Respira.

Hoy solo fue un día desafortunado, siempre existirán días mas brillantes. Por tal razón no hay que preocuparse ya que las heridas sanan y las situaciones cambian.

Inhala.

Permite llenar tus pulmones de fresco oxigeno. Tus brazos arden las pequeñas aberturas entre tu piel tornándose de colores divertidos, o al menos es asi como él suele decir.

A él siempre le ha gustado la manera en la que tu piel puede cambiar de color. O como suele decir: "¡es un genial super poder!" según sus palabras. Por esa razón él empezaría a realizar todo tipo de pruebas con el objetivo de obtener un nuevo resultado.

Empezó inofensivo, mas en realidad siempre existió un riesgo;

Él pide que aprietes tu puño, ¡ahora tus nudillos han paldecido!

Él pone ligas en tus dedos, ¡ahora tus uñas son blancas y las puntas son moradas!

Él sostiene tu muñeca y te hace tocar la superficie de la estufa encendida ¡ahora la palma de tu mano se ha tornado rosada!

Él lanza rocas a tu torso, ¡ahora tienes manchas de colores en tu abdomen!

Él pone sal y hielo sobre tu muslo, que decepción, se han vuelto rosados. ¡ese color ya lo habían visto!

El sostiene la punta de un cuchillo sobre tu brazo, intentas alejarlo pero su agarre se torna firme antes de que logres soltarte, evitando tu escape. ¡no tengas miedo! ¡todo estará bien! Muerdes tu labio y él te da consuelo al ver estas temblando. Vas a estar bien. Es difícil no soltar algunas lágrimas por lo que cierras tus ojos con fuerza cuando sientes el cuchillo hacer contacto con tu piel, que curioso; ¡puede ver rojo!

Buen chico, eres un buen chico Amane. Sientes su mano acariciar tu cabello con paciencia, tu brazo arde de manera insoportable no sabes que hacer pero tienes miedo de ver su estado. Él se encarga de lamer los caminos húmedos que quedaron en sus mejillas, es su manera de consuelo, lo sabes, pero no ayuda. Aún sientes nauseas. Aún sientes miedo.

Él dice que la próxima vez usará sus uñas ya que parece te dan miedo los cuchillos. Tu garganta esta seca, pero aun si pudieras decir algo por ahora solo puedes balbucear sollozos. Las lágrimas aun no se detienen. Pero deseas que esto termine.

Exhala.

Estás devuelta en el salón.