JunMyeon subió las escaleras atemorizado. Se quedó mirando la puerta tratando de aplazar el momento, pero finalmente reunió coraje y llamó.

—Entra. —respondió una voz desde la habitación.

Era su voz, aunque no sonara muy amistosa. JunMyeon abrió el picaporte y entró sin pensar, antes de que pudiera cambiar de opinión. Sólo ese esfuerzo lo dejó exhausto.

—He oído el coche. —dijo SeHun y JunMyeon miró a su alrededor, pero no lo vio—. No hace falta que vengas, mamá, no necesito compañía. Estaré perfectamente si me das un poco de intimidad.

JunMyeon parpadeó. Cerró la puerta y se preguntó dónde estaría SeHun mientras se apoyaba contra la pared. Miró a su alrededor confuso cuando de pronto un enorme sillón, que estaba de cara a la ventana, giró.

La expresión de su rostro al verlo no fue muy alentadora. SeHun lo miraba con el ceño fruncido y los ojos entreabiertos. Ni siquiera se levantó, se quedó sentado mirándolo como si fuera una aparición. Luego, sacudiendo la cabeza, se pasó una mano temblorosa por el cabello.

JunMyeon tragó saliva. Podía ver su rostro, pero sus ojos permanecían en la sombra. Entonces, comprendiendo que era el momento de hablar, murmuró:

—Hola, SeHun. —anuncio JunMyeon con la voz en un hilo, pero SeHun no dijo una palabra, así que JunMyeon se esforzó por sonreír y añadió—. Su... supongo que te habrá sorprendido verme, ¿verdad?

—Puedes estar seguro de eso. —contestó SeHun poco amable—. ¿Dónde está Lay o como gustas tú llamarlo: Yixing? ¿Sabe él que estás aquí?

—Por supuesto que no. —aseguró JunMyeon a la defensiva—. Creo... por lo que yo sé sigue en Corea, pero lo que él decida hacer no es asunto mío.

—No mientas más JunMyeon. —dijo SeHun poniéndose en pie de un salto—. ¿Qué ocurrió? ¿No salieron las cosas como tú pensabas? ¿Es que se arrepintió al ver que se le escapaba la pasta?

—No sé de qué estás hablando. —contestó JunMyeon con voz temblorosa. Tragó seco y se quedó mirándolo a la luz y vio que SeHun tenía un aspecto de cansado—. Te lo he dicho, lo que haga Yixing no es asunto mío.

—¿Y entonces por qué te acompañó a Seúl? —SeHun volvió a preguntar apretando los labios—. Veo que no lo niegas. —bufo molesto—. No se porque me afane en pensar que había una pequeña posibilidad en que estuviera equivocado.

—No. ¿Cómo podría negarlo? —JunMyeon sacudió la cabeza—. Yo no sabía que Yixing iba a tomar ese avión.

—¿En serio JunMyeon? —dijo SeHun escéptico.

—Sí, en serio. —JunMyeon apretó una mano contra la otra y dio un paso atrás hacia la puerta—. No podía creerlo cuando lo vi sentarse a mi lado, pero supongo que debería de haberme imaginado que Luhan le contaría en qué vuelo iba a viajar.

—¿Luhan? —repitió SeHun confundido.

—Sí, Luhan. —confirmo JunMyeon. Se humedeció los labios y añadió—. Supongo que a ti también te lo contó.

—Luhan no me ha contado nada. —replicó SeHun bruscamente—. No he hablado con Luhan desde hace semanas.

—Pero...

—¿Pero qué? —SeHun frunció el ceño.

—La noche antes de marcharme... —JunMyeon se ruborizó—... me dijeron que Luhan estuvo contigo en... en Mao.

—Tú estuviste conmigo la noche antes de marcharte JunMyeon. —le recordó SeHun—. ¿Cómo diablos iba a estar en dos sitios al mismo tiempo?

—Pero Zitao dijo... —JunMyeon parpadeó asustado.

—¿Sí? ¿Qué fue lo que dijo Zitao? —preguntó SeHun mirándolo con frialdad.

—Bueno... que Luhan estaba contigo en... en Mao y..

—¿Y lo dijo exactamente con esas palabras JunMyeon?, ¿Que Luhan y yo estábamos juntos? —exclamó SeHun airado—. Venga, vamos, JunMyeon puedes mentir mucho mejor.

—No miento, lo que digo es cierto. —contestó JunMyeon desesperado—. Lo juro. —añadió tratando de recordar las palabras exactas— Dijo que Luhan estaba con el señor Oh. ¿Qué se suponía que tenía que pensar yo?

—¿Y por eso es por lo que invitaste a Yixing a acompañarte a Seúl? —cuestiono SeHun con dolor—. Pensaste que Luhan estaba conmigo, así que, ¡qué diablos!, te tomaste la revancha.

—¡No! —JunMyeon sintió que se le cortaba el aliento—. ¡Dios, esto es ridículo! Si no estás dispuesto a escucharme me voy.

JunMyeon se volvió hacia la puerta con un nudo en la garganta, a punto de llorar, pero antes de que pudiera abrirla, SeHun lo detuvo.

—¡Espera JunMyeon! —SeHun recorrió la distancia que los separaba jurando y se detuvo delante de él—. Dime antes por qué has venido, ¿quieres? Tengo que saberlo, por favor déjame saberlo.

—¿Que por qué he venido? —era el turno de JunMyeon de sentirse violento—. ¿Y por qué voy a decírtelo? No vas a creerme igual.

—Quizá sí. —contestó SeHun tenso.

Sus ojos lo miraban atormentados. JunMyeon deseaba desesperadamente tranquilizarlo, así que cedió.

—Quería... quería saber si... si lo que ocurrió entre nosotros significaba algo para ti SeHun. —admitió JunMyeon bajando la mirada—. Yi..Yixing me dijo en el avión que había hablado contigo después... después de bajar yo al Bistro. Lo que te dijo no era cierto, yo no deseo volver con él.

—Pero aquella noche me dijiste que te había telefoneado. —SeHun frunció el ceño e hizo un gesto de impaciencia—. Antes de hablar conmigo hablaste con él.

—Sí. —confirmó JunMyeon. Estaba temblando mientras buscaba reconfortarse a la intensa mirada que SeHun le daba—. Pero le dije que no quería volver a verlo. No tenía ni idea de que después te iba a contar a ti exactamente lo contrario.

—Sin embargo, te marchaste de la habitación, ¿no es cierto? —volvió a preguntar SeHun frunciendo el ceño.

—Sí, estabas dormido y necesitaba comer algo. —JunMyeon suspiró arreglándose nervioso los mechones de su cabello—. ¡Bueno Ya! Ya que he empezado te lo contaré todo. Tenía miedo de estar enamorándome de ti cuando tal vez yo no significaba nada para ti y me dije que si comía algo quizá no sintiera ese terrible vacío en el estómago.

—¿Lo dices en serio JunMyeon? —preguntó SeHun con una mirada ardiente mientras lo tomaba de la barbilla y lo obligaba a mirarlo a los ojos.

—No habría volado miles de kilómetros si no fuera en serio SeHun. —contestó JunMyeon con sinceridad—. Ay SeHun, lo siento tanto por este espectáculo, pero tenía que contarte lo que siento.

—¿Y qué es lo que sientes JunMyeon? —preguntó SeHun con voz ronca mientras le acariciaba la piel por detrás de la oreja.

—Pues... me preocupo por ti. —murmuró JunMyeon ruborizándose y bajando la cabeza.

—¿Te preocupas por mí? —repitió SeHun obligándolo a levantar la cabeza con la otra mano—. ¿Y en ese sentimiento entra el amor? De verdad que me gustaría saberlo JunMyeon.

—Sabes muy bien que sí SeHun. —confirmó JunMyeon enfadado. Tenía miedo de que SeHun pudiera estar jugando con él. Respiró hondo sintiendo su fragancia masculina y añadió—. Sé que no soy nada comparado con Luhan, pero no puedo evitar amarte y quererte solo para mí.

—Gracias a Dios. —comentó SeHun con voz estrangulada atrayéndolo hacia sí. Luego hundió la cabeza en su cuello y JunMyeon sintió sus dientes contra la piel—. Supongo que todo esto ha sido culpa mía por dejarte creer que Luhan significaba algo para mí. Me gusta, desde luego, pero eso fue antes de conocerlo a profundad y en realidad es el amante de mi hermano, no el mío.

—¿Quieres... quieres decir que Luhan y tú no tenían... no tienen... una aventura? —preguntó JunMyeon temblando ante aquella confesión.

SeHun levantó la cabeza y besó los labios abiertos de JunMyeon.

—No. —confirmó SeHun mientras JunMyeon desfallecía lánguido de debilidad—. Xiaotong me lo presentó, y supongo que luego Luhan debió pensar que yo era una fuente más lucrativa de ingresos que él.

—Creo que te subestimas. —objetó JunMyeon sacudiendo la cabeza y rodeándolo con los brazos por la cintura—. Oh SeHun dime la verdad, ¿de verdad te alegras de verme? ¿No estás siendo amable sólo porque he venido hasta aquí?

—¿Estás loco JunMyeon? —murmuró SeHun ardiente de deseo deslizando las manos por su espalda hasta agarrarlo del trasero y atraerlo hacia sí. Su masculinidad, instintivamente excitado, se presionaba contra el estómago de JunMyeon, que lo miró tembloroso por un momento—. No sabía qué era el amor hasta que te conocí, y entonces no estuve muy seguro de querer saberlo, porque...

—¿Por lo que te dijo Yixing? —quiso saber JunMyeon interrumpiéndolo.

—En parte, pero también porque estaba enfadado. —confeso SeHun con el rostro dolido de solo recordar el momento—. No podía creer que te hubieras alejado de mí aquella noche, y la guinda la puso Yixing cuando llamó por teléfono. Luego, cuando bajé al vestíbulo y te vi, estabas firmando un autógrafo. Eso me hizo pensar que estabas más interesado en vender libros que en contentarme a mí y que tal vez para ti yo no significaba más que un encuentro casual en un país que solo habías visitado por trabajo.

—SeHun...

—Lo sé, lo sé. —contestó SeHun arrastrándolo hasta el sillón en el que había estado sentado y poniendo a JunMyeon sobre sus rodillas—. Me comporté como un niño, pero no pude evitarlo. Estaba tan celoso que hubiera creído cualquier cosa que me hubieran contado de ti.

—¿Estabas celoso? —repitió JunMyeon incrédulo poniendo las manos a los lados de su rostro.

—Mejor será que me creas conejito. —replicó SeHun deslizando las manos por dentro de la camisa de JunMyeon—. Necesitaba alejarme de ti, pero le había dicho a Xiaotong que podía utilizar la casa de Mao y no podía ir ahí, así que tomé un vuelo Hainan y vine aquí.

—Ay SeHun... —exclamó JunMyeon enterrando el rostro en su cuello mientras SeHun le exploraba el cuerpo con las manos y soltaba los botones de la camisa—. Te quiero, no sabría vivir sin ti. —vaciló un poco y agrego—. Es irónico, pero si no hubiera sido por Yixing ahora no estaría aquí.

—¿Y por qué no? —preguntó SeHun tenso de pronto dejando las manos quietas.

—Porque me imaginé que cuando subí a la habitación y no te vi supuse que no había significado nada para ti y cuando Zitao me dio a entender que tú estabas con Luhan en Mao yo no tenía ninguna esperanza en cuanto a un nosotros, así que cuando me subí al avión estaba decidido a olvidarte e iniciar una nueva vida, pero luego Yixing se sentó a mi lado y cuando le hice entender que no quería nada con él empezó a soltar las cosas que te dijo. —susurro JunMyeon con las mejillas encendidas—. Y eso fue lo que me animo a venir a buscarte, no quería que pasaras la vida creyendo que yo te había engañado y también quería saber si esa noche significo algo para ti.

—En ese caso conejito. —contestó SeHun relajándose—. supongo que debería de darle las gracias. Aunque hasta hace unos instantes sólo pensaba en matarlo de las peores formas por haberte alejado de mi lado y porque tú pese a todo lo que te hizo aun hayas decidido quedarte con él. —las manos de SeHun lo agarraron por la cintura colocándolo justo encima de él—. Dios, no te imaginas lo bien que me siento así, teniéndote solo para mí encima de mis piernas.

—Creo que sí. —respiró JunMyeon inclinándose sobre SeHun para besarlo y lamer sus labios con la lengua. Luego puso una mano entre los cuerpos de ambos y acarició el miembro bajo el pantalón sonriendo cuando este empezaba a crecer bajo su tacto—. ¿Quiere eso decir que quieres que me quede?

—Intenta salir de aquí conejito. —contestó SeHun con voz ronca buscando con desesperación quitarle los pantalones a JunMyeon y acariciarle encima de las bragas su deliciosa entrada—. Déjame que... —su respiración se aceleró mientras JunMyeon también le desabrochaba el botón de los vaqueros justo al momento en que SeHun le introducía un dedo sobre sus labios para luego llevarlos hasta su entrada y presionarlo ahí sacando a JunMyeon varios gemidos de placer.

—Mghh...¿Y qué hay de tu madre? —protestó JunMyeon mientras hacía todo lo que podía para moverse sobre los dedos de SeHun.

—No creo que nos moleste. —le aseguró SeHun—. Ella sabe lo terriblemente destrozado que he estado desde que volví aquí.

—¿Por mí? —preguntó JunMyeon esperanzado, sin atreverse a creer en sus palabras.

—Por ti conejito. —confesó SeHun emocionado, tirando sus dedos del interior de JunMyeon para penetrarlo rápidamente con su dura erección—. Dios, parece que hace un siglo que estuvimos juntos.

—A mí también me lo parece. —susurró JunMyeon contra su oreja—. Mm... tu madre me ha dicho que le has hablado de mí.

—Sí. —confirmó SeHun mordiéndole el lóbulo de la oreja—. Después de aquella tarde juntos supe que te quería para toda la vida, pero como Luhan estaba convencido de que estabas enamorado de Yixing pensé que solo estabas utilizándome para darle celos.

—Utilizándote... mghh. —JunMyeon gimió al sentir cómo SeHun se movía dentro de sus paredes anales—. ¡Ahh, SeHun estoy tan contento de haber vuelto!

—Y yo conejito. —contestó SeHun emocionado mientras JunMyeon se sentía flotar.

Cuando SeHun comenzó a moverse más rápido dentro de su interior, JunMyeon acogió con anhelo cada movimiento. Las sensaciones fueron tensándolo más y más hasta que dejó escapar un grito de placer tan completo que pensó que iba a perder el conocimiento. El clímax de SeHun llegó casi simultáneamente. Permanecieron abrazados recuperando la respiración. SeHun sostenía el peso del cuerpo de su amado JunMyeon con el suyo propio. 

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Bueno no se si entienden maso del comportamiento de sehun, pero como alguien puso, si sehun tenia dudas de junmyeon sobre si coqueteaba con él porque de verdad lo queria o solo por llamar la atencion de lay, eso le hizo creer luhan y por eso sehun andaba tan histerico porque sehun si se enamoro de junmyeon desde el inicio pero las intrigas de luhan y ademas lay era exesposo de junmyeon hizo todo un tormento. 

Y sehun nunca estuvo con luhan JAJAJA, puse a Xiaotong( la actual novia de luhan) como hombre aca y como hermano de sehun no lo puse en la intro porque queria que ustedes malpiensen cosas jaja si ponia a xiaotong como hermano de sehun iban a saber de una que era él a quien lay tomo foto con luhan y no sehun. 

me gusto ver como malpensaban de sehun