Arreglo su corbata de color negro en frente del espejo, con el ceño fruncido.

Hacer un simple nudo era más difícil de lo que creía.

Escuchó una suave risa venir a lo lejos y después unos pasos acercarse a el.

Suspiró y sonrió después, girando su cuerpo y viendo de la misma manera a la persona frente a él.

"¿Tienes problemas?"

"Si que los tengo, cariño" dijo en un tono divertido.

La mujer sonrió con suavidad y se acercó un poco más a el, tomando su corbata y haciendo el nudo con rapidez, ajustándolo a la perfección.

Yoongi la miro sorprendido.

"Joder, ¿Cómo hiciste eso?"

La castaña bufo.

"Sin malas palabras, amor"

"Cada día me sorprendes más, eh" se giró nuevamente al espejo y arreglo su cabello con sus manos.

Suran todo los ojos y posó sus manos sobre su cintura, su esposo no tenía remedio.

"Ya, apresúrate que el desayuno se enfría, además, llegarás tarde a tu trabajo así que no te quedes mucho tiempo ahí"

Tomo el último sorbo de su café y lo dejo sobre la mesa después.

"Gracias por el desayuno, cielo, pero necesito irme ahora mismo"

Suran sacudió su cabeza, caminando hacia el y poniéndose de puntillas para darle un corto beso en sus labios.

"Que te vaya bien, amor, cumple con todo ese papeleo"

"Hago cosas más importantes que simple papeleo, mujer"

La castaña río

"Oh, claro que sí" murmuró divertida mientras desaparecía por el extenso pasillo.

El pelinegro tomo su maletín y salió de aquella enorme casa con apuro, entrando a su auto de la misma manera y casi tirando su maletín a los asientos.

Parecía ser un día relativamente bueno.

Como todos los que tenía en su vida.

Min Yoongi era quizás el alfa perfecto. Todo omega que lo mirara lo deseaba con facilidad: bien parecido, todo un caballero e inteligente. Todo lo que podría considera...

Era CEO de una de las empresas más reconocidas en todo Seúl, su padre se la había heredado después de su lamentable muerte y el como buen hijo que era le juro manejar el negocio de los Min tal y como él lo hizo, y para ser sinceros, su empresa actualmente se enriquecía por cada día que pasaba.

Era lo más obvio, pues la especialidad del lugar era vender la ropa mas fina y hermosa de toda la ciudad, sus modelos ganaban fortuna por año y bien, el se estaba pudriendo en dinero.

En ese mismo lugar fue donde conoció a Suran.

Ella era una de las modelos más prestigiadas y especializadas en el lugar, cayó enamorado de su inminente belleza y personalidad tan alegre pero fuerte.

Siempre segura de si misma, firme ante todo y la pura elegancia era lo que ella perfumaba cuando pisaba cualquier lugar.

Perfecta para un hombre como el.

Ella continua con su trabajo en la empresa, inclusive había sido ascendida por su gran trabajo y el no podía estar más feliz.

Tenía una vida perfecta, amigos perfectos, una esposa perfecta y un trabajo perfecto.

Y lo odiaba

"¿Te quedarás hasta tarde hoy?"

Yoongi no lo miro, continuo con sus ojos fijos en la pantalla de su ordenador.

"Al parecer si" murmuró.

Jungkook soltó un suspiro cansando, recostando su espalda contra el sofá en el que estaba sentado.

Se encontraban en la oficina del pelinegro, ya eran más de las siete y sus huesos parecían querer romperse en cualquier momento.

"Relájate un poco, hombre, ve a pasar la noche con tu esposa. Hace un buen tiempo no te he visto compartiendo tiempo con ella"

El menor por fin lo miro, pero teniendo una expresión aburrida en su rostro.

"Estoy ocupado y lo sabes, ella lo entiende" quiso restarle importancia al asunto.

"Eso es lo que tú crees" le contradijo "son semanas, Min, ella necesita afecto de tu parte y tú de ella. Son un matrimonio, no todo es trabajo, intenta pasar tiempo con ella"

"Lo hago, Jungkook, pero últimamente simplemente todo se me acumula y es difícil" dijo con cansancio "no todo siempre será un cuento de hadas, pronto me organizaré, pero no me eches sermones por favor"

El pelinegro lo miro con reproche.

"Tendrías tu tiempo si no fueras a ese lugar todas las jodidas noches"

Supo que había tocado un nervio cuando vio al pelinegro apretar sus labios con fuerza.

"No metas algo como eso en la conversación" mascullo.

"Solo digo la verdad" se encogió de hombros "no entiendo por qué lo haces, de verdad, tienes una vida admirable, sana y libre de problemas ¿por que quisiste cambiar la fórmula tan repentinamente?"

Fue silencio por unos minutos.

"Por que yo lo quiero y así se quedará hasta el tiempo que lo desee" hablo con tranquilidad "es cosa mía, solo no te metas"

El menor entrecerró sus ojos

"Cuida bien tus pasos o puedes tropezar, Yoongi" se levantó de su asiento y camino hacia la puerta de salida "¿Quieres que le avisé a Suran que llegarás tarde?"

"Me harías un gran favor, amigo mío" pronunció con una sonrisa engreída en sus labios que el otro no vio.

Asintió simplemente para después salir de la oficina sin agregar más.

Mientras tanto, Yoongi miro la hora en su reloj con detenimiento.

Marcaba las ocho en punto.

"¡Ah, Yoongi!" Gimió agudo cuando nuevamente golpeó su punto, rodando los ojos hacia atrás y acelerando sus movimientos.

El mencionado tomo las caderas del pelirrojo y movió su pelvis hacia arriba, arremetiendo contra su cuerpo con fuerza.

Joder, era el puto paraíso.

El menor saltó sobre el con rapidez, intentando que el pene del piel nívea se enterrara en lo más profundo de sus entrañas, que lo hiciera delirar de placer y que usará su cuerpo a su antojo, que pudiese maltratarlo a su gusto y hacerlo alcanzar la cúspide del placer.

"Ah, así bebé, lo haces tan bien" dijo entre dientes, ayudándolo con sus movimientos y sonriéndole después "te mueves tan bien, mh"

Yoongi se sentó sobre la cama, quedando así frente al erótico rostro del pelirrojo que en ningún momento había dejado de moverse sobre el.

Montándolo como a él le gustaba.

"¿Te gusta, verdad?" Tomo con sus dos manos sus nalgas y las abrió, moviendo sus caderas hacia adelante, ayudándolo con las penetraciones "te gusta sentirte lleno ¿no es así? amas tener un enorme pene que te dé el placer por el cual tú cuerpo ruega todos los días, por qué ninguno de esos imbéciles que te miran con perversión absoluta pueden superar en la forma en la que yo te follo, en la forma en la que te hago gritar de placer y te hago venir solo con unos minutos"

El pelirrojo gimió sin filtro alguno, asintiendo con la cabeza ya que no era capaz de pronunciar palabra alguna.

"Con palabras, pequeño" susurro sobre sus labios, embistiendo con más fuerza

"¡Ah! M-me encanta como tomas mi cuerpo a tu antojo" cerro sus ojos con fuerza "me encanta ser marcado por ti y solo por ti, Y-yoon"

El pelinegro sonrió.

"Muy bien, Jiminie"

Y sin esperar más, junto sus labios en un caliente y brusco beso que les quito el aliento a ambos.

Sus lenguas bailaron juntas y saborearon sus labios mutuamente, sus dientes chocaron entre sí y sus labios fueron mordidos con fuerza por parte de los dos.

Parecía una batalla que ninguno de los dos parecía querer perder.

Los brazos del mayor rodearon la diminuta cintura del pelirrojo mientras que continuaba con ese caliente beso.

Los movimientos de Jimin nunca pararon, fueron lo suficientemente bruscos y profundos para que en un momento separara sus labios del otro y gimiera en alto, viniéndose sobre su estómago y salpicando el de su amante.

Que no tardó en continuar clavándose contra el, maltratando su entrada un poco más para después correrse con un ronco gemido, llenando el condón de aquel espeso líquido.

Todo lo que se escuchó en la habitación de aquel burdel fueron respiraciones agitadas y pequeños jadeos.

El estaba cansado de su ordinaria y aburrida vida, estaba arto de tener que fingir una sonrisa a todo ser humano que se le cruzará al frente y tener que presumirle a todo el mundo su "vida del sueño"

El quería algo diferente en su desabrida y aburrida vida de hombre perfecto

Y parecía que lo había encontrado.

꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱