𝑬́𝒑𝒊𝒔𝒐𝒅𝒆 37.
" El karma te llegó, Jung"
DEEP WEB.
______________________________________
— Jung, llevamos tanto tiempo
caminando y aún no hemos
encontrado ningún rastro de la
manzanita tóxica.
Hoseok le dedica una mirada furiosa
al grisáceo quien parece estar muy
agotado, ninguno se detendría hasta
encontrar a su mocoso llorón. Si él
ordena que es así es porque se tiene
que hacer así, de ninguna otra forma.
— Lo tiene el imbécil de Min, sólo
tenemos que localizar el lugar donde
ese hijo de puta se escondió. ¿No
puedes entender una simple cosa?
— Estoy muy agotado, seguimos
buscando en un rato más. ¿De
acuerdo? — Le dice dándose un tiempo para respirar tranquilamente, el de cabellera ceniza lo mira con seriedad.
— ¿Qué? También anhelo poder tener a la manzanita corrompida cuanto antes pero tampoco pienses que estaré caminando todo el día, no soy tu esclavo.
— Dijiste que me ayudarías, no me
vengas con tus mierdas.
Jungkook asintió con coquetería mientras lo observaba de abajo hacia arriba, era un total descarado.
— Lo dije pero tampoco caminaré por veinticuatro horas sin almorzar algo, tú sabes. — Menciona pasándose una mano por la entrepierna de manera lasciva, Hoseok lo ignora dándose la
vuelta para seguir con su camino.
El caníbal corre para alcanzarlo, se
posa a su lado caminando con una
expresión burlona.
— Vamos, Jung. Sólo bromeo.
— No me importan tus estúpidas
bromas. — El ceniza saca su
teléfono para avisarle a sus dos
guardias de seguridad su ubicación,
no confía para nada en Jeon pero salió con tanta rapidez de su casa que ni siquiera llegó con los dos hombres.
— Sólo quiero que cumplas con lo que dijiste.
— Y lo haré, ¿Tanto desconfías de tu
fiel servidor? — Expresó llevándose la mano al pecho mientras fingía
dolido por sus palabras.
— Sí, no confío en ti para nada.
Jungkook se ríe con ganas sin detener su caminata, ambos explorando el último lugar en donde habían visto a YoonGi y Jimin.
Esta vez desviando la atención con
otras vestimentas para evitar ser
interceptados por algún fanático del
restaurante de Jeon.
— Está bien que no lo hagas, en cualquier momento podría traicionarte.
— Lo dudo.
— ¿Por qué?
— Por mi polla. — Responde con
sencillez ganándose una risa irónica
por parte del contrario, Hoseok le
sonríe con sorna.
— ¿Acaso no recuerdas que mi
principal objetivo es tener una
probada de la manzanita? Tu polla me da igual.
— ¿Por qué lo llamas así? Suenas
estúpido.
— Lo conocí en un puesto de manzanas acarameladas, me fue imposible no llamarlo así. — Frunce el ceño ligeramente al notar que varios hombres se dirigían hacia a ellos, tocó el hombro de Hoseok con insistencia.
— Eh, Jung. Nos están siguiendo.
— ¿Qué? ¿Quién?!
El rubio observó ambos lados
frenético, maldita la hora en la que
decidió salir sin sus dos guardias de
seguridad.
— ¿Jung Hoseok?
— Corre. — Ordena el empresario
empujando con violencia el cuerpo
de Jungkook, el contrario entiende el
mensaje y con rapidez comienza a
correr intentando perderse entre las
personas de la zona.
Hoseok lo sigue por detrás siguiendo
el mismo plan, los hombres no los
perdían de vista en ningún momento.
Las placas en sus uniformes lo
hicieron detenerse de golpe, sólo era
la tonta policía.
— ¡Detente, Jungkook! — Le gritó llamando su atención al instante, el grisáceo obedeció reuniéndose con él de vuelta.
— Es sólo la estúpida policía, esas
pequeñas mierdas molestando.
— ¿Me acabas de llamar por mi
nombre de pila? Se escuchó como si
estuvieras pidiéndome matrimonio,
no lo hagas de nuevo.
El empresario lo golpeó en las costillas dejándolo sin aire, Jungkook jadeó adolorido mordiéndose la lengua para no soltar alguna grosería.
Algo andaba mal.
Lo dedujo cuando los uniformados
los apuntaron con el arma, no, lo
apuntaban únicamente a él.
— ¿Por qué están apuntándome,
idiotas? Los voy a demandar por
amenazas.
— Jung Hoseok, quédese quieto o me
veré en la necesidad de dispararle.
Le advierte la oficial SunHi sin
apartar su atenta mirada sobre él,
Hoseok parece confundido al igual que Jungkook.
— ¿Qué diablos les pasa?—Inquiere
el rubio ceniza con una expresión de
molestia, sigue sin creer que unos
simples gatos del gobierno se atrevan a hacerle una desfachatez como esta a él, a Jung Hoseok.
— Usted está arrestado por fraude en distintos fondos monetarios, todo lo que diga será utilizado en su contra así que piense bien lo que dirá apartir de ahora.
La oficial pelirroja asintió con la
mirada dándole el permiso a los otros hombres para poder esposar a Jung.
— ¡No me toques pedazo de imbécil!— Le gritó furioso Hoseok cuando sintió las toscas manos del oficial tratando de someterlo.
Mientras tanto, Jeon se encuentra a
tan sólo unos metros observando la
escena con aburrimiento.
— ¡Jeon, no te quedes ahí y ayúdame! ¡Llama a mi puto abogado!
— No soy uno de tus esclavos, Jung.
Jódete en la cárcel. — Responde el
grisáceo pasándose una mano por los cabellos, le dedica una sensual sonrisa a la oficial cuando ella lo mira.
— ¡Jeon, Jeon! — Grita el empresario
con rabia tratando de safarse pero
le es imposible, los dos hombres lo
meten a la fuerza en la patrulla.
— Jeon Jungkook, ¿Cierto?
El grisáceo asiente acercándose a
la oficial, en su rostro muestra una
sonrisa coqueta, un clásico de él.
— A sus servicios, preciosa dama.
— ¿Qué hacía con Jung en
estos rumbos? — Le cuestiona
tranquilamente la pelirroja sin
rodeos, Jungkook no se inmuta ni un poco, únicamente se limita a humedecer sus propios labios antes de responderle.
— Sólo negocios. — Se encoge
de hombros sin tomarle mucha
importancia al asunto, su ceño se
frunce mostrándose falsamente
molesto. — Me alegra no haber hecho planes con Jung, hubiera salido manchado en sus sucios asuntos de fraude, nunca me lo esperé de él así que le agradezco que lo arrestara.
— ¿Me salve de una buena, cierto?
— Lo hizo. Y no agradezca, señor
Jeon. Es un alivio saber que no está
involucrado también, su restaurante
me encanta, es tan prestigiado.
El caníbal esboza una sonrisa
encantadora a los ojos de la oficial,
Jungkook puede notar que ella no se ha resistido a sus increíbles encantos.
— ¿Quisiera tener un platillo especial? Será tan único como su belleza y tan suave como un ternero.
— Me encantaría, señor Jeon.
DEEP WEB.
— ¡Es que no entiendes, Adam! No
puedo quedarme en la jodida cárcel,
van a matarme el primer maldito día
como a un perro.
Hoseok apretó el teléfono entre sus
manos con furia y golpeó la mesa con ímpetu, el abogado se asustó un poco retrocediendo de aquella barra que los separaba a ambos.
— Es que todas las evidencias son
certeras, señor Jung. — Adam le
comentó de manera relajada dejando los papeles de acusación sobre la mesa, el empresario lo miró a los ojos antes de revisar los papeles a través del cristal. — Todo lo acusa
directamente de cometer fraude ¿Desde cuándo lo hace?
— Que mierda te importa desde
cuando lo hago, sácame de aquí.
— Masculla entre dientes muy cabreado por el interrogatorio, su mandíbula apretada era tan intimidante para el pobre abogado.
—Sácame de aquí, Adam. Házlo rápido, mierda.
El castaño tragó saliva negando con
lentitud, le causaba un poco de temor.y pena la situación del empresario.
— ¿Por qué no?! Sácame, Adam. Tengo dinero de sobra.
— Todas sus cuentas bancarias fueron congeladas, señor. En verdad lo siento, no puedo hacer nada por usted si todo está en su contra.
— ¿Sabes que voy a morir aquí,
verdad? Sácame, por favor.
Suplicó el rubio ceniza aferrándose al teléfono, las imágenes de las muertes que pidió y el dolor que le fascinaba causar comenzó a reproducirse en su cabeza como una película.
— No morirá, señor. — Negó
frenéticamente el abogado ante sus
palabras, sintió pena al ver el estado
tan frágil de aquél hombre.— Le
prometo que le conseguiré seguridad
aquí, se lo prometo.
— No existe el suficiente dinero para
que evites que me maten, Adam. Hice cosas más terribles que sólo un simple fraude, mucha gente quiere verme muerto.
—Tal vez, señor. Pero yo no.
— ¡El tiempo ha acabado! Jung, quítate del cristal ahora. — Le ordenó el oficial acercándose a él con brusquedad, lo sacudió un poco apurando sus movimientos. Hoseok apretó sus dientes con fuerza dedicándole una mirada sombría, después dirigió su atención al abogado.
— Este es un adiós, Adam.
— ¡No lo es, señor!
— ¡Jung, quítate ahora!—Volvió a gritar el hombre esta vez golpeando el vidrio con su arma de manera violenta, el rubio ceniza se puso de pie con brusquedad antes de encararlo.
— ¿Qué mierda te pasa, eh? Vuelve al asqueroso agujero de donde vienes, hijo de perra.
El oficial le dedicó una sonrisa irónica antes de propinarle un buen golpe certero en el rostro, su puño había impactado fuertemente haciéndole tambalearse.
— Estuve en ese agujero gracias a ti,
Jung Hoseok. — Susurró muy cerca
de él apenas audible entre ambos y
soltó una escandalosa risa antes de
apartarse tan rápido como llegó.
No me gusta la violencia pero no me
deja de otra, usted si que es un recluso muy difícil.
Adam mostró una expresión de
extrañeza sin comprender lo que
sucedía, el oficial castaño observaba
como Hoseok trataba de detener el
sangrado de su nariz.
— ...Siento haber golpeado a su cliente, abogado. Pero, ¿Usted comprende que cuando un recluso desobedece una orden tengo el derecho de usar la fuerza física?
— Eh, sí. Lo comprendo. — Asiente
sintiéndose perturbado con la mirada intensa del hombre sobre Jung, ¿Eso era sólo desobediencia o había algo más que no lograba descifrar? — No se preocupe de nada.
El oficial asiente también antes de
tomar del brazo al rubio ceniza y
obligarlo a caminar de vuelta a las
celdas.
— ¡Adam!
El mencionado escucha su nombre
ser gritado y entonces se gira
instantáneamente para verlo.
— ¿Sí?
— Jeon Jungkook
Y lo comprende, su jefe está dispuesto a hundir a su acompañante. Si iba a
morir, alguien moriría con él.
_________
Quiero pedir disculpas por no estar actualizando.
Tuve una perdida que me arrastro tanto que deje varias cosas.
Mi papá falleció hace unos meses y aún me cuesta aceptar. Me queda decirles que cuiden a sus progenitores, que este virus es desgarrador.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro