Lo veía nadar, con su azulada apariencia. En la pecera la cual era no era un simple adorno. Era su ocupante. El nadaba, en la pecera, la cual estaba encima de una mesa. Con cariño lo observava. ¿Cuántas veces pasaba con el en las mañanas?¿Cuántas veces comi con el? Mi corazón cuando lo recuerda se llena de melancolía.

El esta muerto! MUERTO!
Esa adorable pecera, ahora llena de polvo en una esquina siendo solo utilizada por insectos. Ese pez azulado, ahora está putrefacto. No! NO! mi mente no lo asimila. Me revuelco de resignación. Adorado Pez, vuelve por favor. Por favor Dulce pez.

Dedicado a mi pez Blue
Que murió hace unas horas.