➵┆Cᴀᴘ. 05┆ʟᴀs ʀᴇɢʟᴀs.
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K. Nahyun
—¿Te quedarás ahí parado? —Pregunté recostandome en el marco de la puerta.
—Es mi trabajo —Respondió muy frío.
Otra vez no, se veía tan tierno y dulce.
—¿Por qué no entras y me vigilas sentado? —Señalé un sillón en el interior de mi habitación— Te puedes sentar allí —Agregué sin más.
—Esas no fueron las indicaciones que me dieron, así que no puedo hacerlo —Respondió sin mirarme, odiaba que no lo hiciera, ¿Acaso era tan fea como para que no quisiera verme?
Contacto visual, contacto visual.
—Vamos Jung Kook, si mi papá es tu jefe, igual lo soy yo, ¿No crees? —Alcé una ceja— Además, hablaremos de unos pequeños detalles adentro, ven pasa —Abrí la puerta por completo, asintió y sin más pasó al interior de mi habitación.
Me sentía victoriosa, había logrado convencerlo y aún más si era para mi beneficio. Apenas puso un pie en mi habitación empecé a ejecutar mi plan, sonreí al verlo caminar ingresando aún más al interior de mi cueva femenina y cerré la puerta segundos después.
Tomé un libro, el de historia universal, tenía un exámen con el profesor Mark Tuan, solté un suspiro al recordar lo guapo, de hermosa sonrisa, alto y fornido que era, además, era el único profesor que ponía mis hormonas cuesta arriba. Me senté en mi cama en forma de indio y lo abrí en la página 55.
Estaba feliz de volver a verlo el lunes; sí, lo sé, aún falta mucho para verlo, pero me gustaba adelantar todas sus asignaciones, no sólo me gustaba ser la mejor para enorgullecer a mis padres, también quería ser la mejor en todo para que mi nombre se le quede grabado por más tiempo en su mente, justo de tantas veces que me ha felicitado por mis excelentes calificaciones.
—¿Siempre eres así? —Interrumpió mi lectura.
Y además mis pensamientos.
—¿Así cómo? —Pregunté desconsertada.
—¿Imponente y prepotente? —Respondió sin más, ¡Que sutil era el caballero!
Anotado. La sutileza no era su fuerte.
—Sí, no me gusta que me lleven la contraria. Además, tenemos que poner reglas —Dejé el libro de lado y junté mis manos, esto se pondría bueno.
—¿Reglas? —Alzó una ceja, casi juguetón.
—Sí, reglas —Repetí— Regla 1: Me gusta que cuando esté hablando, me miren a la cara —Lo solté. Pensaba que no me iba a interrumpir, pero me equivoqué porque lo hizo.
—Espera un momento, ¿Y crees que yo las voy a cumplir? —Salió una risita burlona de sus labios, ¿Acaso ve que estoy jugando o qué?
—Claro o... —Lo había pensado muy bien, señor Jeon— Te acuso con mi padre y le digo que contrate a otro que si obedezca, también le puedo inventar cualquier cosa. —Coloqué mi dedo índice cerca de mi mentón y miré hacia arriba, como si estuviese pensando— Una violación, es bastante grave —Lo miré. Literalmente, lo intentaba intimidar.
Su cara había cambiado drásticamente, de una feliz a una muy seria.
—Supongamos que lo hago, ¿Qué ganaré? —Preguntó poniéndose de pie.
Tu altura no me intimidada, sexy Jeon.
—Conservarás tu trabajo, ¿Qué no es suficiente? —Estaba empezando a irritarme.
—¿Cuáles son tus otras reglas? —Ahora si estábamos hablando el mismo idioma.
—Como seguía diciendo —Hice una pausa— Regla 2: Eres mi guardaespaldas, no un chismoso y menos que menos, un soplón, así que, si mi padre pregunta inventa cualquier cosa que no me perjudique —No quería más regaños ni castigos.
—Soy más que un simple guardaespaldas —Se cruzó de brazos en frente de mí, bueno, de la cama.
—Jung Kook, no me interrumpas, ¿Quieres? —Continué— Regla 3: Cuando estemos en la institución, quédate al lado de cada puerta, ya sea del salón o de la dirección, al igual que en la del comedor, pero en casa puedes estar pegado a mí cuanto quieras —Lo miré. Esa idea le había ¿Agradado? ¿Disgustado? No puedo interpretar sus expresiones— Regla 4: No me juzgues —Extendí mi mano— Entonces, ¿Es un trato?
—Es un trato —Estrechó mi mano sin rechistar.
Salió mejor de lo que esperaba.
—Perfecto, si no te molesta, seguiré leyendo —Retomé el libro y seguí con mi lectura.
[➵]
Las horas transcurrieron, terminé de leer mi libro y observé a Jung Kook, él estaba a punto de quedarse dormido sus párpados estaban muy pesados y sin duda, era el chico más tierno que había visto en toda mi vida, después de mi hermano, claro estaba.
No lo pude evitar, cuando cerró los ojos me paré de la cama con cuidado y me acerqué a él para observarlo detenidamente, era muy hermoso, lo sé, parezco una psicópata, pero la verdad era que si no fuera mi guardaespaldas juro que me enamoraría de él, no era por necesidad, era por su forma de hablar, caminar, hasta en la forma en como me mira, era simplemente imposible no fijarme en él.
—Jung Kook —Susurré en su oído, pero no reaccionaba, así que hablé más alto— Jung Kook —Éste apenas se movió, pero salió algo de su boca, como un murmullo.
—Mmm.
—Ya puedes ir a tu habitación a descansar —Lo miré fijamente.
—¿A mi habitación? —Abrió sus ojos lentamente, esos ojos de color avellana, me estaban envolviendo.
Eran tan hermosos.
—¿Mi padre no te asignó una? —Pregunté un tanto desentendida, así no era mi padre.
—No, ayer fui y dormí en mi apartamento.
—Tranquilo, yo te asigno una —Sin despegarme de él, detallé sus labios, sólo estaba a centímetros y la tonta idea de querer rozarlos con los míos me invadió rápidamente.
Sin duda quería más.
Después de recordar lo que le había dicho, me despegué de él y le hice señas para que me siguiera; salimos de mi habitación, pasamos por el gran pasillo hasta llegar a la última habitación de la casa, era grande y muy cómoda.
—Ésta será tu habitación —Agregué junto con una sonrisa.
—Gracias, señorita Kim —Dice entrando en ella.
—Por cierto, sólo dime Nahyun, por favor —Dije cerrando la puerta de su ahora, habitación.
Caminé hasta mi habitación y ví el reloj de pared que estaba junto a la puerta de mi habitación, eran las seis con cincuenta de la noche, mis padres siempre llegaban a las ocho en punto para cenar; así que la mejor idea pasó por mi cabeza, dormiría un rato para restaurar las horas de sueño perdidas.
[➵]
De repente siento como tocaban con desesperación mi puerta, sinceramente, ya no podía tener mi sueño de belleza en paz.
—Hija, soy yo, tu mamá, ¿Puedo pasar? —Preguntó aquél personaje, a través de la puerta.
—Claro, mamá, pasa —Dije sin más, sentándome en la cama, bostezando al mismo tiempo.
—Oh, disculpa Cariño, no sabía que estabas durmiendo, ¿Cómo te fue con Jung Kook? —Preguntó sentándose en mi cama.
—Digamos que bien, no me dejó hacer algo divertido y menos se alejó de mí, como ustedes tanto querían —Dije fastidiada e intentaba no rodar mis ojos.
—Me alegra escuchar eso. Es bastante guapo la verdad —Mi mamá comentó sonriente y poniendose de pie inmediatamente.
—¡Mamá! —Exclamé.
—¡Ay hija!, No te hagas, sé que tú también lo has notado —Sonrió pícara— Por cierto baja a cenar —Agregó saliendo de mi habitación.
Me paré de mi cama para ir al baño, lavé mi rostro, haciendo que despierte nuevamente y me enjuagué la boca, salí lo más rápido que pude del mismo y me coloqué mis amadas pantuflas de conejo, saliendo de mi habitación a duras penas. Bajé lentamente por las escaleras, tenía una flojera gigante casi arrastraba los pies por el suelo, ¿Y cómo no? Dormir era mi mayor placer.
Al entrar al comedor ví a mi familia esperándome para cenar.
Tan lindos ellos.
—Hola hija, por favor siéntate —Habló mi padre, indicandome que me sentara frente a él.
—Hola, papá —Dije devolviéndole el saludo, primero la educación y luego todo lo demás. Al voltear ví a mi hermano— Hola, alien —Agregué con una sonrisa.
—Hola, apestosa —Respondió él sirviéndose de la rica comida que había preparado Nancy.
—Gracias, Nana, por la comida —Grité desde el comedor en dirección a la cocina— ¿Jung Kook no va a comer? —Pregunté.
—¿Ahora son amigos? —Habló papá sorprendido, también lo acompañó con una risilla— Los empleados no comen en la mesa, Nahyun, ya deberías saberlo —Agregó.
No somos superiores a los demás.
Rodeé mis ojos, mientras él se servía de la deliciosa comida.
—También, me percaté que no tenía una habitación asignada —Dije un poco molesta.
—Se la iba a mostrar cuando llegara a casa —Dijo mi padre llevándose un trozo de carne a la boca.
—¿Cuando?, ¿A las nueve de la noche o cuando te acordaras? —Aumenté el tono de mi voz— Ni te molestes, porque ya lo hice por tí —Agregué sirviéndo un poco de comida en el plato.
—Sí, Nahyun, ¿Ahora cuestionas en cómo debo tratar a mis empleados? —Ahora era él quien levantaba la voz.
—¡Claro! —Sobrepasé su tono con el mío— ¡Nana, por favor tráeme otro plato y unos cubiertos! —Grité bastante furiosa, no estaba molesta, mi nivel ya era superior.
—Claro, mi niña, toma, aquí está —Me trajo lo que le había pedido a la velocidad de la luz.
Serví un poco de la comida en ese plato y acomodé los cubiertos en el, levanté ambos platos y me levanté de la mesa.
—Permiso —Me alejé un poco de la mesa hasta que mi padre habló.
—¿A dónde crees que vas? —Preguntó el individuo muy molesto.
—Comeré arriba con Jung Kook, si no te molesta, buenas noches, Namjoon —Me perdí por el pasillo que daba a las escaleras.
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GRACIAS POR LEER❤️
CORREGIDO: 30/07/20.
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