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Litle vittles

Bien se sabía que nadie, absolutamente nadie detenía a United States of America, (según el y su ego).

En cuanto esté se entero del cierre de comunicaciones se puso manos a la obra, y comenzó el plan que tenía desde hace mucho, y que ahora lo haría para joder al estúpido comunista de mierda.

USA- ¿Que se cree ese idiota, que me quedaría de brazos cruzados? - Termino de arreglarse su uniforme, saliendo a aquel espacio abierto lleno de aviones. - No tienes ni la más mínima idea de con quién te metes.

El americano se subió a uno de los aviones, mientras cargaba varias cajas y las acomodaba dentro.

UK- Ya está todo listo. - Limpiaba sus manos con un pedazo de tela, mientras se acercaba al estadounidense.

USA- Entonces ya es hora. - Se sentó al borde del avión, mirando a su padre que tenía aceite en la cara. - Tienes...- Se señalo su propia mejilla para que el mayor entendiera.

UK- Se limpió la mejilla con el mismo trapo. - Gracias.

Un silencio incómodo se formó, le seguía siendo incómodo pasar tanto tiempo junto a su padre sin que fuera por razones políticas.

USA- Ya es hora de irme. - Se levantó volviendo a entrar al avión.

UK- Por favor, no hagas una tontería.

USA- No lo haré. - Rodó los ojos con fastidio mientras cerraba la puerta. - Lo haré cuando regrese.

UK- ¿Que? - Detuvo la puerta antes de que el estadounidense la cerrará por completo.

USA- Que te lo explique él. - Apunto atras del mayor y aprovecho que el británico volteo para cerrar la puerta.

UK- Será mejor que empieces a hablar, chico.

Mex- ¿Por qué acepte esto?

Y ahí comenzaba el primer viaje de su operación, llevar miles de víveres en varios aviones hasta el aeropuerto de Berlín. Esta sería la mejor manera de que el soviético entendiera las consecuencias de sus actos. La gente moría de hambre y eso no sería nada bueno para la ideología del comunista. Aunque hace poco lograron detener algo peor, USSR los había amenazado y quería el control completo de Berlín, pero claro que no lo dejarían, después de una "sutil" contramenaza, no volvió a molestar, pero no retiro el bloqueo.

Ahora el soviético tendría que ceder si o si.

.

Los hijos del soviético se encontraban jugando en el jardín de la casa, su padre había vuelto a salir de viaje, así que tenían la casa sola para jugar.

Aunque cierto ruso aprovecho la ausencia de su padre para entrar al cuarto de Alemania, ya que desde hace ya varias semanas que no lo dejaba ni acercarse.

RDA- No es necesario que te quedes aquí. - Dejo de lado aquellos libros que el soviético le había dado. - Te vas a aburrir.

Rus- Pero quiero estar contigo. - Estaba acostado en la cama del contrario, observando como el mayor, que estaba sentado frente a su escritorio, tomaba algunos apuntes.

RDA- Mejor ve a jugar con tus hermanos, tu eres el mayor y deberías cuidarlos. - Se estiró en su lugar para después voltear a ver al menor. - Yo iré después de terminar esto.

Rus- ¡No! - Se sentó de golpe mirando con el ceño fruncido al alemán, aunque esto solo causaba ternura en él. - Mi papá no está, así que ya puedes dejar de mentir.

RDA- Rusia. - Miro con tristeza al menor, no quería imaginar cómo se había sentido estás últimas semanas siendo ignorado por él. - Esto no es mentira, si no termino esto tu padre me matará.

Rus- Se cruzó de brazos mirando a otro lado inflando sus mejillas. - Pero el se fue.

RDA- Está vez si bajaré a jugar un rato. - Se levantó de su lugar para sentarse junto al ruso y envolverlo en sus brazos. - Solo déjame avanzar un poco el trabajo.

Rus- ¿Lo prometes? - Se recargo en el pecho del mayor, tomando la mano de este y entrelazar sus dedos.

RDA- Lo prometo. - Se inclino para darle un beso y hacer sentir mejor al menor, dejándose llevar por el momento y aquellos labios tan finos y delicados, pasando ambas manos por la nuca del ruso y, sin darse cuenta, aumentar la intensidad del beso, moviendo sus labios un poco desesperado, mientras acostaba al menor en la cama. Se sentía tan bien, una corriente que pasaba por su cuerpo como una onda de calor que aumentaba conforme el beso avanzaba y se combinó junto las manos del menor aferrándose a sus ropas.

Hasta que sintió una extraña sensación en su entrepierna al rozar por accidente al menor con su miembro, algo que el ruso también sintió.

Rus- ¿Ali...? - Tenía su boca entreabierta, jadeando por la falta de aire y con sus mejillas rojas. Una vista que no ayudo en nada en su problemita de ahí abajo. - ¿...que fue eso?

RDA- Y...yo...no lo sé...- Se levantó rápidamente, obligando al menor a hacer lo mismo.

Rus- ¡Hey! ¡¿Que te pasa?! - Grito al sentir que el alemán lo empujaba hacia la puerta.

RDA- ¡Perdón! - Cerro la puerta sin poder mirar al menor por la vergüenza.

No tenía idea de que había pasado, y tampoco sabía por qué su miembro había reaccionado así, le había pasado antes pero no sabía por qué y solo ocurría cuando estaba con el ruso o pensaba en él.

Mientras que afuera, el ruso no podía moverse y solo se dedicaba a tocar sus labios. Le había gustado ese beso, se sintió extraño pero una extrañeza llena de adrenalina, llena de miedo. Por qué si, él estaba asustado. El beso le gustó pero eso no significa que no le haya aterrado la reacción del alemán.

.

Mex- Estoy seguro que nos meteremos en problemas. - Caminaba junto al estadounidense, ambos con un abrigo con capucha que les cubría el rostro. - Es imposible que no nos vieran en el puto avión.

USA- Avioneta. - Aclaro mirando con una sonrisa despreocupada al mayor.

Mex- ¡¿Que tiene de diferencia?!

USA- Que es una avioneta proveniente de Rusia que conseguí gracias a mis contactos.

Mex- ¿Y que te hace pensar que no irán a inspeccionar? USSR pudo haber visto el aterrizaje y sospechar algo.

USA- México. - Tomo al mencionado de los hombros, volteando para mirarlo a los ojos. - Todo saldrá bien, todos está planeado perfectamente, y tú lo sabes.

Mex- Suspiro cerrando los ojos para calmarse y disipar sus nervios. - Esto es ilegal USA.

USA- Me sorprende que tengas miedo después de las idioteces que hiciste en la guerra. - Rio soltando al tricolor y continuar caminando.

Mex- Yo no tengo miedo. - Reclamo siguiendo al de franjas rojas con molestia.

USA- Te conozco desde hace tanto tiempo. - Sonreía ampliamente sin mirar al mayor. - Recuerdo cada pequeña expresión de tu rostro.

Mex- USA. - Le dedicó una mirada melancólica, mezclada con molestia por el tema que quería sacar el estadounidense. - Ya hablamos de esto.

USA- Lo sé, lo sé. - Agachó la mirada con tristeza, pero sin deshacer aquella sonrisa. - Acordamos no mencionar...eso, como si nunca hubiera pasado.

El de escudo de águila asintió, y ambos continuaron caminando en un profundo silenció que incomodaba a ambos.

Mex- Fuiste un idiota.

USA- Lo sé.

Mex- Mis hijos...

USA- Tus hijos se fueron por voluntad propia.

Mex- Tu los persuadiste.

USA- México, yo no quería hablar de eso.

Mex- Tu iniciaste.

USA- No era sobre eso, yo solo quería...

Mex- Mira gringo, hicimos las pases, apenas y nos estamos volviendo amigos, así que no lo arruines ahora.

El mayor miro la expresión del estadounidense, se veía bastante dolido por las duras palabras que le dijo.

Mex- Se que no es fácil pero... - Sintió aquellos labios que desde hace tiempo no había probado, aquellos que le pertenecieron solo a él y, por lo que sabía, no habían sido probados por alguien más.

USA- Lo siento. - Dijo al separarse, un poco sorprendido por qué el mexicano no lo había interrumpido. - Yo solo quería un último beso.

Mex- Será mejor que con esto dejes el tema. - Tomo al menor del cuello de su uniforme para que este se agachara. - Por qué si tú vuelves a mencionarlo, te partire toda tu madre cabron.

USA- S...si. - Asintió nervioso cuando el mexicano lo soltó bruscamente.

Continuaron caminando entre aquel frondoso bosque, hasta encontrar aquella gran casa a la cual venían por capricho del estadounidense.

Mex- ¿Seguro que no nos matarán?

USA- Tranquilo, se que USSR salió de casa.

Mex- ¿Cómo lo sabes? - Vio la gran reja que rodeaba la casa.

USA- Supongamos que tal vez CIA está paseando por tierras rusas.

Mex- Esto se está volviendo más ilegal. - Salto para comenzar a escalar hasta lo más alto y ofrecerle ayuda al menor.

USA- Esto se vuelva más interesante. - Tomo la mano del tricolor y comenzar a subir.

Mex- Creo que estás subiendo de peso. - Rio dando un último salto para bajar.

USA- ¡¿Que?! - Grito ofendido, imitando al contrario. - ¿Cómo te atreves a decir eso?

Mex- Estás más pesado que antes.

USA- ¡¿Me estás diciendo gordo?!

Mex- Tal vez.

USA- ¡Escúchame pedazo de...

Rus- ¡Señor USA! - Grito a lo lejos empezando a correr, mientras que atrás de él sus hermanos lo observaban.

USA- Hola, pequeño Rusia. - Se puso de cuclillas para poder saludar al menor, aunque se sorprendió al recibir un beso en la mejilla, sintiendo la mirada confundida del mexicano. - Veo que ya no eres tan pequeño como recordaba.

Rus- ¿Que está haciendo aquí? - Dijo alegre al escuchar aquello del estadounidense, por lo menos alguien ya no lo veía como el niño que era antes.

USA- Vine a darles una sorpresa. - Volteo a ver al mayor, este asintió mientras abría su mochila dejando ver decenas de dulces y comida haciendo que al menor se le iluminarán los ojos. - Ve por tus hermanos.

Rus- Si. - Corrió emocionado regresando con sus hermanos.

Mex- ¿El niño más tierno del mundo? - Miro con los brazos cruzados al menor.

USA- ¿Que? Es un buen niño.

Mex- Creo que tú estás esperando a que deje de serlo.

USA- ¿Estás insinuando que soy pedófilo?

Mex- Estoy insinuando que te gusta el pequeño Rusia.

USA- Mejor deja de decir idioteces y entrega lo que pedí. - Le arrebato la mochila mirando mal al mayor, pero su expresión cambio al ver que los hijos del soviético se acercaban. - Ya vete.

Mex- Uy ¿Que paso con el cariño de hace rato?

USA- Pensé que habías dicho que no querías que lo mencionara.

Mex- Si, si, ya lo sé. - Se quedó parado unos minutos, viendo cómo el menor era rodeado por 15 niños emocionados por los dulces que habían traído, y como el mayor de estos le agradecía una y otra vez por haberles traído comida decente

Se adentro a la casa lamentandose de inmediato por qué no tenía idea de dónde estaba el alemán. ¿Y por qué no estaba con los hijos de USSR? No quería pensar en que el mayor lo había obligado a permanecer encerrado todo este tiempo.

Después de abrir varias puertas y husmear entre algunas cosas, logro encontrar la habitación del alemán, pero fue gracias a algunos sollozos que lo preocuparon, por lo que no tardó en abrir la puerta.

Mex- ¿Hola? - Asomo la cabeza, viendo el menor llorando sentado a la orilla de la cama. - ¿RDA? - El menor se sobresalto, dando un pequeño brinco por la sorpresa, y mirando con miedo al mexicano.

RDA- ¿Qui...quien es usted? - Pregunto entre sollozos, mientras retrocedía lentamente.

Mex- Tranquilo, soy un amigo. - Se adentro al cuarto, notando que este estaba muy bien ordenado, o tal vez era que no había mucho que ordenar ahí. - ¿Por qué lloras? - Se asustó más al ver que el menor volvía a llorar. - Hey, no llores, cuéntame qué te pasa. - Se sentó junto al alemán, manteniendo la distancia para no asustarlo. - Te juro que no muerdo, aparte, tengo todas mis vacunas. - Se alivio al ver que este soltó una pequeña risa, aunque seguía llorando. - Así que dime ¿Que te ocurre?

RDA- No lo se. - Dijo entre sollozos mientras secaba sus lágrimas.

Mex- No puedes llorar y no saber por que. - Sonrió amablemente para que el menor se calmará y confiara en él. - No te voy a regañar, si es que eso es lo que te preocupa.

RDA- No es eso, es solo que...- Se sonrojo encogiéndose en su lugar mientras jugaba con sus manos.

Mex- ¿Solo que...? - El menor se acercó para susurrarle en el oído. - Oh.

Y así, México tuvo que dar una charla que nunca pensó dar en su vida.

Pubertad.

Mex- No es nada malo, es parte crecer. - Dijo ya cuando el menor había regresado del baño. - Y normalmente pasa cuando alguien te gusta mucho.

RDA- Pero... Pero Rusia es un niño, no puedo hacerle...eso que me dijo.

Mex- Te aseguró que te sorprenderás al darte cuenta de que ya no lo es. - Le invitó a volverse a sentar junto a él, cosa que el menor hizo sin dudar.

RDA- Apenas tiene 9-10 años. - Se dejo caer con pereza, acostándose cubriendo su rostro.

Mex- No digo que lo hagas ahora, tal vez deberías de esperar un poco, nosotros crecemos dependiendo de nuestras necesidades.

RDA- Pero políticas y geográficas, y Rusia esta bajo el mando de su papá, no creo que crezca rápido. - Se lamento aún sin quitarse las manos de su rostro. - Crecer es un asco.

Mex-  Soltó una carcajada al ver al menor, estaba tratando de no hacerlo pero no pudo evitarlo mas. - Te ves como si el mundo se hubiera acabado y estuvieras en un apocalipsis. - Se volteo un poco para poder ver al alemán mientras hablaban. - También crecemos dependiendo de nuestras necesidades cotidianas ¿Acaso no has notado que Rusia creció un poco mas que sus hermanos desde que sale contigo?

RDA- Pensé que era mi imaginación. - Se descubrió el rostro mirando al mexicano. - ¿Como es que sabe tanto de eso?

Mex- Hace mucho estuve en tu lugar, enamorado de un niño que me puso mi mundo de cabeza.

RDA- ¡¿Enserio?! - Se sentó de golpe, asustando al mayor que casi cae de la cama.

Mex- Si. -Dijo sosteniéndose el pecho tratando de recuperarse del susto. - Solo que yo no tuve a alguien que me explicará lo que pasaba, si yo hubiera preguntado algo sobre el tema me hubieran puesto una madriza. - Recupero la compostura, volviendo a tener una sonrisa. - Pero él y yo pudimos con eso.

RDA- ¿Entonces todavía están juntos?

Mex- No. - Su sonrisa amable cambio por una melancólica junto con una mirada triste. - Los dos tuvimos problemas y nos tuvimos que separar por un largo tiempo, y cuando por fin nos volvimos a encontrarnos nos dimos cuenta de que no era lo mismo, ya no eramos aquellos jóvenes que se veían a escondidas.

RDA- Perdón, pero puede hacer otra pregunta.

Mex- Tu preguntame lo que quieras, yo te responderé cualquier cosa.

RDA- ¿Quien es el niño del que habla?

Mex- Ay wey, eso...eso tal vez no te lo pueda decir. - Vio al menor a punto de reclamar con unos ojos suplicantes, no debía de hacerlo, a veces odiaba el encariñarse tan rápido de los demás. - Bien, bien, no te diré el nombre pero...- Alzó una mano al ver que ahora si el menor se molestaba. - Solo diré que es el país que me trajo aquí.

RDA- Con eso me basta. - La sonrisa que antes tenía desapareció. - Gracias.

Mex- No hay de que niño, solo ya no te mortifiques pensando así. - Saco la carta poniéndola frente al menor. - USSR esta loco, pero trataremos de ayudarte con pequeñas cosas, por lo memos para que sigas teniendo una sonrisa.

El alemán tomo la carta con duda, abriendo con cuidado el sobre y comenzar a leer, mientras la sonrisa volvía a su rostro y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Mex- Se que hubieras preferido ver a tu hermano, pero no queríamos arrie...- Sintió como el menor lo abrazaba con fuerza, hundiendo su rostro en su pecho mojando su ropa por las lágrimas mientras agradecía una y otra vez por haber traído una carta de su hermano. - Hey, acabas de dejar de llorar. - Tomo al menor de la cara para que mirara. - Sonríe.

RDA- Es...es que...ustedes se...se meterán en problemas por nosotros.

Mex- Te dije que no te preocuparas esas cosas. - Coloco su mano en la cabeza del menor.

USA- Hey, creo que ya es algo tarde ¿no cree? - Hablo desde el marco de la puerta, estaba junto a Rusia que parecía estar enojado.

Mex- Pues alguien me mando a buscar a alguien sin siquiera saber donde encontrarlo. - Se separo del menor para encarar al estadounidense.

USA- Pudiste haber preguntado.

Mex- Me mandaste a la verga cabrón.

USA- No lo hice.

Mex- Claro que hiciste hijo de...

RDA- Señor México. - Llamo interrumpiendo a ambos adultos. - Gracias por todo.

Mex- No hay de que niño.

USA- Bueno, creo que enserio hay que irnos.

Mex- Tal vez hasta ya encontraron el avión.

USA- Avioneta.

Mex- Como sea. - Rodó los ojos para después mirar al alemán que me hacia señas apuntando al estadounidense, por  lo que asintió al entender a lo que se refería. - Ya vámonos.

USA- Esperó que lo qe traje les dure mucho, sobretodo a ti. - Señalo al ruso, este solo río mientras asentía, el estadounidense le había regalado una caja extra de chocolates y prometió racionarlos.

Mex- Adiós, esperó volver a verlos. - Iba a avanzar pero se detuvo para mirar al alemán por ultima vez. - Recuerda niño, sonríe.

Después de eso, ambos americanos salieron del lugar sin dejar algún rastro de que habían estado ahí.

RDA- ¿Estas enojado?

Rus- Si. - Dijo con sinceridad viendo como el alemán sonreía burlandoce de él.

RDA- ¿Sabes que solo fue un abrazo?

Rus- Si, pero te abrazo mucho tiempo.

RDA- Solo fue un abrazo. - Abrazo al menor de la cintura. - A ti es al único al que beso. - Le dio un pequeño beso haciendo sonrojar al ruso.

Rus- Ali. - Se recargo en el pecho del mayor, cerrando los ojos para descansar. - ¿Tu me amas?

RDA- Tu sabes que si.

Rus- Yo también te amo a ti.











































USA- ¿Que fue todo eso?

Mex- ¿A que te refieres?

USA- Señor México, gracias por todo.

Mex- Tu no puedes reclamarme, yo solo hice un favor, tu estas interesado en el niño.

USA- Pff, claro que no. - Rodó los ojos cruzándose de brazos, dejándose caer en su lugar. - ¿Que clase de favor le hiciste al niño como para que confiara en ti? A mi me ve y me mata con la mirada.

Mex- Tuve una platica muy incomoda con él, creo que eso hizo que confiara automáticamente en mi.

USA- ¿Que clase de plática?

Mex- Pubertad.






























Sé que acabo de abordar un tema muy controversial con respecto a USA y México, tal vez tenga dudas, que espero poder aclarar después. Por el momento solo diré que USA no tuvo tanta culpa por tomar territorio mexicano, si, tal vez hubo muchas cosas que el no debió de hacer, pero México lo permitió, así que se podría decir que vos comparten la culpa en partes iguales. Que uno sufrió más es otra cosa.

Creo que esto quedó muy largo, mucho relleno. Pero México tiene que ser  doña chismosa y debe de enterarse de todo.

Lo bueno es que por fin actualice, pinche celular culero se descompuso y hasta ahorita pude escribir.

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