Los demonios del pasado siempre vuelven para derramar sangre inocente.

Algunas historias están condenadas a repetirse. El sufrimiento cruento vuelve una vez más. Lágrimas de sangre pronto serán derramadas.

Lindas, lindas muñecas de porcelana. Espléndidas en belleza e inocencia. Cabellos de hadas y ojos virginales qué aún sueñan en el país de las maravillas. Voces dulces que se quiebran en sollozos y gemidos de dolor.

Sus dueños, anhelan pronto jugar con ellas. Corromper su inocencia, apretar sus delicados cuellos y que la sangre carmesí manche sus aporcelanados cuerpos.

Pieles blanquecinas hermosamente adornadas por púrpuras.

Cuerpos de porcelana que son quebrados con macabro placer.

Labios cosidos qué impiden implorar piedad, hilos qué hacen callar dolorosamente sus gritos de terror.

Almas puras que pronto se verán manchadas por el fuego infernal.

Dulces e ingenuas muñequitas de porcelana, no importa cuánto anhelen ser libres, jamás lograrán escapar.

La casita de muñecas será vuestro infierno y sus dueños jugarán con vosotras hasta que la esperanza sea drenada de sus cuerpos.