CAP 1 Una nueva aventura comienza
Habían pasado unos meses desde que Ecco había derrotado a la reina del enemigo y a su vez, conseguido todas las esferas del poder, alcanzando la armonía entre delfines y humanos.
Por el momento todo era tranquilidad, en la Ciudad de los Atlantes el guardián protegía al resto del mundo de cualquier tipo de amenaza, pero su fortaleza iba disminuyendo cada vez más, y él tenía conciencia de ese detalle, pero desconocía las razones, después de todo ya no existían amenazas cerca, o por lo menos, ignoraba la situación.
Ecco fue nombrado el encargado de viajar alrededor del mundo para ayudar a quienes lo requerían, y así lo hizo durante esos meses, hasta que recibió la noticia de que el guardián lo llamaba desde la Atlántida. De forma inmediata se dirigió a la entrada que conectaba directamente con la ciudad. Cuando llegó se presentó con el gran cristal.
Ecco: ¿Para qué solicitó mi presencia guardián? (Preocupado)
Guardián: Últimamente he sido debilitado, y ahora entiendo porque sucede. (Comenzaba a tornarse en su color azul-violáceo por la falta de poder) No queda mucho tiempo antes de que pierde toda mi energía... y el mundo estará vulnerable otra vez.
Ecco: ¿Quién lo está causando? ¡El enemigo y la raza vórtice han sido derrotados!
Guardián: Me temo que la situación es peor...
Ecco: ¿Qué puede ser peor que ellos? (Nervioso)
Guardián: Cuando viajaste por el tiempo en busca de las esferas, se produjeron paradojas que modificaron nuestra realidad. ¡En estos momentos hay varios tipos de amenazas!
Ecco: ¡¿Incluso la reina del enemigo?! ¡Pero yo destruí su corazón!
Guardián: No estoy seguro que ella exista todavía... pero lo primero que deberás hacer es recuperar nuestro verdadero tiempo, debes llevar de regreso a cada ser que no pertenece aquí.
Ecco: Comprendo, no se preocupe, los salvaré...
Guardián: Estoy seguro que si, te ayudaré en tu viaje a través de los cristales, buena suerte.
Ecco tenía una nueva misión, terminar con las paradojas que se produjeron en sus viajes en el tiempo. Él sabía en parte lo que debía hacer, gracias a sus conocimientos de los hechos del pasado...
En poco tiempo se preparó y dirigió hasta la salida de la ciudad, pero antes de pasar por ella llegó una delfín desconocida, su color era de un celeste muy claro con manchas azul marino en las aletas y en la cabeza, un ojo de color rojo y el otro amarillo...
Lowel: Buenos días Ecco, el guardián me asignó como tu compañera para ayudarte a restaurar la armonía.
Ecco: ¿En serio? No me lo había mencionado... (Confuso)
Lowel: ¿De verdad? Quizás se le olvidó... pero estoy aquí de todas formas. (Con un tono amistoso)
Ecco: Puedes acompañarme, pero te advierto que será muy arriesgado, las pruebas son realmente complicadas.
Lowel: Por supuesto, salvar al mundo nunca es sencillo...
Ecco: Ah, disculpa, tu conoces mi nombre, pero... ¿Cual es el tuyo?
Lowel: Me llamo Lowel. (Amigable)
Ecco: Gusto en conocerte... pero no hay tiempo que perder. (En un tono serio)
Lowel: Así es... ¿Por donde vamos primero? (Curiosa)
Ecco: Comencemos por el norte, lo más seguro allí habrán aparecido algunos de los seres de otros periodos de tiempo. (Pensativo)
Ambos delfines salieron de la Ciudad de los Atlantes con la esperanza de regresar sanos y salvos, con toda la crisis solucionada... Tenían que evitarla sin importar como.
Tras unas horas, el agua comenzaba a tornarse de un color verde oscuro y llegaron hasta una enorme construcción con la forma de un templo, con varias ilustraciones de delfines junto a algunos humanos...
Ecco: Esto es muy malo... se exactamente donde estamos. No creí que la realidad que conocemos se alteraría hasta este punto. (Nervioso)
Lowel: Disculpa... pero yo no lo entiendo. Nunca había estado en un lugar como este.
Ecco: Lo se, solo yo viajé en el tiempo, es normal que no conozcas este tipo de cosas. (Comprensivo)
Lowel: ¿Qué debemos hacer aquí?
Ecco: De seguro las tres castas de delfines ocupan esta zona... tengo que hablar con ellos, tal vez me pueden reconocer. (Comenzando a nadar al santuario de la casta más cercana)
Ecco fue hasta donde vivía el carmesí, su marca en ambas aletas lo habían transformado en el último de su clase, pero sin perder la esperanza de hallar a alguien como él. Cuando se le aproximó, el delfín marcado lo reconoció en un instante y sin perder tiempo se le acercó muy ansioso...
Carmesí: ¡Ecco, eres tu! (Animándose)
Ecco: Me alegro que te acordaras de mi. (Feliz)
Carmesí: ¿Cómo te olvidaría? ¡Oh, gran descubridor del carmesí! Tu eres parte de nuestra casta, el carmesí está feliz.
Ecco: ¿Las tres castas siguen fundidas en una? (Preocupado)
Carmesí: Claro que si, y nunca olvidaremos lo que hiciste por nosotros. ¡Todos los días cantamos el himno de la unidad en tu honor!
Ecco: Me da gusto escuchar eso... pero tenemos muchos problemas. (Apenado)
Carmesí: ¿Qué sucede hermano? (Se da cuenta que ya no tiene la marca) ¡¿Qué ha pasado con tu marca?! (Sorprendido)
Ecco: Justo hablaba de eso. Todos ustedes no están en sus tiempos. Aún no sabemos la causa, pero los cuatro periodos cronológicos se han unido creando el caos.
Carmesí: ¡Tenemos que avisarles a los promotores y al círculo! (Asustado)
Ecco: Tenemos que buscar la forma para que todos regresen a donde pertenecen... (Pensativo)
Carmesí: Un momento... ¿Quién eres? (Observando a la delfín nueva)
Lowel: Ah.. soy su nueva compañera, me llamo Lowel. (Saludando)
Carmesí: ¡¿No te gustaría unirte a los carmesí?! ¡Con la gran fuente ancestral!
Lowel: Yo... (Fue interrumpida)
Ecco: Ella no pertenece a tu realidad... no podemos modificarla más de lo que está...
Carmesí: Lo entiendo... lo siento, solo quiero aumentar mi raza. (Triste)
Ecco: Es comprensible, pero no podemos hacer nada. Mejor hablemos con las otras castas.
Nadaron hasta el santuario de los promotores y como la primera vez, el promotor guardián los estaba a punto de desafiar...
Promotor: ¡No se acerquen más! ¡Identifíquense o se les considerará un enemigo! (Molesto)
Ecco: ¿No te acuerdas de mi? Bueno... de todas formas nunca fuiste amigable ante nadie.
Promotor: ¡¿Quieren un desafío?! ¡Nosotros los promotores amamos los desafíos! (Orgulloso)
Carmesí: Venimos a ver a la primera promotora.
Promotor: ¡Aléjate Carmesí, ustedes no son bienvenidos aquí! (Furioso)
Lowel: ¿No era que las tres castas se habían unido en una? (Confundida)
Ecco: Así es, pero él no es para nada agradable.
Promotor: Ya váyanse, si desean hablar con la primera promotora, está dentro del santuario.
Ecco: Vamos, conozco el camino. (Hablando con sus dos compañeros)
Fueron hasta la parte inferior de la construcción, allí estaba el pequeño delfín Piloto nadando por las corrientes de la cueva como siempre lo hacía...
Piloto: ¡Ecco! ¡Estás bien! (Nadando a toda velocidad alrededor del delfín elegido)
Ecco: ¡¿Cómo estás loquillo?! ¡¿Sigues con los desafíos?!
Piloto: ¡Claro que si, soy un promotor, es lo nuestro! (Contento)
Lowel: ¡Hola preciosura! (Al ver lo pequeño que era)
Piloto: ¿Quién eres? (Confuso)
Lowel: Me llamo Lowel... ayudaré a Ecco a salvar el mundo. (Intentando sonar humilde)
Piloto: Ohhh... genial... por cierto, me llamo Piloto... ¡Y soy el delfín más veloz de todos!
Lowel: ¡Ya veo que si!
Piloto: ¿Qué los trae por aquí?
Ecco: Venimos a hablar con la primera promotora... es urgente. (Cambiando su humor a serio)
Piloto: Ummm... ya veo... puedes verla pasando las corrientes de agua. ¡Estoy seguro que lo harás tan bien como la primera vez! ¡Después de todo tienes el espíritu de un promotor!
Carmesí: No creo poder hacerlo... (Nervioso)
Lowel: ¡Te ayudaremos!
Después de mucho esfuerzo por parte de Ecco y de Lowel ayudando al carmesí para pasar las corrientes, llegaron hasta donde descansaba la primera promotora...
Piloto: ¡Regresaron! (Gritando muy feliz)
Primera Promotora: ¡Ecco, regresaste! (Sorprendida)
Ecco: No quiero sonar mal... pero no es un buen regreso, de hecho, ustedes están en mi tiempo...
Primera promotora: No entiendo... ¿A qué te refieres? (Confundida)
Ecco: Es una larga historia, primero vayamos con el círculo.
Lograron salir de la cueva sin dificultad, una vez fuera se dirigieron hasta el santuario de los círculos...
Círculo: El círculo no tiene principio ni fin... (Meditando)
Ecco: ¡Círculo! ¿Estás aquí? (Utilizando su sonar hacia varias direcciones)
Círculo: ¡¿Ecco?! ¡Que sorpresa! mmm... ¿Qué hacen todos ustedes aquí? (Confuso)
Después de una larga explicación, las tres castas comprendieron en que terrible situación se encontraban... y la peor parte es que no sabían como salir de ella...
Piloto: ¡Estoy asustado! ¿Qué vamos a hacer? (Aterrado)
Ecco: Si los tres periodos se fusionaron... eso quiere decir que no solo está el enemigo... están los miembros del clan... los marginados... ¡Los excelsos! NO otra vez... (Nervioso)
Lowel: No los conozco... pero me estás poniendo nerviosa...
Ecco: ¡Y debes estarlo! ¡La realidad que conocemos terminará al menos que encontremos una solución!
Carmesí: ¿Eso quiere decir que el motor de salvación podría activarse y destruir al mundo? (En shock)
Ecco: No puede ser... ¡Es muy probable que sea verdad!
Primera Promotora: ¡Tienes que utilizar el arnés del trabajo de nuevo para salvarnos!
Ecco: Si... tienes razón.. ¡Vamos al templo!
El templo se encontraba cerrado, pero las tres castas cantaron juntos el himno de la unidad abriéndolas de nuevo... Una vez hecho esto Ecco ingresó encontrando el arnés del trabajo de igual forma que su primera vez...
Una vez puesta, el delfín elegido ya estaba listo para comenzar su nueva tarea... ¡Darle fin al motor de salvación!, la cual era un arma mortal creada anteriormente por los humanos para acabar con el enemigo... pero al final, se habían destruido mutuamente...
Ecco: ¡Debemos ir rápido!
Todos fueron hasta la gran salida de acero, Ecco utilizó el arnés dorado para abrirla, ya que era un mecanismo que controlaba toda la tecnología...
Iban a ingresar en el transporte acuático, pero no era lo suficientemente grande para todos...
Ecco: Nos turnaremos... no es un viaje tan largo... primero iré yo, Lowel y Piloto...
Círculo: ¡Nos vemos luego!
Los tres delfines se posicionaron para salir, mientras se trasladaban, veían a las tres castas despedirlos momentáneamente...
La aventura recién estaba comenzando...
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