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K. Nahyun

     09:15 PM.

     Salí de la habitación de Jung Kook, dirigiéndome a una en donde sabía que estaría mi padre bastante ocupado. Toqué, repetidamente, la puerta de su oficina en espera de una respuesta que no tardó en llegar.

     Todo empezaba a cobrar sentido en mi cabeza. Toda mi vida había sido una mentira, todo fue planificado y menos me dirían que mi vida peligraba por un viejo psicópata.

     —¿Hija, qué pasa? —Abrió la puerta mi mamá con cierta sonrisa de tranquilidad en su rostro.

     —Lo sé todo, ¿Está papá adentro? —Ella me miró atónita, se alejó del marco de la puerta, dejándome espacio para pasar a tal habitación.

     —Hola, hija —Agregó mi padre con gran tranquilidad, como si pudieran tapar el sol con un sólo dedo.

     —Lo sé todo —Su cara cambió drásticamente a una un poco más seria.

     Entrelazó sus dedos, pegando ambas palmas de sus manos por encima del escritorio apoyándose en sus codos, dedicándome toda la atención posible.

     —¿Qué se supone que sabes? ¿Qué Jung Kook es hijo de un millonario? ¿Qué tiene una hermana? ¿Qué tiene mucho dinero? Porqué noté que tomaste la carpeta que contiene todo sus documentos, intentando dejarla como estaba, pero soy muy detallista y lo sabes —Sonrió al final, como si llegara hasta aquí a interrumpir su trabajo con algo tan vago.

     Negué con la cabeza.

     —No. —Alcé una ceja— ¿Cuándo me dirías que Mr. Jeon tenía planeado raptarme en cualquier momento? —Reí irónicamente— ¿Crees que soy tonta? ¿Crees que no lo notaría? ¿Crees que creería que ese cambio drástico era por nada? —Namjoon tragó en seco y se levantó de inmediato.

     —¿Quién te lo dijo? —Intentó tomar una posición intimidante.

     —El hombre que me hizo sentir mujer —Giré los ojos y le dí la espalda. Mis impulsos podían más que yo y lo había arruinado con esas palabras.

     —¡Nahyun! —Gritó mi madre reprendiendome— ¡¿QUÉ FORMA ES ESA DE HABLARLE A TU PADRE?! —Su voz irritante e irremediablemente alterada resonaban en toda la habitación.

     —La forma que se merece, ¿Por qué siempre cambian mi realidad? Los chicos no se alejaban de mí ¡Ustedes los alejaban! —Quizás pensar y analizar lo que diría no era mi fuerte— Lo noté por un tiempo, pero ignoré aquello, pensaba que tenían un porque, un propósito, pero por lo que veo, sólo me quieren mantener en una caja de cristal irrompible —Suspiré pesadamente. Sólo escuchaba como mis padres respiraban.

     El silencio invadió la habitación, dejándome escuchar un sólo sonido, el de la palma de la mano de mi mamá siendo estampada en una de mis mejillas, dándome una fuerte bofetada.

     —¡JAMÁS SE TE OCURRA LEVANTARNOS LA VOZ!

     Toqué aquella parte que me ardía, no podía negarlo, nunca me habían tocado, ni un minúsculo golpe y odiaba que fuera en el rostro.

     —Claro, ahora la víctima son ustedes —Sonreí falsamente.

     Ahora se hacen las víctimas, pero ¿No creían que tenía suficiente que procesar? Antes de pasar por esa puerta, dejé unas últimas palabras en el aire dirigida hacia ellos.

     —Siempre he vivido en una mentira —Salí caminando debajo de aquel marco de madera, aún con la mano en mi rostro.

     —¡Nahyun, espera! —Gritó mi padre, pero no quería escucharlo, no por ahora, sólo quería ignorarlo.

     Caminé a mi habitación y abrí la puerta, estaba oscura y un poco ¿Desordenada? Pero Nana siempre limpiaba. Rodé los ojos y cerré la puerta de un solo golpe con mucha fuerza, me acerqué al interruptor de la luz, encendiendo las luces y no podía creer lo que mis ojos estaban viendo al voltear hacia mi cama.

     —¿Por qué tan molesta, princesa? —Jung Kook estaba en mi habitación, vestido de traje con rosas entre sus manos.

     —Porque... Porque... Porque... —No sabía que pensar, ¿Estaba balbuceando? ¿Tartamudeando? Realmente, no lo sabía.

     —Tranquila. —Sonrió coqueto— ¿Quisieras acompañarme a cenar? Prometo traerte antes de las once —Me tendió las rosas y sentí ese gran calor en mis mejillas, era mi primera cita.

     —Pues, no lo sé, Kook —Respondí cabizbaja, recordando todo aquello, todo lo ocurrido.

     —La vida es una sola, Nahyun —Me recordó.

     Olí las rosas y mandé todo a la verga.

     Diosito, perdóname por ser tan pecadora.

     —Acepto ir contigo, pero con una condición —Me miró atento.

     —Qué tan mala podría ser? —Dijo divertido, mirándome con aquellos ojos avellanas que sólo él poseía.

     —Debes meterte desnudo a la piscina —Agregué con simpleza. Me miró sorprendido.

     ¿Qué? Quería ver su cuerpo desnudo, pero no sólo cuando estuviese dentro de mí, si no en diferentes ocasiones. Si la vida te da limones, has limonada, así de simple. Conclusión, si la vida te manda un hombre sexy, que te eriza la piel con tan sólo mirarte, te trata como una dama y tiene sexo contigo salvaje en la cama, aprovéchalo... ¿O así no era?

     Asintió divertido, levantándose de mi cómoda cama para acercarse a mí, depositó un dulce beso en mi mejilla y se dedicó a salir de la habitación.

      —Te espero abajo —Agregó a través de su salida.

     Estaba segura que en menos de diez minutos podría estar lista: bañada, arreglada, maquillada y perfumada, no era tarea difícil.

     Corrí al interior del baño, quitándome las prendas, dejándolas regadas por todo el suelo de la misma, abrí la regadera y me coloqué debajo de ella, mientras dejaba que el agua recorriera cada parte de mi cuerpo, hasta donde no le pega el sol.

     Salí lo más rápido que pude, mojada y sin toalla en mano, buscando en aquel armario un vestido sexy, que diga prácticamente: "Hazme tuya, guapo". Había uno rojo, corto y pegado perfectamente al cuerpo, que sólo me había puesto una vez en la graduación de la preparatoria de Taehyung, lo tomé y lancé a la cama, mientras con la vista buscaba mi toalla.

     Luego de los peores veinte minutos, estaba lista. Salí de mi habitación, bajando por las escaleras con mucho cuidado, escalón por escalón, los tacones eran muy altos y hacían algo de ruido al entrar en contacto con el suelo de madera.

     —Por fin estás lista. —Se levantó del sofá y se acercó a mí, tomándome de la cintura, conduciendome a la entrada de la mansión— Estás hermosa —Susurró en mi oído.

     Esa cercanía, la cercanía de su cuerpo al mío me ponía los vellos de punta. Me sonrojé seguido de aquellas palabras, cual tomate.

     Al salir habían muchos hombres afuera de mi casa, camionetas blindadas y con armas, me tensé un poco, haciéndoselo notar a Jung Kook ¿Quiénes eran? Estaba empezando a preocuparme.

     —Tranquila. —Me ayudó a caminar hasta uno de esos autos— Todas esas personas que vistes, son mis hombres. Nos protegerán está noche —Me sonrió y abrió la puerta del auto.

     ¿Qué podría salir mal ésta noche? Además, de hacer travesuras con Jung Kook luego de la cena, pecando nuevamente y cayendo en la tentación.

     —Confío en tí —Deposité un beso en esos delgados, rosados, apetecibles y suaves labios.

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Holaaaaa, mis bebus!

No sé si leyeron mi anuncio, pero Wattpad me mandó varias advertencias por tener contenido inapropiado en uno de mis borradores de hace años... Aún no se sabe cual es la decisión, si borrar todas mis historias o la cuenta... Así que me cree una cuenta y los invito a seguirme Srta_De_Im- esto es por si acaso la decisión es desfavorable para todos mis lectores😔

¡Gracias por leer!♥️

No olvides comentar, si tienen alguna duda con gusto se las responderé.

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No me pasa tener ese tipo de amistad.