Lo imaginario
Cuando el árbol es pequeño tiene espacios para abordar sus futuras copas; tienta en su ingente mente una forma de estirarse hacia abajo, arriba, o al frente.
El árbol desliza más y más su savia acompañado del tiempo. Cuando más rojo sea su pelo menos pensar tiene en su estiramiento. Donde antes había posibilidades, menos dudas o cualquier vacilación, ¡más lograba en comparación al ahora, tan temeroso de perderse, de abandonarse, de enriquecerse!
Tal vez teme por las pobres plantas que cubran sus tejados; o piense si es buena idea estirar hacia ese lado. Loca es más su cabeza mientras más racional pretende ser en modelos extraños
¿Donde se fueron sus viejas raíces? Ahora parecen adorno para lo que hay encima. Teme ser talado pronto y por eso no se arriesga a ser un objetivo. Tiende
a rebajarse para no ganarse enemigos. ¿Será idiota?¿será miedica?¿será ignorante?
Crece sin detenerte, como si nunca volvieras a vivir (pues será así).
Crece sin ver abajo, ¡es culpa de los de abajo por no mirar hacia el mismísimo cielo!
No te sientas descolocado por estar lejos de los de abajo. Recupera tus raíces, tus pies, ¡tus avances!¡No los tapes por verguenza a los extranjeros que te ignoran en todas partes!
Eras tan interesante e ingenioso tú solo, que ahora que estás rodeado solo piensas en lo endiabladamente soso que debes verte. El aislado deja de crecer, se aparta la gran corona para convertirse en juego de palomas. Se cagan encima tuyo porque, precisamente, no has sabido defenderte.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro