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Extras 2

Solo un beso ¿Verdad?

Hace años en la casa de USA.

RFA estaba terminando de empacar sus cosas, pronto de iría a vivir con Francia y UK. No le agradaba mucho la idea, le gustaba estar aquí, todo era muy tranquilo, USA era muy amable y ONU era un buen amigo, siempre estaban juntos, almorzaban, comían y cenaban juntos, trabajaban juntos, hasta dormían juntos, bueno en camas separadas pero en el mismo cuarto. ONU era alguien muy especial que lo confundía sobre si considerarlo un amigo.

ONU- ¿Mañana te vas? - Pregunto sentandose en la cama, se había despertado por el ruido que hacía el alemán.

RFA- No, me voy en un mes. - Se escuchó el ruido del cierre haciéndole entender a la organización que había terminado. - Pero me gusta hacer las cosas con tiempo, así que guarde todas las cosas que no ocupo.

ONU- Por eso me agradas. - Se sentó a la orilla de la cama soltando un bostezo. - Eres muy responsable, espero que cuando te vuelvas país trabajemos juntos.

RFA- Yo también lo espero. - Sonrió mientras se sentaba a un lado del azul celeste, quería hablar un rato con él antes de irse a dormir, sentía un extraña sensación de calidez al estar con él, esa que le hacía dudar de lo que sentía.

ONU- ¿Me vas a extrañar? - Pregunto de repente mientras miraba al suelo.

RFA- Claro que lo haré, eres mi amigo. - Lo volteo a ver con una sonrisa. El contrario correspondió con un notable sonrojo, ambos se quedaron mirándose unos segundos hasta que se volvió algo incómodo cuando una pregunta cruzó por la mente de ambos ¿Que se sentirá besar sus labios?. - O...ONU.

ONU- ¿Que pasa? - Trataba de disimular sus nervios pero el constante movimiento de sus manos lo delataba.

RFA- ¿T...tu ya has dado un be...beso? - La organización se sonrojo aún mas mientras su espalda se erguia por la sorpresa.

ONU- N...no. - Se movió incómodo en su lugar mientras miraba sus manos. - ¿Y...y tú? - El alemán nego apenado. - ¿Cre...Crees que podríamos...?

El contrario asintío temeroso mientras la organización estaba rojo como un tomate.

ONU- ¿Sabes cómo hacerlo? - Sintió como el mayor se acercaba lentamente.

RFA- Volvió a negar nervioso mientras tomaba la mano del contrario. - Solo lo e visto. - Vio lo nervioso que estaba y se alejo un poco. - ¿Enserio lo quieres hacer?

ONU- Asintío volteado su rostro para quedar frente a RDA, pero se arrepintió al ver que estaba demasiado cerca. - Qui...quiero dar m...mi primer beso contigo.

Ambos se miraron unos segundos debatiéndose en si iniciar el beso o no. Sentían su corazón latir por los nervios, querían hacerlo. Y sin darse cuenta ambos de acercaron uniendo sus labios pero por la fuerza que usaron terminaron chocando sus dientes.

ONU- Pe...perdón. -Dijo apenado poniéndose la mano en la boca, si había dolido.

RFA- Fu...fue mi culpa. - Trataba de no reír, le había parecido gracioso aquel golpe. - ¿Podemos intentarlo de nuevo y fingir que el otro nunca paso?

ONU- Es...está bien. - Se descubrió la boca suspirando para darse valor, pero por los nervios apretó los labios.

RFA- Se acercaba de a poco a sus labios, ahora estaba más confiado, pero se detuvo a milímetros de los labios. - Abre tu boca.

El menor se sonrojo aún más al sentir el aliento del mayor sobre su boca, se sintió un escalofrío por su cuerpo.

Obedeció de inmediato y no tardó en sentir como los labios del alemán se juntaban con los suyos comenzando a moverse algo torpe. No sabía que hacer, solo se dejó llevar correspondiendo poco a poco el beso.

Sus manos temblaron pero no evitaron que abrazaran al alemán aferrándose con fuerza, mientras que este lo abrazaba de la cintura para acercarlo. Le agradaba esa sensación de ser amado, aunque

Se separaron jadeando por la falta de aire, el menor con un enorme sonrojo y los ojos cerrados por la vergüenza, pero los tenía que abrir, necesitaba ver la expresión del mayor, quería ver si el mayor demostraba algún sentimiento de amor hacia él. Entreabrio los ojos aumentado su sonrojo al ver el deseo en los ojos del alemán.

Este no dudo en volver a unir sus labios acercándose más a la organización haciendo que esté quedará semiacostado.

Casi no podía seguir el ritmo del beso, solo se aferró a la espalda del alemán dejándose llevar por este cuando lo acostaba en la cama.

A veces se separaban para tomar aire pero no tardaban en volver a besarse. Sentían un extraño calor recorriendo su cuerpo y, aunque se moría de vergüenza, ONU quería continuar, pero aún así se asusto al sentir como el el alemán metía sus manos por debajo de su piyama tocando sus espalda y su torso.

Las manos eran frías pero sentía como si quemarán su piel, soltaba un suspiro con cada caricia que sentía. Nunca se dió cuenta del momento en que su torso se quedó desnudo, su piyama estaba levantada a la altura de su clavícula.

El alemán dejo sus labios, cosa que le molestó, pero soltó un jadeo al sentir como repartía besos en su torso. Cada vez sentía más calor, ahora el alemán estaba entre sus piernas y sus manos las acariciaban, soltando pequeños gemidos cada que pasaban cerca de su entrepierna.

Pero por fin soltó aquel gemido agudo que los sonrojo a ambos. El mayor solo había comenzado a lamber uno de los pezones del mayor, le habían llamado su curiosidad y decidió intentarlo, pero no creyó obtener esa reacción.

RFA- ¿T...te gustó eso? - Pregunto sonrojado mirando al menor a los ojos, estaba muy cerca de su rostro y su tono de voz era diferente, no quería admitirlo por vergüenza, pero era sexy. Solo asintio tomando algo de valor para besarlo de nuevo, aunque diferente, sintió la lengua del mayor entrar a su boca, y con nervios también uso la suya. Eso le ayudaba a callar los gemido que salían por la mano que jugaba con sus pezones y la otra que acariciaba sus glúteos.

Volvió a bajar sus besos, comenzando a dar algunos por su cuello, bajando hasta su clavícula y terminar en los pezones, lamiendolos y chupandolos, le gustaba escuchar a la organización sacando esos sonidos obsenos.

Cada vez sentía más roces de la entrepierna del mayor en sus glúteos, haciéndole desesperar, pero tampoco sabía cómo actuar para que entendiera que le urgía otra cosa.

Después de pensarlo mucho, en realidad poco por el poco raciocinio que poseía en ese momento, decidió comenzar a quitarse el pantalón, el alemán se dió cuenta de eso y le ayudo aprovechando para acariciar la piel de sus piernas, notando que eran muy suaves y tersas. Tomo una de las piernas y comenzó a besarla dejando varios chupetones como lo había echo en el resto del cuerpo, pero ahora no se pudo resistir a morderlas, sacándole un quejido al menor.

Por eso no quería usar sus dientes, sabía que lo iba a lastimar, pero algo dentro de él quería morderlo y dejar marcas de sus dientes en todo el cuerpo.

RFA- Perdón. - Se disculpo viendo la marca que había dejado, casi le saca sangre.

ONU- Nego con los ojos llorosos, la boca entreabierta, y aquel sonrojo que parecía nunca desaparecería. - Pu...puedes hacerlo.

RFA- No te duele. - El menor nego, y eso basto para que comenzará a morder cada parte de su cuerpo tratando de no enterrar sus dientes hasta hacerlo sangrar pero si para dejar unas notorias marcas.

Mientras hacía eso, trataba de bajarse el pantalón, y acercar más el cuerpo del contrario. La mayoría de las cosas que hacías las hacía por instinto, pero era la primera vez que estaba en una situación así, y solo tenía unas cuantas cosas claras. Por lo que cuando logro desvestirse, comenzó a rozar su miembro con la entrada del menor, sintió como se sobresalto, pero no reclamo ni se hizo a un lado, todo lo contrario, movió su cadera para que fuera más fácil para el alemán.

Todo iba bien, hasta que el alemán metió casi de golpe su miembro haciendo que la organización gritara de dolor pero inmediatamente se cubrió la boca, no quería que el estadounidense entrara y los descubriera.

ONU- Du...duele...- Sollozo mientras lágrimas caían por sus mejillas, solo podía quedarse quieto viendo la cara de preocupación del alemán.

Sabía que ninguno de los dos quería parar, dolía, pero quería llevar esto hasta el final, y el alemán parecía ansioso por moverse, pero no lo hacía al pensar que lo iba a lastimar. Inhaló profundamente tratando de calmar sus lágrimas, sonrió algo forzado y con miedo y torpeza comenzó a moverse. Dolía y ardía, pero esperaba que eso pasara.

Alemania lo miro preocupado, sabía que eso le incomodaba al menor, pero seguía moviéndose. El no quería hacerlo, si lo hacía podía volver a gritar, pero no podía soportar más estar así. Comenzó a moverse lentamente escuchando sus quejidos, quería parar pero se sentía bien, tan jodidamente bien que sin darse cuenta, aumento la velocidad de las embestidas.

ONU- Es...esper ah~ n...no ngh tan...tan...- El dolor no se había ido, pero se había combinado con una sensación de placer. Apretaba las sábanas con sus manos y mordía sus labios para no alzar la voz, comenzaba a disfrutar aquello. - Ra...rápido mmm~.

RFA- ¿Qui...quieres que pare? - Pregunto mirando como este comenzó a morder su propia mano.

ONU- No...ah~ - Tomo al mayor del cuello para besarlo. - Más~ mas~ rápido Ale~. - Decía entre el beso poniendo más rojo al alemán. No tardó en hacer caso, la verdad el también quería moverse más.

Tomo la cadera de la organización y manejo la embestidas a su antojo, debes en cuando le daba algún beso o dejaba alguna marca en su cuello, pero se dedicaba más a llegar más profundo, parecía que cada que embestía así el menor soltaba un gemido mucho más fuerte y agudo y le gustaba escucharlo.

ONU- Ale~ Ale por favor más~ ¡Más~ Ale ah ah~!. - Eso lo volvió loco, no podía resistirse al ver esa cara tan llena de placer, esos ojos que lo miraban con lujuria y con pequeñas lágrimas y las manos que comenzaban a abrazar su espalda.

Perdió la razón y tomo ambas piernas para ponerlas sobre sus hombros, quería escucharlo gemir así sin importar que alguien los escuchara. Solo con embestirlo una vez en esa posición soltó un gemido de placer tan alto que podía jurar que se escuchó en toda la casa.

El de piel celeste no podía parar de gemir así, el miembro del alemán tocaba en un punto que ni el sabía que tenía, pero lo hacía sentirse en el cielo. De sus labios corría un hilo de saliva, sus piernas temblaban aunque estuvieran en los hombros del contrario, y sus manos las tenía ocupadas rasguñando la espalda del mayor. Ni siquiera le importo cuando los colmillos que lo mordian se encajaron de más y le sacaron sangre que empezó a correr por su cuello.

RFA- O... ONU, creo...creo que me voy a...- Los labios del contrario lo volvieron a besar para callarlo.

ONU- Hazlo Ah~ si~.

Solo bastaron unas cuantas embestidas más para que ambos sintieran un escalofrío, la organización tuvo algunos pequeños espasmos cuando sintió el líquido caliente dentro de él haciéndole correrse entre ambos torsos y manchando un poco su rostro.

Respiraban agotados, pensaban que era lo mejor que se les ocurrió hacer en su vida. Volvieron a besarse con ternura, el mayor acariciando la mejilla limpiando el semen que tenía. Al momento de separarse lamió sus dedos sonrojando al menor.

El alemán se dejó caer demasiado agotado. No pensó que tener sexo era muy cansado, abrazo a la organización haciendo que este se pusiera nervioso y su corazón comenzara a latir con fuera.

ONU- A... Ale. - Llamo pasando sus manos por el pecho del alemán para acurrucarse. - Creo que te amo.

RFA- Se sonrojo por aquellas palabras, lo pensó un poco, no sabía que contestar, pero lo que sentía por ONU era lo más cercano a amor en ese entonces, era muy fácil confundirse. - Creo que yo también.

Ese amor solo duró un mes, que es el tiempo que RFA estuvo en la casa de USA. Y ambos se dieron cuenta de que el amor que sentían en ese entonces era otra clase de cariño, cuando RFA conoció a Japón un cariño parecido al que tenía por ONU, y ONU se dió cuenta de que quería al alemán como si fuera su familia o como un mejor amigo cuando empezaron a aparecer sus hermanos y comparo su amor por ellos con el del alemán.

Cuando se volvieron a ver ambos acordaron hacer como si nada hubiera pasado, y si querían contarlo solo mencionara en beso. Lo demás no era importante. Aunque ONU todavía tiene la marca de los dientes del alemán en su cuello.

¿Versatilidad o doble personalidad?

El alemán estaba tocando la puerta de aquel lugar donde salían reunirse con sus amigos, estaba ebrio pero aún así recordó que a Polonia y Hungría les tocaba quedarse ese día. Esa noche, después de despedirse de su hermano, había echo una pequeña parada en el callejón dónde dormían el perro y el gato que solía alimentar, y después de pensarlo un poco y pedirles consejos a sus ahora mascotas, se decidió a confesarse.

Pol- ¿Quien es a esta hora? - Dijo adormilado sentandose en el sofá.

Hun- No lo se. - Salía del cuarto con pasos lentos por el sueño. - Pero voy a matar al Idiota que toca así.

RDA- ¡Hungría! - Se escuchó seguido de unas carcajadas.

Pol- ¿Enserio lo vas a matar? - Dijo burlón haciendo que el húngaro se sonrojara. - Solo cierra la "puerta", estoy muy cansado y quiero dormir.

El húngaro solo bufo corrió la cortina que era lo único que separaba la sala del pasillo.

Siguió caminando hasta la entrada, no entendía por qué el alemán llegaba a esta hora, con tanta urgencia por entrar, y sobretodo por qué lo llamaba. No pudo evitar pensar en que el menor venía a declararse, pero descarto la idea, Ali no haría eso.

Abrió la puerta sorprendido por ver al alemán cargando un perro y un gato.

RDA- ¡Hungría! - Bajo con cuidado al ambas mascotas que entraron a la casa, y se lanzó a los brazos del mencionado y restregar su rostro en el pecho del mayor.

Hun- ¿Que haces? - Pregunto confundido por el extraño comportamiento del alemán. 

RDA- Nada. - No se separó del abrazo, se sentía tranquilo en esa posición.

Hun- ¿Estuviste bebiendo? - Pregunto al notar su aliento alcohólico.

RDA- Un poquito. - Hizo una seña con sus dedos índice y pulgar, miro unos segundos al contrario y volvió a reír. - Llévame a tu cuarto. - Susurro coqueto cerca de la oreja del húngaro, haciendo que este se sonrojara.

Hun- ¿Qué...? - Fue lo único que pudo decir antes de que el alemán lo guiará al cuarto.

RDA- Buenas noches Polonia. - Dijo al pasar por la sala.

Pol- No hagan... - Contesto al alemán, ya estaba más dormido que despierto. - Mucho ruido.

El alemán entro lanzandose a la cama y acomodarse en una posición cómoda, parecía que quería platicar dejando muy confundido y avergonzado al de parche que creía que harían otra cosa. Se sentó frente a él pero se sintió incómodo cuando esté se acercó bastante a su cara.

RDA- Siempre e pensado que eres muy guapo. - Dijo haciéndolo sonrojar. - Es algo muy raro, por qué Rusia se me hacía muy lindo.

Hun- ¿Rusia? - Dijo con notables celos, ¿Por qué Ali pensaba que Rusia era lindo?

RDA- Es que es extraño, siento algo por ti, es parecido a lo que sentía por Rusia. - Cada vez se acercaba más al húngaro. - Mi corazón late con fuerza cuando te veo. - Tomo la mano del contrario y la acercó a su pecho para que sintiera sus latidos. - Mi pulso se acelera cuando llegó y veo tu sonrisa, me encanta cuando llegó aquí y lo primero que veo es esa expresión que me tranquiliza y me trae devuelta mi paz que creía perdida. - Decía con una sonrisa llena de felicidad sin darse cuenta de lo que provocaba en el contrario, se alejo un poco al pensar lo que diría. - Y tu voz ¡Tu maldita voz me atrae como no tienes idea! ¡Siento un escalofrío cada que me saludas y dices mi nombre! - Grito lleno de felicidad, lo miro unos segundos con esa sonrisa y se volvió a acercar más que antes. - Enserio amo cuando dices mi nombre.

Hun- Ali, esp...- Fue interrumpido por aquellos labios que deseaba, y eran tan suaves y dulces como lo había imaginado. Se movían a un ritmo bastante lento, le agradaba ese toque tierno que tenía. Pero esto cambio cuando el beso comenzó a intensificarse y el término acostado debajo del alemán, ahí supo que no iba a pasar como siempre se lo imagino.

Su camisa voló hacia la puerta, dejando su torso desnudo a merced del menor. Nunca imagino que sería el de abajo. Si cuello no tardó en recibir chupetones y mordidas que le hacían dar leves quejidos, debió imaginar que este tendría los dientes picudos de la familia alemán.

RDA- ¿Sabes? Siempre quise ver que había debajo de tu ropa. - Se mordió el labio viendo el pecho del mayor. - Me gusta.

Dicho esto comenzó a lamer su torso, y el húngaro solo podía cerrar los ojos con fuerza, era extraño ser el de abajo. Pero se sobresalto al sentir los dientes encajando se en su piel, ahí reaccionó y con un movimiento logro cambiarlo de posición quedando ahora sobre el alemán aprisionando sus manos.

Hun- Ni creas que esta vez seré el de abajo. - Dijo cerca de los labios del menor, quería provocarlo, pero se molesto al ver que este solo sonreía para después romper la distancia entre ambos con un beso igual que el anterior aprovechandolo para soltarse de su agarre.

RDA- Deberías de haber pensado en otra posición. - Dijo haciendole ver que estaba sentado sobre su abdomen, tomo ambas piernas acariciandolas notando el pequeño salto que dió con ese simple toque. - ¿Asustado?

El de parche solo tragó saliva al sentir el miembro del menor rodando si entrada, era la primera vez que tendría eso adentro.

RDA- Tranquilo, se lo que hago. - Dijo con una sonrisa mientras metía una mano a su piyama para masajear sus glúteos.

Hun- Nhg...no hagas e...eso. - Estaba sonrojado tratando de reprimir sus gemidos, se sentía bien pero no quería demostrarlo.

RDA- ¿Por qué no? - Parecía restarle importancia, pero uno de sus dedos había comenzado a acariciar la entrada del mayor para abrirse paso, teniendo como respuesta un leve gemido. - Parece que te gusta.

Hun- Sa...sácalo. - Comenzaba a doler pero el agarre del alemán le impedía moverse.

RDA- Ya pasará. - Su mano desocupada comenzó a recorrerse hasta llegar al miembro del húngaro y comenzar a estimularlo. - ¿Sabes? Recuerdo que me puse muy celoso la vez que Polonia y tú dijeron que fuero novios pero que habían terminado bien. - Metió el segundo dedo notando las lágrimas que el mayor comenzaba a tener pero al mismo tiempo su miembro comenzaba a ponerse duro. - No me gusta que toquen mis cosas. - Noto que el mismo húngaro comenzaba a bajarse el pantalón. - Y pensar que hoy tú y el estaban juntos en la casa me hizo enojar y quise reclamar lo que me pertenece.

El húngaro tenía el pantalón la rodilla, daba leves gemidos al sentir los dedos del menor moviéndose y la mano que lo masturbaba al mismo ritmo. Sintió como ambas manos de alejaban dejándolo confundido pero lo comprendió al ver cómo el alemán se baja el pantalón y lo volvía a tomar de la cintura.

Hun- Es... espera. - Detuvo ambas manos del alemán que iban directo a meter su miembro a la entrada. - ¿Podemos ca...cambiar de posición? - Dijo avergonzado, necesitaba mentalizarse para hacerlo y en esa posición solo lo hacía sentirse más pasivo de lo que pensó que podía ser.

RDA- Como tú órdenes. - Dijo viendo cómo el húngaro se levantaba, él hizo lo mismo sin dejar de observar los movimientos del contrario notando que este se ponía en cuatro. - ¿Eso no es más vergonz...

Hun- Cállate, yo se lo que hago. - Dijo molesto tomando una almohada y ponerla en su cara. - Pero no seas tan brusco.

Coloco ambos brazos a un costado de la cabeza del mayor e introduciendo de a poco su miembro solo escuchando sus gemidos de dolor aferrándose más a la almohada mientras la mordia con fuerza. No tenía idea de que eso doliera tanto, pero agradeció que el alemán se quedará quieto cuando entro por completo, y no quería imaginarse el dolor que hubiera sentido si no lo hubiera preparado antes.

RDA- Lo intentaré. - Sonrió mientras contestaba la anterior exigencia, acercándose para darle un beso en la espalda haciendo que al mayor le diera un escalofrío, esa zona era muy sensible.

El alemán noto aquello, y con su dedo índice recorrió dese la nuca hasta la espalda baja, notando los leves jadeos que daba, sobretodo en la espalda media.

RDA- Una vez mi papá me contó que las personas que tienen zonas erógenas en la espalda suelen ser masoquistas. - Volvió a presionar aquel punto en la espalda media ganando un leve gemido. - No entendí a qué se refería, en ese entonces solo era un niño.

Hun- Tu padre era un Nhg ha~ - No pudo continuar al sentir otra vez la mano del menor en su espalda.

Comenzó a moverse lentamente tratando de no lastimarlo. Escuchaba los gruñidos que daba el húngaro, no sabía si por el dolor o por la excitación. Quería escucharlo mejor para saber si continuar a ese ritmo o si ya podía ir más rápido, pero la misma espalda del mayor comenzaba a encorvarse, supuso que era por qué lo estaba disfrutando, así que no tardó en aumentar la velocidad.

Hungría solo sentía que el aire le faltaba, pero no quitaría la almohada de su cara, no quería que lo escucharán tan sumiso, aunque había uno que otro gemido que ni la almohada podía silenciar. Solo podía morderla con fuerza llenandola de saliva. Se alertó cuando el alemán lo tomo de los brazos guiandolos hasta su espalda, sintiendo como eran atados con el cinturón que el alemán antes portaba Quería reclamar pero si abría la boca lo único que saldrían serían sus suspiros y gemidos.

Las embestidas comenzaron a ir más rápido, no aguantaba mas, tal vez Ali tenía razón y era masoquista, por qué estar atado le producía una extraña exitacion. Cerro los ojos mientras sus lágrimas salían, nunca había sentido aquella sensación de placer.

RDA- ¿E... estás bien? - Pregunto asustado al ver que el contrario lloraba, no quería seguir si el mayor no lo disfrutaba al igual que él. - Si quieres puedo parar y...

Hun- ¡No! - Grito seguido después de varios jadeos y suspiros. - Si...sigue así. - El menor, no muy confiado, retomo las embestidas. - Mi...erda ¡ah~ así ah ahí ahí~!. - La almohada ahora solo estaba para sostener su cabeza, un solo momento en que se la quito y ya no pudo volver a callarse.

Eso dejo satisfecho al alemán, aquellos gemidos le daban a entender que todo iba bien, así que no dudo en ir más rápido y con una de sus manos comenzaba acariciar el pecho del mayor y sin descaro estrujarlo. 

Sentía que en cualquier momento iba a llegar al orgasmo, pero solo podía apretar su puños y moverse frenéticamente al ritmo de las embestidas, tampoco podía avisar, trataba de que algo coherente saliera de su boca pero solo salía algún ruido gutural o un gemido.

Sintió un escalofrío soltando varios gemidos gemido altos, algo que nunca se imagino hacer o que podía hacer. Termino por correrse cuando sintió un líquido caliente en dentro de él.

El alemán salió de su interior y vio como Hungría se dejaba caer volteandose de a poco, se veía cansado pero aún así seguía jadeando con aquel rostro que provocaba al menor. Este no dudo en volver a subirse arriba de el como estaban al principio, y retomar los besos y chupetones que dejaba en su pecho, ahora junto con algunas mordidas profundas de las que a veces salís sangre que era limpiada por el menor, descubriendo que esa sensación de sus colmillos encajandose junto con ese sabor metálico le causaba un extraño placer.

El contrario apenas se estaba recuperando de lo anterior cuando comenzó a sentir las mordidas en su pecho. Se sentó recargandose en la cabecera viendo el trabajo que había hecho el menor.

Una vista que deseaba tener todos los días, sentír la lengua caliente y húmeda del menor le provocaba un hormigueo. Esas mordidas profundas que le sacaban un poco mas de sangre que rápidamente era limpiada por la lengua del menor, cosa que no le desagradaba y le hacía pensar que su era masoquista.

Hun- ¿Te gusta mucho morder? - Llamo haciendo que el menor levantará la mirada, este se volteo confundido, lo habían interrumpido a la mitad de algo y había quedado con la lengua afuera. El húngaro no dudo en darle un beso pensando que Ali tenía una actitud tan versátil que podía cambiar de rol en segundos.

Mientras se daban aquel beso, el alemán se sentaba en el miembro del mayor y comenzar a moverse para volver a despertarlo, cosa que no tardó en hacer.

Hun- Debería de prepararte para que no te duela. - Dijo al momento de separarse y ver cómo el alemán suspiraba cada que se movía. - Pero hay un problema. - Movió sus brazos dando a entender que estos seguían atados detrás de su espalda.

RDA- Y...yo lo a... arreglo. - El húngaro sonrió aliviado pensando que lo desataría, pero se sorprendió al ver que el menor llevaba los dedos de su mano izquierda a su boca comenzando a lamerlos provocando al mayor.

Hun- N...no me refería a...- Se callo al ver cómo este se metía el primer dedo con algo de miedo, sacando un quejido de dolor.

RDA- No te...te voy a desatar. - Estaba rojo con sus ojos acuosos, mordiéndose un poco el labio por el dolor. Metió el segundo dedo empezando a moverlos aferrándose con su mano libre al torso del húngaro.

Mientras que este solo podía aguantarse las ganas de mandar todo a la chingada y tomarlo como el hizo con él. Las expresiones que hacía el alemán lo provocaban, esos ojos azules que brillaban por las lágrimas, sus mejillas sonrojadas, la manera en que mordía cuidadosamente su labio para no empezará a sangrar y que decir de aquella camisa con la mitad de los botones desabrochados, no entendía por qué seguía con ella pero le gustaba como se veía. Todo muy diferente al alemán de hace unos minutos que tenía una actitud dominante que lo hacía quedar a su merced.

El menor retiro su mano y con cuidado comenzó a penetrarse con el miembro del húngara que se estaba aguantado las ganada de moverse para entrar por completo. RDA paso sus manos alrededor del cuello del mayor, recargando su cabeza en su hombro mientras suspiraba al haber terminado de meterlo por completo.

Hun- ¿Sabes que tienes que hacer todo el trabajo? - Dijo mientras comenzaba a repartir beso en el cuello y hombros del alemán. Este solo asintio haciendo a un Aldo su cabeza para que siguiera con los beso. - Te puedo ayudar si me desatas. - El menor nego pero soltó un gemido al sentir como el húngaro lo embistió. - ¿Que dices?

RDA- N...no. - Lo mordió sin cuidado en el hombro ganándose un grito de molestia. Reunió todo el valor que pudo y comenzó a moverse aferrándose a la espalda del contrario escuchando los gruñidos que salían de boca por estar moviéndose lento. Volvió a morderlo cuando sintió que comenzaba a moverse. - Yo te...te diré cuando move ah~ espe...espera mng ah. - El húngaro ignoro por completo la amenaza del alemán y había comenzado a moverse.

Hun- No me importa que me muerdas. - Sintió como el alemán lo abrazaba más fuerte sin dejar de gemir y suspirar cerca de su oído. - Me gusta.

RDA- Ah~ ma... masoquista. - Rio por lo bajo volviendo a morder al húngaro a su antojo. El menor no tardó en moverse al mismo ritmo de las embestidas, esa sensación de placer le hizo preguntarse el por qué no lo había hecho antes. - ¡Ah~ dios! ¡Hungria~! - Comenzó a gemir más fuerte al sentir que el miembro del mayor tocaba cierto punto, el también se movió para seguir dando ahí.

Se aferraba con las uñas a la espalda del húngaro dejando unas marcas que de seguro dolerian al siguiente día, pero ahora las disfrutaba, ese ardor mezclado con el dormir de las mordidas y las ataduras le confirmaron que enserio era masoquista y no lo sabía.

RDA- ¡Hungría ah voy a...voy a...! - No pudo terminar, se había corrido manchando el pecho del mayor, encorvando la espalda al sentir como este también había acabado dentro suyo.

Ambos se miraron con la respiración agitada, sentían que era el mejor sexo que habían tenido en su vida, y esperaban que hubiera noches parecidas a esta desde ahora.

Hun- ¿Quieres continuar? - Dijo volviendo a besar el cuello del alemán, este solo se dejó mientras asentía.

RDA- Pero si vuelves a desobedecerme te voy a amarrar las piernas. - Dijo serio refiriéndose a qué el mayor se movió cuando le dijo que no lo hiciera.

Hun- ¿Quiero verte inte....

RDA- ¡Ya para! - Le grito al polaco que estaba sentado frente a él con una taza de café.

Pol- Solo te estoy explicando lo que escuche anoche.

RDA- ¿Enserio hicimos eso? - Pregunto avergonzado dirigiéndose al húngaro, ahora su pareja. Este solo asintio igual de avergonzado.

Pol- Y no solo eso, por qué no me dejaron dormir ¡Toda la puta noche! -Dijo mirando molestos a ambos. - Esto se lo tengo que contar a tu hermano. - Le dijo al húngaro que solo se sobresalto, no quería imaginarse las burlas que recibiría.

RDA- ¿A Austria? - Pregunto confundido sabiendo que era muy difícil hablar con Austria, el ni siquiera lo conocía.

Hun- A Checoslovaquia. - Aclaro cubriéndose el rostro con ambas manos, todavía no le decían y ya estaba fastidiado.

RDA- ¡Checoslovaquia es tu hermano! - Dijo sorprendido mientras el polaco comenzaba a reír.

Pol- ¿Cómo es que son novios y no sabías eso?

RDA- Tu cállate o le digo a mi hermano que piensas que es atractivo.

Pol- No me amenaces maldito sadomasoquista.

RDA- Entonces cierra la boca, eres demasiado molesto.

Pol- Y tu demasiado ruidoso. - Sonrió divertido esperando que el alemán entendiera la indirecta.

Ambos se miraron unos segundos en completo silencio, incomodando al húngaro, pero suspiro tranquilo al ver que el polaco se levantaba para correr del alemán que lo quería golpear.







































Odio Wattpad.

Osea si tarde por qué me quedé trabada, mi imaginación para estas cosas se gasto por completo en la primera parte.

Y luego hoy ya tenía todo listo, solo faltaba terminar unas últimas cosas, pero me ocupe en el trabajo y dejé el celular a un lado y cuando vuelvo a entrar me doy cuenta de que la mitad de la historia de RDA y Hungría no estaba. Entre en pánico y me metía al historial de revisiones pero le apreté a publicar. Deberás que solo existe una persona tan pendeja para siempre apretarle a ese botón, y soy yo. Así que si hay alguna falta de ortografía lo siento, pero estoy encabronada y no quiero checar nada.

Y pues aquí está. Alemania x ONU es mi ship culposo, no se, me gusta y quería incluirlo.

Respecto a RDA y Hungría, pues Ali tiene aquel fetiche que toda la familia alemana tiene, odaxelgania: exitacion el morder, y al igual que Reich, tiene Hematofilia: exitacion con el sabor de la sangre. Y a Hungría le gusta el bondage.

*Yo pensé que mi celular no quería volver a mandar la notificación de que actualice y es Wattpad jaj

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