IJ- ¡Planeas que me quedé de niñera!

USSR- Si. - Llevaba su maleta siendo perseguido por el nipón.

IJ- ¡No pienso quedarme y que me humildes!

USSR- Con todo gusto puedes irte. - Tomo su abrigo dirigiéndose a la puerta, antes de abrirla miro al imperio. - Se que te molesta, a mi también me molesta dejar a mis hijos contigo, pero no pienso dejarte solo en mi casa, si alguno de mis soldados o un aliado viene y ve que hay alguien en la casa y ese alguien eres tu ¿Que crees que pase?

El nipones se quedó callado, entendía a lo que quería llegar el soviético y no pensaba discutirlo más.

USSR- Rusia y Kazajistán pueden cuidar a los demás, pero si algo malo pasa puedes encargarte. - El contrario asintió ya más calmado aunque aún seguía enojado. - Vuelvo mañana.

Cerró la puerta de la casa dejando el interior en un silencio que incomodaba al único despierto en ella. Suspiro comenzando a caminar a la habitación que el soviético le asignó para quedarse junto con su hijo.

No hablo con nadie más que con ambos alemanes, y solo un poco ya que era tarde y tenían que dormir, y cuando el mayor le dijo dónde dormiría solo se encerró ahí dentro.

Jap- ¿Papá? - Al entrar vio a su pequeño despierto tallandose los ojos aún adormilado.

IJ- ¿Que paso pequeño? - Lo cargo dándole un beso en su frente.

Jap- Tengo hambre.

IJ- Voy a despertar a los demás mientras tú te cambias y después vemos que almorzar. - El menor asintió y bajo de los brazos de su padre para poder buscar su ropa.

El mayor solo sonrió y salió del cuarto para ir con los alemanes. Tocó la puerta y no obtuvo respuesta así que decidió abrirla mirando que ambos hermanos seguían dormidos. Se acercó y con cuidado los movió para despertarlos.

RFA- ¿Tío Japón? - Fue el primero en despertar, se sentó y tomo los lentes de la mesa de noche. ¿Qué pasa?

IJ- Ya es algo tarde y quería prepararles de almorzar pero no sé dónde están las cosas.

RFA- Yo te digo dónde están. - Se levantó para buscará sus pantuflas debajo de la cama.

IJ- También puedes despertar a los demás, no creo que sea muy bueno que un desconocido lo haga.

RFA- Está bien tío. - Ya con las pantuflas puestas salió del cuarto.

IJ- Ali, despierta. - Volvió a mover al alemán para obtener alguna respuesta pero nada. - ¿Cómo es que tienes el sueño tan pesado? Ni Italia es así.

RDA- Ya estoy despierto tío. - Se cubrió la cara con las cobijas, estaba despierto desde hace horas. - No me quiero parar.

IJ- ¿No dormiste bien? - El menor nego aún con las cobijas encima.

RDA- No pude dejar de pensar en... - Se interrumpió el mismo al casi decir el nombre de la persona que impedía su sueño.

IJ- ¿En qué?

RDA- Tío ¿Te puedo hacer una pregunta?

IJ- Asintió algo confundido al ver que el tricolor se descubría parte de su rostro. - Pregúntame y veré si puedo contestarte.

RDA- Su cara se puso roja al pensar en lo que le diría su tío con la pregunta tan extraña. - ¿Que significa ser novios?

IJ- Bueno, Ali...es cuando dos personas se aman mutuamente.

RDA- ¿Y como sabes cuándo amas a alguien asi? - Se sentó para poder poner más atención.

IJ- Se me había olvidado que eran hijos de Reich. - Susurro para si mismo arrepintiendose de haberlo despertado en vez de dejarlo dormir. - Tu corazón se acelera al verlo y quieres pasar todo el tiempo con el aunque se comparte raro, y cuando se acerca a ti no puedes evitar ponerte nervioso y el ni siquiera lo nota y se ríe pero eso hace que te sientas más raro. - Al decirlo no pudo evitar pensar el cierto italiano que le rompió el corazón.

RDA- ¿Y sientes tu cara caliente cuando te toma de la mano y tu estómago se siente raro cuando te habla?

IJ- ¿Piensas que estás enamorado?

RDA- No lo se, es que...- Un sollozo salió de sus labios, trataba de no llorar pero la impotencia que sentía desde hace días no lo dejaba en paz. - Tengo miedo.

IJ- Ven aquí. - Lo abrazo para tranquilizarlo, no sabía de quién se trataba ese alguien de Ali pero suponía que era uno de los hijos USRR. - Ya se lo que se siente, estás feliz de sentir lo que sientes pero te da miedo aceptarlo y decirlo.

RDA- ¿Tu has estado enamorado?

IJ- Si, y no resultó muy bien, hay veces en que uno no es correspondido.

RDA- ¿Te dolió?

IJ- Aún duele, y para mí será difícil superarlo, pero tú todavía puedes hacer algo, antes de hacer cualquier cosa averigua si el también está enamorado de ti.

RDA- ¿Y si no lo está?

IJ- Entonces trata de que lo este, escríbele, pasa tiempo con el, dale regalos.

RDA- ¿Por qué?

IJ- Eso es lo que hacen los novios.

El menor se sonrojo y se volvió a cubrir con sus cobijas, ¿Rusia y el novios? De solo pensarlo su corazón latía como loco.

El mayor soltó una carcajada y se levantó.

IJ- Le diré a alguien que te traiga tu plato para que después te duermas, no es bueno que alguien de tu edad se desvelé.

RDA- Si. - Abrazo una almohada tratando de esconderse.

El nipón salió riendo del cuarto, aunque seguía nervioso, ¿Que pasaría si USSR se enterará? Esperaba que el soviético no actuará sin pensar en las consecuencias.

Cuando estuvo listo el desayuno fue al comedor con varios platos pero vio a todos los niños recostados sobre la mesa, los únicos que estaba despiertos y activos era su hijo y el ruso mayor, el nipones estaba hablandole al ucraniano que estaba dormido babeando la mesa. Mientras que el ruso solo miraba al frente como si estuviera pensando el lo más importante de su vida.

IJ- Rusia. - El mencionado solo sacudió la cabeza tratando de volver a la realidad y ponerle atención al mayor. - ¿Puedes subirle un plato a Ali? No sé siente muy bien, se lo hubiera pedido a Ale pero...- Miro al germano que estaba dormido con Lituania y Letonia en las piernas.

Rus- Está bien. - Dijo alegre pero con una sonrisa nerviosa, el japones ignoro eso último y comenzó a despertar a todos.

Rusia tomo el plato y subió apresurado hacía el cuarto del alemán pero cuando iba a abrir la puerta se detuvo. Su pecho se volvió a sentir extraño y su estómago se sentía vacío pero revuelto, estaba asustado, ¿Se estaba enfermando? ¿Se iba a morir?

El miedo lo invadió por completo, su respiración se aceleró y su mano que estaba en el picaporte temblaba. El plato que estaba en sus manos iba a caer, con un movimiento rápido logro equilibrarlo pero termino golpeando su codo con la puerta.

Suspiro aliviado al ver que sólo se había caído un poco de comida. Y ya más calmado abrió la puerta encontrándose al alemán frente al. Ambos se miraron unos segundos y desviaron la mirada sonrojados, el ruso no quería hablar, tenía miedo pero no sabía a qué.

RDA- ¿Te golpeaste, verdad? - Pregunto al ver la comida en el piso. - Que torpe eres.

Rus- ¡Hey, no me digas así o no te daré tu comida! - Dijo molesto amenazándolo con tirar el plato.

RDA- ¡¿Me piensas matar de hambre?! - Fingió indignación mientras se llevaba una mano a su pecho.

Rus- Tal vez.

Ambos se miraron a alos ojos con completa seriedad hasta que las risas fueron incontenibles. Eso fue un alivio para ambos, con solo pasar juntos unos minutos se olvidan de la sensación extraña, aún que sea unos minutos antes de que se pusiera incómodo.

RDA- Gracias. - Tomo el plato entre sus manos agradeciendo junto con una sonrisa que provocó un sonrojo notable en el menor.

Rus- De nada. - Se golpeó ambas mejillas tratando de que se le quitará.

RDA- No hagas eso, pareces loco. - Se reía mientras dejaba el plato en su mesa de noche.

Rus- Es que me siento raro. - Volteo a ver al alemán, este con un gesto le invito a entrar al cuarto y sentarse en la cama, este acepto sentándose junto al mayor.

RDA- Rusia, desde que llegué aquí supe que eras raro, así que tal vez sea normal lo que sientes. - Se enconjio de hombros mirando al menor con una sonrisa.

Rus- Hablo enserio. - Correspondió y le dió un golpe en el hombro.

RDA- Yo también hablo enserio. - Dijo divertido sobándose el hombro pero se preocupo al ver la expresión de tristeza del menor. - Lo siento.

Rus- ¿Mmm? - Lo miro confundido por la repentina disculpa.

RDA- No debería de reírme.

Rus- Está bien, pasar tiempo contigo me hace sentir mejor. - No se dió cuenta que sus palabras avergonzaron al mayor. - Pero cuando estoy cerca de ti me pongo rojo y mi estómago da vueltas.

RDA- Creo...que...que se lo que te pasa. - Jugaba nerviosamente con sus dedos mirando al suelo debatiéndose si hablar o no.

Rus- ¿Enserio? - Lo volteo a ver esperando que le respondiera pero este no lo hizo. - Ya ví que estás igual que yo.

RDA- Asintió avergonzado por hacer Sido descubierto tan rápido, se supone que su tío le dijo que esperara para decirlo, y lo primero que hace es ignorar sus palabras. - Mi tío Japón me lo explico.

Rus- ¿Y que es? ¡Dim...!

RDA- ¡Te amo! - El ruso se quedó quieto por el repentino gritó, haciendo que el mayor pensara que su confesión lo molesto. - O eso creo.

Rus- Pero...

RDA- ¡Ya se que somos niños y eso suena raro! ¡Tal vez ni siquiera sientas lo mismo que yo y no pienso obligarte a ser mi novio o algo así¡ Pero...tú enserio me gusta.

Rus- Ali. - La voz del ruso hizo que el corazón del mayor se acelerará, quería escuchar la respuesta pero tenía miedo a un rechazo, como le había contado su tío. - No te entiendo.

RDA- ¿Que...?

Rus- Tu me amas y yo te amo, pero también amo a mis hermanos y a mi papá, ¿Entonces por qué voy a ser tu novio? Ni siquiera se que es eso, aunque ayer nos llamaron así, pero no entendí a qué se referían.

Cada que el ruso terminaba una oración la cara del alemán se tornaba en una mueca extraña, sus labios curvados y unas pequeñas lágrimas que se asomaban por sus ojos demostraban la tristeza que sentía, pero el seño fruncido y junto con sus labios y puños apretados contradecían la tristeza con rabia.

RDA- Tu...¡Eres un idiota! - Tomo al menor de las muñecas llevándolo casi a rastras hacía la puerta.

Rus- ¡Hey, sultame! ¡¿Que te pasa?! ¡¿Por qué me tratas así?!

RDA- ¡Por qué solo eres un niñito estúpido que nunca sabe nada! - Le dió un pequeño empujón para que saliera del cuarto.

Rus- ¡Entonces explícame por qué quieres que sea tu novio!

RDA- La tristeza quedó atrás para ser sustituida con vergüenza, haciendo que su expresión molesta se combinará con un sonrojo. - ¡Mejor pregúntale a tu padre que para eso existe!

Cerró de golpe la puerta, casi golpeando la cara del menor. Este solo miro unos segundos hacía el cuarto del mayor esperando alguna respuesta sobre la actitud de este, pero lo único que logro fue escuchar un llanto.

Rus- Ali.

RDA- ¡Solo vete ya y déjame solo!

El grito lo asustó y salió corriendo de ahí, no supo que fue lo que hizo para que el alemán se pusiera así, pero no entendía. Tal vez si tenía que hacerle unas preguntas a su papá.

Ali se la paso encerrado todo el día, a todos se les hizo raro, menos al ruso qué sabía que estaba enojado con el. Varias veces el alemán mayor entro al cuarto encontrando a su hermano acostado cubierto con todas sus cobijas.

Así fue hasta que llegó la noche, el ruso mayor llego cansado y con varias cosas que lo preocuparon.

Entre ellas estaba el hecho de que el americano llegó con un aire de superioridad más grande de lo que era antes, y lo que le preocupo fue el pequeño momento dónde el americano y su padre intercambiaron palabras que el no logro entender del todo, solo algo que acabaría la guerra más rápido.

Su segunda preocupación era la maldita declaración de guerra que tenía que hacer a I. Japones, y el ultimátum que le dieron a el nipón, si no las consecuencias serían catastróficas, eso es lo que el americano decía.

Y la última cosa que lo tenía perturbado era el hecho de que sus dos aliados iban detrás de el, esperando a que abriera la puerta de la cabaña.

Definitivamente sería una noche larga.

¡Woooo acabe está mierda!

Este capítulo está dedicado a Baby_Valis por su cumpleaños que fue el viernes, lo iba a publicar ese día pero no me gustó el resultado y borre más de la mitad.

Feliz cumpleaños atrasado, aunque ya te felicité.

Bueno ya me voy a dormir por qué mañana me tengo que levantar temprano e irme a mi servicio aunque sea paro nacional por qué estoy en el área de la salud y pues no se puede mijos, se queda solo el hospital.