— Debería pedirle a mamá que los castigue... — dice Hoseok luego de darle un largo sermón a sus hermanos mientras intentaba que la luz volviese. — Pero no los voy a delatar. — la luz vuelve, por fin. — Me conformo con que por un mes me hagan todos los favores que necesito, ¿trato?

— No... — dicen al mismo tiempo.

— ¿No? — repite. — Okay, creo que mamá va a estar muy interesada en saber qué pasó aquí...

— Yah, aceptamos. — se rinde Jiwoo.

— Genial, me alegra que hagamos tratos. — con ambas manos revuélvelos cabellos de sus hermanos. — Ahora vayan a hacer la tarea mientras les hago la cena en lo que mamá llega.

Ambos adolescentes asienten y se dirigen a sus cuartos, Hoseok suspira profundamente.

— Al final no me dejaron escuchar la respuesta de DBoy... — toma su celular y se dirige hacia la cocina mientras marca el número de su mejor amigo.

— Hola, Hobi hyung... — atiende risueño Jimin. — ¿Cómo está?

— Cuando te cuente no lo vas a creer... — contesta mientras busca en las alacenas la olla correcta para comenzar a cocinar.

— ¿Entonces Yoongi hyung y ese tal DaeguBoy que juega contigo serían la misma persona? — pregunta Jimin, luego de escuchar la detallada explicación que Jung le proporcionó.

— Si, son demasiadas coincidencias...

— ¡Esto parece un drama! — exclama. — Me encanta.

— Bien, pero no le cuentes nada a Taehyung-ssi. — le pide. — No quiero que nadie más sepa hasta que pueda comprobarlo.

— Está bien, está bien... — se rinde. — Pero luego quiero detalles. — le advierte antes de despedirse y cortar la llamada.

Al terminar su charla con su mejor amigo no pudo evitar pensar en cómo averiguar si aquella cálida persona con la que pasó horas enteras hablando y jugando a la par era aquél brusco y tosco hyung con el que compartía escuela y amigos. 

¿Valía la pena saber la verdad? No había una respuesta concreta, pero no podía simplemente enterrar tales sospechas como si no tuviesen peso alguno. Quizás la relación entre HopeWorld y DaeguBoy cambie luego de la inminente verdad, o quizá lo que cambie sea aquello entre Hoseok y Yoongi. 

La mera posibilidad de que DBoy sea Min Yoongi era algo que Jung Hoseok no podía ignorar. No era justo para él o para Yoongi: ambos se merecían saber lo cerca que estaban del otro.

Sobre todo luego de cierta conversación...

FLASHBACK

— Estoy cansado de perder contra goldenjk... — suspira DBoy luego de una ardua batalla contra aquél jugador y su dúo, 2ning.

Esa partida en particular fue realizada en el primer tiempo luego de empezar a jugar juntos. Poco se conocían pero eso no les impidió confiar rápidamente en su compañero y generar un vínculo.

Pero, siendo totalmente francos, fue un período algo extraño en el que abundaron preguntas mutuas de toda clase donde averiguaron muchas cosas excepto sus identidades.

— Y ahora que perdimos tenemos que esperar diez minutos para que termine nuestra penalización. — DBoy no pudo verlo pero Hoseok frotó con frustración sus ojos.

— ¿Quieres hablar un rato mientras tanto? — pregunta, algo tímido. Existían un par de cuestiones sobre las que quería saber, aunque le diese pena admitirlo. 

— Si, ¿porqué no? — accede. — Empieza tú...

Ambos comienzan un inocente ping pong de preguntas y respuestas triviales hasta que DBoy decidió llegar al punto clave:

— Cuéntame, Hope... — comienza con algo de miedo. Cierra los ojos con fuerza. — ¿Tienes novia?

— Oh, ehmm... — busca las palabras correctas. — De hecho no me gustan las chicas, DBoy... — si aquél chico dejaba de hablarle iba a dolerle bastante, pero no podía ocultarle quién era en realidad.

— ¿Y tienes novio, entonces? — no quiso que su tierna risita de felicidad sea escuchada por HopeWorld, por lo que la reprimió. Aquella respuesta significaba para él una mínima oportunidad.

Una oportunidad que podía tomar o no, de acuerdo a su valentía

— ¿Yo? Pfff... — estaba muy feliz de haber recibido una respuesta positiva por parte de su dúo. — No, digamos que no soy muy popular entre los chicos... — se rasca la nuca.

— Pero si eres un chico muy tierno... — hubiese querido agregar muchas más de sus cualidades. 

— Puede que te parezca así a ti, pero siendo sincero no le gusto a nadie... — contradice.

— ¿Cómo es que estás tan seguro de eso?

— Sólo lo sé, DBoy. 

DBoy sonríe ampliamente.

HopeWorld no se daba cuenta que con sólo escucharlo hablar algunas horas al día había logrado tener a DBoy a sus pies. 

— Bueno, pues te equivocas... — Debía decirlo, era ahora o nunca. — A mí me gustas, Hope... 

Hoseok enmudeció ante la repentina confesión. Si, los momentos que pasó junto a DBoy le hicieron sentir cosas diferentes y poco exploradas.

Si era amor o no, Hoseok no lo sabía.

— Pero apenas me conoces, DBoy. Ni siquiera sabés mi nombre ni me viste en persona... ¿Cómo sabes qué te gusto?

— Sólo lo sé, Hope. — lo imita.

FIN DEL FLASHBACK

— ¿Estás seguro que quieres saberlo, hyung? No sabes como reaccionará Yoongi... — dice Jimin

Al día siguiente, a primera hora de la mañana, Hoseok había decidido arrastrar a más personas en su plan por lo que solicitó la ayuda de su mejor amigo.

— Estoy seguro, no puedo vivir pensando que Yoongi puede ser DBoy... ¿Y si todo este tiempo estuvo cerca mío? — mueve histericamente las manos, para acentuar su frustración.

— Tienes razón, te mereces saberlo... — dice para luego salir por la puerta del baño, lugar donde se ubicaban. — Tú espera aquí mientras encuentro la forma de que Yoongi hyung venga... — se va.

Hoseok se encierra en uno de los cubículos a esperar la ansiada llegada de Min con algo de nerviosismo.

El chat con DBoy ya estaba preparado en su pantalla, siendo tipeada con dedos temblorosos hasta que la puerta del baño de hombres se abre anunciando que Jung no era el único allí.

Con cuidado se asoma a mirar de quién se trataba, encontrándose con el conocido rostro de su mayor, quien se apoyó en los lavatorios esperando algo.

Jung, dispuesto a no esperar más, envía un mensaje trivial a DBoy con la expectativa de que aquél resuene en el teléfono de Yoongi.

Expectativa que vio cumplirse al momento en que este busca entre sus bolsillos su celular para responder lo que sea que le llegó. Su cara cambia de seria o neutra a mostrar una leve y tierna sonrisa, terminando de tipear rápido.

Aquél otro mensaje llegó rápido al teléfono de Hoseok, quien se vió expuesto al sonar su teléfono en todo el baño. Descubierto, sale de aquél cubículo y se presenta ante Yoongi.

— ¿Qué haces aquí? — pregunta, sin conectar los puntos.

— DaeguBoy... — pronuncia. — Por eso tu voz me resultaba conocida. — sonríe. — No puedo creer que todo este tiempo hayas estado tan cerca...

Yoongi no pudo evitar congelarse al escuchar ese apodo salir de la boca de Hoseok, muy pocas personas sabían de la existencia de DaeguBoy.

— ¿HopeWorld? — pregunta con sus ojos brillando. Hoseok asiente mientras Yoongi se acerca poco a poco. — ¿En realidad eres tú? No puedo creer que seas tú...

— Si, lo soy hyung... — se acerca un poco más y cruza los brazos. — ¿Cómo sabría entonces que nunca le ganamos una partida a goldenjk y 2ning? — Yoongi baja la mirada y sonríe. — ¿Cómo sabría, entonces, que cierto chico de Daegu cree que soy tierno?

— Yah... — Yoongi se sonroja. Aquella persona era diferente al hyung con el que antes había chocado. — Me alegra el haberte conocido por fin. — toma una de las manos de Hoseok y la acaricia. — Oh, y perdona por lo del otro día. No quisiera justificarme pero estaba algo de mal humor por la partida del día anterior...

— ¡Ni me lo recuerdes! — ambos ríen. — No te preocupes por eso, está en el pasado... — Yoongi estira del brazo a Hoseok y lo abraza con fuerza por un buen rato.

La campana suena minutos después, anunciando que Jung y Min debían ir a clases.

— No quiero ir a clases ahora... — dice Yoongi aún abrazado a Hoseok.

— Debemos ir, hyung. — le contesta. Yoongi suspira.

— Bien, bien... Pero luego quiero que vayamos a comer algo o a pasear un rato. — le ruega.

— ¡Trato hecho! — Yoongi lo suelta sin dejar de sonreír y se dirige a la salida de ese baño. Cuando su cuerpo casi atraviesa por completo la puerta, es detenido por Hoseok. — ¡Hyung, algo más! — lo llama, Min se voltea. — Usted también me gusta...

¿Habría algo más bello que esa respuesta?