II
Me despierto en una habitación de hospital. Bueno, por lo menos no estoy tan mal como para no reconocerla.
Las luces están apagadas y, por la poca luz que entra por la ventana de mi izquierda, puedo decir que es de noche.
Miro a la sombra que se encuentra sentada en la silla, junto a mi camilla. Me asusto instantáneamente y doy un salto haciendo que me duela la cabeza. Llevo una mano a mi frente con una mueca de dolor y pongo mi mirada de vuelta en la sombra y está vez me doy cuenta que es Logan. Mierda, que susto me dio.
Está dormido, medio tirado en la silla y babeando todo el respaldo. Río internamente.
—Hey, Logan. —Lo llamo pero no se le mueve ni un músculo. Estoy por llamarlo de vuelta pero la sombra de un niño aparece a su lado y me sobresalto.
La sombra se va esclareciendo y me deja ver a un niño de no más de 10 años quizás.
Nos miramos fijamente, me doy cuenta que el espíritu lleva puesto el pijama con el que, probablemente murió. Noto, un poco extrañado, que no tiene ninguna marca o sangre que indique cómo murió. Todos los fantasmas tienen las heridas por las cuales fallecieron. Pero este niño no, podría decir que está perfectamente vivo, si no fuera por su piel fantasmagórica, en la cual casi se podía ver a través de él.
El niño tiene el pelo rubio y los ojos de un verde intenso, siento que lo reconozco de algún lugar ¿Dónde vi a este niño antes?
—... ¿Quién eres? —La pregunta sale de mi boca antes de darme cuenta. Si quiero ser normal no se supone que hable con niños muertos. Joder.
"Debes irte, esconderte" —Es todo lo que dice. Su voz resuena dentro de mi cabeza, a pesar de que sus labios no se mueven ni un centímetro puedo escuchar claramente lo que me dice.
Otra peculiaridad de los fantasmas o espíritus, como quieran llamarles, es que no son para nada específicos. Me sacan de mis casillas.
—Déjenme en paz. —Grito y cierro los ojos con fuerza esperando que desaparezca, pero cuando los vuelvo a abrir, el niño se encuentra más cerca.
"Vete, no quiero que te lastimen" —Eso me sorprendió. Los espíritus no suelen demostrar sus "sentimientos"
Veo que empieza a desvanecerse y tengo el repentino sentimiento de no querer que se vaya.
—... ¿Qué? No, espera, ¿Qué quieres decir... —Pero el niño ya se había ido. Suspiro frustrado y grito mientras golpeo las sábanas con mis puños.
¿Por qué tengo que ser así?
¿Y desde cuándo los fantasmas se portan bien conmigo? La aparición del niño podría haber sido una advertencia, y en otro momento de mi vida, cuando me preocupaba por ayudar a los fantasmas, quizás le hubiera hecho caso. Pero lo que menos quiero hacer ahora es irme. No cuando estoy empezando a vivir una vida normal. No cuando me gusta lo poco que tengo ahora, y no voy a dejar que los jodidos espíritus me lo arrebaten.
—Hey, hey tranquilo. —La voz de Logan hace que deje de golpear la pobre cama de hospital. La voz de Logan... ¡Logan! ¿Me habrá escuchado?
Busco cualquier indicio de rechazo en su mirada, pero sólo veo preocupación.
—¿Hace cuánto que estoy durmiendo? —Es la pregunta que recorre mi mente desde que me desperté. Intento olvidarme de la aparición del niño y de su advertencia, pero simplemente no puedo.
—Un par de horas —Se acomoda en la silla mientras bosteza—. Te golpeaste muy fuerte la cabeza y cuando te encontré ya estabas desmayado... Me asustaste.
Lo recuerdo. Desafortunadamente. Las voces, de todas ellas recuerdo una particular. No era nada que hubiera escuchado antes y eso me asusta. Me asusta no saber con lo que me estoy enfrentando.
—Sí, creo que no he comido bien y...
—No me mientas —Me interrumpe antes de que termine de contar mi mentira—, vi que has conocido a mi hermano pequeño. —Dice con una mirada indescifrable.
¿Qué? ¿Cuándo?
Me remuevo incómodo en la cama. De repente me siento fuera de la conversación.
—¿De qué hablas? —De verdad, no sé de qué habla.
Veo que su mirada sigue puesta en mí, y hace que sienta que no puedo mentirle y sé que puedo confiar en él, a pesar de sólo conocerlo hace unas semanas.
Desvío la mirada a mis manos. No puedo contarle la verdad. Si quiero mantener esto poco que tengo, nadie puede saberlo. Nunca conocí a nadie que me haya aceptado por lo que soy, y estoy seguro de que ésta no es la excepción.
Así que sólo me quedo callado, esperando que diga algo más. Vamos, juzgame tú también Logan. Sé igual que ella.
—...Dylan. —Dice suavemente, lo que me dan ganas de llorar, el tener una mínima esperanza de que a alguien no le importe que soy un maldito fenómeno.
Dios, extraño a mi padre.
—Espera ¿Qué quieres decir con que conocí a tu hermano pequeño? —Recién ahora caigo en lo que dijo e intento recordar si en algún momento de las semanas anteriores mencionó algo respecto a su familia.
Logan me cae bien por el hecho de que nunca preguntó por mi familia, ni yo por la suya. Era un tema que ninguno de los dos mencionó nunca pero sabíamos que no se tenía que hablar, no ahora por lo menos. Y la razón de que justo ahora, en un momento random, decidiera mencionar a su hermano pequeño, me desconcierta de alguna manera.
Miro a su rostro, sus facciones finas y delicadas, su pelo rubio pálido y sus ojos verdes... Oh no. Imposible.
Mi boca se abre pero no sale sonido alguno. Logan ríe al ver que, al fin, me doy cuenta.
—¿Qué... —No termino la frase porque no sé cómo hacerlo. ¿Qué diría alguien normal en momentos como estos?
—Mi hermano pequeño, Adam —Aclara nuevamente, y ahora su mirada tiene una pizca de tristeza—, él murió hace dos años de leucemia —Oh, eso explica el que no tenga heridas. De repente me siento mal por Logan. Sé lo que es perder a alguien por una enfermedad, sientes que el mundo está siendo injusto y te niegas a dejarlo ir, la vida simplemente es un asco—. Desde entonces se ha estado comunicando conmigo de alguna forma que no entiendo. Pensé que quizás pudieras ayudarme a entender lo que me quiere decir, te vi hablando con él.
—¿Puedes verlo? —Estoy manteniendo una conversación sobre espíritus sin que la otra persona salga corriendo asustada.
Esto es nuevo, aunque no me sorprende. Los fantasmas, cuando no pueden descansar en paz, suelen aparecer ante sus seres queridos para que los ayuden. Lo que si me sorprende es que no pueda entender lo que Adam quiera decirle. Los espíritus no suelen tener problemas para hablar con sus seres queridos.
—Si, pero es el único espíritu que vi en mi vida, y no tengo dudas de que tú puedas hacer mucho más de lo que yo puedo —Se inclina contra mi cama y me mira fijo—, por eso quiero que hables con él por mi, y me digas lo que quiere decirme.
Sus manos están aferradas con fuerza a las mías, y sé que es su manera de pedir por favor.
—¿Cómo no te horrorizas de todo esto? —Estoy francamente sorprendido.
—Llevo dos años viendo a mi hermano muerto. La primera vez que me pasó casi muero del susto —Un amague de una sonrisa aparece en su boca, y casi río con él—. No tengo tiempo de asustarme. No cuando él quiere decirme algo y yo no lo entiendo, estoy desesperado por saber si puedo ayudarlo.
—Te ayudaré. —Lo digo antes de pensar en lo que me estoy metiendo.
Cuando me decidí por ir a la universidad, era para alejarme de lo paranormal. No hablar con espíritus y tampoco ayudar a otros con sus problemas sobrenaturales. Sí, solía ayudar a la gente que creía que veía fantasmas, pero la mayoría eran productos de la imaginación. La gente está loca.
Aveces creo que nunca podré ser normal. ¿Realmente puedo alejarme de lo que soy? No conozco otra vida que no sea esta y eso me asusta, más de lo que cualquier fantasma.
Aceptar ayudar a Logan es el primer paso para no poder ser normal nunca más, porque al ayudarlo estoy aceptando, de manera indirecta, mi poder.
¿Dónde quedó lo de ser un chico común de veinte años?
~ ~
Me dieron el alta a las pocas horas, tendría que hacer reposo un tiempo, pero eso no me preocupa. Estoy más asustado de las voces que escuché antes de desmayarme, no era de ningún tipo de espíritu que haya escuchado antes. La voz se sentía como si me estuvieran perforando el cerebro con cada palabra. Palabras que no entendía.
Me estoy cambiando mientras Logan espera a fuera.
Termino de ponerme toda la ropa y estoy a punto de salir, pero algo me detiene.
En la pared del fondo hay palabras escritas, casi parece que estén hundidas en la pared. No creo que eso haya estado antes, pero lo que me llama la atención son las palabras, y cuando las leo, sé que es lo mismo que las voces me decían antes de desmayarme.
"Ven a visitarme al infierno"
~ ~
¿Qué les está pareciendo la historia?
¿Opiniones, comentarios, sugerencias?
Voy a intentar actualizar más seguido. ;)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro