Dun Dun ;; only part¡!
El príncipe miraba con desgano a todos esos hombres, peleándose por darle una simple y vanal rosa, vamos, su mano valía más que una rosa y una afilada espada, mucho más
Estaba aburrido, siempre era igual, todos querían ser esposos del gran príncipe de los Asano, ja, como si eso fuera tan simple
—Ninguno de ustedes me interesa, ya dejen de molestar por favor
Se dio la vuelta, dispuesto a irse de ahí, solo quería aire, pero esos tipos eran demasiado irritantes, dios, a veces odiaba ser Omega y no poder darles un golpe en la cara, lo tenían realmente harto
Uno de ellos tomó su mano, ¿Como se atrevía? Solo rogaba un poco de atención, maldito necesitado
—¡Guardias!
Al fin, pudo ser liberado, al ver a los guardias el hombre solo lo soltó, y se retiró
El caminó hasta el castillo, con cara de pocos amigos, todos los pobladores lo miraban atentamente, deteniendo toda labor para verlo
—¡¿Que no tienen nada mejor que hacer?! ¡Vuelvan a sus trabajos, entrometidos!
Su voz era chillona, suave, lo odiaba, realmente odiaba todo, no quería ser Omega, desde que era niño deseo ser Alfa, para ser respetado
También deseo ser alto, pero mide un metro sesenta, deseo ser parte del ejército del reino, y, bueno, es el líder máximo de las tropas, pero no es lo que quería.
Y en este instante necesitaba con urgencia un pastel de chocolate, y un jugo de frutas tropicales
Su ropa estaba bordada con hilos de oro, y perlas bañadas en el mismo material
En su cabeza reposaba una corona, confeccionada de plata y diamantes
Llevaba un anillo, el cual tenía una amatista en el centro, sumamente grande, y cara.
Sus padres siempre gastaban mucho de su capital para consentir a su único hijo
Tenía su propia sinfónica, también cantantes profesionales, miles de sirvientes, miles de guardias, todos solo para él
Al entrar al castillo, la mayoría de ellos lo esperaban en la entrada
—¿Desea algo joven? —Dijo una, siguiendo sus rápidos pasos—
-Pastel de chocolate y jugo de frutas tropicales, no tarden
—Si señor —Hizo una reverencia y dio la vuelta—
Siguió su camino hasta su habitación, casi del tamaño de una casa promedio
Se lanzó contra la cama, de suave terciopelo, cubierta con esas hermosas sábanas de lino, y esas suaves almohadas de algodón, confeccionada con madera de Ébano, decorada con miles de quilates de oro, todo ahí contenía algo de metal, es decir, plata u oro, o ambos.
Su cuarto estaba repleto de regalos sumamente costosos, como esa muñeca, de cabellos confeccionados de plata, recubierta con terciopelo, y sus ojos eran dos zafiros azules, regalo de su abuela
Y aun así, los tontos Alfas del reino creían que su mano valía una rosa
Su padre abrió la puerta, tenía una suave sonrisa en su rostro, venía a darle una clase motivacional seguramente
—No papá, no me casaré con ninguno de esos alfas ¿Puedes creerlo? ¡Quieren que los acepte, y lo único que ofrecen es una rosa! ¡¿Tengo cara de valer una rosa?!
—Shuu, debes aceptar a uno, de no ser así, no podrás sucederme en el trono
—¿Por qué no puedo hacerlo solo? Soy completamente capaz de hacerlo
—Nadie lo vería bien
—¿Importaría? Vamos, sería el rey, no un simple plebeyo
—No es tan fácil Gaku, por favor, dale la oportunidad a alguien
Un largo suspiro salió del menor
—Bien
Su padre sonrió, acarició el cabello rubio fresa que poseía su hijo y decidió retirarse
Debía elegir a uno de esos plebeyos tan desvergonzados, que asco.
Su pastel llegó, junto a su jugo de frutas, por ahora, intentaría comer tranquilo, su lobo estaba agitado, no sería tan fácil llevar a cabo el "tranquilo"
La noche cayó rápido, hoy se hacía fiesta, era el día de luna llena, pero no una cualquiera, era la luna roja, el día que todos buscaban amor en el gran baile que se hacia en el lugar
Podía sentir perfectamente el olor de los Alfas aglomerados, eu
Si, sus sentidos siempre fueron demasiado agudos, y olió algo que le encantó, un olor maderable
¿Podría ser?
No le cuesta nada averiguar
Se dio un baño, sin sirvientes, habían cosas que eran completamente privadas
No le gustaba de al todo la ropa tradicional, así que 'pidió' a su padre que le buscara otra ropa, lo cual llevó a que esos conjuntos aparecieran frente a él
Un pantalón, no tan apretado, por no decir muy holgado, una camisa, de mangas largas, y unos zapatos de cuero
Dios, con ese cuerpo quien no querría casarse con él
Además de ese cabello y ojos tan peculiares, claro, también había desventajas, como su carácter, pero era lo de menos
Vamos, se ganaban el premio mayor si lograban soportarlo ¿no?
Por encima colocó la túnica, bordada de oro, dando a demostrar su linaje, y en su cabello, ya seco, la corona
Cuando era niño no le quedaba muy bien, era demasiado grande, pero ahora, se veía perfecta en su cabeza
Salió lentamente de su habitación, no muy lejos estaba su padre, esperándolo
—¿Iras al baile? —Preguntó su padre un poco confundido— A ti no te gusta ir
—Es que he reflexionado un poco en lo que dijiste y —Hizo una pausa— Intentaré encontrar a alguien hoy, para que puedas estar tranquilo con la sucesión
Gakuhou sonrió, su hijo estaba madurando
O eso creía el
Por supuesto, el rey bajaba primero, luego la reina, y por último el príncipe
El baile se daba en el patio del castillo, todos los pobladores ya estaban ahí, hablando, algunos coqueteando
Y entre esos pobladores había un pelirrojo que estaba sumamente confundido
—¿Para que tenemos que venir aquí?
—Karma, son reglas, siempre venimos aquí las noches de luna roja para buscar amor
Dos personas bajaron de las altas escaleras que conectaban al castillo, tomados de la mano, todos hicieron una reverencia suave, menos Karma, el no entendía nada
Su reino siempre estaba en guerra con otro reino, nunca habían celebraciones o cosas así
—¡Karma! Debes hacer reverencia ante los reyes, dios, ni siquiera se que hacer contigo
Nagisa era un simple plebeyo, que había decidido ayudar al joven del reino vecino, parecía estar muy mal cuando lo encontró
Bien, le enseñó al chico a adaptarse a su pacífico reino, le pidió que le ayudara en su tienda, lo cual fue su mejor idea hasta ahora, las mujeres, de la edad que fuera, llegaban cada dos minutos por algo nuevo, solo para ver al elegante joven
Pero el aún no comprendía algunas reglas, y eso terminaba fastidiando un poco al joven Shiota
Karma suspiró, sabía que estaba siendo una carga para Nagisa
Y ahora, de las escaleras bajaba alguien más, un joven de ropas peculiares, con una corona en su cabeza, su túnica brillaba demasiado a la luz de la luna
Todos los hombres del pueblo se aglomeraron a su alrededor, con una rosa en mano, solo podía escuchar bullicio, no entendía lo que decían
Lo que si supo, fue que ese joven los miró con total asco, y luego se alejó de ese lugar, abriéndose pasó entre ellos
Akabane quedó un poco embobado viendo al joven, el cual dirigió su mirada hacia él, y luego sonrió, con un ligero sonrojo en sus mejillas
—¡Madre mía! —Dijo Nagisa al ver la escena—
El príncipe había elegido, con una simple mirada
—¿Quien es él? —Preguntó inocentemente el más alto—
—E-el es el príncipe del r-reino —Dirigió su celestina mirada a Karma— ¿Que rayos hiciste?
—¿De que hablas? Yo no hice nada
-Ningún Alfa de la aldea había logrado siquiera una sonrisa del príncipe
Volteó hacia donde se encontraba, junto a sus padres, señalando directamente a Karma, con una gran sonrisa, y sus padres al igual que él, sonreian en grande, su inalcanzable hijo había elegido
Mala idea llevar al pobre chico nuevo.
Por dios, los reyes se acercaban a Karma
—Joven, buenas noches, como debe saber, somos los reyes Asano
Nagisa obligó a Karma a hacer un reverencia
—Esto será extraño, pero... deseamos que se comprometa con nuestro hijo —Dijo Gakuhou—
—¡Estamos desesperados! No sabemos que hacer con Gakushuu, no quiere poner los pies en el suelo, y vive en su mundo, donde nadie lo merece, pero cuando llego a nosotros, diciendo que usted le parecía interesante, no dudamos en que podía ser nuestra salida —Dijo la reina, con un tono de real preocupación—
Bien, Karma no rechazaría la propuesta de ser el esposo del futuro rey, no es tan-
—Lo siento señores, pero no puedo hacerlo, en mis planes no esta casarme.
Tremendo estúpido, ahora será peor
—Está bien, lo sentimos por interrumpirlo, gracias por su atención
Ambos se fueron, y Nagisa solo pudo golpear su frente con su mano
—Karma, de verdad estoy pensando que eres imbecil
—¿Que? ¿Por qué? —Dijo un poco indignado—
—Dejaré que lo veas con los días, por sobre todo, evita que tu mirada se fije en la de él ¿Entendido?
—¿Por qué?
—¿Por qué crees que todos esos hombres están así? Actuando como idiotas ¿Crees que es por su dinero? No, hay algo más, algo que ni el mismo conoce, que hace que cualquiera caiga rendido a sus pies, aun si el no quiere.
El príncipe se mantuvo pensativo en toda la fiesta, eso era muy, muy malo
Karma y Nagisa se fueron temprano, era lo mejor, ya que el más bajo podía sentir la neutra mirada del príncipe en sí, lo cual no daba buena espina
Karma atendía la tienda, como siempre, hoy no había sido muy ajetreado, así que estaba algo aburrido
Busco por todos lados un reloj, pero no lo encontró y tampoco tenía uno de mano, necesitaba bastante dinero para comprar uno aquí
—Vamos, solo quiero saber la hora
—Son la una de la tarde, por lo que entiendo se este reloj que estaba por ahí de casualidad
Volteó hacia donde provenía esa voz, encontrándose con el príncipe, que miraba un poco confundido el reloj
Salió de su cubículo, y se dirigió al lado del joven para luego mirar el reloj
—son las tres de la tarde, con media hora más
Vaya que ese príncipe era malo para leer relojes
—Oh, mis disculpas, suelo ser torpe para esto
Y le entrego el reloj de mano, no le quedo tiempo de rechistar, ya que también estaba un poco confundido por el delicado beso que fue dejado en su mejilla
Así como apareció, se fue.
Dejando a Karma realmente confundido, y a su lobo aullando fervientemente por otro beso
Mientras tanto el príncipe sólo reía por lo bajo al ver la confusión del pelirrojo, caerá rápido
Porque cada que quiere algo, lo obtiene, a las buenas o a las malas
Será mejor que corras
Tenía que devolver el reloj, pero tenía miedo de cruzarse de nuevo al príncipe, el peor error que pudo cometer en su vida fue el ir a ese baile
El no quería pareja, solo quería iniciar una nueva vida, perder a su familia en esa interminable guerra no fue nada fácil, pero poco a poco superaba ese contratiempo
Miraba detenidamente el reloj, pensando en lo que iba a hacer con el ¿tirarlo? ¿Quedárselo? ¿Devolverlo?
—Casi puedo escuchar tus pensamientos, no le des tantas vueltas, solo quedatelo
Era Nagisa, arreglaba algunas cosas, como unos pequeños frascos que contenían alimentos preservados, algo que Shiota había perfeccionado con el tiempo
—Pero no es mio, si me lo quedo sería robar
—Serás idiota, es obvio que te lo dio, y si no fuera así, ¿no crees que tiene una colección de relojes caros? Solo tómalo y ya
Bueno, tal vez obedecerá a Nagisa
Cuando Nagisa se fue, la puerta se abrió, dejando ver al príncipe, otra vez, pero ahora traía algo más en sus manos, resguardado en una pequeña bolsa
—Buenos días —Dijo muy animado—
—Buenos días príncipe
Iba a hacer una reverencia, pero una delicada mano lo detuvo
—No lo hagas, es incómodo
—Debo guardarle respeto, no debería ser incómodo
—No debes guardarme respeto, por lo menos tú no.
Karma suspiró
—¿Por qué?
Gakushuu se mostró confundido
—¿Por qué de que?
—¿Por qué yo? Hay miles de alfas tras ti, como perritos, entonces ¿por qué yo?
—Llamaste mi atención como nadie lo ha hecho jamás, ni esos miles de alfas con sus palabras cursis o sus flores me han hecho sentir lo que sentí al verte, es tan inexplicable, y me encantó
Sonreía como un tonto enamorado, y Karma cometió un segundo error, conectar su mirada con la contraria, sus ojos eran violeta, un color peculiar, el brillo que tenían era espectacular, parecían tan inocentes y puros, haciendo un perfecto contraste con su rostro, y esos suaves labios que poseía
Y por alguna razón se acercó demasiado a ese delicado rostro, a tal punto, que podía sentir la respiración de Gakushuu en su rostro, tan caliente, sus bellos ojos estaban abiertos a más no poder, sus mejillas estaban teñidas de un rojo intenso, sus labios estaban entreabiertos
Estuvo tan cerca, pero no, aún no
Se alejó, dejado realmente desconcertado y un poco molesto al príncipe, el cual presionaba con fuerza la pequeña bolsa, sus dientes rechinaban mientras Akabane intentaba calmarse, fingiendo acomodar alguno granos
Escuchó como alguien puso con fuerza algo pequeña mesa del cubículo donde cobraba las cosas
Y luego vio nuevamente al príncipe, el cual parecía realmente molesto
—Y-yo perdón por-
-No te atrevas a disculparte, solo harás que me enoje más
Y salió, azotando la puerta
Bien, el príncipe estaba enojado, y eso no daba buena pinta
Llego al castillo, fue directo a su cuarto, se lanzó a su cama, su cara la ocultó en la almohada y hizo un pequeño berrinche
Bueno, no tan pequeño, pero es que estaba frustrado, casi sintió los labios de Akabane sobre los suyos
Se veía como un tonto necesitado seguramente, eu
¿Acaso no le gustaba a Akabane?
Había pedido a sus guardias que investigaran, necesitaba esa información, como su nombre y donde trabajaba, donde vivía, cosas así
Podía que el humano se viera como un chico realmente fuerte, un poco mimado pero con un espíritu engreído que no se dejaba derrumbar por nada, pero el lobo era un sentimental, lloraba por todo lo relacionado a él
Y si, estaba llorando, demasiado, haciendo que su olor se mezclara perfectamente con tristeza, solo se hizo bolita en su cama
De casualidad su madre estaba cerca, Akemi solo pudo sentarse cerca de su hijo, mientras acariciaba su cabello
—Mi niño, ¿hay algo que te pueda alegrar?
—Quiero un perro de Siberia, son lindos, parecen suavecitos, según lo que he visto en algunas ilustraciones
—Pero-
Al ver que su mamá estaba por dar una negativa solo cubrió su rostro
—Bien, traeré tu perro de Siberia
—Que sea rápido, para que se adapte a mi rápido
—Si mi niño
Y volvió a acariciar su cabello, para luego salir a buscar a sus sirvientes, para que inicien el largo viaje hasta Siberia
Y volvió a la habitación de su hijo, que solo miraba a la nada, aún en la cama
—¿En que piensas?
-Mamá, ¿y si no soy bonito? ¿y si solo me persiguen por mi estatus?
Sabía que ese día llegaría
-Bebé, eres hermoso, ¿Acaso no te ves a un espejo? Cualquiera desearía estar contigo, eres simplemente divino
Todos, menos él. Pensó
—Lo preguntas por ese chico ¿no?
Instinto de madre adivina con vista de águila más un escaner integrado, modo: Encendido.
—Gakushuu, no es porque seas feo, es porque el chico no te quiere de esa forma
—Mamá, eso no-
—Déjame terminar, no te quiere de esa forma, todavía —Dijo alzando una de sus cejas, sonriendo de manera pícara— Y mamá sabe perfectamente como hacer que eso sea rápido
Alguien que conquistó a Asano Gakuhou obviamente era la indicada para hablar de conquistas
Bien, iría a la tienda de Shiota otra vez, lo más oculto que se pueda para no encontrarse con los fastidiosos alfas de el reino
Paso número uno: ser sutil, como si no quisieras conquistarlo
Ok, creía poder con eso
Creía
Llego a la tienda, y se desvió por un frasco de fresas preservadas, viéndolas, sacudiendolas
Vamos, no parecía estar buscando fresas
Akabane al verlo, solo pudo acercarse un poco, tocarle el hombro y al tener su atención, intentar hablar, más no pudo, solo salían balbuceos, parecía un tonto y el príncipe lo miraba atentamente
Esa mirada lo ponía peor
Por alguna razón, su lobo le exigía acercarse, abrazarlo
Oh, Gakushuu sentía perfectamente como turbaba los pensamientos de Karma, y eso realmente le encantaba, pero como dijo su mamá, ser sutil es lo primero
Por qué lo que quería no era simples pensamientos turbados, uno que otro sonrojo y luego el olvido, no no, el quería grabar su nombre en el corazón del pelirrojo
Tomo la mano del más alto entre las suyas, vaya que se sentía bien ese simple toque
—Todo esta bien, no te preocupes, solo exagere un poco, no estas listo para cosas como ser mi esposo, y lo entiendo
Señora Asano, por dios, no le enseñe a su hijo a mentir
Estaba muy molesto, pero se retenía, aún quería que Karma se disculpara por tan mal trato, pero debía guardarselo para sí
—G-gracias
Sonrió, luego le entrego el frasco de fresas
-Me llevare esas fresas
Y buscó dinero, más no lo encontró
Ay, es todo un fracaso para eso de ser sutil
Uno de sus guardias le pidió que se acercara y le entregó un billete
—Suerte, príncipe Asano
El sonrió y agradeció a su guardia, vaya que fue lindo de su parte
Luego fue a donde Akabane, el cual lo esperaba con una media sonrisa
Después de cobrar, y dar el cambio, junto con el frasco, se dignó a preguntar
—¿No venias a comprar, verdad?
—¡Si venia a comprar! Solo que olvidé mi dinero en casa
El pelirrojo negó.
—¿No sales mucho a comprar?
—Para nada, mis sirvientes lo hacen por mi
Y hablando de sirvientes, dos chicos venían literalmente corriendo hacia ahi, con un cachorro muy peludito
—Jo-joven Asano —Dijo uno de los cansados chicos— T-traemos su n-nuevo perro
El otro le entrego al animal
Luego ambos se tiraron al suelo, intentando regular sus respiraciones
Gakushuu acarició por un rato al perrito, luego lo dejo de lado, y se dedico a revisar las heridas de las manos de ambos chicos
-Parece que los persiguió una furiosa loba porque robaron a su cría
Silencio
-Vamos al castillo, los voy a curar
-Príncipe, no es necesario
-Si lo es, ahora caminen
-Pero-
-¿Estás intentando saltar por sobre mi autoridad SeokJin?
-No joven, yo-
-Caminen, ambos, no quiero ni una queja más
Y ambos se fueron, Gakushuu hizo un ademán con su mano para despedirse de Karma, tomó al perro en sus manos y se fue, por primera vez lo vio preocupado por alguien que no era el mismo
Y eso lo hacía verse tierno a los ojos de Akabane
Desde la puerta sus ojos se conectaron nuevamente, haciendo que Karma sintiera a su corazón latír frenéticamente
Dios, se estaba enamorando.
habian pasado meses desde el primer encuentro que tuvo Karma con el príncipe de la dinastía Asano, aún asi, le parecía extraño este pueblo
¿Otro baile?
-¿cuantos bailes hacen aquí?
-Es mejor bailar que pelear, Karma lemas del rey
-Ni siquiera puedo bailar bien, ni se para que vengo a este lugar
-No seas aguafiestas, mejor ve a buscar una pareja para bailar, ya me harté de tus reclamos y yo si quiero tener hijos y una pareja, con tu permiso
Se fue, traicionero
Nuevamente los reyes bajaban, pero ahora junto a su hijo, el cual no parecía el típico príncipe engreído que solía ser, estaba realmente turbado.
Y aunque venia bajando, los hombres no parecían tan entusiasmados, estaban formados como siempre, pero no tan insistentes por obtener la mano del joven
-Hoy, en el baile de otoño debería estar ya comprometido -Dijo una anciana, al frente de los reyes-
Ambos bajaron la cabeza, más su hijo se mantuvo firme, mirando al frente, totalmente serio
-Solo deme un poco más de tiempo
-Ya te di demasiado tiempo, estas a punto de tener 20 primaveras Gakushuu, ¿Crees que en tu calidad de Omega puedes darte el lujo de buscar tontamente amor?
-No, lo siento, Omega mayor.
-Esta noche debes elegir a tu prometido, si no lo haces, deberás entregar la corona
El menor asintió, sin rechistar
Y extendió su mano, hacia todos, como si fuera aceptar un beso en la mano, el sello de compromiso
Pero rápidamente la apartó
-Al final de la noche, por ahora solo quiero pensar
Y subió nuevamente
Ignorar que quería correr a besar la mano del príncipe es algo muy difícil, sus labios realmente picaban por hacer esa simple acción
Todos esos meses habían servido, para que ese príncipe mimado, que llegaba a verlo todos los días se colara tan dentro de el, dejándolo sin salida, solo le quedaba enamorarse perdidamente, y si, Nagisa tenía razón, su mirada tenia algo especial, que hacía que cualquiera cayera ante él
Cuando todos se dispersaron, Karma corrió a buscarlo, encontrándolo en el patio trasero del castillo, parecía que estaba llorando
Y la bella corona que siempre reposaba en su cabeza, ahora estaba colocada en el suelo, eso quería decir...
Se acercó, lo suficiente como para atraparlo en sus brazos, a decir verdad, era muy delgado, delicado, frágil
-¿Karma? ¿Que haces aquí?
No respondió, solo lo abrazó más fuerte
Ahora entendía la desesperación de los reyes Asano
Pero, no era tan malo ¿Verdad? Solo sería un ciudadano común
-No llores, todo va a mejorar
-¿Mejorar? Karma, me van a desterrar del reino, tendré que vivir como nómada, mi padre no me enseñó nada de eso, yo apenas sé quitar la cáscara de una papa
-¿Desterrar? ¿Por qué son tan extremos?
-Son las leyes y debo obecerlas, como el inútil Omega que soy, siempre quise ser Alfa, para poder elegir por encima de los Omegas del consejo
Ninguno dijo nada, solo conectaron su mirada por unos momentos, al estar abrazados estaban demasiado cerca
Gakushuu recordó que una vez, sus padres habían dicho que estaban perdidamente enamorados, pero todo empezó con la insistencia de Akemi.
Sus labios estaban a punto de rozarse, no podía soportar tanta tensión, sus labios realmente necesitaban que ese beso se llevara a cabo
Karma no estaba tan lejos de ese pensamiento, pero el también tenía miedo, realmente estaba cayendo en un hoyo profundo, donde se guiaba solo por lo que su corazón decía
Su corazón decía que dejara de pensar, y juntara de una vez por todas
Mirar esos bellos ojos amatista no ayudaba, se sentía tan indefenso al verlos, como un pequeño cordero, que estaba cerca de las fauces de un león
Su mente estaba perdiendo la batalla
Y al fin lo hizo, probó los labios de Asano Gakushuu, el príncipe engreído de ese extraño reino
Sus labios eran suaves, mentiría si dijera que no le encantó morder un poco esa zona, o apresar esa pequeña cintura
Estaba tan perdido
Luego de parar, y retomar el rumbo de la vida en si, tomó la corona en sus manos y la colocó en la cabeza del más bajo
-Me casaré contigo, no perderás tu corona, ni hoy, ni nunca
La excusa más barata que existe, pero quienes somos para juzgar
-Aika, baja de ahí por favor -Dijo ya un poco molesto-
-Me bajo hasta que me compres un gatito de Egipto
-Amor, bájate, no puedo comprarlo ahora
La niña solo hizo un berrinche
-¿Que pasa? -Pregunto el Omega, viendo como su esposo e hija peleaban, ella lloraba, como si le estuvieran quitando la vida
-Ella quiere un gato de Egipto, y yo le dije que no quería comprárselo
-¿Y solo por eso? Creí que la estabas matando o algo así -El más bajo volteo a ver a su hija- Aika, baja de ahí, ahora
-QUIERO MI GATITO
-Bien, le diré a Somi que te guíe, iras a buscarlo
La niña dejó de llorar
-¿Bu-buscarlo?
-Todos los sirvientes están ocupados, si quieres un gato de Egipto, iras por él
-Ya-ya no lo quiero, gracias
Y se fue, con la cabeza baja
Miro a su esposo, con un poco de reproche
-No Karma, no voy a consentir a Aika
-Pero tú eras igual
-No por eso le voy a dar todo lo que quiera
Karma no pudo evitar darle un tierno besito en la mejilla, bueno, no solo uno
-Pequeño príncipe mimado se convirtió en un pequeño rey tacaño, que encantador
-Ugh, si me hubiera dado cuenta antes de tu burlesco carácter, te juro que me hubiera casado con alguien más
-Ahora ya no hay vuelta atrás
-Digo lo mismo -Dijo mirándolo directamente a los ojos-
Y si, Gakushuu sabía perfectamente que eso hacía débil a Karma, que con esa simple acción podía hacerlo completamente sumiso, y amaba eso
Se acercó lentamente a el oído de su pareja
-Bebé, ya no podrás escapar.
Ni que quisiera hacerlo, solo quería quedarse ahí, para siempre
Gakushuu había grabado su nombre en él, como si de un pequeño peluche se tratara,
"Porque todo lo que quiero,
lo consigo"
No quedo tan mal, y si, me basé en este catálogo de imágenes de las Season grettings 2022 de BTS, específicamente las de TaeHyung para la ropa que "intenté" explicar. <3
Espero que les guste, son dos días consecutivos de mi vida los que utilicé para organizar ideas y plasmarlas (casi tres)
No olviden comentar y votar, cuídense también, tomen agua y coman bien, sin decir 'iugh voy a engordar' ¿eso importa? No, para nada
Se que hay personas que siguen en la escuela o tienen pruebas importantes pronto (o ya las tuvieron) y les deseo suerte, y no se estresen tanto, si, no les digo que no estudien, pero también tómense una o dos horas para respirar, jugar o escuchar música, también coman sus tres tiempos de comida
Gracias a todos, los quiero ♡
-Kobayashi小林
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