(Narra Jimin) 

~ Dos meses después~ 

Eran las 3:30 am y me desperté con ganas de comer helado con galletitas con chispas de chocolate, miel y durazno. Todo junto, no quería despertar a Yoongi, por lo que traté de hacerme a la idea que podía aguantar hasta la mañana, traté de dormir y empecé a contar ovejitas. 

Llegué hasta las 100 estúpidas ovejitas y las taradas no dejaban de saltar el serco imaginario. Me frustre y empecé a dar vueltas sobre la cama, todo intentó de poder dormirme fue en vano. 

Me senté en la cama y respiré hondo. Menos mal, que cuando Yoon viene cansado del trabajo se duerme profundamente, bueno en realidad el tiene el sueño pesado. 

Salí de la habitación lo más silencioso que pude y bajé a la cocina, tal vez si como mis galletitas con chispas de chocolate el antojo se me pase. 

Abrí la puerta de la alacena donde están mis galletitas y saque un paquete, y empecé a comerlas muy gustoso, pero no era lo mismo. 

¡Quería helado, miel y galletitas, con durazno!

Suspiré rendido, no podía aguantar más. Con el pesar de mi consciencia, subí a la habitación y me senté al lado de Yoongi. 

- Yoonnie - Lo llamé y no despertó. - Yoon, despierta. Se removió y me abrazo, puso su brazo al rededor de mi cintura. Bueno lo que queda de ella. 

Mi pancita esta más grande ya no es nada pequeña y mi cuerpo cambió últimamente. 

Mis caderas se ensancharon, al igual que mis piernas, muslos. Mi cintura desapareció, pero lo que sin duda aumentó fue mi trasero. Es el que más se nota y Yoon me lo recuerda siempre. 

- Yoonnie - Lo volví a llamar. No me respondió no se movió y no quiero ni imaginar que pasará si las contracciones me llegarán a dar en la noche y él este dormido como una roca - Yoon... ¡Yoongi! 

El se levantó rápidamente y me vió asustado, quise reír, pero me contuve. Se veía gracioso, con su cabello revuelto, rostro hinchado y sus ojitos apenas y se notaban. 

- ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿El cachorro ya viene? Dime Minnie, no te quedes callado. 

En serio que Yoongi es divertido, ¿Cómo se le ocurre decir que si nuestro bebé ya viene? ¡Apenas tengo cuatro meses! 

- Yoon, primero déjame hablar y segundo, termina de despertar. 

- Lo siento cariño, me asusté ¿Qué sucede? 

- Perdón por despertarte Yoon pero tengo un antojo y lo que quiero no hay en casa - Hice un puchero y el río bajito. 

- ¿Qué antojo quieres cariño? 

- Quiero helado, con galletitas con chispitas de chocolate, miel y durazno - Le dije muy sonriente. 

- ¿Todo eso? - Lo vi incrédulo ¿Qué me quiso decir? 

- ¿Me llamaste glotón? - Sentí mis ojitos llorosos. 

- ¡No! Claro que no cariño. Sólo pensé que es mucho dulce. 

- ¿Ahora me llamas mentiroso? ¡Y encima quieres que tu hijo nazca con cara de dulce! 

- Claro que no es así pequeño. Sólo.... 

- Ya no quiero nada. 

Me levanté indignado y derramando lágrimas, me encerré en el baño y lloré en silencio. ¿Por que soy así? ¿Serán las hormonas? No lo se, yo sólo quería mi antojito y Yoongi me cuestionó. 

Aún quiero mi antojito y ni siquiera me traje mi teléfono para llamarle a Kookie y que él vaya por ello. 

Escuché a Yoongi hablarme y tocarme la puerta, pero no quise hablarle ni escucharlo. 

Estoy sensible y él lo sabe. Sólo quiero llorar, hasta que mis hormonas se calmen y mi antojito también, aunque este último lo veo imposible. 

- Cariño, abre por favor. Perdóname, no quise decirte nada de eso y lo sabes. 

Me quedé callado. 

- Minnie me empiezas a preocupar, háblame pequeño, por favor. 

- Vete. Ya no quiero nada. 

- Minnie, sabes que iré por lo que quieres, sal de ahí ¿Si? 

- ¿De verdad irás por mi antojito? - Le respondí, más calmado y un poco interesado en escuchar que si irá por mi antojito. 

- Claro que iré cariño. ¿Puedes salir y abrazar a tu Alfa? 

Abrí la puerta, muy lentamente y asome mi rostro el me sonrió y yo terminé de salir para lanzarme a sus brazos. 

- Lo siento Yoonnie, son las hormonas. 

- Lo sé cachorro. Iré por lo que quieres ¿Si? 

Yo asentí frenéticamente, me acosté en la cama y el salió en pijama y sólo con una chamarra. Yo me quedé acostado en la cama y cerré mis ojitos, mientras lo esperaba. 

Tardo unos 15 o 20 minutos, me llevó en un bol, el helado, con las galletitas, el durazno y la miel mezclado, exactamente como lo quería. 

- Gracias Yoonnie ¿Sabes que te quiero muchísimo verdad? 

- Yo te quiero mucho más mi pequeño Ángel. 

Sonreí por lo feliz que me sentía a su lado y que me llamará de esa forma. 

Empecé a comer gustoso mi postre y el se acostó a mi lado, recargo su cabeza a un lado de mi vientre y me abrazó con sus brazos, yo seguí comiendo y en menos de 5 minutos escuché su respiración lenta. Sabía que se había quedado dormido, sonreí por lo tierno que suele ser aveces, terminé de comer mi postre minutos después.

Una vez terminado, dejé el traste en la mesita de noche a un lado y me acomodé mejor al lado de mi Yoon. El me abrazó y yo lo hice igual. 

- Lo siento por despertarte y hacerte un berrinche Yoonnie - Susurré bajito. 

- Todo sea por mis pequeños - Me respondió. Sonreí por que creí que se había dormido, nos abrazamos más calidamente y caímos dormidos en segundos. 

Pero muy felices. 

🐺🐺🐺 

En la mañana Yoonnie decidió entrar tarde al trabajo. Desayunamos juntos, y pasamos más tiempo en la cama. 

El fue a su trabajo en hora de almuerzo, por lo que no pudo comer de lo que había preparado, así que me quedé sólo. 

Pero se me ocurrió una brillante idea. Quiero recibir a mi Yoon con una de mis especialidades culinarias y darle un exquisito gusto a su paladar. El único problema era, que me hacían falta varios ingredientes para poder hacerle la comida a mi Alfa. 

Decidí ir al súper y comprar lo necesario. 

En estos meses supe que hay una linda señora que viene una vez a la semana hacer la limpieza en la casa, al inició le dije a Yoongi que yo podía hacer todo, pero como era de esperarse no me dejó y alegó que no podía hacer esfuerzos. 

Conocí a la señora Lee, ella es una linda señora que hace la limpieza en la casa y la deja reluciente, yo le ayudó siempre que viene y me hace compañía, digamos que nos hicimos muy buenos amigos. 

Nos gusta tomar el té juntos y la señora Lee me cuenta de su vida o historias muy interesantes. 

Una vez me contó que existen hermanos que pueden tener olores similares y llegan a confundir a los predestinados, pero eso sólo es como ¿Un señuelo? Algo así me contó. Que lo usan las personas que envidian la felicidad de sus mismos familiares y que intentan solamente arruinar su vida. Era una historia muy interesante, así como esas me ha contado muchísimas. 

Es divertido pasar las tardes con la señora Lee. Lástima que sólo es una vez por semana, me contó que ella sólo tiene una nieta y que yo le recuerdo a ella. Pero que hace años no la ve, la dejó sola cuando encontró un Alfa, me dijo que su nieta es una Beta, pero su aroma sólo es uno tenue muy tenue como ¿aromatizante? Bueno algo así. Quiere decir que si sus aromas no son fuertes es una Beta y quizá sólo la señora Lee por ser su abuela le sentía el aroma, cosa que siempre le pareció extraño. Algo así me explicó la señora Lee.

El punto es que la señora Lee es una dulzura de señora. 

Salí de casa y subí al auto que Yoongi me dió. Me ayudó a sacar la licencia y me dijo que lo usaría hasta cierto tiempo y que fuera con mucho cuidado. 

Subí a el y salí de casa. Puse música de mi grupo favorito de chicas, "Twice" esas chicas, tienen canciones muy geniales y animadas. Cante en todo el camino. 

Cuando llegue al súper mercado, baje con cuidado y acaricié mi vientre más abultado, la verdad no me fijé como iba vestido, pero si era ropa holgada, unos pantalones de chándal, una camisa celeste claro, zapatillas blancas y la chamarra negra por el frío. 

Entré y tomé un carrito, no se cuanto compraría, pero si lo suficiente para tener en casa y de paso unos cuantos antojos para mi. 

Yoongi me dió una tarjeta de crédito sin fondo. La cuenta que hizo a mi nombre aún existe, me dijo que la usará como yo quisiera, dinero siempre habría ahí para lo que quisiera.

El dinero que antes me enviaba semanal, lo tengo guardado, se que de algo servirá. Siempre es bueno tener efectivo. 

Aunque le insistí en no darme nada, él siempre termina ganando y a sus lindos pucheros yo no me resisto. Es que Min Yoongi también es una ternura y sólo yo tengo el privilegio de verlo así. 

Pasaba lentamente por los pasillos de verduras, buscando las de mejor calidad. Sentí un aroma que me dejó paralizado por unos momentos, ese aroma que odié en muchos años. Que creí jamás volvería a sentir. 

El aroma fue tan imperceptible, que creó fue producto de mi imaginación o solamente la combinación de tantos aromas cerca. 

Despeje todos los malos pensamientos de mi mente y seguí con mis compras. 

Escogí las verduras y pensé que ¿Por que no llevar algo de mis antojos? Es buena idea. Fui al área de dulces, sólo esperó que mi amado Alfa no se enoje conmigo por esto, el aveces me regaña por comer demasiado dulce ¡Pero es que mi pollito lo pide! Y yo no voy a negárselo. 

Tome unos cuantos sobres de gomitas, un nuevo antojó desbloqueado. Lo bueno es que no me da por comer cosas tan asquerosas como a muchos les pasa, lo único raro que he comido es apio con chocolate, pero debo decir que es lo más delicioso que he probado.

Tome quizá ¿Muchas gomitas? A mi parecer no, pero bueno que más da. Estaba feliz de la vida, tomando mis dulces y muchas cosas más. 

Cuando sentí y vi lo peor que me pudo haber pasado, un escalofrío helado me recorrió todo el cuerpo y los bellos de mi piel se erizaron de manera escandalosa, sentí el terror recorrer todo mi cuerpo. 

Lo tenía frente a mi, a mi peor pesadilla, quien me hizo daño de joven y quien creí jamás volvería a ver. 

Jackson Wang. 

Ese aroma y ese aspecto lo reconocería donde fuera, su mal aroma a azufre y ese aspecto tan tétrico que siempre lo caracterizó, estaba justo frente a mi, con una mirada de superioridad y burla. 

Se fue acercando a mi lentamente y yo retrocedía, tratando de cumbrirme inútilmente con el carrito de compras. 

- Hola lindura. Cuanto tiempo sin verte Serán... ¿Seis años? Creó que si. 

Me quedé callado, no sabía que hacer, la voz no me salía y empezaba a temblar. 

- ¿Te comieron la lengua los ratones amorcito? ¿Por que no hablas? 

- ¿Qué... q-uieres? 

- Vaya pero si mi lindura si habla. Y además ¿Estás embarazado? Dime amorcito ¿Quién oso a tocar a mi Omega? 

- Yo no... soy tu Omega idiota - Instintivamente llevé mi manita a mi vientre, debía proteger a mi cachorro. 

- No me hables así imbécil. Si yo quiero te puedo llevar conmigo ahora mismo ¿Sabes? 

Negué rápidamente, debía salir de aquí o este idiota me haría algo. Fui retrocediendo sin soltar el carrito. 

- Vamos amorcito, al fin te encontré. Déjame llevarte conmigo ¿Sabes lo difícil que fue huir? ¿Sabes lo difícil que fue aceptar que el imbécil de mi padre me deseredara? ¿Sabes cuanto te busqué lindura? Eres mío Park Jimin. Eres mi Omega y ahora mismo te irás conmigo, ya veré que hago después con ese bastardo. 

Cuando vi la intención de él de quitar el carrito, ya estaba afuera del pasillo. Salí corriendo lo más que pude y un guardia lo detuvo a él cuando notó que me estaba molestando y logré salir del súper mercado. 

No sé en que momento logré subir al auto y con manos temblorosas arranqué, vi como salió del súper e intentó seguirme, afortunadamente logré salir de ahí. 

Mis manos y cuerpo enteró me temblavan, pero debía calmarme por mi bebé y por precaución a no chocar. 

No podía darme el lujo de parar a calmarme, el podría estarme siguiendo o que se yo. Mi primera idea fue irme a casa, pero si lo hacía como ya dije el podría haberme seguido y no quiero que sepa donde vivo. 

Así que me fui al trabajo de Yoongi, con él me sentiría más seguro. Me podría calmar y quedarme con mi Alfa hasta que él salga e irnos juntos a casa. 

Solamente una vez vine y Hobi Hyung me ayudó a entrar, esperó que esta vez no me cueste. 

Llegué al lugar y estacione lo mejor que pude el coche, bajé de manera rápida, aseguré el auto y entré lo más rápido que pude al edificio.

Me acerqué a recepción y vaya sorpresa me llevé al no ver a la misma chica de la vez pasada. En su lugar había una Beta de como unos 30 años, de rostro serio, daba miedo a simple vista. 

- Buenas tardes señorita. Necesito ver al señor Min - Hablé con notable nerviosismo. 

- ¿Tiene alguna cita? - Vaya que hasta su voz es fuerte y da miedo. 

- No señorita, pero es urgente. 

- Mire... Joven, si no tiene cita no puede pasar a ver al señor Min, así que le pediré que se retire por favor o me veré obligada a llamar a seguridad. 

- Pero necesito entrar. Yoongi es mi Alfa, soy su pareja y me urge entrar a verlo, por favor - Le rogué, me estaba desesperado demasiado.

- ¿Tú Alfa? - Río con burla - Mira niño, aquí todas quisiéramos ser pareja del señor Min, y déjame decirte que tú no llegas ni a los talones. Así que vete de aquí a inventar cuentos a otros lados. 

Me quedé con la boca abierta por el asombro ¿Qué diablos dijo? 

- Déjeme entrar por favor - Rogué una vez más. 

- Seguridad llevense a este oportunista de aquí - Habló la loca esa. 

Entré en pánico, no quería salir a la calle sin mi Alfa, tenía miedo. 

Los tipos esos tomaron mis brazos y me apretaron muy feo, chille de dolor. Eran dos Alfas, muy altos y fuertes, mis brasitos dolian. 

- Sueltenme, me lastiman - Traté de safarme pero era imposible. La loca de la recepcionista se me acercó y tomo mi mentón con demasiada fuerza. 

- Vete de aquí mocoso y no vuelvas a querer entrar sólo para inventar idioteces ¿Entendiste estúpido? 

- ¡¿Qué mierda creen que le hacen a mi Omega?! 

Esa potente voz de mando, la conocía muy bien, me sentí aliviado al escucharlo, por alguna razón no me encogí en mi lugar. Los tipos me soltaron y la loca bajo la mirada. 

Salí corriendo a los brazos de mi Alfa y el me abrazó muy protectoramente. Me sentí seguro y protegido, escondí mi rostro en mi lugar favorito y sólo estando en sus brazos me permití llorar por todas estas humillaciones vividas. 

- ¡¡Les hice una pregunta imbéciles!! ¡¿Qué mierda creen que hacían con mi Omega?! 

- P-erdone... señor Min... No sabíamos que era su... Omega, él... chiquillo no... lo d-ijo... 

Esa loca aparte de idiota mentirosa. 

- Si te lo dije estúpida y me gritaste y tachaste de oportunista. Y dijiste que aquí todas querían ser pareja de MI ALFA. ¡Loca! 

Tenía que gritarselo, no soy de los que se quedan callado y se deja de nadie. Mucho menos si intentan quitarme a mi Alfa. 

- Señorita Kwang queda despedida, pase por su liquidación y no la quiero volver a ver aquí y a ustedes no los quiero volver a ver tocando a mi Omega o correran con la misma suerte. Mi Omega puede entrar y salir de aquí cuantas veces él quiera y no tiene por que pedirle permiso a nadie ¡¿Entendieron?! 

- ¡Si señor Min! 

Todos hablaron en coro y escuché el llanto de la loca, por primera vez no me importó el dolor de nadie más. Me humillaron y quisieron ver de menos, y eso nadie me lo hace. 

Sentía todavía mis lágrimas mojar mis mejillas, Yoongi me llevó a su oficina y una vez ahí, no pude contenerme aún más. 

Mi Alfa me abrazó y me sentó en su regazo, me refugio entre sus brazos y me mimo mucho. 

- Llora cariño, desahogate es bueno, esos idiotas no volverán  a tratarte así - Cuando logré calmarme, alcé la vista y mi Yoonnie limpio mis mejillas, depósito un besito en ellas, en mis ojitos y en mis labios. 

- Yoonnie, no lloró sólo por la loca y esos gorilas - Mi Alfa río bajito por los apodos que les di a los de recepción. 

- ¿Entonces por que más es cariño? - Me preguntó curioso 

- Ahora fui al súper por que te quería hacer una rica cena, y no habían varias cosas en casa y quise salir yo mismo y tomar aire. Pero me encontré con un mounstro que me quiso hacer daño Yoongi 

Rompí en llanto nuevamente, mi Alfa me consoló y dijo palabras de aliento y que me tratará de calmar por nuestro bebé. 

- ¿A quién te encontraste que te dejo así cariño? 

- Jackson Wang 

Cuando dije su nombre mi Alfa endureció su mirada y eso me dio un escalofrío enorme en el cuerpo, pero no por miedo, se que mi Alfa siempre me protegerá. 

Siempre lo hace.

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¡Hola amigos!

Esperó les haya gustado este capítulo.

Bye💜

No olviden dejar su estrellita⭐