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K. Nahyun

     06:45 AM

     —¡Jung Kook! —Lo llamé por las escaleras, era la primera vez que él bajaba tarde y también sería la primera vez que llegaría tarde a clases— ¡Llegaré tarde a clases! —Le avisé gritando como loca, me estaba desesperando.

     —Me parece que tu niñero, estuvo haciendo otra cosa con su mano toda la noche, hasta correrse —Susurró Taehyung en mi oído, pero no tenía tiempo de prestarle atención, sólo lo ví a los ojos con una sonrisa ladina y divertida.

     —Sí, al igual que tú, ya que tus jadeos no me dejaban dormir —Abrió los ojos como platos y tragó saliva, pero algo no cuadraba en mi ecuación— ¿Qué haces despierto tú tan temprano? Normalmente, nana te deja dormir un poco más —Le pregunté y examiné la situación de pies a cabeza.

     Siempre era el último en despertarse, en bajar, en desayunar, en volver a subir, en vestirse y prácticamente en todo.

     —Debo ir a recoger a mi novia —Dijo bastante feliz y casi me atraganto con mi propia saliva de la sorpresa, ¿El alien con novia? Hoy se acabaría el mundo— Quiero presentarla hoy a mis padres, porque ellos me dan miedo, pero sé que tú la adorarás —Lo miré sorprendida, no podía creer lo que estaba diciendo.

     —¿Hablas en serio?, ¿Tienes novia y desde cuándo? —Muchas preguntas, pero no escuchaba respuestas— ¿Tú, Kim imbécil Taehyung o me estás jugando una broma muy pesada?, Porque no es graciosas —Alcé una ceja, mientras analizaba su rostro.

     —Tu hermano tiene novia, enana, debes aceptar que no seré tuyo para siempre— Sonrió y caminó hacia la cocina, mientras yo soltaba la carcajada de mi vida.

     Egocéntrico con pene chico.

—¡Jung Kook! —Volví a gritar al no escuchar ni siquiera sus pasos por el pasillo.

     ¿Se había muerto?, Porque esto no me puede estar pasando, no hoy y menos quería perder la clase de Mark, el de historia, mi profesor favorito, por el que todas las mujeres babean y en cierta forma, me ponía muy celosa.

     —¡Aquí estoy! —Se apresuró en bajar las escaleras, mientras estaba rojo como un tomate, ahora hacía cuestionarme, ¿De verdad se estaba masturbando?

     —Vámonos ya, allá te compro algo de comer —Tomé su mano y lo guié hasta la puerta de la casa. Era tan suave y... Grande— Adiós, nana. Te quiero, alien--- Dichas aquellas palabras, salimos hasta el auto que le asignó mi papá.

     No esperé a que él me abriera la puerta, sólo subí al auto porque estaba más que desesperada y si llegaba tarde, no me dejarían pasar y perdería la clase, además de ver a Mark usando pantalones ajustados a sus trabajadas piernas. Jung Kook se subió al auto y encendió el mismo, poniéndolo en marcha hasta la institución.

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     07:10 AM.

     —No puede ser, no puede ser— Decía por lo bajo, mientras corría por los pasillos de la institución a todo lo que daban mis piernas.

     Al llegar a mi salón, toqué la puerta, pero no oí el famoso pase, ¡Genial, tendría que esperar una semana más para ver a mi profesor favorito en este planeta tierra, por el que he estado babeando, mojado mis bragas y por el único que me he tocado! Un poco molesta, me dí la vuelta, para caminar en dirección contraria al salón, pero me detuve al escuchar que abrieron la misma.

     —Nahyun, entra rápido —Era Daisy, mi salvadora.

     La miré contenta y corrí hasta la puerta, la abracé y entramos al salón con algo se cautela, no queríamos que otros profesores nos vieran fuera del salón.

     —¿Qué pasa? —Le pregunté muy curiosa.

     Todos nuestros compañeros estaban inquietos y hablando como cotorros o para hacerlo más realista, perros ladrando cuando veían un gato, eran ruidosos.

     —La subdirectora hablará con nosotros— ¿La subdirectora?, ¿Ella existe?, ¿Por qué no me había enterado antes?

     En eso se abrió la puerta y por instinto corrí a mi asiento, hice bastante cardio hoy y no podía quejarme. Siempre en forma, nunca en informa. Era una mujer elegante, joven y con un muy buen cuerpo, castaña, ojos castaños también, bastante alta y con cualquier mirada enloquecería a todos los hombres en la institución, sin dudas.

     —Buenos días —Respondimos a su saludo levantandonos del asiento y haciendo una reverencia, simultáneamente— Pueden sentarse —Agregó apoyándose del escritorio— Quiero informales que seré la nueva subdirectora de esta institución y mi nombre es Chu Alessa, graduada de la mejor universidad de Corea del sur con honores y ahora estarán bajo mi mando, vigilancia y... No me tengan miedo, pueden contarme con confianza si un profesor cometió una injusticia hacia su persona y buscaré la mejor manera de resolverlo. —Sonrió a su comentario— Mi esposo, el profesor Mark Tuan, tuvo que dejar el país para hacerse responsable de una empresa familiar, —¡¿QUÉ?!, Mi profesor no, ¡No! ¿Y ahora?, Será la peor materia de mi vida— pero no se pongan tristes, tenemos un nuevo profesor, por favor pase— Ordenó y entró un hombre alto con hombros anchos, labios carnosos, cabello de color marrón y liso, hasta más abajo de sus cejas, no había detallado su rostro, pero sólo bufé y pasé de su cara.

     —Mi nombre es Kim Seok Jin y seré su nuevo profesor de historia —¿Cómo dijo que era su nombre?, Ya no podían pasarme cosas más trágicas en la vida.

     Giré mi rostro y lo miré a los ojos, era el chico, bueno, mejor dicho el hombre que había conocido en aquella habitación a ciegas y en esa fiesta, maldije por lo bajo, ¿Por qué la tierra no me tragaba de una vez y me vomitaba en Hawai?

     —¿Será por qué estás en un segundo piso?, Quizás sea por eso que no te traga —Habló esa voz en mi cabeza.

     —Cállate —Le pedí amablemente, mientras nuestro nuevo profesor seguía presentándose.

     —Necesito que lo hagan sentir en casa, es el mejor que se ha presentado en esta institución--- Finalizó la subdirectora para retirarse del salón.

     Tocaron mi hombro y me pasaron un papel muy bien envuelto, lo abrí poco a poco y observé lo que había anotado en el.

“Creo que me enamoré.”
—Daisy

     —Y yo tengo muchas ganas de golpearla —Aquella voz habló de nuevo y estaba de acuerdo con ella.

     ¿Qué no se dá cuenta que es el mismo hombre de la fiesta?, ¿Con el que iba a escapar?, ¿Acaso era ciega? A veces no sabía que tenía Daisy en su cabeza.

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     La clase había terminado y debía admitir que tenía demasiado conocimiento con respecto a la materia, pero no creo que todas hayan prestado mucha atención que digamos, quizás a sólo sus labios carnosos, a la gran figura de su cuerpo o a sus anchos hombros. Todos los alumnos empezaron a salir del salón, pero una de ellas se había acercado tanto a él que casi le rozó los labios, supongo que sintió mi vista posicionada en ellos y mi presencia, alzó la mirada y me vió directamente a los ojos, algo sorprendido por el acto de una de mis compañeras de clase.

     Cachonda y con ganas de sexo duro con el profesor nuevo.

     —¿Nos vamos? —Preguntó Daisy a mi espalda. Asentí y recogí mis cosas.

     —Sí, vámonos —Respondí levantándome del asiento.

     Caminamos en dirección a la puerta a paso rápido, no debíamos hacer esperar a loa chicos, pero el susodicho habló.

     —Señorita Kim, necesito hablar con usted —Daisy me guiñó un ojo y salió del salón, cerrando la puerta detrás de ella.

     Tan comprensiva mi amiga.

     Maldije por lo bajo y me dí la vuelta, tampoco tenía muchas opciones.

     —No tienes nada que explicarme —Hablé decidida a terminar la conversación que aún no empezaba.

     —Debo explicarte, yo no pedí que me transfirieran a ésta institución, sólo pasó y aquí estoy... —Lo interrumpí.

     —Pues, te felicito —Sonreí falsamente.

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¿Todo bien?

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Sé que dije que actualizaría más rápido, pero me es más difícil corregirla que escribirla de nuevo.

CORREGIDO: 17/09/2020.