Perdóname Madrecita, estabas muy descuidada.

Tu delicadeza fue aprovechada. Tú cuerpo se vio ponderable para los impuros, los puercos, los polvoreados de mentiras, extorsionadores de vida, succionadores de juventudes encausadas por la correa del desempleo.

Ultrajaron el seno de tu constitución, los valores de tus entrañas, ¡Insultaron la metonimia antes de que Azin la restituya!  El gordo Correa de sobornos, el gordo Gárces frente a la hambrienta mujer, y el inflado Lasso que bajo sus cortinas se extendió el problema cartelero; fueron ellos los que escupieron tu capa, tus colores, ¡el escudo!

¿Qué han protegido con el escudo? la red mundial de cocaína, la burla de Supay que se humilla ante las nieves del Chimborazo. 

El 9 sereno empezó sereno en la mañana, pero el 9 sereno falleció con los primeros gritos a sombra disuelta del medio mundo, de la media iluminación.

Entre la luz astral se movieron y en burdos incendios actuaron. Provocaron universidades sedadas de estudios, plazas manchadas de los hijos del suelo, prisiones tomadas en rebeldías de poder...y funcionarios fusilados, ahorcados, torturados en irónico castigo Vichamaco.

El 9 sangriento del Quito y del Guayaquil...que se hizo visión por TC; que ensangrentaron las manos de los delegados al poder.

¡La tolerancia y el colmo se acabaron en el Kay Pacha! ¡y La violencia, la insurgencia, el desorden claro de las raíces ecuatorianas!

Tan pronto como se creyeron dueños de un país, perdieron el control de todo barrio y distrito. 

Su voluntad, un chiste para estos malhechores, quedó aplacada ante tal miedo que sufrieron soroches. 

La militancia destituyó el juego de los interesados; se levantó el poder del cóndor, la justicia de Inti bajo el liderazgo del pueblo de medio mundo.

Ecuador despertó fuerte el diez enero, y continúa fuerte ante la insolencia de Fito.

Se salve hoy mil veces por gracia; gloria a ti, gloria a ti.

Hoy nuestra frente al frente está radiosa, y continuará al frente tanto como el dios que contemplamos salir.