"¡Buenos días a nuestros queridos habitantes, esperamos hayan amanecido bien y con ganas de seguir trabajando!

Para hoy se pronostica un día nublado y sin sol, perfecto para quedarse en casa tomando un café. 

Recuerden vivir bien, seguir las reglas y no hacer nada fuera de control que obligue a los oficiales a arrestarlos.

Porque todo es perfecto aquí, en FantonHill, la ciudad de ensueño"

Jisung:
Pff, ciudad de ensueño — soltó sarcástico dándole una mordida a su sándwich mientras escuchaba la voz femenina resonar por los megáfonos de las calles.

Era un día por la mañana común, se había levantado a las 4 am a hacer 1,000 lagartijas, para luego bañarse, ponerse su uniforme, desayunar y salir de su apartamento para ir a su trabajo.  

Comió como pudo el sándwich, observó su aspecto en el espejo por última vez, estilizando sus cabellos medio largos y quitándose las últimas migajas de la boca. Tomó sus llaves y salió de su apartamento caminando hacia el ascensor.

Al bajar los 10 pisos, caminó por la recepción tranquilamente, ya que tenía tiempo de sobra para su hora de entrada. Por suerte, ayer no le había tocado turno nocturno, por lo que había descansado bastante.

Recepcionista:
¡Teniente Han, buenos días! — lo saludó gustosa.

Jisung:
Buenos días — contestó respetuosamente — ¿cómo está hoy, señorita?

Recepcionista:
Mejor que anoche, le aseguro — soltó — Gracias por ayudarme con mi hijo ayer, si no le hubiera dado primeros auxilios seguramente mi situación fuera otra.

Jisung vio a la mujer hacer una reverencia hacia él y luego darle una caja, lo que parecía ser un pequeño agradecimiento, el cual él tomó rápidamente.

Jisung:
Descuide, estoy a su servicio — dijo casi automáticamente — tengo que irme, pero no dude en acudir si tiene otra emergencia.

Se despidió agitando su mano y la mujer solo vio al serio y educado Teniente Han alejarse. Salir a las calles cambiaba la vista totalmente, parecía todo normal y en orden entre los grandes edificios, con personas de todo estilo caminando hacia sus trabajos, niños con uniformes escolares apurando a sus padres a llegar más rápido y perritos corriendo lejos de sus dueños.

FantonHill se dividía en 14 distritos que gozaban de vidas jerárquicamente variantes, los primeros distritos eran lujosos, seguros y bonitos, pero los últimos eran peligrosos, pobres, sombríos y con mala calidad de vida; Jisung vivía en el distrito 1 ya que era un soldado bajo el mando directo de los líderes, lo que hacía que no pudiera ni imaginarse la vida que vivían los otros. La gente podría considerarlo "afortunado", pero, en este punto de su vida, no sabía si esto era verdad, como soldado veía y hacía demasiadas cosas de las que jamás se enorgullecería.

Al salir de su edificio vio hacia el cielo, estaba nublado tal como lo había anunciado la voz en los megáfonos, lo cual le parecía absurdo teniendo en cuenta que todo era falso.

Corea, hace 30 años, había sido lugar de fuertes ataques nucleares que dejaron todo totalmente destruido y poco habitable debido a la radiación; FantonHill era lo único rescatable de todo, el único lugar habitable y "seguro" que quedaba en el país entero. Él era solo un bebé cuando FantonHill abrió sus puertas, su madre, en afán de protegerlo, se había esforzado en conseguir un lugar en la aclamada ciudad, donde no todos pudieron entrar.

Los que no pudieron abrirse paso habían muerto por la radiación, en medio del desastre que había al otro lado del muro.

Su madre lo logró, entró a FantonHill asegurando el futuro de su pequeño bebé, ¿pero a qué precio?, lamentablemente la radiación a la que se expuso terminó matándola años después.

FantonHill gozaba de aparente riqueza y seguridad, el uso de avanzada tecnología podía verse en cada rincón, FantonHill era perfecto a la vista.

Pero todo era falso.

Obviamente esto es algo que no se le decía a la gente, pero todo en la ciudad era prefabricado, desde el aire que se respira hasta el bello cielo arriba de sus cabezas. FantonHill mantenía sus secretos muy bien ocultos de sus habitantes y él que lograba descubrir alguno era eliminado inmediatamente para no levantar sospechas, Jisung mismo había eliminado a tantas personas en su vida. 

Eso es lo que Jisung odiaba, la falsa perfección de todo.
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Entre caminatas y pensamientos de odio hacia su vida llegó a la mansión — más bien castillo — de los líderes.

Algunos de sus compañeros ya estaban en el lugar trabajando, en las rejas de la entrada lo dejaron pasar automáticamente al conocerlo y los soldados de rangos menores le daban el saludo con la mano sobre sus frentes.

Caminó hasta el patio principal sabiendo bien que al líder le gustaba siempre dar las órdenes del día a los soldados de rangos mayores. Llegó justo a tiempo colocándose en la formación con sus manos entrelazadas en la espalda y viendo al líder aparecer con sus costosas prendas y su figura albina que a su opinión generaba bastante desconfianza. 

ManYoung:
Buenos días, justo a tiempo — habló el hombre — ustedes los de la izquierda trabajarán en el ala norte recibiendo los nuevos refugiados que sobrevivieron al exterior, recuerden siempre llevar su equipo anti radiación puesto, ustedes los del medio viajarán al distrito 10 llevando suministros a los locales, y ustedes de la derecha les toca patrullaje sencillo sobre las calles, cuidando de la seguridad y bienestar de todo, recuerden que no me gustan los problemas así que sepan manejarnos desde el inicio.

Todos incluido Jisung musitaron un "¡sí, señor!" Para luego comenzar a dispersarse, Sería un día tranquilo para él y el patrullaje sencillo por las calles, tan solo pasaría su día relajado y–

ManYoung:
Teniente Han, quédese — musitó sacándolo de sus pensamientos.

Jisung:
Señor, sí señor — soltó haciendo un saludo militar hacia él.

El hombre esperó a que todos desalojaran el lugar para quedar solo con Jisung quien algo extrañado esperaba sus palabras. 

ManYoung:
Teniente, tengo entendido que en 2 semanas cumple los 22 años — le dijo luego. 

Jisung:
Es correcto, señor — contestó serio. 

ManYoung:
¿Entonces porque aún no ha ido a las oficinas matrimoniales? — le habló — sabe perfectamente las reglas y si no está casado antes de los 22 ni yo ni nadie podrá salvarlo de ser ejecutado, no se permiten desobedientes en esta ciudad. 

Jisung apretó sus mandíbulas fuertemente solo escuchando las palabras del hombre. 

Jisung:
Lo siento señor, es que he estado ocupado con el trabajo últimamente — mentira, él mismo sabía que no quería ir a ese horrible lugar — nunca fue mi intención desobedecer las leyes, buscaré algún tiempo el fin de semana para ir. 

ManYoung:
No, irás hoy mismo — soltó mirándolo a los ojos.

Jisung se sorprendió abriendo sus ojos ampliamente al escucharlo. 

Jisung:
¿H-Hoy? — titubeo un poco

ManYoung:
Sí, vas a patrullar toda la mañana y te doy toda la tarde libre para asistir a las oficinas y arreglar todo — soltó. 

Jisung bajo su mirada levemente apretando sus puños atrás en su espalda, solo eso le faltaba, que el día de emparejarse con alguien de esta maldita ciudad al azar llegara. 

Maldito Lee ManYoung, maldito sistema de matrimonios, maldita FantonHill, malditos todos. 

Jisung:
Como ordene, señor — dijo inclinándose levemente y tragándose todas sus palabras. 

ManYoung:
Bien, me gusta la actitud — soltó — no te avergüences, uno de mis hijos también irá hoy por la tarde. Los muchachos de hoy dejan todo para último momento. 

Jisung:
Ah, si — soltó desinteresado. A la mierda usted y todos sus hijos señor Lee. 

ManYoung:
Bueno, entonces vaya a trabajar teniente — musitó para luego desaparecer. 

Jisung hizo una reverencia antes de que se fuera y luego solo suspiro harto. 

Jisung:
Genial, me tendré que casar para salvar mi cuello — soltó molesto caminando lejos con sus compañeros. 
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La mañana pasó más rápido de lo que le hubiera gustado y ahora se encontraba almorzando con Felix para luego irse a la maldita oficina, esté como siempre portaba su uniforme azul oscuro que identificaba a los empleados de comunicaciones.

Felix:
Entonces HyunJin se cayó sobre la olla y quedó con todo el trasero rojo por la salsa — soltó entretenido mientras masticaba — me toco lavar doble ropa ese día. 

Jisung miraba a Felix hablar sobre su esposo con una sonrisa mientras también ingería su almuerzo, aun si no tenía ganas. 

Jisung:
¿Cómo es que hace 1 año odiabas a muerte a tu esposo y hoy sueltas corazoncitos al hablar sobre él? — soltó luego de segundo. 

Felix:
Nos emparejó ese maldito sistema de matrimonios y ambos nos detestábamos — habló — Pero debes entender que convivir con él todos los días hace sus milagros, ahora nos amamos de verdad Jisung, estamos felices a pesar de haber iniciado pésimo.

Jisung rodó los ojos por lo cliché y cursi que eso había sonado, él odiaría a su esposo con su alma hasta morirse. 

Jisung:
Dime, ¿Qué preguntas me van a hacer allá? — le cuestionó. 

Felix:
Nada fuera de lo normal, ellos tienen tus datos ya — soltó— van a pincharte el dedo para sacarte sangre y te van a preguntar tu sexualidad.

Jisung:
¿Para qué querrían ellos eso? — bufó cruzándose de brazos.  

Felix: 
Porque así los registran en el sistema, Sung — habló — no quieren unir un gay con una mujer o algo por el estilo. 

Jisung:
Ah, odio todo esto — soltó molesto. 

Felix río un poco al ver a su amigo estresarse por su obligado y próximo matrimonio. 

Felix:
Quien quita y tu futuro esposo sea más guapo de lo que esperas — dijo moviendo sus cejas coqueto. 

Jisung:
No importa quien sea Lix, la sola idea me pone molesto — soltó volviendo a cruzar los brazos — descargaré todo mi odio por la vida en él y solo lo usaré para mantenerme lejos de la ejecución. 

Felix:
Bueno, tú sabrás — dijo llevándose su bebida a los labios mientras sonreía bromistamente. 

Jisung vio el reloj en su muñeca, era hora de irse, ya que tenía un resto de cosas que hacer con eso del matrimonio.

Jisung:
Me voy, rubio oxigenado — dijo parándose y acomodando su cinturón correctamente — recuerda no comer maní o vas a hincharte.  

Felix:
Lo sé, lo sé — soltó entre risas — adiós, soldadito ejemplar.

Jisung solo le dio una mala mirada mientras se alejaba del lugar para tomar un taxi. 

Jisung: 
A las oficinas matrimoniales, por favor — le dijo al conductor ya adentro. 

El señor asintió en silencio arrancando viaje. Jisung se sentía algo nervioso dada la situación, pero se mantenía sereno a la vista. 

El camino fue relativamente corto y luego de pagarle al taxi se bajó mirando el imponente edificio frente a él mientras un suspiro pesado se le escapó. 

Aquí se terminaba su soltería, ¿verdad?

🪖🪖🪖🪖🪖🪖🪖🪖
Fin del capítulo

Pobre Jisung, lo que le espera jajaja.

Bye, lxs amo 🖤🤍

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©𝐅𝐀𝐈𝐑𝐘_𝐇𝐀𝐍𝐍