Alemania en la ONU
Aún después de todo lo que pasó, RDA quería seguir adelante, pero sabía que poco a poco estaba muriendo. Lo supo un 18 de septiembre de 1973, el día que viajo a New York.
ONU- Solo firma aquí y aquí y estará listo. - Dijo señalando los papeles que estaban frente al escritorio, mientras miraba al alemán con seriedad.
RDA- S...si. - Estaba nervioso por esa mirada tan penetrante, parecía cansado, como todo el mundo lo estaba hoy en día.
ONU- Te pareces mucho a tu hermano. - Dijo acomodando los papeles ya firmados.
RDA- ¿Conoce a mi hermano? - Pregunto sorprendido, aunque el menor no dejaba esa expresión tan monótona.
ONU- Vivimos unos meses en la casa de USA. - Comenzó a leer los papeles para asegurarse de que estuvieran todo bien. - En realidad está en la sala del siguiente pasillo.
RDA- ¿Enserio? - Se levantó de golpe recibiendo haciendo que el menor lo observará con aquella mirada. - ¿Puedo verlo?
ONU- Miro como el mayor estaba apunto de suplicar, parecía que ilusionado por ver a su hermano. - Francia, UK, USA y USSR me ordenaron que no los dejara verse. - La expresión del mayor cambio, parecía molesto, pero en sus ojos se veía la tristeza por escuchar esas órdenes. - Pero RFA es un amigo mío, así que puedo darles algo de tiempo a solas.
RDA- La alegría volvio a los ojos del contrario, tanto que casi abraza al menor, pero este lo detuvo. - Gracias.
ONU- Solo que tendrás que hacer algo con tu "guardaespaldas". - Apunto a la salida, ahí el alemán recordó que afuera estaba alguien que USSR mando para que lo cuidara.
RDA- Creo que puedo hacer algo.
ONU- Toma. - Le dió una llave que no dudo en tomar. - Es la sala de reuniones, casi nadie entra ahí, amenos que se cité a la mayoría de los países.
RDA- Enserio, muchas gracias.
ONU- No hay de que, solo es un favor que después cobraré. - Dijo haciendo señas con la mano para que se fuera. - Yo le diré a RFA que te alcance.
Salió con una enorme sonrisa mientras buscaba a su acompañante.
Kaz- Veo que te fue bien. - Estaba sentado leyendo el periódico.
RDA- Si, bueno, es que...- Se sentó junto al menor y este solo cerró el periódico. - Necesito un favor.
Kaz- Bueno, dime y veré si puedo hacerlo. - Al alemán le sorprendió tanto ver a Kazajistan de nuevo, más alto, más maduro, ya no era el niño que se escondía atrás de de sus hermanos.
RDA- ¿Crees que puedas dejarme un rato para ver a mi hermano?
Kaz- N...no lo sé, papá me recalcó mucho eso, pero, creo que está bien, no puede enterarse de lo que pasa si no está aquí. - Le sonrió al mayor recibiendo como respuesta un abrazo que casi lo tira.
RDA- Muchas gracias, Kaz.
Kaz- Hey, tú eres como nuestro hermano mayor, no puedo quedarme de brazos cruzados mientras estás triste. - Sobaba la espalda del mayor para que se calmara.
RDA- Vamos a la sala de juntas. - Se separó del abrazo para levantarse seguido del menor.
Kaz- Yo te esperaré afuera de ahí.
Ambos comenzaron a caminar en silencio, la verdad es que el menor quería preguntarle sobre lo que escucho la otra vez que Rusia se embriagó, pero no sabía cómo hacerlo.
RDA- Y...¿Cómo está Rusia? - Pregunto con la mirada en el piso, necesitaba saber si el ruso estaba bien.
Kaz- Pues ha tenido mucho trabajo, pero está bien ahora que papá pasa más tiempo en casa, pero a veces lo veo triste y agarra las botellas de papá.
RDA- Ah, ya veo. - Siguió caminando en silencio mientras el kazajo lo miraba. - ¿Te puedo pedir otro favor?
Kaz- ¿Quieres que le dé un recado a Rusia?
RDA- Una carta, solo no la abras, por favor. - Saco un pequeño sobre para que el menor lo tomara.
Kaz- Tomo la carta para guardarla entre su ropa. - Yo sé que salias con Rusia.
RDA- ¿También te lo dijo?
Kaz- Nego lentamente algo preocupado por el tono tan triste del mayor. - Lo escuché hablando con papá, pero estaba tan ebrio que no se acuerda de que lo dijo.
RDA- Perdón por hacer llorar a Rusia.
Kaz- Tranquilo, Rusia a veces es un tonto, se que ambos tuvieron la culpa por terminar. Pero estoy sorprendido de hayas aguantado a Rusia por mucho tiempo.
RDA- Desde 1946. - Sonrió al recordar su primer beso. - Salimos durante 15 años.
Kaz- ¿Entonces si eran novios cuando nos burlabamos de ustedes?
RDA- Al principio no, pero pasamos tiempo juntos y una cosa llevo a la otra. - Tenía una sonrisa boba al recordar su relación.
Kaz- Me disculpo en nombre de mi papá y mi hermano. Se que ellos solo tratan de ver lo mejor para todos, pero a veces no entienden lo que hacen.
RDA- A veces da miedo por qué ambos son iguales.
Kaz- Hasta hacen las mismas expresiones.
Ambos rieron al ver que compartian ideas, pero era imposible no pensar que Rusia se estaba convirtiendo en USSR, pero más amable. Sin darse cuenta, ya habían llegado a la sala de juntas.
RDA- Me gustaría arreglar las cosas con él, puede que ya no seamos pareja pero...
Kaz- Es tu familia. - Sonrió al saber los que pensaba el alemán.
RDA- Si. - Sonrió con algo de vergüenza al ver que también la familia soviética lo aceptaba como familia.
Kaz- Bien te esperaré afuera.
RDA- Si, y gracias por escucharme.
Se metió a la sala, dejando al kazajo satisfecho con lo que escucho, aunque seguía preocupado por los supuestos experimentos que su padre y Rusia mencionaron hace años.
.
El mayor de los gemelos alemanes había entrado a la sala de juntas. ONU le dijo que lo esperaría ahí para hablar con él sobre algo urgente.
RFA- ¿ONU? - Llamo al ver la sala vacía. - Parece que todavía no llega. - Camino por la gran sala, estaba oscuro y silencioso.
RDA- ¿A quien buscas? - Salió de la nada asustando a su hermano que solo pego un pequeño grito y dió un salto para atrás chocando con una silla mientras se aferraba a los papeles precionandolos contra su pecho.
RFA- ¿A...Ali? - Se acomodo los lentes para ver mejor al contrario, este solo asintió mientras sonreí aguantando las lágrimas. - Tu...- Sollozo dejando caer las carpetas que tenía en los brazos. - Idiota.
Y sin esperar más, ambos se abrazaron con fuerza mientras las lágrimas comenzaban a fluir.
RFA- ¿Cómo le hiciste para hacer esto?
RDA- Tu amigo ONU me dió permiso, y USSR no está vigilandome como antes.
RFA- Tomo a su hermano de las mejillas para secar sus lágrimas. - Estas tan grande.
RDA- Tenemos la misma edad. - Le recordó al ver que lo quería tratar como a un niño.
RFA- Perdón, es que...- Volvió a sollozar al ver la sonrisa de su hermano. - La última vez que nos vimos fue hace tantos años.
RDA- Ya hasta estás mas alto que yo.
RFA- Solo un poco. - Se quitó los lentes para secarse las lágrimas.
RDA- ¿Sigues igual de ciego o tuviste que cambiar tus lentes?
RFA- Ja, ja. - Rio sarcástico por aquella pregunta que el concideraba sin importancia. - Si los cambié.
RDA- A este paso necesitarás la cirugía. - Dijo arrebatándole los lentes para ponerselos. - No veo nada con esto.
RFA- Ya dije que no me haré la cirugía. - Le quitó sus lentes para poderselos poner. - Veo que estás bien, aunque cansado.
RDA- Tu igual te ves cansado, y con trabajo. - Dijo mirando los papales en el suelo.
RFA- Ayúdame a recogerlos. - Se agachó para comenzar a juntar los papeles regados.
RDA- ¿Por qué tienes tanta papelería por llenar? - Recogió las carpetas para meter los papeles que tenía Ale.
RFA- UK y Francia me presionan mucho para hacer mi trabajo, así que estoy adelantando varias cosas. - Se sentó en un silla seguido de su hermano. - USSR debe ser igual ¿No?
RDA- Algo así, me ponía a trabajar pero no tanto como a ti, aunque... - Recordó todas las veces que se pelearon, sobretodo la última vez. - No nada.
RFA- Lo miro con desconfianza por esa interrupción tan extraña. - ¿Que paso después de que me fui?
RDA- No muchas cosas, USSR descuido mucho a sus hijos pero parece que está volviendo a ser el de antes, o según es lo que me dijo Kaz. - Se quedó pensando en si decirle los problemas que tuvo Tayakistan y Kazajistan, o sobre la vez que el mayor dejo sin comer a sus hijos, o de las pruebas nucleares que hizo, pero no quería preocupar a su hermano, y tampoco quería meterse en problemas. - Ví a Rusia un par de veces después de que me fui.
RFA- ¿Con que viste Rusia? - Su tono de voz molesto al menor al ya saber lo que diría. - ¿Y si llegaste a besarlo?
RDA- Ya cállate. - Un sonrojo cubrió su rostro haciendo que el mayor riera. - ¡No te rías!
RFA- ¿Si te gusta Rusia? - Dijo sorprendido solo para hacer enojar al menor.
RDA- ¡No lo digas! - Nego con la cabeza y las manos por la vergüenza.
RFA- ¿Entonces si te gusta? - Rio al ver que el sonrojo de su hermano se hacía más notorio.
RDA- ¡No me gusta, pero me da vergüenza que lo digas!
RFA- Vamos, no te enojes, solo bromeaba. - Aunque parecía que el menor se lo tomó muy enserio, RDA estaba seguro que se hermano quería llorar.
RDA- Ale ¿Algunas vez te has enamorado?
RFA- Bueno, una vez me bese con ONU, pero solo para ver cómo se sentía.
RDA- ¡¿Te besaste con ONU?! - Señaló a la puerta como si el mencionado estuviera ahí.
RFA- Si, fue muy extraño, la verdad quiero olvidarlo por qué éramos muy cercanos y fue incómodo. - El menor estaba impactado, su hermano se beso con aquella organización tan seria, aunque había escuchado que RFA era muy serio con su trabajo, y parecía que era verdad. - ¿Pero por qué preguntas?
RDA- Curiosidad. - Se calmo al ver que ahora le tocaría responder preguntas.
RFA- ¿Tu si te has enamorado?
RDA- El menor se recostó en la mesa ocultando su rostro entre sus brazos. - Tal vez. - No quería decirle, por qué si no tendría que explicar todo lo que había pasado.
RFA- Ali...
Iba a tratar de consolarlo, no sabía que era lo que le pasaba, pero no le gustaba ver a su hermano menor así. Pero la puerta se abrió de repente haciendo que ambos voltearan.
Era imposible no reconocer aquel país que su padre odiaba sin ninguna razón aparente. Polonia tenía varias carpetas, libros y papeles sueltos que le obstruian la vista.
El polaco solo avanzo unos paso para después quedarse inmóvil al ver a los alemanes ahí, e inconscientemente comenzó a temblar.
Pol- Yo...perdón...- Dijo apenas en un susurro audible por el silencio.
RDA- ¿Que haces aquí? - Dijo molesto y asustado al ver que habían sido descubiertos, pero recibió un pequeño golpe por parte del mayor.
Pol- Venía a archivar unas carpetas. - Dijo tratando de parecer normal pero la voz apenas y salía.
RDA- Será mejor que no le digas a URSS que me viste aquí con mi hermano. - Dijo amenazadoramente haciendo que el polaco diera unos pasos para atrás pero termino tropezandose con su mismo pie.
RFA- ¿Es... estás bien? - Se levantó rápidamente para ayudar al mayor a recoger las hojas.
El bicolor solo asintió mientras se sobaba la cadera. Esa vista solo hizo sonrojar a RFA, aunque no sabía el porqué.
Pol- ¡N...no diré nada! - Se cubrió con las manos pensando que lo iban a golpear.
RFA- Pol...Polonia...- El solo decir su nombre le ponía nervioso, pero le gustaba como sonaba, le gustaba pronunciarlo.
Pol- Abrió los ojos viendo la mano del alemán frente a él ofreciéndole ayuda para levantarse. Lo pensó unos segundos, acercando su mano con miedo, pero logro tomarla, si darse cuenta del sonrojo del menor y de como este parecía nervioso solo por un simple apretón de manos. - Gra... gracias.
RDA- ¿No tenías que acomodar eso? - Dijo señalando el montón de papeles que su hermano había acomodado. Estaba sintiendose incómodo con esa escena tan rara de su hermano.
Pol- Gracias por recogerlos.
RFA- S...si quieres te ayudamos a archivarlos. - Veía disimuladamente al polaco notando que estaba más pequeño que él, le daban ganas de cargarlo. También estaba tratando de ignorar las señas de su hermano por haberse ofrecido a ayudarlo sin preguntarle.
Pol- No quiero molestarlos.
RFA- No es molestia, vamos. - Le ayudo a cargar la mitad de las cosas, también para poder ver el rostro del mayor.
RDA- Si molesta. - Fue ignorado por su hermano, que parecía metido en su propio mundo, así que mi tuvo más opción que ayudarles para que terminarán más rápido.
No tardaron mucho, pero hubieran tardado menos de no ser por la torpeza del alemán mayor cada que cruzaba miradas con el polaco.
Pol- Muchas gracias por ayudarme. - Se dirigió al alemán mayor.
RDA- Yo también ayude. - Reclamo siendo ignorado como las otras veces.
RFA- N...no hay de q... que. - Dijo nervioso cuando el polaco tomo ambas manos para agradecer.
Pol- Eres muy amable. - Sonrió haciendo que el menor volviera a sonrojarse.
RFA- Y...y tú mu...muy lindo.
Pol- Se sonrojo con ese cumplido, soltando de inmediato al menor. - No...no diré nada, espero volverlos a ver. - Dijo para después salir corriendo.
Y salió justo a tiempo, por qué el menor de los alemanes no pudo aguantar y comenzó a reír.
RDA- Te viste como un idiota enamorado.
RFA- ¡Oh, cállate! - Dijo sonrojado a más no poder, a veces su hermano podía ser muy fastidioso.
RDA- Pues ya sabes lo que se siente estar enamorado.
RFA- Solo lo ví una vez, eso no puede ser amor. Aunque quisiera encerrarlo y tenerlo solo para mí y poder apreciarlo.
RDA- Eso...ya no es normal.
RFA- ¿No lo es?
RDA- Sabes, escuché que los alemanes tenemos una obsesión con Polonia, papá quiso conquistar su territorio, parece que tú también quieres conquistarlo pero de otra forma. Parece que heredaste esa obsesión.
RFA- ¿Y tú no?
RDA- Yo no sentí nada al verlo.
RFA- Pero si sonaste igual que papá, tal vez no lo odias como para arrebatarle su territorio, pero si quieres búrlate de él.
RDA- Levanto los hombros restándole importancia. - Te gusta, así que no puedo hacerle muchas cosas por qué te enojaras conmigo.
RFA- No pienso dejar que alguien lo toque ¿No viste su carita? Es tan lindo.
RDA- No te reconozco.
Dijo mirándolo extraño al nunca haber visto esa actitud en su hermano. Aunque RFA se dió cuenta de que actuaba diferente y dejo de fantasear.
RFA- Olvida lo que acabas de ver.
RDA- Trataré pero es imposible.
Ambos se voltearon a ver para después echarse a reír. Extrañaban esos momentos de hermanos, dónde solo ellos se entendían, por qué no había otra persona que los conociera igual. No importaba cuántos años pasarán, ellos sabrían lo que el otro siente.
RDA- ¿Cuánto tiempo a pasado?
RFA- Como media hora.
RDA- Ya es tiempo de irnos.
RFA- Lo sé pero...
RDA- ¿Tienes miedo de no volverme a ver? - El menor solo asintió mientras desviaba la mirada. - Hey, no llores, tú eres el mayor aquí.
RFA- Lo sé, pero será mi culpa si te pasa algo.
RDA- Claro que no, si me pasa algo va a ser por qué yo lo decidí. - Tomo al mayor de los hombros para que lo viera. - Aparte, yo no desaparecere, ahora estoy bien, nunca te dejare.
RFA- Lo abrazo repentinamente, haciendo que la cabeza del menor quedará en su pecho. - Prométeme que me dirás si comienzas a sentirte mal.
RDA- Lo prometo. - Correspondido al abrazo acurrucandose en el mayor, pero disimuladamente miraba su mano, desde que había firmado su admisión a la ONU había comenzado una sensación extraña en su mano. Una grieta comenzaba a extenderse en el dorso de la mano y su muñeca. - Ale, creo que conozco un lugar donde nos podemos ver.
Actualizando al siguiente día, como chingaos no.
Cómo que escribo mas rápido en el trabajo.
Espero acabar el libro entre esta semana y la otra para poder dedicarme solo a escribir "pinche junta culera"
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