꒰ ⌗ Tercero ! ꒱
Acomodo mejor aquel enorme abrigo que portaba, inhalando el frío de la noche.
Todo había sido tan agotador.
Camino lentamente por las abandonadas calles de ese moribundo lugar, sin prestar mucha atención al mal olor que prevenía de las basuras a su alrededor.
De su bolsillo agarro un encendedor y una caja de cigarrillos, saco uno de la pequeña caja e inmediatamente la guardo en su bolsillo.
Lo puso en su boca y lo encendió con cuidado, segundos después soltando el humo por sus labios.
Continuó caminando con aquel cigarrillo en su boca, algunas de sus hebras se movían con el viento que provocaba la noche.
Y dios, literalmente esa clase de momentos eran los únicos tranquilos en su miserable vida.
A lo lejos vio a un taxi acercarse, le hizo una pequeña señal para que parase y el mismo lo hizo justo al frente suyo.
"Necesito..."
"No puede subir con ese cigarrillo, señor" le interrumpido aquel viejo corpulento.
Jimin sonrió sin mostrar sus dientes.
"Es una buena opción, pero..." Sus ojos se desviaron hacia el interior del auto, encontrando varias botellas de cerveza tirados en un asiento "pero creo que tampoco es muy correcto conducir mientras bebe"
El mayor trago saliva y lo miro por unos momentos en silencio para después quitar el seguro de las puertas traseras.
El pelirosa sonrió y entro con toda la gracia a aquel taxi, dándole su dirección en un pequeño papel.
Se estiró sobre su cama y dio un enorme bostezo.
Ah.
¿Tan delicioso se sentía dormir?
Si.
Aunque su cama tenía un colchón desgastado y pequeño, el disfrutaba de dormir ahí.
Pues al menos, y con mucha suerte, tenía un techo en donde acomodarse.
Aunque las paredes estuviesen cubiertas por humedad y las ventanas muchas veces se llenaban de polvo sin razón, algunas arañas habitan en los rincones de su 'departamento', el lugar era estrecho y no era el mejor lugar para vivir, pero el estaba feliz con ello.
Así que con una pequeña sonrisa en su rostro, se levantó y lavó su cara y dientes en unos cinco minutos, desayuno un pan con café mientras veía las noticias mañaneras en su pequeño televisor y escucho algo de música en su reproductor.
Era una rutina para el, no es como si tuviese mucho que hacer ahí después de todo.
Todo en su día iba normal y corrientemente, claro, eso hasta que tocaron su puerta con fuerza, casi sintiendo que la podían romper.
"Buenas tardes, Park" ella se cruzó de brazos.
"Hey, Sunmi" saludo con un asentimiento, su rostro solo expresando aburrimiento.
"Veo que no estás en tus mejores ropas, ¿quieres que te dé un poco de tiempo para que te vistas decentemente?" La mujer miro de arriba a abajo al pelirosa, que solo llevaba una enorme camiseta de botones puesta, siendo la única prenda que cubría su desnudez.
"Estoy en mi casa, creo que puedo vestirme como se me de la gana ¿No cree?" Espeto "en fin, hablé de una vez que no quiero malgastar mi tiempo en usted"
Sunmi apretó sus labios y clavo sus uñas en sus manos, aguantando las ganas de golpear el rostro del menor y sacarle cuánta sangre pudiese con sus largas uñas.
Joder, lo odiaba.
Pero fingió una sonrisa en su rostro y puso sus manos detrás de su espalda, ajena a todo aquello.
"Oh, joven" hablo con tranquilidad "verá, ha pasado más de un mes ya, y usted aún no a pagado la renta o a dado algún préstamo"
El menor mordió su labio inferior.
Dios, lo había olvidado completamente.
"Pediré más plazo a su esposo"
"Escucha, Park, mi esposo te ha dado plazo muchas veces y yo nunca te he visto dándole ni un solo centavo, ¿con quién crees que estás hablando?" Poso una de sus manos en su cintura "soy su mujer, por ende, tengo todo el derecho a sacarte de este departamento si no pagas a tiempo" sonrió con cinismo.
"Oh, claro que eres su mujer" pronunció con burla "pero yo no veo que el te haya dado algún poder especial para sacar cuando quieras a la gente de aquí ¿O si?" No respondió, así que continuo "le he pagado todo a su esposo, inclusive puede ir a preguntarle si lo desea
"Basta de juegos, jodido niñato, esto no es un lugar de caridad para mantener vagabundos"
"¿De verdad?" Jimin ladeó su rostro con inocencia "¿Entonces por qué sigue usted aquí?"
Sunmi golpeó su pie contra el piso con fuerza, manteniendo aquella expresión dura en su rostro.
"Eres un irrespetuoso"
"Yo solo digo la verdad" se encogió de hombros "usted aquí no paga renta, mantiene tirada en su casa sin mover ni un solo dedo y además su esposo la mantiene" sonrió burlón "para la único que sirve en este lugar es para dar por culo la vida de los que estamos aquí trabajando como mulas por un techo, cuando usted es una mantenida, con una actitud de mierda sin remedio alguno"
La mujer se quedó sin habla, parece que las palabras se habían quedado atascadas en su garganta.
"T-tu, maldito..."
"Y no se preocupe" le interrumpió "hoy mismo le pagaré todo a su esposo, vieja metiche"
Y termino por cerrarle la puerta en la cara, con toda la fuerza que había estado reteniendo.
Aquella mujer era un dolor de cabeza enorme.
Suspiró con frustración, ¿Y ahora que haría? Aún ni siquiera le pagaban y no podía pedir más tiempo.
Vio la hora en su celular y lo tiró a la cama después
Apretó sus labios en una fina línea y abrió la puerta de salida con lentitud.
Se supone que a esa hora Sunmi iba a pasar rato con sus amigas, que básicamente vivían fuera del edificio.
Tenía oportunidad.
Salió de su departamento con cuidado de que nadie lo viera con aquella ropa, pues sí que era vergonzoso estar con ella fuera de su lugar de privacidad.
Dio pequeñas pisadas hacia a la puerta del último pasillo y paro al frente de la misma.
Sacudió su cuerpo con levedad.
Tocó la puerta con sus ojos cerrados con fuerza.
Escucho minutos después el cerrojo siendo abierto, se obligó a poner una de sus mejores sonrisas en cuanto vio a aquel hombre asomado en la puerta.
"Buenas tardes, señor Choi" dijo en un tono coqueto.
El mayor admiro todo su cuerpo sin disimular ni un poco, sonriéndole después.
"Buenas tardes, jimin" saludo de la misma manera "¿Que te trae por aquí?"
El pelirosa trago saliva.
"Vera, señor Choi" comenzó diciendo "sé que debí pagar la renta hace una semana y agradezco mucho que aún no me haya echado de ahí...-"
"¿Cómo podría sacarte, jimin?" Le interrumpió, una de sus manos sorpresivamente comenzó a acariciar una de sus mejillas "jamás te dejaría en la calle, eres uno de los mejores residentes de aquí"
"¿De verdad lo cree?" Preguntó con falsa inocencia.
"Por supuesto"
Jimin se acercó hacia el más alto y paso sus manos por su pecho, haciendo un pequeño mohín. "No tengo dinero para pagarle, señor choi" murmuró con lástima "pero si tengo otra cosa que puedo darle...'
El mayor sonrió y envolvió sus brazos en la cintura del más pequeño, obligándolo entrar por completo al departamento y cerrando la puerta con su pie.
Jimin pudo jurar que casi vomita cuando los labios del hombre se posaron sobre su cuello y sus manos apretujaron su trasero con fuerza.
Fue repugnante, totalmente repugnante y sucio.
Tembló ante su toque, quiso llorar y salir corriendo, más no lo hizo.
Debía soportarlo, aunque su cuerpo quemará ante cada toqueteo o 'caricia', aunque tuviera que aguantar el horrible nudo en su pecho que se estaba formando lentamente o las horribles náuseas que lo estaban atacando.
"Pues prepárate precioso, porque no tendré piedad contigo" lamió su cuello con vehemencia.
Solo debía esperar a que todo acabará.
꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱
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