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Maratón (6/7)
(Narra Jimin)
Estaba cansado de pasar en cama y no poder hacer casi nada. Ya llevo dos semanas en esta misma posición y me empiezo a desesperar, se que debo tener el mayor cuidado posible por el cachorro pero ya no aguanto más.
Hace exactamente dos semanas me desmayé y me llevaron a la clínica, hace dos semanas que fue la última vez que vi a Yoongi Hyung. Ese día tuve la intención de disculparme con él, de hablar y arreglar nuestras diferencias, pero una vez el doctor dijo que ya estaba más estable el sólo se fue así, no más. No me volteó a ver en ningún momento, sólo a Kookie le dió un número donde lo podíamos llamar si necesitábamos algo. Y me dolió, claro que si, pero no pude hacer nada, él me ignora y eso duele demasiado para mi pobre corazón.
Ya tengo un mes de embarazo, y aunque no se me noté nada aún, los malestares están a la orden del día. La mayor parte del día, me la paso de la cama al excusado devolviendo casi todo. Es aparte de asqueroso, triste, mi pancita no retiene nada, hasta ahora que logré mantener un poco la sopa que hizo la enfermera que viene a cuidar de mi a la hora de las comidas.
Es una bella Omega, muy simpática, cuando la vi aquí por primera vez; estuve a nada de correrla por que no quería niñera pero Kookie me convenció. Pasaría sólo la mayor parte del tiempo, hasta que él viniera de trabajar que aveces era a las 5:00 pm o aveces hasta las 10:00pm. Por esa razón acepté a Dahyun, es una chica muy divertida, pasamos las horas platicando, viendo televisón, claro en mi habitación por que ya ni las narices he asomado por la sala.
Me hice muy amigo de Dahyun, le conté mi triste vida, omitiendo varias cosas sobre mis padres claro está. Le conté lo que mi lobo me exigía y lo que yo sentía por Yoongi Hyung, que lo dañe y me sentía muy culpable. Ella intentó darme ánimos y darme algunos consejos.
- Sabes Jimin-ah, debes dejar tus miedos a un lado, olvidarte del pasado, vive tu presenté, no dejes que las ideas sobre el que dirán arruinen tu personalidad. Eres un chico muy lindo y te aseguro que el señor Min cayó rendido a ti desde el primer momento en que te vió. Tu mismo dijiste como te miraba y como te sentías con él.
« Nunca ignores los instintos y sentimientos de tu lobo, ellos siempre tienen la razón. Deja fluir tus sentimientos, quita esa barrera que has creado al rededor de tu corazón y déjate llevar por tu lobo, deja que él te diga que esta bien. Te aseguro que no te vas a arrepentir.
- Gracias Dahyun-ssi. Eres muy linda, pensaré en tus palabras y trataré de dar lo mejor de mi. Te lo aseguro.
Ella tiene toda la razón, mi lobo siempre me pide que vaya donde Yoongi Hyung y hable con él, que le pida perdón por mis estupideces, yo siempre lo regañaba por tales peticiones. Pero Dahyun, me convenció con sus consejos. Me dejaré llevar y trataré de hablar con Hyung.
Solo esperó que no sea demasiado tarde.
No quiero seguir así con él o podría colapsar de verdad y ya suficientes preocupaciones he dado.
Lo único malo de todo esto es que no tengo como comunicarme con Hyung, yo no tengo teléfono celular, Kookie dijo que primero ahorraría y luego compraría uno para cada uno y aún falta para eso. Aparte que la tarjetita la tiene Kook. Y aunque quisiera, Dahyun ni Kook me dejaran salir de casa. Sólo quiero ver a Hyung y hablar con él.
Así que tendré que usar el plan B.
Espere a que Dahyun se fuera, ella últimamente se va a las cuatro de la tarde por que debe estudiar para sus exámenes así que cuando ella se vaya. Yo saldré de casa para ir a la oficina de Yoongi Hyung.
Cuando Dahyun se fue, me cambié lo más rápido y cuidadoso que pude. Tome mi billetera y sali a pasos lentos pero seguros, no había vuelta atrás, debía ver a Hyung.
Cuando llegué a la planta baja del edificio, salí a la calle y respiré profundo, debía estar tranquilo y seguro de lo que haría. Así que pare un taxi y cuando me subí le dije la dirección. Aun recuerdo cuando Hyung me la dijo para ir la primera vez y nunca fui.
Una vez en el lugar, pagué, me bajé del taxi y me dirigí a la entrada. Era un edificio enorme, pero elegante y muy llamativo, con tonalidades blancas, negras y grises. Los colores sonaban muy oscuros y tristes, pero en realidad hacían resaltar muy bien el lugar por como estaban ubicados los colores. Habían plantas en maderas en lugares estratégicos que hacían más bonito el lugar.
Me acerqué a recepción, que resaltaba por las letras doradas que tenía la división donde estaba la recepcionista. "Imperio Min" resaltaba en grandes letras en color dorado. Llegué donde la chica y esta me sonrió de manera muy robótica. Algo me dice que ya está cansada de lo mismo.
- Buenas tardes caballero. Bienvenido a Imperitos Min, ¿En qué le puedo ayudar?
- Buenas tardes señoríta. Estoy buscuando al señor Min - Le respondí un poco tímido.
- ¿Tiene cita agendada?
-¿Eh? ¿Cita? Este yo... no. Es decir no, pero el me conoce y...
- Lo siento Joven, pero si no tiene cita me temo que no podrá pasar a verlo.
Bajé la mirada, debí suponer que no sería tan fácil, vine a perder mi tiempo. Mis esperanzas se rompieron en pedazos al no poder ingresar. Estaba por irme cuando alguien dijo mi nombre detrás mío.
- ¿Jimin-ssi?
Di la media vuelta y me encontré con el mejor amigo de Hyung. Jung Hoseok. Creo que ese era su nombre.
- ¿Señor Jung?
- Oh, vamos Jimin-ssi. Dime Hobi Hyung, y cuéntame ¿Qué te trae por aquí?
- Vine a ver a Yoongi Hyung, pero sin cita no puedo pasar - Hablé cabizbajo.
- Entiendo. Ven conmigo, te llevaré con Yoongi Hyung.
Sentí a mi lobo dar vueltas de felicidad, mi mirada se iluminó ante las palabras de Hobi Hyung. Le sonreí hasta que mis ojitos se ocultaron y asenti frenéticamente.
- Aigo, Jimin-ssi. Eres una ternurita andante. Ven conmigo.
Me llevó a un elevador, subimos a él y presionó el botón para llegar al piso 10. Me sorprendí de lo largo que es el lugar. Es grande y muy hermoso.
- Supongo que si dio resultado - Me dijo Hobi Hyung con su mirada clavada en mi.
-¿Eh? ¿Qué cosa?
- Hueles a leche materna Jimin-ssi. Aparte de tu olor natural. Hueles a leche por todos lados, señal de que estas en estado ¿Verdad?
Me sonroje, por que yo ni había notado ese aroma en mi. Hasta ese momento, asenti aún con mis mejillas sonrojadas.
- Pero mirate, definitivamente Yoongi Hyung hizo muy buena elección contigo. Eres una bolita de ternura.
Sólo pude sonreír, este Hyung, le encanta sonrojar a las personas. Cuando llegamos al piso diez, salí junto a Hyung me encaminó hacia el lado derecho, donde pudimos ver a una secretaria en su puesto, teclear en una computadora, muy sumergida en su trabajo.
- Buenas tardes Rose - Saludo un sonriente Hyung. Su sonrisa parece un corazón.
- Buenas tardes señor Jung. ¿Desea ver al señor Min?
- Así es. ¿Está en su oficina?
-Si se encuentra. Pase adelante señor Jung.
- Gracias Rose. Vamos Jimin-ssi.
Me puse nervioso, no sabía si a Hyung, le molestaría mi presencia ahí. Me entró un poco de miedo, pero debía enfrentar la situación, era ahora o nunca.
Nos dirigimos a una puerta de dos piezas que estaba justo al frente donde se encuentra la secretaria, caminamos hacía ella y Hobi Hyung dió dos toques y luego abrió.
Mi corazón terminaría saliendo por mi boca si no me calmaba.
- ¡Hola Hyung! ¡Adivina a quien encontré en la recepción!
Hobi Hyung tenía la puerta entre abierta sólo con su cabeza dentro, por lo que no podía ver a Yoongi Hyung aún. Pero si logré escuchar, su potente y ronca voz.
- Yo que mierda voy a saber Hoseok - Habló algo ¿Irritado?
- Hyung no sea tan amargado. Mejor alegrese, ven Jimin-ssi.
Cuando dijo mi nombre, abrió la puerta y me dejó pasar. Vi que Hyung tenía el rostro lleno de sorpresa y desconcierto. Claramente no esperaba verme ahí, cuando se supone que debería estar en reposo.
- ¿Que haces aquí? - Me preguntó, un poco enojado. Yo bajé la mirada, por que su potente voz me asustó un poco he hizo a mi Omega bajar las orejas en modo de sumisión.
- Lo s-iento H-yung, quería... h-ablar con usted...
Sentí la mirada penetrante de él en mi, me sentí muy pequeño, Hyung no era así cuando me conoció y ahora creó que lo he arruinado todo.
- Bueno, yo los dejó solos, para que hablen - Dijo Hoseok Hyung. Se que él sentía la fea atmósfera que había en el ambiente.
Salió de la oficina y nos quedamos sólo Yoongi Hyung y yo. Me entró nerviosismo y miedo por que otra vez me rechacé.
Mi lobo estaba hecho bolita por que mi Omega y yo, sentíamos el aroma de Hyung, lo había extrañado, el saco de Hyung, perdió el olor hace días y ya necesitaba sentirlo. Pero desprendía un olor amargo, estaba molesto y eso me hacía encogerme en mi lugar.
- ¿Qué haces aquí Jimin? ¿Por qué no estás descansando? - Me habló en un tono fuerte. Sentía que en cualquier momento me hablaría con su voz de mando. Y lo que más dolió es que dejó de usar los lindos apodos en mi.
- Q-uequería hablar, c-on usted Hyung.
- Señor Min para ti y ¿Qué quieres hablar?, Empieza que no tengo tu tiempo. Deberías estar en casa descansando y no poner en peligro a mi hijo
Eso terminó de dolerme. No sé en que momento mis lágrimas empezaron a caer, sólo sentí la humedad de ellas en mis mejillas. Quería darme la vuelta y salir corriendo de ahí.
No entendía por que mi lobo lloraba por "su rechazo" pero yo también me sentía rechazado, como Hyung me hablaba me hacía pensar que él de verdad ya no quería nada que ver conmigo.
Lo intentaría una vez y si él me ignora o vuelve a rechazar dejaré de molestarme por que me acepté nuevamente.
- P-erdón Hyung.
- ¿Perdón por que?
- Por c-omo lo traté cuando fue... cuando fue a mi antigua c-asa...
- ¿A qué viene todo esto Jimin? Fuiste claro ¿No? Me dejaste muy en claro que solamente querias el dinero y nada más. ¿Tan rápido se te acabo el dinero que deposite en tu cuenta? ¿Quieres más? Te lo daré. Por que eso es lo único que tu quieres. Dinero... Eres igual o peor que todo aquel que se me acerca, sólo quieren dinero. No te preocupes, te depositare unos dos millones para que gastes más en lo que quieras. Igual, nunca pudiste darte esa cantidad de lujos en tu vida, aprovechalo ahora.
Esa fue la gota que derramó el vaso. Sus palabras irientes se clavaron como una estaca en mi corazón. ¿Más roto? Si. Min Yoongi en tan poco tiempo me destrozó el alma, como nunca nadie lo había hecho. ¿Me ha llamado interesado? Soy pobre, necesitaba el dinero. Pero jamás seré un interesado que sólo busca los bolsillos de los ricos. Ya no aguanté más, solté uno de los sollozos más lastimeros que salió de lo más profundo de mi ser.
Levante la vista hacía él y noté en su mirada, rencor, despreció. Pero noté una pizca de ¿arrepentimiento? No lo sé, y ya no me importa. Respiré hondo, y traté de hablar lo más sereno posible, no dejaré que me humille más de lo que ya lo ha hecho.
- Perdone usted señor Min. Pero no vine aquí a pedirle dinero, ni siquiera he tocado la cuenta que abrió para mi y el dinero que manda semanal está guardado y sin tocar un sólo centavo. No estoy interesado en su dinero, quería arreglar mi error con usted, pero ya no es necesario. Disculpé las molestias y lo veré de manera profesional en la primera ecografía de su hijo, con permiso.
Di la vuelta y salí de ahí. Necesitaba aire puro, un lugar donde lamentarme pero no ver a nadie más cerca de mi. Quería estar solo y conozco el lugar perfecto para eso.
Cuando salí busqué un teléfono público para avisarle a mi galletita, en este momento a de estar como León enjaulado y preocupado por mi. Mi galletita no tiene la culpa de mís desgracias.
Una vez encontré uno, marqué el número de la casa del departamento, es el único que tenemos disponible. El que yo tenía antes, cayó al retrete en una de tantas veces que fue mi mejor amiga.
~ ¿Minnie? ¿Eres tú? ~ Sonó muy preocupado y eso me hizo sentir mal, no quiero que Kookie sufra más por mi culpa.
~ Si Kookie, soy yo. Perdóname mi galletita, por salir sin avisarte, pero sólo llamo para avisarte que llegaré tarde a casa. Necesito despejarme un momento. Te aseguro que estoy en perfecto estado ~
~ ¿Seguro que estas bien? No te escuchas así Minnie ~
~ Estoy bien Kookie. Tranquilo, debo colgar, llegaré tarde ¿Ok? Cuidate mi galletita ~
Sin esperar respuesta colgué y paré un taxi y le di la dirección de a donde quería que me llevará.
Cuando era pequeño, solía ir con mis padres a un sendero de lo más hermoso que hay. Era un caminó que dejaba ver la belleza y tranquilidad del lugar. Era muy poco frecuentado por las personas, ya que queda un poco lejos de la ciudad de Seúl.
Llegué y empecé a caminar por el lugar a pasos lentos y con mi mano izquierda posandola en uno de los pasa manos, que eran cuerdas sujetas a unos pequeños troncos ubicados en cierta distancia. Estábamos aún en otoño por lo que ver las hojas de de los árboles a los lados era maravilloso, todos de tonos cafes, rojizos, naranjas. Era una vista muy bonita a decir verdad.
Llegué al final de las gradas y me senté en una de ellas. Alcé la vista y vi que estaba a nada de oscurecer, se sentía una brisa fresca y tranquilizadora. Respire el aire puro con el fin de relajarme, pero a mi mente llegaron todas las palabras irientes que el señor Min me dijo.
Me eché a llorar, los sollozos que salían de mi garganta eran lastimeros y llenos de dolor. ¿Por qué él me hacía sentir tan miserable? ¿Por que me trató como un interesado?
Sólo debía soportar nueve meses y me iría de su vida. Al final ese era el plan principal, ni siquiera debí haber llegado tan lejos con él y haberle contado mi vida entera, para que él las usará y me lastimara.
Pase cerca de dos o tres horas, llorando hasta que ya no hubo más lágrimas que soltar. Me desahogue todo lo que pude, ya caída la noche, el lugar se seguía viendo hermoso, unas luces en lo bajó del camino se habían encendido después de que llegué. El lugar brillaba y dejaba ver una total belleza.
Salí de ahí y caminé un poco hasta la calle principal, tomé un taxi y me llevó a casa. Con los tres que tomé en el día, se me acabaron los pocos ahorros que tenía, pero mi orgullo no me dejaba tocar un sólo centavo de lo que el señor Min me había depositado.
Cuando llegué a casa, introduje la contraseña. El lugar es moderno, ya no necesitamos de llaves. Una vez abrí, entre, cerré la puerta detrás de mi, dejé los zapatos en la entrada y caminé hacía la sala. Kookie estaba dormido en el sofá, quizá se quedó ahí por estarme esperando. Me acerqué y acaricié sus cabellos, fui a su habitación y tomé una manta. Regresé donde mi galletita estaba y lo cobije con ellas, deposité un beso en su frente y me fui a mi habitación.
Me sentía cansado, así que tomé una corta ducha, y luego de ponerme ropa cómoda, me acosté en mi cama. El cansancio me venció y caí en los brazos de Morfeo.
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Amigos, ya casi acabo con esta maratón, espero les guste!
Pobre Minnie, el solo quería arreglar las cosas con su Hyung.
No odien a Yoongi amigos, el solo tiene una idea equivocada de Mochi.
Sigan leyendo amigos!!😍
Besitos💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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