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     03:05 PM.

     —Jeon, basta! —Grité exasperada, ¿Qué quería él de mí?

     Como pude junto a mi gran fuerza de voluntad, me separé de él y apreté el botón para reanudar el funcionamiento del ascensor, llevándonos al piso 10. Reuní toda la rabia e impotencia que tenía y salí corriendo a toda velocidad del interior de aquella gran caja metálica, buscando con mi vista alguna enfermera o algún doctor que pudiera ayudarme, pero ¿Qué les diría? O peor aún, ¿A quién habíamos venido a ver? Era una pregunta que posiblemente me haría cualquier personal de la clínica.

     Frené en seco al estar parada en frente del pasillo que daba hacia las habitaciones, debía esperar a Jeon, no haría el ridículo por su culpa.

     —Gracias por esperarme —Agregó con cierto sarcasmo, además tenía cierto enojo en su voz y por lógica, él siguió su camino sin siquiera decirme a donde nos dirigíamos.

     Lo seguí por el pasillo como si de un perro obediente se tratase.

     Caminamos hasta llegar a una habitación que decía "suite" ¿Esto acaso era un hotel y yo no me había enterado? Él tocó la puerta dos veces exactamente y luego la abrió, entrando primero a esta y por inercia, lo seguí.

     Al entrar visualicé dos hombres de rasgos asiáticos, más bajos que Jung Kook junto a sus perfectos trajes planchado que a mi parecer cuidaban de la señora que estaba en la cama de la clínica o tal vez, la vigilaban. Era bastante hermosa, sin duda alguna Jung Kook sacó la belleza de su madre, no tenía que ser adivina para saber quién era ella podría ver su parecido y que además, los años ni le afectaban, parecía una mujer joven.

     —Señor Jeon. —Uno de ellos hizo una reverencia— Me alegra verlo —Se acercó a él y estrecharon sus manos, saludandose mutuamente con entusiasmo.

     Quisiera entender que es lo que está pasando.

     —También me alegra verte, Kimball —Hizo unas señas y el señor, anteriormente mencionado, salió de la habitación sin más.

     Ahora podía comprender porque decía suite, era una habitación que tenía todos los artefactos más modernos del mercado y un muy buen servicio, tanto de alimentos como de enfermeras y doctores, además de poseer otra cama para la persona que esté al cuidado de la persona enferma.

     —Déjanos solos, Minho —Pidió Jung Kook amablemente y el señor que quedaba en la habitación asintió, caminando a paso rápido, saliendo lo antes posible de la habitación.

     Al cerrar la puerta el silencio albergó la habitación. Me sentía incómoda y más porque Jung Kook se rehusaba a explicarme que pasaba.

     —¿Jung Kook? ¿Eres tú, hijo? —Habló la señora sentándose y estrujandose sus delicados, y lindos ojos color café claro.

     —Sí, mamá. Soy yo —Se acercó rápidamente a ella y tomó su mano.

     Era un momento tan conmovedor.

     El ver a una madre mirando a su hijo con tal admiración, no era muy común de ver.

     —¿Cómo te sientes? —Me acerqué un poco más a ellos, me daba la impresión que algo más allá pasaba.

     Y vaya sorpresa, aquella posición me dejó ver a un Jung Kook que estaba ¿Llorando? Lágrimas recorrían sus mejillas rojizas.

     —Estoy mejor. La herida está sanando, ésta vez si lo está haciendo. —Soltó con una sonrisa en su rostro— Soy fuerte, hijo —Ella también comenzó a llorar y sollozar, ¿Qué le habrían hecho a tal mujer?

     —Juro que encontraré al bastardo que te robó ese riñón y te dejó tirada en la calle para que murieras, sola y desangrada. —Sollozó fuerte intentando calmar su llanto— Debí protegerte _Sin remedio alguno, mis lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, rodando por mis mejillas una tras otra.

     Esto era demasiado para mí.

     —No es tu culpa, recuérdalo —Ella le dedicó una cálida sonrisa, que prácticamente expresó: "Hijo, todo estará bien".

     Era una señora tan dulce y sobretodo, fuerte.

     —¡Claro que lo es! —Se exaltó con razón absoluta. Yo no sabría cómo reaccionar ante un hecho tan imperdonable— No debí irme con esa... —Calló, supongo que no quería recordar aquel suceso que rondaba en su mente.

     Me encantaba como mi presencia no interrumpía el momento.

     —Esa mujer era tu vida, tu universo entero, lo entiendo. —Él sólo se limitó a llorar aún más, su llanto se podía escuchar hasta el primer piso de la clínica. Lo juro— No es tu culpa —Repitió.

     —Tú eres mi vida, mi mundo, mi universo, mi galaxia entera, ¡Jamás vuelvas a decir eso! —Alzó un poco la voz, poniendo incómoda la situación y el momento.

     Luego de ese momento tan emotivo y bastante revelador para mí, la señora me miró de arriba hacia abajo, ignorando lo que su hijo había dicho y hecho anteriormente.

—Es muy linda tu novia. —Sonrió al verme justo a los ojos. Retiró las lágrimas que aún rodaban por sus mejillas y Jeon imitó su acción. Ya veía que lo bipolar venía de familia— ¡Por fin me darás nietos! —Asumió.

     —No, no, no. —Negué con la cabeza— Soy su jefa —Confesé nerviosa.

     Ella me miró confundida.

     —Kookie, ¿No estás saliendo con ella? Es una chica muy hermosa, tiene un rostro delicado y por lo que veo, puede ser bastante fértil —Lo miró, mientras él se acomodaba en uno de los sillones que estaban en una esquina como si todo fuera normal.

     —No, sólo es un pequeño capricho. —Soltó como lo más normal del mundo— Mi sumisa, mamá.

     Gracias, no me dolió, imbécil. Nótese mi sarcasmo.

     La señora miró a su hijo con mala cara, reprendiendo sus palabras y disculpandose conmigo e intentó realizar una pequeña reverencia, la cual acepté y devolví de la mejor forma.

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     04:45 PM

     Después de comer algo junto a la madre de Jung Kook, nombre que aun desconozco, se pusieron al día confundiendome aún más ¿Jung Kook era millonario? ¿Y por qué trabajaba para mi familia? ¿Era un policía acaso? ¿Min Yoongi tenía razón? Entonces, ¿No estaba loco? No tenía la menor idea de que pensar en estos momentos, tenía todo revuelto, menos el estómago, la comida había sido deliciosa.

     —Kookie, recuerda, debes salvar a tu hermana, cueste lo que te cueste —Él la miró con ciertas dudas en su cabeza, su rostro reflejaba confusión.

     —¿Por qué te importa mi hermana? Ni es tu sangre —Preguntó sin pelos en la lengua, siendo tan directo como siempre ¿No podía ser un poco más sutil?

     —Porque también es mi hija —Respondió de igual forma.

     Por algo eran madre e hijo.

     Supongo que él no se esperaba esa respuesta y por su expresión de sorpresa pude notar que todo se volvería más tenso.

     Siendo sincera, yo tampoco esperaba esa respuesta.

     No dijo nada y besó su frente, hizo una reverencia y con mucha fuerza tomó mi muñeca, lastimandome como siempre, ya era costumbre.

     Me arrastró hasta el pasillo, justo donde se encontraban aquellos hombres, Kimball y Minho, cuyos apellidos aún desconozco.

     —Deben protegerla con su vida o los mataré con mis propias manos —Amenazó con rudeza.

     Temblé al escuchar a Jung Kook decir dichas palabras, ¿En serio lo haría?

     No podía más, la curiosidad me estaba carcomiendo por dentro.

¿Cómo era posible que no me haya enterado de nada? ¿Estoy en problemas? ¿Me quieren hacer daño? ¿Tengo cara de fértil? Esas palabras me dejaron helada.

     —Le caíste bien a mi mamá —Confesó mientras llamaba al ascensor.

     Me sacó de mis pensamientos a golpes, ni cuenta me dí que estábamos frente al ascensor, esperando su aparición.

     —Lo noté —Fingí indiferencia.

     —Bien —Soltó sin más, como confirmando que había escuchado.

     Al llegar el ascensor ingresé en el, al igual que Jeon; para mi desgracia, estaba vacío, él marcó planta y el ascensor cerró sus puertas. Aquella caja metálica continuó con si descenso y con la lentitud a la que iba me preocupé por la  cercanía que tenía Jeon de repente.

     —Mi mamá quiere nietos y no eres una mala candidata. —Con rapidez se acercó aún más a mí, dándome la vuelta y pegando mi torso a la pared del fondo del ascensor— Deberíamos hacerla feliz, ¿No crees? —Susurró en mi oido, erizando mi piel.

     —¡Te mataré si me tocas un cabello! —Amenacé.

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Holaaaaaaaaaaaa! ¿Cómo están?

Gracias por llegar a cada una de las metas😘💕

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Yoonmin hermoso😻

Gracias por leer❤️