"La lucha por la libertad"

Febrero 4, 2052.

21:42 pm.

──Smee──dice uno de los escoltas──, Andrew quiere hablar con usted──.

──¿Para? ── cuestionó él, haciendo algunas anotaciones.

──Le explico en el camino.

──Bien... Pero espero que sea algo importante, estoy ocupado.

Smee se levantó, el escolta le cedió el paso para que fuera delante suyo. Esto le pareció sospechoso, pero siguió caminando. Él conocía muy bien a Andrew, sabía que sus tácticas eran estratégicas y violentas.

──Y... ¿Para qué quiere verme Andrew?

──Quiere hacerle unas preguntas── respondió.

──Ya veo. ¿Sobre qué?

──Sólo camine...

Los impulsos de Smee lo hicieron voltear, dándose cuenta de que aquel hombre sostenía un arma, y no sólo eso, la estaba apuntando.

──Muévase y disparo── afirmó éste.

Smee levantó las manos, ya suponía lo que estaba a punto de pasar. De todas maneras, no estaba preocupado. Norman tenía todas las indicaciones para activar el artefacto que estaban construyendo.

Pronto, distinguió la puerta del almacén, dónde se guardaban algunos de los químicos que se usaban para las pruebas.

──Cállese y entre── indicaba.

A Smee no le quedaba más que acatar aquellas órdenes, así que entró al lugar.

──Bienvenido, Smee...── le recibía Andrew.

──Andrew... ¿A qué debo tu llamado? ──saludaba tranquilo Smee──, ¿Y a qué se debe la violencia en tu amiguito──señaló con la mirada al escolta──.

Andrew le dió un puñetazo, para luego sujetarlo del cuello de la camisa.

──No te hagas el tonto, malnacido. Sé que has estado intentando sabotearnos── volvió a golpearlo.

──¿D-de qué habla? ¿Sabotaje? ¡No sabe lo que dice! ── se hizo el desentendido.

──Cállate, inepto──lo levantó y lo empujó hacia la pared, azotando su cabeza contra la misma──, ¡Ahora mismo me dirás para quién trabajas! ──.

──Y-yo no trabajo para nadie... ¡No he hecho nada! ──.

──¡Deja de mentir y confiesa! ──dió un golpe justo en su nariz──, ¡¿Para quién trabajas?! ──.

──¡Ya le dije que no sé nada!

──¿Así que no sabes nada...? Bien...──sacó una navaja de su bolsillo──, ¡Entonces yo haré que lo sepas! ──.

Hubo un gran forcejeo entre ambos, Andrew intentaba causar algunos daños con el arma blanca, sin embargo, él no iba a dejarse tan fácil. Luego de aquellos intentos, Smee, con una ágil patada logró alejar a Andrew.

──¿Qué pasa, Andrew? ¿Acaso no sabes pelear limpio? ¿Sin ningún arma? ──se burló──, qué patético── dijo, limpiando con su manga la sangre que había en su rostro. Volteó a ver al escolta, quién ya no se encontraba allí.

──¡Si no te he asesinado aún, es porque Ratri te quiere vivo! ── exclamó, abalanzándose sobre él.

──¡¿Después de todo este tiempo sigues trabajando para el sucio Ratri?! ¡Te creí más inteligente!── se dirigió hacia él y, cuando estaba de espaldas, lo tomó de los brazos y lo azotó contra una mesa.

Smee tomó uno de los frascos, lo dejó caer al piso y tomó el vidrio más grande que encontró, poniéndolo en su nuca.

──Te mueves y será tu fin, Andrew── le habló al oído, logrando quitarle la navaja. Con algo de dificultad, alcanzó otro frasco y lo reventó en la cabeza de aquel hombre, quién se desmayó ante el impacto.

Vió por todos lados y divisó algunos cables de emergencia, pues, en caso de que las computadoras que guardaban la información sobre las fórmulas se descarguen, había que conectarlas de nuevo. Tenía que conseguir la manera de conseguir algo que fuese capaz de cortar aquel cable.

Tomó la misma navaja y cortó uno de ellos, lo tomó rápidamente y lo ató. Con respecto a las computadoras, necesitaba el informe sobre un fármaco en específico.

Éste era el que usaban para fabricar el antídoto a los efectos secundarios de la experimentación. Necesitaba tenerla a mano, pues, las medicinas que había empacado para Norman y Vincent en algún momento se acabarían.

Smee era casi el único que tenía contacto directo con Vincent, pues, a diferencia de Norman, él seguía siendo sólo un experimento.

Es decir, Norman sólo tenía una que otra prueba de revisión de vez en cuando──aunque seguía sufriendo los efectos de experimentación──, sin embargo, Vincent sí las tenía a diario.

──Maldición... Vamos...── revisaba la computadora, indagando en lo más profundo, la fórmula tenía que estar ahí.

Al no poder conseguirlas, tuvo una idea: Revisar los componentes de cada fármaco e intentar encontrar otro que pudiera revertir el efecto.

Al hacer esto, se dió cuenta de algo que nunca pudo imaginar... No era la misma experimentación.

Las pruebas que hacían en Vincent y los demás experimentos de Lambda, no eran las mismas que hacían en Norman. En su poder, tenía la fórmula para revertir los efectos de los experimentos normales, sin embargo, no pudo encontrar la fórmula de aquellos químicos desconocidos.

Daba igual, lo descubriría de una manera u otra. Tenía que anotar lo que sabía, así que anotó todo lo necesario. Cuando lo tuvo todo, guardó el papel en uno de sus bolsillos.

Escuchó un vidrio romperse, volteó rápidamente y pudo ver cómo Andrew estaba intentando cortar el cable, así que empuñó la navaja y se dirigió a él.

Andrew logró liberarse de sus ataduras, se acercó a Smee y lo intentó acorralar contra la pared de nuevo, sin embargo, el que terminó en aquella posición fué él.

Siguieron peleando y forcejeando, hasta que escucharon una explosión y las alarmas se encendieron.

──Lo hizo...── susurró Smee, esbozando una sonrisa en el rostro.

Sin embargo, aquella confianza parecía haberlo perjudicado. No sabe en qué momento lo tomó, pero Andrew tenía un vidrio en las manos, el cuál terminó clavado en su abdomen.

Smee se dió cuenta de esto, por lo que cayó al piso, malherido y, ahora, Andrew parecía tenerlo a su merced.

──¿De verdad creíste que ganarías? ──Andrew reía mientras Smee se retorcía de dolor──, tuviste mucho tiempo para elegir el bando correcto... cometiste un grave error, Smee... Un hombre inteligente cómo t...── no pudo terminar la oración, su propia navaja había sido clavada en su costado izquierdo.

──P-pues el bando que tú escogiste...──pronunciaba con dificultad──, va a caer...──.

Andrew cayó al suelo, viendo cómo la sangre fluía, mientras que Smee salió corriendo... Había un gran desastre, todos corrían y se podía ver el fuego arrasar con muchas partes.

Le dolía, sí. Pero no había tiempo para caer, mucho menos para morir. Aunque el cielo se estuviera cayendo, no podía detenerse.

Pudo ver el lugar dónde se observaban las cámaras de seguridad, las cuales sólo podían grabar en pasillos y algunos lugares de retención.

Necesitaba ver dónde se encontraba Norman, pues, había encendido el artefacto que provocó el corte masivo de electricidad. Era su mejor invento y estaba orgulloso de que fuera utilizado para un bien mayor.

Cuando consiguió entrar, observó el caos, la destrucción y una gran llamarada destruyendo todo a su paso. Pero, también pudo ver a Norman junto a Vincent, quiénes corrían por los pasillos. Pero, al ver el lugar que habían designado cómo punto de encuentro, pudo notar algo.

Emma no estaba ahí.

Intentó ver todas las cámaras, hasta que vió una en específico. Estaba oscura, pero, con el resplandor que ingresaba por unos pequeños orificios, pudo ver bien quién era.

──Tengo... tengo que alertar... tiene que saber...

Salió cojeando de aquella habitación, se dirigía al lugar de encuentro, pero pronto su herida lo dejó incapaz... Este sería su fin.

Se recostó en una de las paredes, sentándose y observando su herida. No podía retirar el objeto, sería peor. Una gran cantidad de sangre correría y moriría por eso.

──¡Ahí está! ── exclamó Vincent, señalándole.

Norman y Vincent corrieron en su ayuda, no podían dejarlo ahí.

──¡¿Qué pasó?! ── preguntó Norman, desesperado por una respuesta.

──E-eso no... no importa...──respondía Smee, tosiendo y dejando salir un poco de sangre──, tienen... tienen que sacarla de...──.

──¡¿A quién hay que sacar?! ── interrumpió.

──E-emma... tienen...──volvió a toser, esta vez con más fuerza──, ella... está encerrada en el... en el subsuelo...──comenzó a respirar agitado...──, ¿N-no...? N-no estabas pensando en d-dejarla... ¿verdad? ──.

Norman sólo se quedó en blanco, no sabía qué responder.

──Tú... tú no eres así... Norman... te c-conozco... no dejarías a... a alguien que te estiró la mano... r-recuerda que tú no eres cómo ellos...──sacó de su bolsillo las anotaciones y un misterioso bolígrafo, uno que no había sacado en mucho tiempo── s-sé que harás... lo correcto...──.

Poco a poco, bajó la mano, cerró los ojos... Muy pronto, dejó de sentir dolor. Sólo podía escuchar a lo lejos los gritos de Norman y Vincent, rogándole que resistiera un poco más.

"Lo siento... Confío en ustedes... Tengo fé en que lo lograrán..." fué lo último que pudo pasar por sus pensamientos, antes de quedarse completamente vacío.

──¡Smee! ¡Vamos, reacciona! ── exclamaba Norman.

──Norman...──le decía Vincent, pero él sólo no le hacía caso──, ¡Maldita sea, Norman! ¡Ya no está! ──.

Él lo observó, luego volteó a ver el cuerpo de Smee... Si su última voluntad era que salve a Emma, entonces lo haría. Tenía un punto. Por más que detestaba la idea de salvarle la vida a alguien cómo ella, antes, había recibido ayuda por su parte.

Su meta era quedar a mano con ella, no quería deberle nada.

Rápidamente, se levantó y corrió hacia el pasillo que llevaba al subsuelo, probablemente se arrepentiría de salvarle la vida, pero no quería faltarle el respeto a la voluntad del hombre que lo ayudó desde el día uno.

23:12 pm.

Pronto, llegó al subsuelo. Caminaba sigilosamente, pues no podía correr el riesgo de ser descubierto. Escuchó unos pasos y de inmediato se ocultó.

Eran algunos de los soldados de Ratri. Procuró irse por otro lado, pero, cuando estuvo a punto de llegar a las habitaciones, se encontró cara a cara con uno de ellos.

──Tú no deberías estar aquí── le dijo.

A juzgar por la herida en su frente, aquel había perdido su casco en un fuerte impacto, probablemente la explosión. Aunque, tenía una apariencia muy pacífica para ser un soldado, facciones suaves e, incluso, cabellos de tonalidad rosa, tirando a lila.

Norman pudo ver en su cuello algunos números...

"71584"

──Hey...──le dijo, levantando las manos──, podemos hacer un trato, sólo... baje su arma, ¿sí? Está herido──señaló con la mirada aquella herida sangrante──, no... no sería justo pelear con alguien lastimado y de mi mismo hogar...──.

──¿De qué hablas? ── siguió apuntando.

──Soy cómo usted──dejó ver los números en su cuello──, me crié en Grace Field House... y... parece que usted también── él lo miraba extrañado.

──Eso no tiene nada que ver. Tú y yo no somos iguales.

──Usted es un soldado de Ratri, ¿no es verdad?──asintió──, sé que no lo eligió por voluntad... sólo quiso salvar su vida──bajó un poco la mirada──, nadie que trabaje para él lo hace por voluntad...──.

──¡Ve al grano! ── exclamó furioso.

──Sólo... sólo déjame sacar a alguien de aquí, ¿sí? nos iremos, no... no van a descubrirte.

──Tú eres de los que activó esa cosa, ¿no? ──Norman asintió──, entonces, ¿Por qué vienes por la hija de Ratri? es la única que está aquí, pidieron explícitamente no dejarla salir──.

──Porque... porque ella me ayudó... Ella me ayudó con el plan para destruir este lugar... ¿No te pone feliz de que alguien por fin haya podido lograrlo?

El soldado se quedó en silencio por un rato.

──¿Eres de Grace Field? ──Norman asintió──, ¿Cuándo te enviaron? ──.

──En dos mil cuarenta y cinco. ¿Por qué?

──¿Cuál era el nombre de la mujer encargada de tu planta?

──¿Eso qué...?

──¡Responde!

──¡Isabella! ¡Se llama Isabella! ── exclamó finalmente.

──¿Isabella...? ¿De... de casualidad era pelinegra y ojos púrpura? ──él asintió──, vete. Ve y salva a tu amiga, yo te cubro──.

──¿Conociste a mi madre? ── preguntó.

──No. No conocí a tu madre──negó──, yo conocí a Isabella, mi Isabella. No la madre de la planta tres. No conocí a la mujer que te crió, conocí a la niña que fué antes de eso──.

Con esas palabras, Norman entendió todo. Supo que él era alguien cercano a Isabella y que sólo por eso, le perdonaba la vida.

──Toma esto──le entregó las llaves──, vas a necesitarlas──.

──Oye... ¿Cuál es tu nombre? ── preguntó Norman, antes de irse.

──No debería decirlo... pero, probablemente no salga vivo de aquí... Me llamo Leslie.

──Muchas gracias, Leslie── comenzó a correr.

Ahora venía la parte difícil. ¿En cuál de todos los centros de retención estaba? Se hubiese preguntado aquello mucho más, pero sólo le bastó con escuchar los gritos llenos de rabia de una voz chillona tras una de las puertas.

──Reconocería esa voz en cualquier lado── dijo para sí mismo.

──¡Carajo! ──gritaba, mientras golpeaba la puerta repetidas veces──, ¡Quién sea que esté allí, si no me sacas voy a arrancarte la cabeza y con una pinza sacar cada uno de tus dientes y hacer un maldito collar si no me dejas salir de aquí! ──.

──Por Dios, Emma, haz silencio. No pueden saber que estoy aquí── intentó ver cuál era la llave de la puerta.

──¡Sácame de aquí, sabandija cejona! ¡Pasé todo el día con las ratas!

──Por lo menos ellas son más amables que tú── siguió intentando abrir la cerradura.

──¡Apúrate! ¡¿Quieres?!

──Mmmn... Podría dejarte aquí si quisiera, a menos de que digas las palabras mágicas── se burló, pero ya había encontrado la llave.

──Métete tus palabras mágicas por el culo, idiota.

──Entonces te quedarás aquí.

──¡Bien! ──se resignó──, sácame de aquí, por favor, Norman.

──Así está mejor...── abrió la puerta.

──¡¿Cómo se te ocurre, pedazo de imbécil?! ──le dió una cachetada──, ¡¿No ves que estamos en carrera contra el tiempo?!──.

──¡Lo sé! ──la tomó del brazo──, ¡Ahora, corre!──.

23:35 pm.

──¡¿Dónde está Vincent y Smee?! ── preguntaba Emma, mientras corrían.

──¡Vincent debería estar por el punto de encuentro! ¡La mayoría de los encargados murieron en la explosión, así que no hay peligros! ¡Los únicos eran los soldados de abajo y uno me ayudó a sacarte!

──¡¿Y Smee?! ¡¿Dónde está él?!

Norman no le respondió, cosa que ella entendió perfectamente. El silencio de la muerte era muy reconocible para ella.

──¡Ahí está Vincent! ── gritó

Ambos corrieron hacia el lugar dónde estaba, dándose cuenta de que intentaba desbloquear una puerta que tenía enfrente algunos escombros.

──¡Aún hay experimentos vivos! ──exclamó, aún forzado los escombros──, ¡Hay que sacarlos! ──.

──¡No hay tiempo! ──se opuso Emma──, ¡Pronto llegarán los refuerzos de la reina! ¡Tenemos que salir ya! ──.

──¡Norman, ayuda a mover los escombros! ── pedía Vincent.

Las últimas palabras de Smee se repitieron en su mente.

"Sé que harás lo correcto".

Norman comenzó a ayudar a Vincent con uno de los escombros, intentando empujarlo. Era bastante pesado, requería de mucha fuerza.

──¡¿Estás demente?! ── cuestionaba ella.

──¡No voy a dejar a nadie atrás, Emma! ¡Los que puedan venir, vendrán! ¡Así que cállate y ayuda o vete tú sola!

──Norman...

──¡No! ──le interrumpió──, ¡Esta gente merece vivir! ¡Ninguno tiene la culpa de estar aquí! ──.

──¡Norman!

──¡¿Qué?!

──¡Si te detuvieras a escucharme, sabrías que esa puerta se abre con código! ¡No necesitas quitar nada! ── se dirigió a un pequeño teclado que estaba a un lado, logrando abrir la puerta.

Dentro de la pequeña habitación, había poco más de dos pares de experimentos, pero, había alguien en específico que llamó la atención de Norman.

Una niña con un cabello rebelde y naranja pálido que llega hasta los hombros y ojos azul claro. Aún dudaba de que pudiera ser ella, pero, al ver los números de identificación en su cuello, la reconoció perfectamente.

──¿Carol...?

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HIIII, aquí les dejo otro cap de el mejor fanfic que he escrito en mi vida.

No me gustó mucho pero ta, lo intenté. Igual sé que en algún momento lo voy a editar y ajá.

En fin, espero que les haya gustado.

Byee, nos leemos la próxima!!