Tomados de la mano, llegamos al cine. Me morí de emoción y con una sonrisa de oreja a oreja, volteé a mirar a Joakim.

_ ¡Dime por favor que me traes a ver la película que tanto quería! – me sonrió.

_ Si, así es

_ ¡Ay qué emoción! ¡Por fin podremos verla! – soltó una carcajada.

_ Sabía que querías ver esta película, y bueno, quería sorprenderte – me derretí por completo.

_ Mi Joakim. Siempre eres tan bueno y tierno conmigo

_ Solo quiero hacerte feliz Emma. Amo verte así con esos ojitos llenos de felicidad

_ Mi amor, mi amor

Le dije en un éxtasis de felicidad y Joakim derretido por mí, volvió a reírse todo feliz; yo lo abrasé con mimos y él me ató a sus brazos y nos besamos.

Entramos a la sala, la que estaba llena, en especial por parejas. Joakim un poco incómodo frente a tanta gente, yo lo miré, pero él trató de que aquello no le fastidiara más de la cuenta y me tomó con cariño del brazo y me condujo a nuestros asientos.

Algunos se sorprendieron al ver a Joakim, lo que él ignoró y actuó de lo más normal. Me sonrió, y me abrazó. Yo le sonreí, y feliz me apoyé en su pecho. esperamos a que la película diera comienzo.

_ ¿Mi amor? – tomó mi mano y ladeó un poco su cabeza para mirarme.

_ Dime

_ ¿No te incomoda que estemos aquí? – le pregunté preocupada y él me sonrió.

_ No, tranquila. Venimos a ver esta película como cualquier persona normal, así que relájate. Nadie nos molestará, te lo aseguro...

Mi corazón latía fuerte sin parar y ambos atentos a la película de amor, sentía su cálido cuerpo junto al mío y su dulce presencia en mí.

Los personajes principales se estaban besando y mi corazón latió aún más fascinado. Joakim volteó a mirarme y recordó que habíamos hecho una vez más el amor en su cama y me observó intenso, sin que yo me diera cuenta.

Más que intrigada con la película, Joakim también lo estaba; metimos la mano al paquete, de palomitas de maíz a la misma vez, y nos tocamos sin querer las manos y nos sonreímos.

Una escena subida de tono hizo ruborizarme, y nerviosa, él sonrió con mucha ternura. Yo lo miré.

_ Ven aquí niña mía

Me susurró y sujetó con cariño mi rostro; me acercó lentamente a sus labios y me besó todo apasionado. Yo me entregué a su beso y los dos nos besamos sin darnos cuenta de que un paparazi, infiltrado, nos tomó una foto.

Gemí en sus oídos, él me besó con intensidad y haciéndome suya, sostuvo todo su peso en sus brazos, para no aplastarme; yo lo abrasé fuerte y él me miró. Yo me perdí en sus ojos celestes y Joakim me amó con locura.

Subió el ritmo, lo que me hizo gemir con más deseos. Acarició mis pechos y volvimos a besarnos.

Deseó que yo lo montará y se recostó junto a mí. Yo le sonreí y me le subí. Fascinado, observó todo mi cuerpo desnudo sobre él, lo que lo excitó con locura; yo me introduje deseosa en él y comencé a cabalgarlo y él fijo en mí y en mis dulces movimientos, yo solté otro gemido. me miró perdidamente enamorado.

Yo cerré los ojos y me sentí más abducida de placer.

Él me tomó por la cintura y me ayudó con las embestidas, lo que me provocó que más me excitará. Lo miré y él fijo en mí, yo le sonreí y elevé las embestidas.

Acarició mis pechos, miró mi vientre con ternura y me lo acarició.

Casi no podía más y me le abalancé encima y los dos gimiendo, él tomó mi mano

_ Te amo niña mía. Te amo mi parvularia – me susurró y yo le gemí con más placer.

_ ¡Así mi amor, así!

Le susurré y Joakim me ató a su pecho. acarició toda mi espalda y nos besamos sin parar hasta que acabamos.

Joakim besó mi hombro desnudo, yo le sonreí y él me miró perdidamente. Sujetó mi mano con cariño y me asechó con su intensa y provocativa mirada.

_ Te amo tanto, niña mía – le acaricié su mejilla.

_ Yo también te amo mi amor. Soy tan feliz aquí en tus brazos. Amo dormir aquí en tu cama y a tu lado – me sonrió con ternura.

_ Niña mía – Acarició mi mejilla y yo me sentí la mujer más feliz, querida y deseada de todas.

Me acomodé de lado, él se acurrucó a mi espalda y nos miramos fijamente, muy cerca el uno con el otro. Joakim pasó con delicadeza su mano por mi desnudo hombro y me susurró:

_ Me encanta hacerte el amor

_ A mí también me encanta mi Joakim. Soy solo tuya

_ Y lo serás siempre mi hermosa – volvió a susurrarme y yo me derretí por completo.

_ Oh mi amor – me aferré más a su pecho y él feliz, tomó mi mano con cariño.

_ Te amo...

Dormidos abrazados en su cama, Joakim despertó y me miró dormida en sus brazos. Sonrió y me observó dormir.

Sus ojos brillaron, acarició mi mejilla y me amó con locura.

De pronto, sentí sus suaves caricias en mi rostro y desperté. Le sonreí.

_ Lo siento, te desperté

_ No, tranquilo – me miró risueño.

_ Te ves tan linda cuando duermes – le sonreí.

_ Mi Joakim. Cada mañana que despierto y te veo a mi lado soy tan feliz – acarició mi brazo desnudo.

_ Y yo lo soy. Ya no puedo dormir ninguna noche y despertarme una mañana, si no te veo dormir y sonreír a mi lado

Sus ojos me destellaron y yo perdida en ellos, le volví a sonreír, amándolo con todo mi corazón. Él volvió a acariciar mi brazo y continuó observándome con regocijo.

Llegó de su largo e interminable viaje y soltó su equipaje. Miró todo el aeropuerto en sí y esbozó una sonrisa...

Su celular sonó y ella corrió para contestarlo. Al ver que se trataba de él, soltó una risa con satisfacción.

_ Creí que no llegarías hoy

_ Le dije que llegaría sí o sí ¿Cuándo le he fallado?

_ Nunca, a excepción que mi hija prefirió a otro... - tragó saliva.

_ ¿Y cómo está ella? Emma

_ Según ella está de lo mejor. Dándose la vida de casada con ese artista vulgar y de malas costumbres

_ ¿Artista vulgar y de malas costumbres?

_ Ay Ricardo. Si supieras todo lo que ha pasado desde que te fuiste y dejaste desconsolada a mi muchachita

_ Señora Pilar, usted sabe cuáles fueron mis motivos por los que tuve que dejar a Emma

_ Lo sé, pero ya han pasado más de dos años. Jamás volviste a dar una señal de vida. Te creímos muerto

_ Vamos, si no fue para tanto, pero entiéndame, yo no podía seguir con Emma estando casado

_ ¿Y aún lo estás?

_... Por desgracia si, pero muy pronto dejaré de estarlo, y cuando eso pase, reconquistaré a su hija, ya lo verá – mi madre volvió a sonreír.

_ Así me gusta muchacho. Así siempre debió haber sido, porque entre ambos, no me gusta para nada ese sujeto con el que está mi pobre pequeña

_ ¿Por qué? Me imagino que debe tener una vida al igual que todos los demás artistas. Noches en fiesta, tragos sin parar y mujeres arriba y abajo

_ Así es. No sé cómo hacer reaccionar a Emma para que desista de seguir al lado de ese tipo. Somos el hazme reír de todos por su culpa

_ Paciencia. Verá que en cuanto me vea, se olvidará de inmediato de ese artista cualquiera...