P.O.V____

Estaba sentada en m cama, Katelyn estaba sentada en mi escritorio, había comenzado a hablar pero por alguna razón dejó de hablar. Sus ojos comenzaron a apagarse, lo hacía cuando estaba nerviosa o triste, y su mirada estaba baja. 

–Bien– comenzó a hablar –todo comenzó el fin de semana que me fui a Park City con mi familia, la vez de que le mentimos a Zach sobre mi "secreto"– hizo una pausa y miró el techo –no puedo creer que haya sido tan tonta como para hacerlo–. 

–Wow, te refieres a que tuviste...–. 

–Si– me interrumpió –pero no fue como tu lo crees, estuvo mal. Mis primos y yo estábamos en la cabaña de mis tíos, los adultos habían salido, y mis primos habían traído a varios de sus amigos ese día– sus ojos comenzaron a cristalizarse –yo jamás había tomado en mi vida, y por eso fue que hice esa estupidez, estaba consciente de eso estoy segura, y todo fue cuando un amigo de mis primos y yo nos comenzamos a besar, las cosas se subieron de tono, fuimos hasta el baño y pues sucedió, fue mi primera vez– ahora si estaba llorando –puedo jurar que habíamos usado protección, más bien creí que lo sabía, pero...–. 

La miré preocupada, ay no. 

–No...– siguió hablando –no me ha llegado...–. 

–¿Qué?– pregunté sorprendida –¿cuándo se supone que llegaría? ¿no será retraso?–. 

–No lo sé– contestó ella –se supone que debía llegar el viernes, pero aún no ha llegado, y yo no tengo retrasos jamás y si...–. 

Katelyn se soltó a llanto tendido, posó sus manos en sus ojos, lloró, lloró, y lloró. Me acerqué hasta ella y le di un abrazo, ella me lo aceptó y siguió llorando, pero ahora en mi hombro. 

No sabía que decirle, era algo muy fuerte, era algo que podría cambiar su vida para siempre, en verdad, ahora entiendo porque estaba así, porque estaba distraída o perdida. La tomé de la cabeza y la abracé aún más fuerte. 

–Hey, hey– dije tratando de calmarla –aún no estamos segura– se separó de mí –conseguiremos una prueba y así estaremos seguros–. 

–Trato de disimularlo, pero no puedo hacerlo todo el tiempo– dio un grito ahogado –mis padres van a matarme, me van a sacar de mi casa, me dejarán de hablar, me van a mandar con mi tía a Denver y...–. 

La tomé de los hombros –tienes que tranquilizarte, aún no estamos seguras, necesitamos conseguir una prueba y ya ¿de acuerdo?– ella asintió –está bien que te sientas así, estás preocupada, pero tranquila, piensa positivo–. 

Katelyn me abrazó demasiado fuerte, casi dejándome sin aire, pero podía tratar de entenderla, no al 100%, pero trataba de hacerlo. 

–Gracias, ____– dijo aún sin soltarme –en serio gracias–. 

–Voy a estar siempre para ti, puedes vivir en mi casa si quieres– soltó una risa –tranquila–. 

Ella me soltó y se limpió las lágrimas, me levanté del suelo y fui por mi teléfono. 

–Llamaré a Luke, veré si puede llevarme a la tienda y...–.

–¡NO!– gritó –no lo llames– la miré confundida –no de que no quiero que sepa, es que ahorita está con Dylan y no quiero que nadie más de ustedes dos se entere–. 

Asentí a lo que dijo y me volví a sentar en la cama. 

–Que fuerte– dije dando un suspiro. 

–Lo sé– respondió –pero quiero distracciones no quiero pensar en eso ¿qué tal Joshua?–. 

Sonreí –bien, bien, lindo como siempre, con su sonrisa, sus labios, sus palabras, su cabello, todo–. 

Katelyn me miró seria pero con una media sonrisa.

–____–. 

–Kate–. 

–Te gusta Joshua–. 

–Lo sé–.