Cap6
Habían pasado minutos, unos largos minutos después del incidente, y Jimim aún era sostenido en los fuertes brazos que le habían salvado de caer en aquel lago. Su corazón palpitaba con fuerza por la cercanía del rostro de Yoongi y no habían podido dejar de observarse directamente a los ojos.
-Ehm... Jimin...¿Estás bien?
Jimin no había escuchado del todo al principio, aún estaba en el universo que signigicaba Min Yoongi. Hasta que se dio cuenta que Yoongi lo miraba fijamente con el ceño fruncido.
-¿Qué?
-Que si estás bien.
-Ah... yo...-Jimin se sintió apenado por estar tan distraido-Si estoy bien.
-Bien...- Yoongi se sintió nervioso, además de tener aún entre sus brazos el delicado cuerpo de Jimin, el olor que este emanaba lo estaba volviendo más loco por el- Yo... tengo que buscar a Sunhee, y ahora ha escapado.
-Oh si... lo siento.
Ambos se separaron algo incómodos pero contentos por la cercanía.
-¿Alguna idea de dónde se pudo haber metido?
Jimin lo pensó un tiempo, entonces recordó que estaba haciendo unos macarrones dulces de fresa, chocolate y otros sabores, y dedujo que debian de haber pasado por la cocina. Entonces Jimin se sintió, había salido de la cocina en busca de su hermano sin importarle si estaba lleno de harina por doquier y esperaba que Yoongi no se diera cuenta de ello.
-Si... creo que en la cocina.
-Bien vamos...-dijo Yoongi acercándose al caballo para subirse en el, Yoongible miró fijamente y Jimin con una interrogante en su cabeza.
-Jimin... vamos...
-¿Qué? Oh, pero... yo...
-Nada de peros.
Yoongi lo tomó de la muñeca cuando de acercó más con su caballo, y con una fuerza grutural, lo subió a sus espaldas en el caballo. Jimin no pensó nunca estar así, con un príncipe siendo llevado por las llanuras y el viento fresco chocando en su cara, el aroma de Yoongi siendo el protagonista entre tantos aromas. Jimin podría haber caminado hacia la cocina, pero si Yoongi se ofrecía a llevarlo, eso era algo que no iba a negar.Llegaron a la cocina y no había ni rastro de los pequeños. Jimin suspiro frustrado, y Yoongi igual.
-Parece que aquí no estan-hablo Jimin
-Ash, donde de habrá metido esta revoltosa, papá la ha estado buscando desde hace un buen rato.
-¿Tu padre?
Yoongi asintio-Tiene una clase de piano y va retrasada, esta haciendonos quedar mal con el pobre maestro John.
-Oh entiendo...
Yoongi iba a seguir en su busqueda, sin embargo el aroma de algo, más bien fresas saliendo del horno le hizo detenerse.
-¿Ese es....?
Jimin lo miró con duda u después el aroma llegó a el. ¡Oh, el pastel de fresas!
Jimin se acercó al horno y se apresuró a sacar rapidamente el plantel de metal, pero se le había olvidado coger los guantes y como consecuencias de ello se quemó la mano. Un chillido salio por su garganta, esto ya le había pasado antes, y recordaba siempre lo doloroso que era.
Yoongi se preocupó a más no poder y jaló a Jimin por su muñeca lejos del horno, tomándolo por la cintura. Lo revisó de pies a cabeza para buscar la herida hasta que vio su mano. Su impulso animal lo llevo a clamar el dolor de Jimin con un beso, lo cual no dudó un segundo en hacerlo. Beso todas las partes rojizas en las manos de Jimin, y el corazón de este a parte de acelerado estaba enternecido por el cuidado el alfa.
Ambos se perdieron en su mundo, cuidando uno del otro, estando lo más cerca posible, como debia ser.
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