VIII
Al principio no reaccioné, no entendía lo que me estaba diciendo. ¿Lydia intentando suicidarse? Parecía algo imposible.
Seguí por el pasillo a Logan, mientras corríamos me contaba lo sucedido pero yo no lo escuchaba. No podía concentrarme en nada. Sólo me preocupaba ella.
Cuando llegamos al pasillo que conducía a su habitación, vi como un montón de gente se amontonaba en la puerta del cuarto de Lydia. La mayoría eran alumnos curiosos que querían saber que pasó. Pero también reconocí a una enfermera.
Apuro el paso y llego a la puerta de la habitación.
Lo primero que veo es a Lydia sentada en la cama, completamente pálida y esforzándose por respirar, pero viva. Está viva. La tensión que sentía dentro mío desaparece en el momento en que me mira.
Me acerco y, sin pensarlo, la rodeo con mis brazos. Puedo sentir su costosa respiración y como tiembla ligeramente.
Mientras la abrazo veo la cuerda colgada del techo de la habitación. Se había intentado ahorcar. Se me corta la respiración.
—Por suerte llegamos antes de que sea tarde. Quiero verla en la oficina de el psicólogo de la universidad. —Le dice la enfermera a Lydia mientras sale del cuarto.
Todos los alumnos van despejando la entrada para volver a la rutina, lo ocurrido sólo será una anécdota más en la hora de almuerzo.
—Oh, Lydia ¿qué ha pasado? ¿Estás bien? —Miro las marcas que dejaron la cuerda alrededor de su cuello.
—Dylan... —Me mira con horror. Está asustada, puedo verlo en la forma en que me mira— No estoy loca, no necesito ningún psicólogo.
—No estás loca. Lo sé, prometeme que no lo volverás a hacer.
—¡No lo hice! Lo juro.
Lágrimas recorren sus mejillas. Por alguna razón sé que no está mintiendo. No tiene ningún sentido.
—¿Qué quieres decir? ¿Alguien intentó matarte?
Lydia asiente, y en ese momento recuerdo la conversación con mi abuela.
"Tú representas una amenaza para Azazel."
¿Puede ser posible que él tenga algo que ver en esto? Quizás sólo me quiera joder la vida. Aún así, es absurdo. ¿Qué riesgo podría ser yo para un Demonio? Apenas puedo matar una mosca sin sentirme culpable.
Dudo que Lydia esté mintiendo, ella realmente no intentó suicidarse. Tampoco hay ninguna razón, que yo conozca, para que Azazel quiera matarla.
Sólo me queda una opción. Algo que debería haber hecho desde el primer momento en el que escuche el nombre de Azazel.
Si de verdad un Demonio Mayor tiene miedo de mí, un simple universitario, sólo hay una forma de averiguarlo.
~ ~
—¿Qué quieres hacer qué? —Los ojos de mi abuela poco más y se salen de la sorpresa— ¿Te has vuelto loco?
No era ninguna locura. Bueno, tal vez un poco.
—Lo tendría que haber hecho desde el principio. —Le dije indiferente, tomando un sorbo de mi café.
Mi abuela se había quedado unos días cerca de la universidad, así que aproveché para contarle mis planes, y ahora estábamos sentados en la cafetería de la universidad hablando de demonios, un día normal en mi familia.
—No puedes invocar a un Demonio así como así. No sólo es difícil de hacer, es muy peligroso.
Me quedo pensando en lo que dice, pero realmente no me importa. Sólo quiero terminar con todo esto. Quiero enfrentar directamente al culpable de mis pesadillas, y al culpable de que no pueda tener una vida normal. Bueno, al que yo creo que es el culpable.
—Y quién mejor que tú para ayudarme en la invocación. —Me levanto de la silla de la cafetería y me dirijo a mi próxima clase. Me toma del brazo antes de que pueda escaparme.
—Claro que no jovencito —Usa su típico tono de reproche, y me hace acordar a cuando vivía con ella—, no pienso ser parte de esto.
—¿Entonces dejarás que tu indefenso nieto invoque a un Demonio Mayor? —Pongo carita de perro y ella suspira, dándose por vencida.
—A veces creo que nunca debímos de haberte contado respecto a el Mundo Subterráneo.
—¿Y con qué impresionaría a las chicas? —Bromeo y ella me suelta.
Mi último comentario me recuerda a Lydia, y antes de ir a mi clase voy directo a verla.
Cuando encontré el despacho del psicólogo, vi a Lydia sentada en la sala de espera.
Me acerco y me siento a su lado. Pasa un rato hasta que el silencio se rompe.
—No tienes que entrar si no quieres.
—¿Tú sabes que no quise hacerlo verdad? —Se me acerca y me mira con los ojos grandes y preocupados, más preocupados de lo que nunca antes había visto— ¿Tú me crees?
Me aprieta las manos y siento una presión en el pecho, ¿le creo? Una parte de mi dice que Lydia sería incapaz de hacer algo así, pero otra parte quiere que entre en ese consultorio.
La abrazo porque no sé qué más hacer. No puedo responder a su pregunta.
—Estaba estudiando, cuando las luces se apagaron, creí que sería algo normal... pero empezó a hacer mucho frío y sentí que no estaba sola en la habitación, estaba realmente asustada. —Se acurruca más contra mí mientras sigue relatando—. Cuando me había decidido a dejar el cuarto siento que me sujetan del cuello y me levantan en el aire —Lleva instintivamente sus manos a su delicado cuello, y no puedo evitar mirarla—, escuchaba voces que me hablaban, pero no entendía qué decían. Entonces sentí la cuerda a mi alrededor y me asusté aún más. Luego perdí la consciencia y cuando me desperté vi a la enfermera.
—Te creo, lo sabes. —Las palabras salieron antes de que pudiera pensarlas—. Voy a hacer todo lo que pueda para encontrar a la... cosa que te hizo esto.
—No, no lo hagas. Tengo un mal presentimiento Dylan —La puerta del consultorio se abre y sale un señor canoso, el psicólogo— Creo que puede ser peligroso, no quiero que te metas en esto. Déjalo como está, sólo olvídate.
Dice esto último y entra en el cuarto junto al señor.
Me quedo pensando un rato hasta que me acuerdo de que tengo clases.
¿Realmente es tan peligroso involucrarme en esto? No veo otra forma de solucionar el problema. Quiero dejar atrás todo lo relacionado a los demonios, fantasmas, Azazel... Quizás no puedo salir, toda mi vida me relacioné con espíritus, no conozco otro mundo. Es mi destino.
—¿Dylan? —Un escalofrío me recorre el cuerpo al escuchar mi nombre siendo pronunciado por esa voz.
Se que debería seguir mi camino e ignorarla, pero como nunca hago lo correcto, me doy vuelta y la enfrento.
—Alexa. —Recorro sus facciones con la mirada, cualquiera vería una chica común yendo a estudiar, pero lo único que yo veo es a un monstruo—. Oh, espera, ¿ese es tu verdadero nombre?
—El verdadero nombre de este envase, claro. —Sonrie dejando ver unos afilados dientes. Dientes de demonio. Hago una mueca al escuchar la palabra «envase» los demonios suelen referirse así a los cuerpos que poseen mientras están en la Tierra.
—¿Quién eres? —Digo con asco y ella sonríe aún más.
—Si crees que voy a decirte mi nombre real eres más idiota de lo que pensé. —Se acerca a mi, pero yo no me alejo. No le tengo miedo—. Trabajo para Azazel, eso puedo decírtelo.
Me guiña un ojo y un escalofrío me recorre el cuerpo.
—¿Qué quiere él de mi? Si puedes decírmelo, claro.
Ella me rodea mientras habla.
—No te quiere vivo, eso está claro...
—Entonces por qué no viene y me mata él mismo, en vez de enviar a sus... peones. —La miro con desprecio y Alexa borra la sonrisa de su cara al escuchar la expresión "peón" para referirme a ella.
—Estás muy equivocado si crees que puedes referirte a mi con esa falta de respeto, mocoso. —Los ojos negros se dejan ver por fin, revelando su verdadera identidad. Su piel se vuelve grisácea y se empieza a agrietar. Las orejas y la nariz le crecen varios centímetros en punta. Es la primera vez que veo la forma auténtica de un demonio y debo decir que no me gusta para nada.
—Eres realmente fea, ¿lo sabes? —me río sarcásticamente y ella gruñe.
—Te mataría yo misma, en este momento, si no fuera porque mis órdenes son otras. —Dice secamente y su verdadera forma va desapareciendo, dejando ver a la dulce muchacha de debajo.
—¿Y cuáles son tus órdenes? —Me cruzo de brazos teniendo esperanza de que me diga qué es lo que está haciendo acá.
—¡Ja, ja! Me caes bien, Dylan, a pesar de que no eres muy educado con los demonios. —La campana suena indicando que las clases ya comenzaron—. Estoy aquí para vigilar a Logan, es realmente lindo, ¿no crees?
Se va y me deja pensando, otra vez, que tiene que ver Logan en todo esto.
~ ~
No estoy escuchando lo que dice el profesor, no estoy prestando atención en lo absoluto.
Todos mis pensamientos están concentrados en Logan.
¿Debería contarle lo de Alexa, lo que ella es, o debería solucionar esto sin involucrar a nadie? Solamente yo, con la ayuda de mi abuela, invocando a Azazel. Y solucionar nuestros problemas, cara a cara.
~ ~
Nuevo capítulo!!!
¿Que les está pareciendo la historia? ;)
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