De alcanzar la velocidad de la luz, parariamos todo lo que esté fuera de nuestro sistema de referencia.

Pov Sachenka

Sigo preguntándome con qué clase de criatura me tope.

Es fácil adivinar por su altura y complexión que se trata de un niño humano pero su cabeza de sandía hace que sea de cierta forma... bizarro. No más que las estatuas con expresión de horror, pero casi.

Desde que desperté y recorrí todo esos kilometros jamas vi indicios de vida inteligente. No hasta que vi a ese grupo peleando en la montaña y su lamentable desenlace. Sin embargo, si hay un niño. Significa que hay adultos. Y si hay adultos significa que debe haber un grupo.

Eso resolvería lo de la segunda señal de humo. Quizás ubicados en un sitio que la luz verde no tocó es que han sobrevivido a lo largo del tiempo.

¡Lo que también podría significar...! ¡Que las personas desarrollaron mutaciones para adaptarse a los cambios extremos que sufrió el planeta!

Y el resultado fue, ¡Una cabeza de sandía en la que pueden contraer sus extremidades y desplazarse!

No suena como la evolución más perfecta pero bueno. No voy a criticar quien evoluciona ni en qué evoluciona.

Yo quisiera alas pero tristemente Darwin no me seleccionó para eso.

Todo parecía juntarse como un rompecabezas. Gen se fue por esa dirección. La sandía huyó en esa dirección. Lo más probable es que el tal Senku también este por esa dirección.

Considerando que esté vivo y necesite ayuda para hacer ciencia, únicamente oculto en un lugar remoto podría continuar sin verse amenazado. ¿Cómo le estará yendo a Gen? tiendo a preguntarme. Se veía confiado en su proceder pero ir desarmado a terreno inexplorado es casi una sentencia de muerte. ¡Ni zapatos traía!

¡¿Qué tal si hay espinas o hiedra venenosa?!

Digamos que de casualidad yo también voy por esa dirección ¡Por pura curiosidad en lo que respecta a su seguridad! Supongo que eso me exime de mi anterior decisión de mantener un perfil bajo. ¿No?

Tampoco es que vaya a saltar de entre los arbustos haciendo malabares —nunca me han salido—. Iré a un punto alto para conseguir un mapa más claro de los alrededores y desde ahí averiguaré si Gen está bien.

Ya en la cima de una de las muchas formaciones rocosas me tumbé boca abajo. La posición de tiro se sentía igual de cómoda que siempre. Es reconfortante de cierto modo. Como si nada hubiera cambiado cuando en realidad ya nada es igual. Con la mirilla fue más fácil ubicar entre el basto interminable follaje el único asentamiento humano que he encontrado hasta ahora.

Era increíble ver a tantas personas luego de mucho de vagar en solitario. Por lo que se aprecia no contaban con una población demasiado grande o muy desarrollada. Tecnológicamente hablando.

—Un pueblo pesquero —dije sin dejar de apreciar los botes moviéndose en aguas abiertas ni las chozas construidas en esas dos pequeñas penínsulas. Me percate de algo aún más sorprendente.

¡Falle con mi teoría de la mutación!

Tal lo que vi fuera nada más que una especie de casco. No hay nada fuera de lo normal en los habitantes que he visto. Ni diría que son del tipo guerrero ya que menos de un puñado son los que cargan un arma. El presentimiento de que Gen debe estar bien se fortaleció al ser testigo de la armonía de ese lugar.

Aun así. ¿Habrá encontrado al tal Senku? difícilmente lo creó. Shishio Tsukasa le propinó un golpe mortal y certero que le hizo desplomarse inmediatamente.

Agite la cabeza para dispersar ese recuerdo. Supongo que me molesta más el hecho de no saber la causa que hay detrás que lo que sucedió. Apunte a otro lado a un espacio más apartado de la aldea donde una columna de humo que se alzaba captó mi interés. Las copas de los árboles obstaculizaron mi vista pero es claro que no proviene de una simple fogata. Es demasiado humo. Debe ser de algo más grande pero en este tiempo que más bien parece el neolítico, ¿De que podría tratarse?

El presentimiento volvió a surgir.

—Piszdéts. No hay nada más molestó que los puntos ciegos —solté un gruñido—. Necesitare un punto de apoyo distinto.

O eso planeaba averiguar. Pero gracias a que estoy a una altura considerable percibí antes una peculiar corriente de viento. A través de la mira vislumbre de igual forma las nubes del tipo cumulonimbus que se avecinan como una señal de que una tormenta nos espera. Una fuerte tormenta que no se piensa guardarse ni un rayo.

Sería el peor escenario para mi. Con todo el armamento que llevo sobre mi no soy diferente a los pararrayos.

—Tan cerca y tan lejos a la vez...—bufe.

No quiero ser rostizada viva pero mucho menos separarme de mis armas. Sin ellas... no hay diferencia a si estoy desnuda o no. Entonces supe que la opción de ir a una cueva era la más segura. Al menos hasta que amainara.

Pov Omnisciente

Cuando la rubia investigó sigilosamente la zona que le indico Suika, no hubo nada anormal. Ni un indicio de la existencia del extraño ente en el que la pequeña hizo tanto énfasis. O alguna huella que corrobore su existencia. Solo las hierbas y rocas de siempre. Gracias a su recalcable velocidad acortó el tiempo y en menos de diez minutos estaba de vuelta con el equipo científico para darle las mismas noticias.

—¡kohaku! ¡¿Pudiste ver a la criatura?! —Exclamó el castaño, quien fue el primero en abordarla al respecto.

—Por última vez Chrome, es poco probable que se trate de alguna nueva especie. Es más creíble que se trate de algún humano moderno—contesto cansada de su insistencia—. Aunque tampoco conseguí alguna prueba de ello. Recorrí la zona pero no había huellas o el mínimo rastro que pudiera seguir.

El mentalista sonrió disimuladamente, al oírla. No llevaba ni un día de conocer a Sachan pero no esperaba menos.

—Menos mal que no resultó en un contratiempo mayor —Dijo con un tono que parecía zanjar el asunto. Pero en el fondo supo que no, no era así de fácil. Suika definitivamente se topó con una criatura humanoide. Junto con las ambiguas palabras de Gen que le causaban aún cierto recelo, no obstante, optó por continuar con el proyecto pendiente. La prioridad era escalar la siguiente fase de la tecnología y en el proceso, ganarse al hombre más superficial del mundo.

Gracias al trabajo físico de un puñado de aldeanos como pago por el ramen, el hierro estaba refinado y listo para ser manipulado. Sin embargo, la siempre impredecible madre naturaleza hizo su jugada poniendo en la mesa feroces nubes eléctricas, empujando a Senku a adelantar sus pasos. Escalaron la montaña sintiendo por un segundo que fallaran por no tener una base lista para atrapar la electricidad del cielo. Eso sí fuera porque de un movimiento más que arriesgado, la rubia arrebató una de las lanzas que pudo clavar en el suelo.

Luego de eso, bastó con conectar los cables y un trozo vegetal para hacer surgir lo que antes era inimaginable en aquel mundo: luz.

Artificial pero pura.

Acogedora para los que vivieron en la modernidad que ya se ha perdido. Cautivadora para los que ahora residen sin haber conocido más que sencilla vida.

Casi alabando como una estrella que cayó del cielo para iluminar las oscuras noches. Reviviendo la seguridad y asombro en la gente.

Una luz contemplada por más de uno. Tanto animales como personas, y una que vagaba en busca de esa misma esperanza.

Sin tener la certeza absoluta de que la cueva que eligió como refugio estuviera deshabitada, se adentro con tal de resguardarse del torrente. No iba a esperar sentada una muerte por electrocución. Piso con el interior con precaución y cautela, sosteniendo la GSh-18 en todo momento. Detestaba los lugares poco iluminados por lo que avanzó sigilosamente, y de un brinco quedó en posición de ataque como el espie que entra en acción en las películas. Por fortuna el área estaba completamente vacía.

Descargó todo lo metálico de su cuerpo y busco un sitio donde acomodarse, cobijandose con la mugrosa capa, abrazándose a sí misma, como una forma de protegerse la espalda de la negrura.

Justo cuando las gotas comenzaron a descender oyó el estruendo provocado por los rayos y desde su posición, miró atentamente el cielo gris.

—Éste cielo y el de Khabarovsk... Son idénticos...

Fue lo último que dijo antes de sumergirme en sus propios recuerdos.

Flashback

En la habitación de tonos pastel, un pequeño bulto sobresalía debajo de una pila de mantas. La niña se refugió en su cama de la furiosa tormenta del exterior. El sonido de las gotas de lluvia cayendo contra el cristal de la ventana y el estruendo de los truenos le habían provocado un terrible pánico. Siempre le habían asustado las tormentas, pero ésta parecía particularmente feroz. En un intento por calmarse, agarró con fuerza su oso de peluche favorito y cerró los ojos, tratando de ignorar el caos exterior. Pero cuanto más intentaba alejar su miedo, más fuerte se hacía el trueno. Sonaba como si estuviera justo afuera de su ventana. La niña deseó que sus padres estuvieran con ella en ese momento para hacerla sentir segura y protegida.

—Mami... Papi... ¿Dónde están?...—se encogió aún más al oír otro de los azotes de la tormenta, siendo este el que hizo oscurecer toda la casa. Finas lágrimas se deslizaron hasta el borde de su barbilla.

Sus sollozos solo se atenuaron al oír el característico sonido de la cerradura principal abrirse y el de múltiples pisadas subiendo las escaleras. Seguido del de la puerta de la sala. Dando silenciosos pasos descalzos se asomo por el espacio de la puerta. Captó la presencia de aquel hombre de cabellera grisácea que caía por sus hombros bajo la chaqueta azul que no tardó en quitarse una vez encendida la calefacción, que le concedió entrar primero a la mujer rubia que vestía un abrigo y botas hasta la rodilla que combinaban con sus apáticos ojos cafes. Siendo lo más destacable su abultada y redonda barriga.

—¿Sasha? —le llamó el hombre, notando su ausencia. Y la vacía caja de hojuelas y malvaviscos tirada a media cocina cuando buscaba un par de velas. Vio a su persona temerosa de salir —. Está bien, mirá, son papá y mamá.

Destapó gentilmente la cabeza de la pequeña, que no puso resistencia. Su padre, Iván limpió una de sus lágrimas con su pulgar para reconfortarla.

—¡Los truenos son horribles! —se aferró a su cuello y él la alzó— ¡Y se puso oscuro y me dio mucho miedo porque no estaban conmigo!

Su progenitor sonrió palmeando su espalda para que lograra calmarse. Sin prestar más atención a nada más que su llorosa peliblanca, cayó secamente de espaldas al pisar uno de los juguetes de esta.

—Papi. ¿Te caiste?

—Quise recostarme un momento... —Protegió su cabecita a toda costa, también disimulando la herida de su orgullo.

Su madre, Irina, suspiro al ver la tremenda caída. Su esposo era un tanto irremediablemente distraído. Fatigada por la visita al doctor optó por sentarse en el sofá. Vaya que necesitaba un buen masaje de pies.

—Mira Sasha —rebuscó dentro de su bolso captando el interés de su niña al mostrarle el resultado del ultrasonido—. Es tu hermanita.

Con la palabra "hermanita", la mini peliblanca soltó a su padre y saltó al sofá en un parpadeo con tal de sostener entre sus manos la imagen del próximo Morozov.

Arrugas en el espacio de sus cejas aparecieron conforme la examinó. Colocaba ese papel en diferentes posiciones e incluso a contraluz porque no distinguía lo que estaba plasmado ahí.

—¡No veo nada! —infló los mofletes y la miró pensando que fue un cruel engaño—. ¡¿Dónde está mi hermanita?!

—Sasha. No importa si la imagen es confusa. Es solo la prueba de que ha crecido bien. Ella está aquí—acarició delicadamente su abdomen—. ¿Quieres sentir?

Entretanto, Ivan se dirigió a la cocina a preparar el pastel de salmón con chocolate fundido, rebanadas de queso encima y té que su antojadiza esposa le pidió. La pequeña, pegó su oreja a la barriga de manera delicada y aguardó paciente. Una gran sonrisa se le formó al sentir una patadita por parte del feto.

—¡Se movió! ¡Me pateó! —Su desbordante alegría pronto pasó a ser tristeza por lo que entendió—. ¿Significa que no me quiere?

—¡¿Lo hizo?! —casi tirando la sartén, y con todo y mandil, llegó al lado de Irina para atestiguar lo dicho por Sachenka. Pero la embarazada, aplastó su cara contra el cojín del asiento cuando pareció que iba a lanzarse encima.

Estando de esa peculiar forma los tres juntos, los focos volvieron a encenderse

—Justo así Sasha —la nombrada prestó atención a su calmante voz, sin comprender—. En los momentos más críticos. Donde el miedo te paralice y la tristeza te agobie. Incluso si los demás te dan la espalda. La luz siempre regresará a ti. Al igual que nosotros.

Ambas se quedaron hablando de cómo sería el tierno bebe cuyo alumbramiento cada día estaba más cerca.

Fin Del Flashback

Tan sumida en sus viejas memorias no se percató de que la tempestad había cesado surgiendo la temprana noche. Salió de la cueva sin olvidarse de ninguna de sus armas, teniendo que ir a revisar si alguna de sus trampas logró capturar algo.

Cuidándose de que nada potencialmente ponzoñoso le saltara encima, ignoró lo que podría haber bajo sus pies, hasta que tropezó con las raíces de un árbol. Apretó la tierra entre sus manos con irritación. No sabía que era más frustrante. Si las lagunas en su memoria, la incertidumbre de no saber el estado de sus seres queridos, la escasez de municiones y bla bla bla.

Se sobreentiende que no era su día, pero caerse de cara y tragar tierra era la gota que derramó el vaso.

Sin embargo, ni tiempo de enojarse tuvo al notar como su misma sombra se alargaba, desvaneciéndose paulatinamente gracias a un blanco destello emergente.

—La luz... Siempre regresará a ti —aun sin creer ser un testigo de semejante milagro, se puso de pie, manteniendo aquellas palabras vivas—. Al igual que nosotros.

No necesito sobre pensarlo. Al instante le quedó más que claro quien había logrado iluminar la noche, borrando la bruma de su cabeza.

Aquel chico que venció a la piedra con pura perseverancia y cerebro.

—Sen... Ku...

El que le devolvio la luz.

Nuestra militar se ha escondido con éxito pero el invento de Senku no paso desapercibido.
Ahora el camino que Sachenka tomara se está despejando, pero no todo será tan fácil como ir a la aldea y decir: hola, ¿Cómo estan? Tengo armas por todo el cuerpo.

¿Cómo reaccionara Senku-chan al ver a una extrajera?

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