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Al decir esto, se alejó caminando lejos, MinHo se quedó con la mano extendida que poco a poco se cerró en un puño lleno de frustración por haber querido detenerlo.
No sabía cuántas veces había sido rechazado ya y no podía contar cuantas veces las heridas se habían acumulado en sus adentros.
Pero ya estaba dentro y llegaría hasta el final.
MinHo:
No me dejes hablando así — le dijo en tono firme — siempre que te sientes un poco amenazado escapas y das por terminado todo, ¿No crees que empiezo a cansarme?
Jisung — quien solo había caminado pocos metros — se detuvo al escuchar a MinHo hablar, él jamás le decía nada cuando él decidía irse, pero esta vez era diferente. Pudo sentir las emociones fuertes en sus palabras, pero de alguna manera todavía eran amables.
MinHo:
Nunca te digo nada, no porque no pueda, Jisung — le habló en igual tono — puedo ser cortante como tú, pero decido no serlo.
Jisung soltó un suspiro y se volteó hacia MinHo, la mirada de este era igual de suave, pero con su ceño levemente fruncido, MinHo no estaba furioso, él solo estaba desahogándose.
MinHo:
Ponte en mis zapatos por unos segundos — siguió mientras lo miraba fijamente — ¿Crees que este matrimonio no fue inesperado para mí? ¡Claro que lo fue y mucho! Yo tampoco quería casarme, Jisung, no me veía como un esposo a mis 22 años, pero lo acepté. Desde que nos casamos, el único que ha intentado que esto funcione soy yo, tú vives la vida negando todo y alejándote como si eso fuera a anular todo esto. Siempre soy él que está buscándote e insistiéndote, soy él que te he cuidado y he considerado cada maldita cosa para no lastimarte, pero lo único que tú haces es degradar todo lo que hago y desecharlo.
Jisung tragó sintiéndose como un total idiota, la forma en la que MinHo le decía las cosas era suave, pero la naturaleza de sus palabras era cruel, él era la única persona que podía regañarlo sin sentirse realmente como tal.
MinHo:
¿Cómo es que un soldado puede ser tan cobarde? O ¿Esa es la imagen que te gusta mantener? Porque todo lo que yo veo es un adolescente muy acomplejado e inseguro de sí mismo — le habló aún en tono más suave — desde que llegue lo único que he querido hacer es conocerte y entenderte, pero tú trabajas tan duro para que eso no pase. ¿Crees que te traje aquí porque me moría de ganas por visitarlo? Odio las alturas de los juegos mecánicos, odio oler algodón de azúcar todo el día, odio el ambiente de una feria en general, pero te traje aquí porque te he visto ser consumido por la ansiedad toda la puta semana, no me lo dijiste, pero sé que estás nervioso por tu misión y lo único que quería era que te aliviaras un poco, te he estado cuidando y ni siquiera lo has notado.
Jisung tensó sus quijadas, un nudo se le formó en la garganta sin poder detenerlo y la opresión en su pecho se volvía más real. MinHo lo miraba directamente a los ojos en semblante firme lo que lo hacía sentirse más pequeño y frágil.
MinHo:
No me bastó tanto tiempo para darme cuenta qué no estás hecho para estar solo, porque tú eres tu mayor enemigo Jisung — le habló — pero descuida, tú sigue actuando igual, que yo siempre seré el tonto que te sigue el juego.
Esta vez fue el turno de MinHo de pasar a su lado y dejarlo atrás, cuando lo hizo, sus hombros se rozaron y Jisung sintió desfallecer. Una lágrima corrió por su mejilla y sus labios temblaron levemente mientras bajaba la cabeza y apretaba sus ojos.
Absolutamente todo era cierto y Jisung no podía negarlo, él había logrado sacarlo de su zona segura poniendo tan solo un poco de presión. MinHo siempre era el lindo, el tierno, el considerado, el atento y el sonriente, Jisung no estaba listo para ver a un MinHo serio y firme mientras le decía todos los errores que cometía.
Llevó las manos a sus ojos limpiando sus lágrimas y suspiró poniendo un semblante pacífico a pesar de que por dentro todo estuviera roto, se dio la vuelta viendo la figura de MinHo caminar sin ver atrás a la distancia.
Le siguió a cierta distancia caminando hasta el auto, al estar ambos adentro, Jisung solo observaba a MinHo con la culpa ahogándolo, este actuaba normalmente con un leve rostro molesto.
El auto emprendió su camino, callado e incómodo, pesado y asfixiante. Jisung mordía su labio hasta sacarse sangre, mientras su pecho subía y bajaba, se sentía inquieto e infeliz, triste, lastimado, pero culpable.
Jisung:
MinHo, yo...— musitó.
MinHo:
No hablaremos de esto, Jisung — le interrumpió firmemente.
Jisung lo observó en silencio y este no le pudo importar menos, así que decidió solo callarse mientras se limpiaba la lágrima que amenazaba en salirse.
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Al entrar en el departamento, Jisung viajó hasta el sillón sentándose y escondiendo la cabeza sobre sus piernas, su mirada se perdió entre el transparente cristal que daba hacia la ciudad mientras intentaba soportar su fuerte dolor de cabeza.
MinHo lo observó por pocos segundos y caminó directamente más allá hasta llegar hasta la refrigeradora y tomar un vaso limpio sirviendo un poco de agua fría en el, de la misma manera sacó una píldora de los estantes superiores y luego caminó hasta Jisung sentándose a su lado y poniéndolas enfrente. Este, de reojo, lo vio, pero no se movió ni un milímetro, esto le hacía más mal y sus ojos se aguaron.
MinHo:
Mírame — le dijo llamándolo.
Jisung volteó, el semblante de MinHo se había suavizado y lo miraba en manera amorosa.
MinHo:
Siento haberte hecho sentir mal, pero en parte te lo merecias — le dijo suave mientras acercaba su mano para quitar los cabellos de su frente.
Jisung no le contestó, pero se quedó en esa posición quieto, MinHo dirigió la mano hasta la píldora y ante la atenta mirada de Jisung rompió el empaque y la acercó poco a poco a los labios de Jisung. Este lo observó a los ojos y solo abrió su boca recibiendo la pastilla entre sus dientes, cuando esto pasó los suaves dedos de MinHo rozaron con sus labios y un nerviosismo se instaló en su estómago.
MinHo se quedó más de lo necesario tocando los labios de Jisung y observándolos, pero ante la atenta mirada de este, mejor quitó su mano tomando el vaso de agua y guiándolo hasta la pequeña boca de Jisung. Este comenzó a beber al agua dejando que la pastilla viajara por su garganta y entrara en su sistema mientras cerraba los ojos, los ojos de MinHo se posaron en la manzana de Adam de Jisung, que se movía seductoramente en cada trago.
Cuando Jisung tuvo suficiente, él mismo tomó el vaso — rozando la mano de MinHo — y lo puso de vuelta en la mesa, mientras sentía el toque de MinHo sobre sus cabellos de nuevo, Jisung lo miró aún con las piernas escogidas y la pregunta que menos espero se formuló en su cabeza.
¿Puede ser posible que la persona que antes te hizo sentir mal venga a consolarte de una manera dulce y silenciosa haciéndote sentir bien?
Jisung solo quería sentirse bien y le pidió a MinHo lo que no creyó nunca necesitar.
Jisung:
¿Puedes abrazarme? — ante la atenta mirada de alguien que jamás espero escuchar esas palabras.
🪖🪖🪖🪖🪖🪖🪖🪖
Fin del capítulo
No hay nada peor que alguien que te aprecia mucho te diga tus errores y que aun así no lo haga para lastimarte...
Parece que la ciudad no es lo único que empieza a volverse tóxica ...
Pd: hoy me mude a otro celular jsjs, es por eso que me tarde en publicar 🤑🥺
Bye, las amo 🌺🖤
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©𝐅𝐀𝐈𝐑𝐘_𝐇𝐀𝐍𝐍
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