P.O.V____

Tras una pelea todo el camino sobre porqué tenía mi labial corrido, Zach y yo habíamos llegado al estacionamiento de la escuela, él estacionó el auto y en ese justo momento yo saqué mi teléfono y mandé un mensaje de texto a Katelyn y Luke para decirles que podían sacar a Joshua y sus amigos de mi casa.

–¿A quién le escribes?–.

Esto tiene que ser una broma. Rodeé los ojos despegando la vista de mi teléfono y volteé a ver a Zach enojada.

–A mis amigos– contesté –¿tienes algún problema con eso? Yo nunca te digo nada cuando estás viendo tu teléfono feliz–.

Zach no me contestó pues sabía que yo tenía razón, además de que su ego en estos momentos estaba un poco alto.

Estaba enojado, podía verlo por su mirada, y puedo asegurar de que no me creyó que estuve tomando mucha agua, esa era la "razón" de mi labial. Pero como Zach era una persona muy... especial, por una parte sabía que estaba mintiendo, pero eso ya era mucho su problema.

–Perdón– dijo por fin.

Volteé a verlo, tenía la mirada al frente, con su uña entre sus dientes y esa mirada fría que no le fallaba estos días.

–¿Por qué?– pregunté medio molesta.

–Por ser un idiota– contestó –perdón–.

Suspiré –está bien–.

Se acercó más a mí, poniendo una de sus manos en mi pierna.

–¿En serio? ¿Si me perdonas?– asentí –gracias–.

–No hay porqué– contesté con una sonrisa falsa.

Nos volvimos a quedar en silencio, dentro del auto, en el estacionamiento de la parte de atrás de la escuela, esperando a no se qué, pero estábamos ahí sentados. En silencio total.

–Te ves bien hoy– habló Zach rompiendo el hielo.

–Gracias– respondí sin emoción.

Zach asintió lentamente con la cabeza, y poco a poco se fue acercando más a mí, subiendo la mano que tenía en mi pierna aún más.

–¿Qué haces?– pregunté.

–Besando a mi novia–.

Y en seguida de que terminó su oración, Zach tomó mi barbilla y me acercó hasta sus labios, no me pidió permiso o algo por  estilo, porque solo fue ese momento para que estuviera besándome de una manera bastante intensa.

–Zach– dije tratando de separarme –espera–.

Pero hizo caso omiso a mi comentario, pues siguió besándome cada vez más, subiendo él tono.

–Zach, ya–.

Fui ignorada de nuevo. Él bajó su boca a mi cuello y comenzó a besarlo, lo habíamos hecho antes, pero esta vez, no quería hacer nada de eso, aparte estábamos en su auto, y no.

–Para ya– volví a hablar, pero esta vez tratando de quitármelo de encima –Zach hablo en serio–.

Parecía como si le estuviera hablando en otro idioma, lo único que hacía era besarme y tocarme con sus manos, ya estaba hartándome.

Con trabajos lo separaba de mí, pero como era más fuerte que yo desgraciadamente, mis movimientos eran inútiles.

–¡Ya en serio ya!– grité.

Lo tomé del saco de su traje y lo empujé.

–¿Qué te pasa, ____?– preguntó gritando enojado.

–¡Te dije que ya!–.

–¡Te gusta que estemos así!–.

–¡Pero no así!–.

Zach rodó los ojos y golpeó el volante con sus manos.

–¿Por qué eres así?– preguntó gritando –¡siempre me dejas con las malditas ganas!–.

Abrí la boca sorprendida y asentí lentamente, ya.

–Te dije que no estaba lista, y tú aceptaste a esperar– dije.

–Eso fue hace un mes ¿no?– volteé a verlo enojada

–¿Y luego?–.

No recibí respuesta, abrió un poco la boca para decir algo, pero nada salió de esta. Comenzó a jugar con sus manos en el volante ansioso, y a mover su pierna de arriba a abajo.

Giró su cuerpo hasta a mí, y volvió a tocar mi pierna. Se acercó a mí, y me dió un beso, volviendo a hacer lo que hacía hace unos minutos.

–¡Ah mierda!– lo empujé con fuerza y abrí la puerta del auto –¡idiota!–.

Como era de esperarse salí del auto, y comencé a caminar hasta la puerta de la escuela.

–¡____!– gritó Zach –¡____! ¡Ven aquí!–.

Pero lo ignoré, dejándolo ahí parado. Me dispuse simplemente a entrar a la escuela, para buscar a mis amigos.

Que excelente noche, nótese el sarcasmo.

...

–¿No te dejaba?– negué –oye eso estuvo mal–.

–Más que mal Luke, Zach estaba actuando contra la voluntad de ____– asentí.

–Ya lo sé Katelyn, pero no hay nada que podamos hacer–.

Estábamos mis dos mejores amigos y yo, en el baño de mujeres del otro lado del la escuela de donde estaba el baile, ellos dos sentados en el lavabo, mientras yo estaba recargada en la puerta de un cubículo.

Katelyn hizo una mueca con la boca y se cruzó de brazos.

–¿Entonces qué dices qué hiciste?– preguntó ella.

–Lo empujé, me bajé del carro, me fui, y no lo he visto desde que entramos– suspiré –pero ya, suficiente, cuando termine esto le diré que terminamos–.

–Ya era hora– exclamó Luke.

Reí junto con Katelyn.

–Pero en serio hazlo, ____– dijo Katelyn –no puedes dejar que él tóxico siga contigo–.

–Créeme que lo haré– respondí.

Katelyn bajó del lavabo y se acercó hasta mí, me dio un abrazo por los hombros.

–Esa es mi chica– siguió Katelyn.

–Ya hay que irnos, el baile está interesante y nosotros aquí encerrados en el baño de mujeres– comentó Luke.

Volvimos a reír ante su comentario, y salimos del baño de mujeres, con camino al gimnasio.

Voy a ser sincera lo de Zach, si me causó conflicto, y mucho, nunca había hecho algo por el estilo, y me sentía prácticamente obligada a hacer algo que no quería. Tenemos 16 años, puede que me sienta lista, pero no para hacerlo con él, punto.

Cuando llegamos al gimnasio, la música estaba a todo lo que daba, era música vieja, lo cual lo hacía que fuera más excelente.

Todos los alumnos bailaban como si fueran los años 70s y 80s, demasiado gracioso, diría yo.

–Voy por algo de tomar– dije gritando a mis amigos, lo que ellos contestaron asintiendo.

Me acerqué hasta él aérea de bebidas y pedí un Dr. Pepper... si, lo adoro.

Estaba esperando mi bebida, cuando de repente una mano tocó mi hombro.

–¡Hola!– dijo esa persona.

Abrí los ojos y una sonrisa de felicidad se posó en mis labios.

–¡Hola!– contesté de la misma manera.