꒰ ⌗ Octavo ! ꒱
Min yangmi no era alguien considerablemente estúpida.
Cualquiera podría creer que era la típica mujer tonta y ciega a lo que hacia su marido, pero ella era todo lo contrario. Le parecía divertido como la gente se dejaban engañar por su apariencia, pero no es como si realmente le importará lo que piensan los demás de su persona.
yangmi había notado la distancia que su esposo había tomado con ella.
Al principio no le preocupo mucho, en verdad las cosas se estaban poniendo difíciles en la empresa y debía darle su tiempo, pero todo cambio radicalmente cuando comenzó a llegar más tarde de lo común, el perfume que para nada era parte de Yoongi, y más aparte, el chupetón en su cuello del cual estaba segura que no lo había hecho.
Ni siquiera recordaba cuando fue la última vez que tuvieron sexo. Era obvio que Yoongi la estaba engañando, no era imbécil.
Pero no quería tirar tantos años de su matrimonio por la borda, no quería perder a Yoongi, no estaba dispuesta hacerlo. Sin importar que, no diría palabra alguna de los extraños comportamientos de su marido, pero eso no significaba que no tomaría cartas en el asunto.
Haría lo que sea para recuperarlo.
"¿Cómo planeas celebrar hoy?"
Yoongi quito su mirada de su computadora y la llevo hacia su amigo, soltando un suspiro profundo.
"Lo de siempre, Kook"
Él rubio sonrió sin gracia, dándole un golpe en la cabeza sin fuerza.
"No suenas muy emocionado"
"Estoy bastante ocupado, en realidad"
Jungkook acercó su silla disimuladamente. Su trabajo podría esperar
"A veces pienso que perdiste todo tipo de interés en yangmi"
"No digas tonterías" hablo mientras fruncía el ceño "solamente...estoy estresado con el trabajo y ahora con el aniversario aún más" se excusó.
"Ajá ¿y por qué será?"
Él pelinegro gruño.
"No lo metas en esto" casi susurro, pues cualquier persona podría escucharlos.
"Yo no nombre a nadie" dijo también en un tono bajo.
Jungkook lo observó por unos segundos, entrecerrando sus ojos, como si lo estuviera analizando de alguna forma.
Uhuh.
"¿Te vas a reunir con él hoy?" pregunto con cuidado.
Supo que había acertado cuando su menor se quedó en silencio, desviando los ojos nuevamente a su computadora, ignorandolo por completo.
"¿Es una maldita broma, verdad?"
"No es tu asunto"
"He sido tu amigo por años, Yoongi, ¿no es mi asunto? tu me metiste en el"
Yoongi tecleo las letras del aparato con más rapidez, aún con esa expresión neutra.
"No quiero hablar de eso ahora"
"¿Tan encaprichado estás con ese chico?" se apoyo en su asiento "¿tanto así que lo verás en el aniversario de tu esposa?"
"Yo se lo prometí"
"Yoongi, es un trabajador sexual ¿estás consciente de la gravedad de tus acciones o al menos de lo que estás diciendo?" mascullo "déjalo por una sola noche"
"Lo veré después de que esté con yangmi, no hará mucha diferencia"
La expresión del moreno fue indescifrable. Trago saliva cuando el mismo se levantó de su asiento y palmeo su espalda sin ganas, negando con su cabeza.
"Solo piénsalo, Yoon" lo miro con pena "organiza tus prioridades"
Y luego de eso, salió de su oficina.
Yangmi estaba emocionada.
Se había puesto uno de los vestidos que Yoongi le había obsequiado en su cuarto aniversario, que por cierto, fue el que más le encanto. Su cabello estaba atado a una coleta y su rostro portaba un maquillaje leve y bonito, haciendo destacar aún más su precioso rostro.
Ella era una mujer realmente bella, ¿cómo es que Yoongi podía estarle viendo la cara?.
Pero eso no importaba ahora, se aseguraría de tenerlo a su lado.
"¿Cariño?"
Dejo de observarse en el espejo cuando escuchó aquella voz tan conocida cerca. Con una sonrisa de oreja a oreja, se volteo hacía su pareja y enredo sus brazos en su cuello, lanzandose en cuanto pudo a besar sus labios.
"Te extrañe tanto..." murmuró sobre sus labios.
"¿Estas lista para nuestra noche?"
La pelinegra no quito la sonrisa de su rostro, de hecho, la extendió aún más.
"Lista y feliz"
Yoongi soltó una risa y rodeo la cintura de su esposa.
"Feliz sexto aniversario, bonita"
"¡Park, es hora de tu descanso!"
Él mencionado suspiró pesado y se alejo de toda la multitud de hombres que se encontraban en el burdel, yendo directo a su camerino.
Para su suerte, hoy le había tocado atender las mesas y servir bebidas, obviamente no se salvó de los toqueteos y comentarios indebidos, pero prefería aquello a qué cualquier hombre le pusiera una mano encima. Pero bueno, era su trabajo.
"Malditos millonarios" murmuró para si mismo, tirando a un lado sus tacones "siempre tienen lo que quieren cuando lo quieren, ¿y yo? tengo que estar aquí ofreciendome a un montón de perverti...- ¡ugh!"
Chilló al lastimarse con su propio tacón. Estaba teniendo una noche de mierda.
Se sentó al frente del espejo que tenía la habitación, encerrando su rostro entre sus manos. Estaba agotado y con unas ganas infinitas de echarse a llorar en ese momento, había sido una noche difícil y su único consuelo fue que Yoongi iba ir a visitarlo, en todas estas horas estuvo pendiente de la entrada del burdel pero él nunca llego.
Quería pensar que tal vez su trabajo estaba amontonado o surgió algo de imprevisto, en verdad quería pensarlo. ¿Pero tres horas? era más que tarde.
Solo le quedó resignarse. Así que con una mueca en su rostro, se levantó de su asiento y fue por su ropa de cambio.
No tardó mucho en ello, entonces poco después empezó a remover el maquillaje de su rostro y quitarse la variedad de anillos que tenía en sus dedos. En cuanto estuvo listo para irse a casa (si es que ese lugar se le podría llamar así) tomo su abrigo del perchero y salió por la puerta de atrás del establecimiento, sin olvidar despedirse de sus compañeros.
Decidió ir por el camino largo ya que no había ningún taxi a la vista.
No podía mentir, se sentía un poquito mucho deprimido porque Yoongi no había ido como se lo prometió, debido a que no se habían visto en un buen tiempo.
¿Lo podían culpar? ningún hombre lo había tratado como lo hacía el mayor, sus ojos no lo miraban de una forma perversa ni lujuriosa y de alguna forma en ese último mes que había pasado junto a él, lo estaba afectando. Sabía muy bien que no tenía ninguna posibilidad de mantener alguna relación no-laboral con sus clientes, pero con él moreno fue tan diferente...
Así que para Jimin fue normal caer tan fácil por su persona.
Bueno, ahora se arrepentía ¿pero que mas da?.
Se extraño cuando llegó tan rápido a la parte más poblada de la ciudad, rápidamente captando el irreconocible bullicio de seul en las noches.
Esta vez se centro en ver los locales repletos de personas. Restaurantes, tiendas de ropa, peluquerías, discotecas, etc etc...
"Um" frunció el ceño y se detuvo en un restaurante con una ventanal enorme.
Sus ojos se enfocaron en las personas que abundaban por el establecimiento, la mayoría parecían ser parejas, pero uh
pero...
No sé sorprendió en ver a Yoongi sentado en una de las mesas en completa soledad, pensó en tal vez entrar he ir a saludarlo y reclamarle por no haber cumplido con su promesa de ir a verlo, eso hasta que captó a una mujer acercarse hacia mesa.
Abrió sus ojos descomunalmente cuando la misma fémina dejo un beso sobre los labios del pelinegro, el mismo que por supuesto correspondió.
Sus dedos se apretaron en el cristal del restaurante y miro aterrado como la bonita y pequeña chica se sentaba al frente de Yoongi, poco después, tomando sus manos sobre la mesa.
Su corazón se apretó sin poder evitarlo.
"Yoon..." susurró otra vez para si mismo, alejándose del ventanal.
Jamás le mencionó que tenía pareja, él nunca lo hizo, siquiera se cruzó por alguna de sus tantas conversaciones.
Era obvio.
¿A quien podía engañar?
꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱
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