Después de aquella visita todo se sentía tan bien, sobretodo porque el soviético solo venia unos dos días y se iba dos semanas, cosa que no desaprovechó el alemán para poder dormir con Rusia, aunque a veces tenía problemas, y ahí es cuando maldecía a su pubertad. 

Aquella noche no hubo nada especial, cenaron usando algunas de las pocas cosas que el estadounidense les había traído. Todos se alistaron, se desearon buenas noches y cada quien fue a su cuarto, y después de unos minutos el ruso entraba a su cuarto para acurrucarse juntos.

Pero no sabían que esa noche seria un infierno para uno de sus hermanos.

El alemán y el ruso se levantaron de golpe al escuchar un grito fuera de la habitación seguido de algo cayendo. Ambos se miraron preguntándose si había sido su imaginación o un sueño, o algo así, pero otro grito basto para que el menor saltara de la cama y saliera corriendo.

Rus- ¡Turkmenistán! - Grito por el pasillo al reconocer la voz de su octavo hermano menor, mientras iba por el pasillo vio como sus demás salían de sus cuartos asustados por aquel alarido de dolor a mitad de la noche. Abrió la puerta del cuarto de su hermano, encontrandolo en el piso mientras temblaba. - Turkmenistán ¿Que...que tienes? - Preguntó asustado acercándose al menor para poder ayudarle a subir a la cama. - ¿Turkmenistan?. - El contrario no respondía, solo se aferraba a la ropa de su hermano mientras lloraba casi a gritos.

Kaz- ¿Rusia? - Preguntó el segundo mayor desde la puerta, mientras Bielorrusia y Ucrania estaban detrás de él, se notaba lo preocupado que estaban más que preocupados por su hermanito.

Bie- ¿Que tiene Turkmenistán? - Dijo asustado tomando la mano del ucraniano.

El ruso no podía responder ya que el turkmeno comenzó a temblar mas fuerte, como si tuviera convulsiones.

Ucr- Rus...

Rus- ¡Vayanse, no los quiero ver aquí! - Grito asustando a sus hermanos, pero no sabia que hacer, no quería que sus hermanos vieran el estado de su hermano menor, y tampoco quería que vieran si algo pasaba a mayores.

RDA- Vamos, los llevaré a sus cuartos. - Agradeció al cielo al ver al alemán, y que este le ayudará con sus hermanos.

Los tres siguieron al mayor, aunque querían quedarse a ayudar a si hermano, pero al parecer este no quería ni verlo o escucharlos.

Rus- Turkmenistán, ¿puedes escucharme? - Preguntó preocupado ya que no había respondido anteriormente.

Turk- S...si. - Suspiro aliviado al escuchar por lo menos su voz, pero ahora tendría que averiguar que le pasaba.

RDA- Esta ocurriendo un desastre natural en su territorio, uno muy grande. - Entró al cuarto colocándose juntos a Rusia para ver al turkmeno. - Probablemente es un terremoto, pero estará bien en cuanto termine.

Rus- ¿Estas seguro? - Pregunto un poco aliviado de saber que su hermano no moriría.

RDA- Si el terremoto no causa tantos daños, si, pero si pasa algo mas fuerte puede que tenga que quedarse en cama unos días.

Rus- Suspiro aliviado casi con lágrimas en los ojos al escuchar al alemán, pero un grito por parte del menor lo hizo volver a la realidad el la que tenia que calmar a su hermano. - ¿Puedes...puedes ir con mis hermanos y calmarlos? Por favor. - Dijo con dificultad al tratar de que su hermano se quedara quieto.

RDA- ¿No quieres que me quede aquí y que tu vayas con ellos? - Estaba preocupado por el menor al verlo tan desesperado en ayudar a su hermano.

Rus- No, yo soy el mayor, yo tengo que encargarme de mis hermanos cuando se sienten mal, cuando les ocurre un accidente, cuando tienen miedo. - Dijo con una sonrisa forzada para calmar al mayor. - Pero ahora no los puedo ayudar a todos, tengo que estar con quien mas me necesita.

RDA- Esta bien. - Dijo resignado con algo de tristeza. Le dio un beso en la mejilla, y se dio media vuelta. - Si me necesitas me llamas. - Vio como el menor se limitó a asentir, y salió de ahí.

Rusia se la paso dos horas junto al menor, a veces Turkmenistán se quedaba dormido sin dejar de temblar, pero no duraba ni 15 minutos así, despertando y gritandole a Rusia mientras lo buscaba con sus brazos, aún si este ya lo estaba abrazando, no paraba de buscarlo. Hasta que por fin se quedo dormido aferrado al mayor.

Ya en la mañana, Rusia despertó cansado pero con una sonrisa al ver que Turkmenistán ya estaba mas tranquilo y había dejado de temblar, dormía tan plácidamente que le daban ganas de volver a dormir, pero tenía que emcargarse de sus demas hermanos. Estaba dispuesto a levantarse e ir a almorzar, no sabia que hora era pero suponía que era tarde (Tarde para Rusia son las 10:00) pero en cuanto se sentó el turkmeno despertó.

Rus- Duérmete otra vez, debes de descansar bien. - Acaricio al menor para calmarlo pero este se aferro mas fuerte hundiendo su cabeza en las piernas del ruso. ¿Que paso? ¿Te duele algo? ¿Quieres que te traiga medicina?

Turk- Negó aun sin mirar al mayor. - Rusia. - Dijo con voz temblorosa, se notaba que estaba asustado. - ¿Por qué todo esta oscuro?

Rus- ¿Oscuro? Turkmenistán, son las 10:30. - Le dijo al menor en forma de reclamo al pensar que era una excusa para que no se levantará.

Turk- En...entonces... - Dijo comenzando a llorar y temblar de miedo. - ¿Por que no puedo verte?

Rus- ¿Que...? - Dijo asustado, su sangre se helo sintiendo como todo daba vueltas al ver que todavía no se acababa el sufrimiento de su hermano.

Turk- Rusia, no puedo ver nada. - Las lágrimas habían mojado la ropa de Rusia, y sus manos se aferraron aun más a este por no tener respuesta. - ¿Que hago?

Rus- Yo...yo...- Pensaba que decir para tranquilizar al menor, pero nada se le ocurría, no sabía que hacer, no tenía a su padre que era el que se encargaba de cuidarlos cuando se enfermaban, pero este no estaba. - Espérame aquí.

Turk- No te vayas. - Lo abrazo mas fuerte impidiendo que se levantara.

Rus- Prometo que no tardare nada ¿ok?

Turk- Fue soltando lentamente a su hermano mientras asentía con miedo.

Salió corriendo en cuanto pudo moverse, y no tardó en encontrar al único que podía ayudarle. Pero este estaba dormido junto con sus hermanos, todos en la sala acurrucados entre cobijas y almohadas.

Movió con cuidado al alemán tratando de no despertar a los demás.

RDA- ¿Rusia? - Se tallo los ojos para ver mejor. - ¿Qué paso?

Rus- Ven rápido por favor. - Tomo al mayor de la mano para comenzar a correr, el mayor no dijo nada, se imaginaba que había pasado algo con Turkmenistán, y prefería verlo antes de seguir insistiendole al menor de que le explicará.

Turk- ¿Rusia? - Pregunto al escuchar ruidos en el cuarto.

Rus- Aquí estoy. - Se acerco rápidamente para que el menor lo abrazará.

Turk- ¿A donde fuiste? - Sollozo demostrando que había seguido llorando después de que el ruso se marchara de la habitación.

Rus- Fui por ayuda.

RDA- No puede ver ¿verdad? - Dijo al notar que el turkmeno tenía la vista perdida y ver esa extraña sensación de el menor al querer sentir cerca a Rusia. - Creó que el terremoto te afecto mucho, leí que esto se debe a apagones muy prolongados. - Bostezo mientras se sentaba e una silla que estaba cerca. - En cuanto la luz regrese tu volverás a ver.

Turk- No me quedare ciego. - Dijo aliviado de aquella noticia, aunque aún tenía miedo por el tiempo en que duraría así.

Rus- No tienes idea de cuanto me alegra eso. - Le dio un rápido beso sosteniendo al mayor de su piyama, esperando que el turkmeno no sospechara nada por aquel pequeño ruido que generó sus labios. - Enserio me sorprendes.

Turk- Sabes mucha cosas Ali.

RDA- Tu padre me obliga a leer muchos libros, entre ellos estaba uno sobre la reacción de nuestros cuerpos con los cambios de nuestro territorio. - Dijo con un sonrojo, por la vergüenza que le provocó el beso y por los halagos que le dieron ambos hermanos. - Aunque solo se por que pasan las cosas, no soy un doctor.

Rus- No importa, para mi eres grandioso. - El menor de los tres asintió dándole la razón a su hermano mayor.

El mayor se sonrojo aun más, haciendo que el ruso riera, pero aquella risa fue interrumpida por un gruñido.

Turk- Tengo hambre.

Rus- Voy a prepararte e desayuno.

Turk- Pero...no quiero que me dejes solo.

Rus- No tardare nada ¿ok? - Vio como el menor asentía con duda y miedo, así que le dio un beso en la frente mientras lo volvía a cobijar.

Ambos mayores salieron para dirigirse a la cocina y preparar el desayuno de todos.

RDA- México tenía razon. - Estaba sirviendo los platos en la mesa mientras veía a Rusia cocinar. - Creces mas rápido de lo que creí. - Dijo aun sabiendo que el menor no lo escuchaba.

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Seis días pasaron para que el turkmeno recuperara la vista y las fuerzas para levantarse. Seis días en los que su padre no regresó y Rusia tenia que hacerse cargo de todos los cuidados de su hermano, ya que USSR había mandado una carta diciendo que nadie debía enterarse de lo que le había pasado al menor.

Y cuando el mayor regreso ni si quiera pregunto sobre el estado de Turkmenistán, mas bien estaba enojado por ver al alemán a fuera de su cuarto.

Turkmenistán comenzaba a creer que su padre ya no lo quería.

Rusia comenzaba a creer que a su padre ya no le importaban ninguno de sus hijos.

Y RDA comenzaba a creer que el soviético se volvía mas loco con cada día que pasaba, sobretodo cuando el alemán se escabullía en la noche para escuchar como el mayor despertaba alterado y sudoroso, a veces hasta llorando. Pero nunca faltaban los murmullos del soviético llamando a Reich una y otra vez.

Asjabad es una ciudad turkmena que sufrió uno de los peores terremotos en la historia, USSR lo oculto por mucho tiempo, y hubo muchos problemas de al momento de ayudar y para saber el número de muertos, la cantidad está entre 10 000, 110 000 y 176 000, y el 98% de los edificios se derrumbaron.

La USSR tenía toda la información sobre esto como clasificado e hizo firmar a los habitantes que se mudaron para que no dijeran nada.

Bueno, no recuerdo si ya les había dicho, pero quiero terminar esta historia lo más rápido posible. Así que si tienen dudas con la fechas y eso díganme para ponerlas y se den una idea de que está pasando, y también para que no se asusten si de repente RDA tenía 12 y ahora 15.