¡Vive la vida al máximo, y recuerda que lo mejor de ella son las experiencias!
Narra Bella.
—"Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego, otros dicen que en hielo por lo que yo eh probado del deseo estoy con los que apuestan por el fuego pero si tuviera que perecer dos veces conosco lo vastante el odio para decir que para la destrucción el hielo también es util, sería suficiente."—Dije terminando de leer ya que Edward no dejaba de besarme.
—Oye, tengo un examen final.—Le dije viendolo.—Quiero estudiar.—Pero no me hizo caso ya que tomo mi nuca y me besó gustosa correspondi, luego de un rato nos separamos.
—¡Casemos!.—Me propuso.
—Mmhm, no.—Le dije graciosa.
—Casemonos.—Volvio a insistir, guarde mi libro en mi mochila.
—Convierteme.—Le propuse.
—Lo haré si nos casamos.—Propuso el.—Eso sería un compromiso.
—Eso es coheccion.—Dije riendo y empujándolo al sesped.—No es justo, el matrimonio es solo un pedazo de papel.—Explique sobre el.
—De dónde vengo, es como se dice "Te amo".—Me dijo Edward.
—De dónde vengo yo, a mi edad se dice "Me embarazaron".—Le expliqué besándolo.
—Entonces, ¿te preocupa lo que piensa la gente?.—Me preguntó el.
—Son muchas las parejas que se divorcian.—Lo abraze, sentándome en su muslo.
—Bueno, creo que los divorcios entre vampiros y humanos no son tantos.
—Casate conmigo.—Otra vez me propuso.
—No lo haré, tengo que regresar a las cuatro.—Tome mi mochila y me levanté.—Debo ver cómo está mi hermana, ah estado muy mal.—Le explique.
Luego de un largo viaje a casa llegué, entre por la puerta y Vi a papá en la sala viendo el diario, luego miro la hora.
—Son exactamente las cuatro, ¿él chico quiere quedar bien conmigo o algo?.—Exclamo, mientras me sentaba a su lado en el sofá.
—El tiene un nombre, ahora te parece muy puntual.—Le respondí yo.
—Escucha, entiendes por qué están castigadas, ¿Verdad?.—Exclamo viéndome a mi, también se refierio a mi hermana.
—Por que te di problemas, e involucre a mi hermana.—Le dije.
—Si asi es.—Asintio y me miró.—Pero tengo otras razones para castigarlas.—Explico.
—Es que... Solo quiero que te separes un poco de ese muchacho.—Me dijo.—Tu hermana desde que llegué no ah querido salir de su habitación y eso me preocupa antes eras tú y ahora ella no se que les pasa.—Explico algo molesto.
—Sobre lo del muchacho no lo vas a conseguir Edward está en mi vida, si quieres ayudaré a Emma ya que ella me ayudó a mi.—Le dije.
—Si, me doy cuenta.—Dijo dando un sorbo a su lata de serveza.—Bien, que te parece esto, haremos un trato ya no estarán castigadas, si usan esa nueva libertad para salir con algunos de tus amigos.—Me propuso.—Quizas... ¿Con Jacob?.—Mi voz interior nego ya que mi hermana de seguro había tenido problemas con el y justo papá me viene a proponer esto.—Esta pasando un mal momento, su papá está muy preocupado por el, cuando tú estabas a si necesitabas un amigo, Jake y tu hermana estuvieron ahí.—Me explico, hora de actuar.
—¿Mi hermana está en su cuarto?.—Pregunte y el asintió sin más subí las escaleras y tome el picaporte de la puerta para entrar y al hacerlo todo estaba oscuro, rodee mis ojos y me aserque a las cortinas y las abrí dejando entrar la luz del sol, la sentí quejarse me aserque a su cama tome las cobijas y la destape está se sentó molesta.
Narra Emma.
Sentí que me destaparon y me levanté molesta al verla era bella se sentó en el borde de mi cama.
—¿Que haces?, Déjame en paz.—Le dije en susurros. Para luego taparme hasta el cuello.
—Vamos quiero que me ayudes, papá me dijo que Jake no esta bien y Billy no lo ve bien.—Me dijo Bella e inque mis brazos ya que no me importaba, ví que tomo el celular y lo llamo poniéndolo en altavoz."Hola soy Jake, deja tu mensaje".—Dijo el tono de la contestadora y me senté en mi cama viendola, hacia semanas que no hablaba con Jake quería cambiar eso pero el no me dejaba, y ver a mi hermana en ese estado no me gustaba para nada, ella me ayudó y estoy bien quiero lo mismo para ella.
La obligue a salir de la cama a si podía venir conmigo ambas nos subimos a la camioneta.
—Creo que está cosa está de mi lado.—Le dije cruzandome de brazos viéndola ya que la camioneta no arrancaba, sentimos un golpe y me aserque más a bella ya que era su novio, otra vez en el medio.
—Me asustaste.—Dijo Bella.
—Van a la reservación.—Nos dijo el vampiro y las dos lo miramos sorprendidas.
—Yo voy obligada.—Dije viendo al frente, bella me pellizco leve.
—¿Cómo lo sup...?, Alice.—Dijo Bella.
—Yo creo que el no hizo que arrancará la camioneta bella.—La observé.
—Ahh, chicas deben entender que la seguridad de tu hermana Emma es todo para mi, y ahora estas tú qué también te cuidamos.—Me explico el vampiro Bella no lo podía creer.
—Jacob, no nos va a lastimar.—Lo defendió mi hermana.
—No aproposito pero los lobos no tienen control.—Explico Edward molesto.
—Edward, solo antes de la graduación lo veré entiéndeme.—Le dijo ella apenada, la mire sorprendida.—Luego seré uno de ustedes, y me odiara para siempre.
—Lo siento.—Se disculpo, Bella se bajó de la camioneta dejándome a mi y a el solos.
—Bella esperame, no me dejes sola.—Dije bajandome de la camioneta siguiendola, diciendolo en broma.
Narra Bella.
Al otro día fuimos a la escuela con mi hermana en el camino le tuve que explicar que después de la graduación me convertiria en un vampiro y me dió su sarmon de mi vida creo que nunca la e visto tan enojada, hibamos llegando a la entrada del colegio para sentarnos en la mesa de nuestros amigos, me sentó junto a Edward de un lado y de Emma del otro.
—Escuchen esto, compañeros.—Empezo a relatar Mike el discurso de la graduación.—Ok, si, somos el futuro.—Jessica, Tayler estaban sentados a cada lado.—Cualquier cosa es posible si la creemos.—Dijo y Edward me miró riendo.
—Bla, bla, bla.—Dijo Mike revoleando su cuaderno.—Perfecto!.—Dijo Jessica.
—Hay está tu discurso.—Le tiro unas hojas a Jessica.
—No sera mi discurso cuando me quieran tirar diplomas a la cabeza.—Dijo Jessica obvia.
—Lo harás genial Jess.—Le ánimo mi hermana, ella había empezado unos días después de que llegó a Forx.
—Gracias.—Le agradeció Jess a mi hermana, Edward y yo nos miramos mientras que ellos se reían.
—Jess tienes que aceptar los clichés.—Le dijo Mike.
—Si, son el pan de cada día de los que dan el discurso.—Le siguió Tayler.
—Y por eso tu no darás el discurso.—Le siguió Angela a su novio.
—Jess no necesitan cliché, su discurso será épico.—Le dije.
—¡EPICO!, Cambiará vidas.—Dijo ella y en eso llegó Alice sentandose junto a su novio Jasper.
—Decidi dar una fiesta.—Comento ella, todos la miraron.
—Despues de todo cuando volveremos a graduarnos.—Le siguió Jasper, Edward se rió nervioso.
—¿Una fiesta?, ¿En su casa?.—Pregunto Angela señalandola, Jess se giró a vernos.
—Nunca eh visto su casa.—Comento ella.
—Nadie ah visto su casa.—Le dijo Tayler a Jessica.
—¿Otra fiesta Alice?.—Pregunto Edward incrédulo viéndola.
—Sera divertído.—Exclamo ella.
—Si, como la última vez.—Dije yo, mi hermana me miró sin entender, Alice se apoyo contra el respaldar de la silla viéndola a la nada.
—Angela.—Dije a mhacia la chica.
—¿Si?.—Me preguntó viéndome.
—¿Necesitas ayuda con eso?.—Pregunte haciendo que todos me vean ya que Alice tuvo una visión.
Luego de eso dejamos a mi hermana en la casa de papá y me asercó a la estación de policías, en la entrada se podía ver como papá habla con un hombre y una mujer.
—Se que sabes lo que vio.—Le dije a Edward.—Dimelo.
—No fue nada.—Me dijo el.
—Te veías preocupado.—Le insistí.
—Crei que todos notarían lo rara que es Alice.—Me dijo.
—Creo que hace tiempo notaron eso.—Le dije yo.—¿Que estará pasando?.—Pregubte viendo como papá daba vuelta una hoja de la carpeta.
—Su hijo se perdió en Stallet hace más de un año, Charly a echo lo posible.—Me comento el.
—¿Sabes algo sobre eso?.—Le pregunte.
—Hemos seguido la situación en seatdul por un tiempo desapariciones inexplicables, asesinatos, si la situación sigue avanzando los Vulturis interferiran.—Me explico.
—Si van a seatdul podrían venir aqui, verían que sigo siendo humana, y también por mi hermana.—Le dije asustada.
—No, no llegarán tan lejos.—Me dijo el.—Pwro hiremos a Seatdul si es necesario.—Y en eso se abrió la puerta saliendo la pareja con Charly atrás.
—Enviare el fax inmediatamente.—Les dijo Charly a los padres del chico.—Gracias.—Agradecieron y se fueron.
—Hola.—Lo saludé y el igual.—¿Listo para cenar?.—Le pregunte.—Si, pasaremos a buscar a tu hermana primero.—Propuso papá.—Solo seremos, tu, Emma y yo, ¿Verdad?.
—Yo solo vine a dejarla.—Le dijo Edward.—A si que... Hasta luego.—Se despidió.—Ah bella mis padres quería que te recuerde sobre el pasaje de avión que recibiste en tu cumpleaños.—Me dijo viendome.
—¿Que pasaje es ese?.—Pregunto papá.
—De un viaje para ver a mamá en florida.—Le explique a papá.
—Eso es muy generoso.—Comento papá.
—Se vende pronto ahí que usarlo este fin de semana.—Propuso Edward.
—No puedo irme y... Dejarlo todo.—Dije viendolo, también pensaba en mi hermana.
—Tal vez no puedas verla después de la graduación.—Ahi me di cuenta por qué lo hacía.
—Bueno, no es una mala idea, salir de aquí unos dias y distanciarte.—Dijo Papá.
—Si me gustaría ver a mamá.—Dije acomodandome la mochila.—Siempre que tú, huces el otro pasaje.—Le propuse a Edward.
—Espera, ¿Ahí dos pasajes?, Pensé que te hirias con tu hermana.—Me dijo papa.
Luego del intenso viaje llegamos estaba disfrutando del sol.
"Si quería ver a mamá, quería saber si su vida era plena y satisfactoria."
—¿No vas a extrañar esto?.—Me preguntó mamá sentadas en una reposeras justo dándonos el sol.—No sientes la vitamina C entrando por tus poros.
—Si, voy a extrañar esto.—Dije viéndola.
—Las universidades en floridas son mas soleadas.—Doijo dando un sorbo de su jugo.—Solo digo que si vas a la universidad de Alaska jamás te voy a ver.
—Su programa de Ciencias es estupendo.—Dije viéndola con mis gafas de sol.
—Mas bien Edward es estupendo.—Dijo mi mamá, y sentí la mirada de Edward.—En la manera en la que te mira.—Dijo ella y me gire a verlo.—Como si estuviera dispuesto a recibir una bala por ti.
—¿Y eso es malo?.—Pregunte.
—Es intenso, eres diferente con el.—Me dijo.—¿Y tu hermana como está?, ¿No ah venido contigo?.—Me pregunto.
—Ya sabes está terminando el año y muchos trabajos, exámenes, está muy abrumada.—Le dije.
—Pobre hija siempre ah Sido muy responsable.—Suspiro mi madre.—Se levantó para buscar algo y volvió con una enorme caja con un moño.
—Felicidades.
—No quiero que gastes tu dinero.—Le dije yo.
—Ah no gaste ni un centavo.—Dijo ella, al abrir la caja había una colcha enorme con todas las playeras de mamá cocidas formando una cobija.
—Las playeras de tus viajes.—Dije incredula.
—Las guarde todaa, te hice una colcha.—Me explico mamá.—Te mantendrán calentita en Alazca.—Dijo ella.—¿Recuerdas está?.—Dijo señalando una serpiente.
—Los culebras.—Dije yo.
1957 palabras
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