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K. Nahyun

     Bajé las escaleras y caminé hasta mi salón de clases, quería olvidar aquello y más porque no sentía nada por él, nada que no sea atracción física, pero jamás imaginé que estuviera con otra persona, casi el ¿Doble de su edad? La tal Alessa no parece tener menos de cuarenta y dos años, cuerpo de joven con cara de vieja. Mientras estaba tan sumergida en mis pensamientos, llegué al salón, abrí la puerta y la volví a cerrar, me senté en una de las mesas y sólo quería indagar en mis pensamientos, cualquier cosa que tuviera en ellos y que no incluyan precisamente a Jung Kook y como se comía la vagina de esa mujer.

     —¿Nahyun? —No sé en qué momento se abrió la puerta, mejor dicho, no sé en que momento entró dicho personaje al salón. Alcé mi vista y lo ví a los ojos— ¿Todo bien? —Preguntó acercándose poco a poco a mi.

     —¿Te parece que está todo bien? —Sus ojos examinaban los míos con detenimiento— ¡Claro, todo está de maravilla!, Ni sé para qué preguntas —Agregué con mucho sarcasmo, ¿Acaso era ciego?

     —Deja tu sarcasmo para otro día y dime que fue lo que te pasó —Preguntó directamente, tomando una de mis manos, consolandome y sentándose en la mesa de mi asiento.

     —No es nada, Jin, sólo tengo un poco de coraje, eso es todo, nada que un helado no pueda resolver después —Sonreí falsamente. Realmente quería un helado— Aún no me has dicho que haces aquí, en esta institución y justo en la que estudio —Me crucé de brazos y lo miré fijamente a los ojos. Me estaban cautivando poco a poco, me perdía en ellos.

     Lo sabía, era una bipolar de primera.

     —Sólo pedí un pequeño trasladado, uno cerca de la casa de mi hermano y me asignaron a este, no hay nada más, esa es la única verdad —Dudé al principio, pero sonaba bastante lógico, hasta creíble y convincente.

      —Supongamos que te creo —Hice una pausa, mirando sus labios, ¿Por qué se ven tan jodidamente apetitosos?— ¿Por qué está tan cerca, profesor Kim? —Estiré mi mano hasta tomar su corbata, llevaba minutos detallando sus carnosos labios y necesitaba degustarlos una vez más.

     Iba a romper la barrera de profesor y alumna.

     —¿Qué cree que hace, señorita Kim? —Fingió estar sorprendido, mientras acercaba más su corbata a mi rostro, acercando su cabeza a la mía.

     —¿Usted que cree?, Intento seducirlo —Sonreí por mi respuesta. Sin previo aviso, Jin me besó, ya sabía mis intenciones y ya suponía las de él.

     Éramos muy obvios

     Sólo pedía que no se detuviera, movimos nuestrss bocas a un ritmo casi perfecto, nuestros labios unidos encajaban a la perfección con los míos. Sus labios eran un manjar y una gran perdición para mí. Al separamos, sólo quería una cosa y aunque todos pudieran darmelo, él era el único que se encontraba en el salón conmigo.

     —Abrázame —Le pedí cuando unimos nuestras frentes, su aroma invadía mis fosas nasales, ¿Cómo podía oler tan jodidamente bien?

     —¡Nahyun! —Se escuchó afuera del salón, abrieron la puerta con mucha fuerza, haciendo que Jin y yo nos sobresaltaramos del susto.

     Entró un Jung Kook sudado, agitado y preocupado, por su expresión asumo que vino a disculparse conmigo, pero ya era demasiado tarde.

     —No sé si te diste cuenta o no, pero eres mi guardaespaldas, no mi sabueso, ni mi perro faldero. —Agregué separándome de Jin— Interrumpiste un gran momento —Con una sonrisa en mi rostro, palabras hirientes retumbando en mi cabeza y escenas nada normales, daba por terminada la conversación.

     Hoy había sido un día de locos.

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     07:45 PM

     Al llegar a casa, sólo me acosté a dormir, quería entrar en un mundo de fantasía, en donde todo lo que soñaba se hiciera realidad, sin tanto esfuerzo, sólo soñarlo y obtenerlo, pero al despertar, la realidad era otra.

     Sin muchos ánimos, me levanté de la cama, caminé descalza hasta la puerta, arrastrando los pies por el helado suelo y giré la perilla lentamente, escuchaba voces fuera de la misma, era extraño que eso ocurriera y más cerca de mi puerta. Al abrir la puerta, los empleados corrían de un lugar a otro, con manteles que mi mamá guardaba en una habitación que parecía un almacén, también tenían entre sus manos un juego de cubiertos, servilletas, platos, copas finas de cristal ¿Qué estaba pasando?

     —¿Por qué aún no estás lista? —Preguntó mi hermano viéndome de arriba hacia abajo, recostado en el marco de la puerta de su habitación. Vestía un fino traje de color blanco con una camisa azul y corbata negra.

     —¿De qué hablas, Alien? —Lo miré confundida, era más de lo que podía procesar en tan pocos segundos.

     —La abuela vendrá a cenar junto al abuelo, ¿Acaso papá no te lo dijo? Lleva semanas planificandolo —Abrí mi boca, levemente.

     —Gracias —Respondí corriendo hacia el interior de mi habitación.

     —¿Por qué me das las gracias?

     Ignorando a mi hermano, ¿Qué me pondría? Mis abuelos parecen los jodidos reyes de Corea del sur, cualquier cosa que les disguste se les notará en el rostro, su cara de asco será indescriptible, su costosa y fina ropa, tan extravagante y exagerada debe resaltar en todos los lugares a los que van, pero no todo era malo, lo bueno era... Que sólo vienen una vez al año.

     Entré a la ducha y dejé que el agua me cubriera el cuerpo, estaba fría, realmente así me gustaba bañarme, con agua helada. Intenté hacer un esfuerzo por apresurarme, mi abuela odiaba la gente impuntual. Salí envuelta en una toalla y corrí hasta mi armario, me pondría el vestido que ella me había regalado hace años, era dorado con lentejuelas corto, sin mangas y con escote en "V".

     Tutankamón estaba vivo y todo cuando ella me regaló ese vestido.

     Realcé mi rostro con un poco de maquillaje, algo sencillo y natural, tampoco tenía mucho tiempo; me coloqué perfume y unos accesorios que combinaran con los tacones que llevaba puesto, aunque unos tacones negros eran fáciles de combinar con cualquier accesorio.

     Todo quedaba bien con el negro.

     Salí de la habitación y me topé con la persona que no quería ver en toda mi jodida existencia con su perfecto traje planchado, ésta vez llevaba uno azul, con camisa blanca y una corbata del mismo color que el saco.

     —¿Tú también? —Lo detallé completamente, no se veía nada mal. Él sólo asintió y siguió su camino.

     Lo seguí hasta el primer piso, perdiéndolo de vista por el pasillo que daba a la cocina. Suspiré aliviada, aún mis abuelos no habían llegado, los Dioses escucharon mis plegarias, mientras me bañaba. Visualicé a lo lejos, por el jardín en el frente de mi casa a un Taehyung tomado de la mano con una linda joven, supongo que era su novia, ¡No era falsa!, Pero no sabe en lo que se estaba metiendo al estar con las personas más críticas de este planeta tierra.

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     08:30 PM

     Hablando de impuntualidad, se dignan a aparecer en esta casa, casi media hora después de la hora de la cena, la que había sido planificada por mi padre.

     —¡Mamá! —Gritó mi padre al ver entrar a mi abuela.

     Los empleados la guiaron hasta la entrada y sobre todo, le abrieron las puertas, casi no la cargan hasta el gran comedor y le daban de comer justo en la boca.

     —Hijo mío —Mi padre hizo una reverencia y luego la abrazó, gesto que a mi abuela no le pareció muy adecuado.

     Me acerqué por obligación a la entrada, en donde estaban los otros miembros de mi familia recibiendo a mis abuelos.

     —Hola, abuela —Dije haciendo una reverencia.

     —Mi pequeño error, pensé que no estarías en ésta cena, ya que prefieres estar en una fiesta que conmigo —El silencio se hizo presente, ¿Qué se supone que debía decirle?, Era la verdad.

     —¿Cómo crees?, Es sólo tú imaginación —Respondí sin darle importancia a sus recientes palabras.

     —¿Por qué no nos sentamos en la mesa? —Habló Taehyung sin soltar la mano de la linda joven.

     —¿Por qué traes pegado a ti a esa tabla? Pensaba que eras más inteligente, eres un Kim, Taehyung —Aquí vamos, ya tenías que hablar, abuela, por lo menos mi abuelo no hablaba ¿O mi abuela le cortó la lengua porque le quitaba protagonismo?

    —¡Abuela! —Mi hermano tocó su rostro con frustración, créeme que sé que se siente cuando una persona te hace pasar el ridículo, frente a la persona que te gusta.— Es mi novia —Aclaró con una sonrisa.

     —Es un gusto, señora Kim, soy Hye Lin... —Intentó hablar la novia de mi hermano, pero a mi abuela le había importado más una persona inexistente o que aún no se dignaba en aparecer.

     —¿Y mi chiquito?, ¿Aún no llega? —Preguntó mi abuela, pasando de Taehyung y su novia, tenía que recalcarlo. Sólo apresuró su paso al comedor.

     —Tu otro hijo siempre llega tarde, hasta para conocer a sus sobrinos —Respondió mi madre con una sonrisa bastante fingida.

     ¿Mi papá tenía un hermano? ¡Genial! Ojalá sea uno de esos tíos mala influencia, que te van a buscar a media clase con la excusa de que era una emergencia, pero en realidad era por diversión y terminan en otro país. Intentaba imaginar al hermano de mi papá, estaba tan sumergida que ni cuenta me dí que todos estábamos sentados en el gran comedor, por suerte me tocó bien lejos de mi abuela y no se escuchaba sus cuentos de perfección y ese tipo de cosas bastante aburridas.

     —Lo siento, se me hizo tarde —Aquella voz invadió el lugar...

     ¿Qué demonios?

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¿Quién crees que es el tío de Nahyun?

¿Será un nuevo personaje?

¿El profesor Mark Tuan?

CORREGIDO: 21/09/2020.