Capítulo 14
—Ya me divorcié Axel, deja el circo con Alana —habla Liam una vez estamos solos y lo observo en silencio.
—Creí que había madurado, que eso de usarla como método pelota anti estrés era cosa del pasado —alzo la mano hacia ella, quien charla amena con sus padres, mientras carga al pequeño. Kai que se aleja del grupo de y se acerca a nosotros. —una persona normal, se culparía por lo sucedido esa noche a su hermana y no la causaría de provocar e insistir en enviarle lejos.
—No veo el porqué de...
— Preparaste ese coctel, que ella ya conocía porque solía hacerlo en las reuniones con sus familias —interrumpe Kai y el rostro de Liam palidece —con la novedad que ese en particular, no sólo llevaba alcohol, también algo más.
Liam trabaja como barman en una discoteca muy popular de la isla, en donde aprendió rápidamente la elaboración de cócteles. Los de sus casas, eran sin licor porque al general, no le gustaban las reuniones con ese tipo de bebidas. Quizás eso llevó a Lena a tomarlo con confianza, Bruno le dijo que lo hizo su hermano y su paladar lo supo diferenciar.
—Jamás pensé que era para ella—se defiende y nos indica alejarnos —Wood solo dijo que era para un cliente, jamás supe que para esa fiesta.
Kai, se acerca a Liam y lo impido, también a mí me gustaría, lanzarlo por la borda, pero sus padres y hermana están pendientes de ella. Por el momento, solo necesitábamos el nombre de la persona que pidió las pepas y si él llegó a contactarlo.
Algo que niega diciendo que se enteró, que fue Bruno el día después que todo sucedió. Vendía drogas sintéticas en la universidad y para costearse los lujos, porque el general le daba lo mínimo. El negocio se lo propuso Rebeca, con quien entabló una relación más allá de los negocios. La última vez que la vio antes de irse de la isla le dijo que la droga y el cóctel, li pidió Bruno, pero dijo era para su jefe.
—Quería una reunión para el jefe de los italianos que vivía en la isla —dice y se suelta los botones de la camisa.
El sol empieza a subir y con él, la temperatura es más fuerte, que escogiera chaqueta de cuero, camisa manga larga y vaqueros no es buen look para un paseo en yate.
—No dijo nombre, sólo que era alguien joven, que trabaja con él ¿De dónde crees que salían los lujos de tu primo? Tu Padre no le pagaba millones, no era un ejecutivo —asiento, porque él tiene razón, pero no es algo que pienses cuando eres joven —no me pude rechazar no es algo fácil, pregúntale a tu padre. Después que todo se supo, el temor me llegó, ella describió a Bruno y a un tercero que nunca pudo ver y jamás habló.
—¿Por qué enviarla lejos? —le recriminó —para que tu padre no averiguara la verdad.
Sacude la cabeza y pasa sus manos por su rostro, mientras gira observando el extenso mar ante nosotros. Esa reunión tenía doble intención, festejar el compromiso era una de ellas, enfrentar a Liam también. La llamada de Kai, temprano me tomó por sorpresa, por eso salí del yate dejando a Lena allí. Sin imaginar que Caitin hiciera aquello, por fortuna esos hombres estaban allí y le impidieron dañarle.
Bruno amenazó con decirle a todos, lo de la droga, también que el sabio lo de su hermana cuando no era así. Por eso cuando le contó lo sucedido esa noche, la insultó y le hizo creer que era toda su culpa. Era la mejor manera que ella no volviera a hablar del tema, la conocía lo suficiente para saber que eso haría.
—¿Por eso estas aquí? —recrimina a Kai y este niega sonriendo.
—Estoy aquí por ella, pero no por lo que ustedes creen —responde escueto.
No dice que lo llevó a aceptar venir, dejar a toda su familia atrás. Tampoco, que es aquello que lo tiene aquí o ¿Qué implica a Alana? Es un tipo enigmático y con contactos, lo supe cuando me contó lo que se enteró de Liam y su negocio de juventud.
—Yo no odio a Alana, es mi hermana—se defiende.
—Siempre la has trato mal—le recuerdo —¿Qué le dijiste ayer? ¿Lo recuerdas? Que Caitin te pidió el divorcio, porque según tú me daría una oportunidad con ella, que yo solo la usaba para averiguar sobre mi secuestro ¿Y te atreves a decirme que no la odias?
No pierdo de vista a la mujer que, sigue mirándonos atenta. No puedo decir que la amo, aunque el sentimiento que tengo hacia ella es fuerte. Si bien, mi deseo inicial fue el de estar cerca, para ver que encontraba, confieso que jamás pensé que Liam, ocultara algo así.
—¿La amas? ¿Olvidaste a Caitin? ¿Por qué te hizo esa escena en el puerto?
Un mesero trae varias copas, es la primera vez que tomo en más de cinco meses y me prometo será solo esa. Vendí la mansión, jamás había vuelto y Caitin no la desocupó en su totalidad. que albergaba la esperanza que yo se la entregara, pero la propiedad figuraba a nombre de la sociedad Russo y por ende era de mi padre, hasta hace unos meses. El mar ante mi luce en calma, los rayos del sol alumbran parte del inmenso azul celeste y ese color me recuerda al de los ojos de Lena.
Ambos hombres esperan una respuesta, uno para restregarme que me conoce lo suficiente para saber que no amo a Lena y otro en búsqueda de una señal que le diga puede conquistarla. La sola idea que otro hombre la toque, de la manera que sea, causa en mí interior un fuego cuya intensidad puede destruirme. Es ese fuego lo que me hace mirarlos con desdén y contestar.
—¿Quién no ama a alguien como Lena? Le pedí matrimonio y aceptó, no me casaría con alguien que no amo. —la sonrisa del rostro de Liam se borra y en Kai Kanoe es indescriptible.
Estoy seguro que aquello que dijo, está aquí por ella, no para conquistarla oculta algo más. Un año cerca de ella, es quizás lo que necesita para jugarse la última carta y poder conquistarla.
"Lamento decirte, que has buscado un mal momento para eso —sonrío una última vez hacia el mar y luego los observo a ellos".
—¿Por qué nunca dijiste la verdad? ¿Quién es el jefe? —los ojos oscuros de Liam se oscurecen aún más.
Niega insistente y asegura no saber quién es, sólo que esa persona amenazó a él y a Rebeca con la policía si decían algo a través de Bruno, que lo busque, porque él lo conoce. Solo que a mí primo parece que se lo tragó la tierra, nadie ha podido contactarlo.
Dice además que, teniendo en cuenta, según los reportes no hubo penetración, los golpes fueron leves y ella no recordaba mayores detalles, pensó que estar lejos le ayudaría y así fue. Por lo menos, era lo que él pensaba, pero yo había visto su rostro el día que vio a Brad, como se puso al tenerlo cerca.
Me alejó de ambos al no verla por ningún lado y sus papás me dicen fue a acostar a su sobrino. Encuentro a Lena observando al pequeño dormido.
—¿Qué haces aquí? —me acerco y paso una mano por su cintura.
—Parece un ángel —apoya su mano en mis brazos y su cabeza en mi pecho —¿No te molesta?
—No, él no tiene nada que ver en esto, al igual que tu —muerdo su cuello y se aleja con una media sonría, pero no la dejo ir muy lejos —todo lo contrario, me dan ideas de tener muchas Lena por allí, que gasten bromas cómo su madre y sean tan hermosas como ella.
Guarda silencio y ese gesto es como si gritara, que Alana Parissi esta callada y mirando a la nada, es más de cuidado que sus gritos. Tras verificar que el pequeño este bien y poder almohadas como barricadas la hago salir del lugar. Su padre nos relaja diciendo que suele dormir dos horas, que estará pendiente a él. La llevo al lado contrario donde están sus padres, porque necesito saber porque está enojada.
—¿Te molesta que invitara a Kai? —pregunto a quemarropa una vez estamos solos y alza la barbilla retándome —invite a Zack, a Pilar, pero lo llegaron, invitaría a los otros dos, pero no están aquí. Solo quise ser amable y que estuvieras en un ambiente alegre.
—Me molesta la intención que tienes en acercarme a él...
No estoy entendiendo, necesito de un manual para entender a Lena, se supone que debería estar tranquila porque no desconfío de ella o de su amigo. El tipo me ha demostrado que no jugará sucio a la hora de conquistarla. Y solo lo hará si ella le da esperanza, eso sí yo le doy la oportunidad de hacerlo, algo que no estoy dispuesto a hacer.
—Liam me dijo...
—No —le interrumpo, mi voz sale más fuerte de lo que quería y todos miran hacia nosotros. Suelto el aire y sonrío a sus padres y estos me devuelven la sonrisa, cuando mis ojos se posan en los suyos tiene un poco de tristeza. He aprendido la lección y no estoy dispuesto a soportar un segundo matrimonio como el de Caitin, en donde todos parecían tener derechos a opinar —No hay terceros en esto Lena, somos tu y yo —nos señaló con el dedo índice y sus ojos se humedecen —detesto pedir disculpas por algo que no he hecho, lo han imaginado, soñado o terceros te lo han supuesto y dado por hecho. No dejes que terceros interfieran, porque no llegaremos a ningún puerto seguro. Si en adelante lo nuestro se basará en los chismes, será mejor dejarlo.
Debí dejarla hablar, pero nada de lo que Liam le diera era bueno para ella o para nosotros. Supongo que no buscar desquitarme de él, por mi divorcio o por la traición, lo llevó a creer que lo haría a través de su hermana. Da media vuelta sin decirme nada, se dirige al cuarto en donde hemos dejado a su sobrino. Apoyo mis manos en las barreras del yate, y aprieto con fuerza los hierros de este, el recuerdo de todo lo vivido en mi fiasco de matrimonio me tiene alerta.
Las siguientes horas, logramos fingir que todo estaba bien, incluso al llegar al puerto, en donde los padres de Lena insistieron en que ellos la llevaban a casa. Yo había sido llamado para la elaboración del comercial, pues necesitaban que yo estuviera allí y Lena no quiso ir. Su frialdad al besarme, me dijo que la había ofendido y estaba cabreada.
A menos de veinticuatro horas de estar comprometidos, teníamos nuestra primera discusión y tuvo como protagonistas a su hermano a quien observé enojado al verlo bajar con sus padres.
Y ¿Si su deseo no es desquitarse, si no ocultar otra cosa? Pienso al alzar las manos para despedirme ¿Qué puede ocultar, que mi cercanía con Lena es peligrosa? El viaje al sitio fue rápido, al final terminó siendo un mal entendido, en realidad sólo era la firma de un documento y el anticipo que había olvidado y que Brad se negaba a Grabar sin tener la legalizado.
—No es que desconfíe de ti, son negocios —se excusa el deportista y alzo una mano para restarle importancia, mientras firmó el documento y se lo paso a su representante—¿Cómo vas con la investigación? Lo de la hermana de Liam. —dice al ver mi rostro confundido.
—No muy bien, solo que antes de llamar desde tu móvil, un padre de familia también le dio el suyo. —guardo silencio y firmo el cheque del adelanto y se lo paso igual al hombre —necesito hablar con mi tío, pero para eso debo viajar a Italia.
—Dudo que él te de información, ese tipo se fue temprano cuando ella recién llegaba —su representante le extiende el cheque, que él lee y muestra su bien elaborada sonrisa. Cuando regresa su mirada en mi dirección, sus ojos tienen un brillo distinto, ese que sólo él dinero le proporciona a cierto tipo de gente.
—¿Viste a alguien con una máscara o ropa oscura? —pregunto al recordar y Brad se detiene, gira hacia mí y parece pensar un poco, antes de responder.
—El tipo que Bruno decía que era su primo y que muchos confundían contigo. Casi todos decían que eras tú y que no dabas la cara para no ser reconocido....
—¿Era joven entonces, no era mayor que ustedes? —sigo preguntando porque todo empieza a tener sentido.
—Es difícil de decir, pero podrías ser tu fácilmente, yo hasta lo creí. Estatura, porte y hasta tu ropa —se despide al escuchar su nombre y hago lo mismo.
Tomo el móvil y marco a Ángelo, sé que él está a cargo, que papá le pagó para solucionar lo de mi secuestro, porque necesita saber si el tío Leonardo no está detrás de todo esto y le narró todo lo que he encontrado el día de hoy. Asegurándole que no investigué, las cosas se han develado por casualidad. De camino al penhouse, le marcó a Lena muchas veces y su móvil se va directamente a buzón. Una llamada me hace detener en un costado de la vía y escucho la voz del otro lado.
—¿Dónde?
—Está sentada él puerto, frente a su yate.
—Voy para allá —cuelgo la llamada y suelto el aire.
Recuerdo lo leído en ese libro que tanto ha leído, pues sus hojas desgastadas así lo dicen. "Pase lo que pase, jamás se vayan a dormir enojados", enamorarla todos los días, aún después de casados, no dejes pagar el fuego, regala roso y crea misterio en torno al número.
Llegó al puerto y la veo sentaba en una de las bancas mirando al mar, con el rostro bajo y su cabello largo suelto. No hay rastros de quienes llamaron, pero sé que están allí. Me instaló frente a ella y noto que ha llorado, y eso arruga mi corazón tan fuerte que no lo creí capaz.
—Lamento... —hablamos al tiempo y nos miramos sin decir nada.
Me siento a su lado y acercándola a mi mientras, limpio sus lágrimas. Tiene los ojos hinchados de tanto llorar y tiembla ligeramente, la cubro con mi chaqueta y espero que se calme. Es imposible, no comparar cuando el miserable de Liam, era el causante de mis problemas con Caitin y lo es con su hermana.
—Fui un imbécil, no debí hablarte de esa manera...
—Liam preparó el coctel y vendió esa droga... Me lo dijo una vez llegamos a casa —me interrumpe y ambos nos miramos sin decir nada. La buena noticia es que no está enojada conmigo y yo no causé sus lágrimas, la mala es que conocer esa verdad la está destruyendo —¿Por qué lo hizo Axel? El me hizo sentir culpable...
—¿Le dijiste a tu padre? —preguntó porque no tengo respuesta a su pregunta y desde que me lo dijo esta mañana me es imposible de aceptar que fuera capaz de algo así.
Si bien, el ocultarle es mala idea, los padres de Lena están delicados de su salud, más su madre que su padre. Esa noticia los podría llevar al hospital y hasta pueda que a la tumba.
—No, ¿Cómo le digo que mi hermano sabio la verdad y la cayó? ¿Qué un desconocido pudo hacer más por mí que él? Brad fue el único que se quedó conmigo, hizo las llamadas e insistió cuando no le salieron—su voz se quiebra y solloza fuerte, yo solo logró abrazarla intentando digerir todo lo que me está confesando —nadie escucho mis gritos en esa casa, porque el ruido era muy alto. Si él no hubiera entrado a hacer esa llamada, todo hubiera sido peor...
Me alejo de ella y limpió sus lágrimas, sé que él peor momento para preguntarle, pero lo que dice no tiene sentido. No con la historia que me han narrado hace meses.
—De no estar drogada y hubieras pedido ayuda cuando entraste con Bruno y ese hombre ¿Te hubieran escuchado? —niega y suelto el aire —¿Llamaste desde otro móvil antes que Brad llegara? —vuelve a negar y asiento. —vamos a mi casa, no quiero que estés sola, no debes salir con nadie en adelante, ni salir con nadie.
Ella sigue en silencio, e intento que mis movimientos sean todos en calma, una que estoy lejos de sentir porque todo mi cuerpo está a punto de perder el control.
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