Quince
SeHun lo miró y luego se excusó:
—Lo siento. Normalmente tratamos de asegurarnos de que nadie va a molestar a nuestros clientes, pero a veces los fans son muy insistentes. —sonrió SeHun—. Aunque la verdad es que debo admitir que me resulta usted familiar— -añadió bromeando.
—Bueno, estoy seguro de que no me conoce por las pantallas, y dudo de que haya leído nada mío. —sentencio JunMyeon.
—No te subestimes. —contestó SeHun sonriendo—. Podrías ser actor perfectamente.
—¿De veras? Bueno, gracias. —contestó JunMyeon casi sin aliento—. Eso ha sido un bonito cumplido.
—Es cierto. —declaró SeHun con naturalidad—. Con ese bronceado pareces famoso, y eso es lo que cuenta en lugares como éste.
JunMyeon se inclinó para recoger el bolso. No se sentía cohibido, pero nunca nadie le había hecho un cumplido como ése.
Pensando que no iba a volver a tener una oportunidad como aquella, se volvió hacia SeHun y dijo:
—Si tienes tiempo quizá me permitas invitarte a una copa. —vaciló JunMyeon—... para enmendarme por mi comportamiento de la última vez que nos vimos.
Salieron juntos del restaurante. SeHun no había respondido a su invitación, de modo que JunMyeon no sabía si deseaba estar con él o no. Una vez fuera, SeHun se volvió para mirarlo de frente, y JunMyeon trató de aparentar más seguridad de lo que sentía.
—¿Quieres invitarme a una copa? —preguntó SeHun incrédulo. JunMyeon asintió—. Escucha, lo que acaba de ocurrir no es culpa tuya.
—Lo sé, pero eso no tiene nada que ver. —contestó JunMyeon agarrando el bolso con fuerza—. De hecho, me encantaría que me acompañases, no me gusta ir solo a los bares.
—¿Lo dices en serio? —preguntó SeHun mirándolo con atención.
—Por supuesto. —JunMyeon se humedeció los labios—. Así me contarás quién es esa tal Bae JooHyun. —rió—. ¿Crees que es un cumplido el que me hayan confundido con ella?
Si SeHun estaba sorprendido por el cambio de actitud de JunMyeon hacia él, desde luego no lo demostró.
—Está bien, trato hecho. Con la condición de que me permitas invitarte a otra a mí también. —oferto SeHun sonriendo.
—¿Y por qué no? —dijo JunMyeon eufórico ante su éxito—. ¿Quién ha dicho que sólo podamos tomar una?
El vestíbulo estaba en silencio a aquellas horas, nadie los vio entrar en el HyattBar. JunMyeon temió por un momento que Yixing estuviera dentro, pero luego pensó que en realidad no había de qué asustarse. No estaba haciendo nada malo. Sólo se dejaba cortejar por el amante del hombre sobre el que estaba escribiendo la biografía, se dijo con ironía.
—¿Quieres que nos sentemos en la barra? —preguntó SeHun al entrar.
JunMyeon miró a su alrededor y vio una mesa vacía en un rincón.
—¿Qué te parece esa mesa? —preguntó JunMyeon a su vez señalándolo y recordando su reacción cuando Yixing le propuso a él lo mismo.
SeHun asintió y ambos cruzaron el local hasta el rincón. Apenas se habían sentado cuando el camarero se acercó a preguntarles qué querían.
—Buenas noches, señor SeHun. ¿Qué quieren tomar? —pregunto servicial.
SeHun miró a JunMyeon arqueando una ceja y JunMyeon contestó como si nunca bebiera otra cosa:
—Un Martini, por favor. —hablo JunMyeon.
—Para mí soda. Tengo que trabajar esta noche. —explicó SeHun una vez que el camarero se hubo ido.
Aquella respuesta le había sorprendido, JunMyeon apoyó la barbilla sobre las manos y lo miró.
—¿Trabajar? —JunMyeon se humedeció los labios—. Si no podías venir a tomar una copa conmigo deberías de habérmelo dicho.
—Según creo recordar. —contestó SeHun frunciendo el ceño—. el trato consistía en que tú tomabas una copa conmigo después de contarte quién es la señorita Irene, es decir, Bae JooHyun. Es una idol coreana que ha empezado a tener fama acá en china actuando en dramas y películas. Es muy hermosa y es muy sexy. —añadió relamiéndose los labios sin dejar de observar a JunMyeon.
¿Sexy?, se preguntó JunMyeon tragando y ahogando una protesta que trataba de salir automáticamente de sus labios.
—¿Quieres decir que es coreana y se apoda Irene? —fue lo único razonable que alcanzo a preguntar JunMyeon,
—Sí, y además como te dije la mayoría la conoce más como Irene. —explico SeHun.
—¿Y... y crees que me parezco a ella? —preguntó JunMyeon curioso ruborizándose después.
—Quizá. —contestó SeHun observándolo sin pestañear—. Tendría que conocerte mejor para decidirlo.
—Me refiero a... mi aspecto. —murmuró JunMyeon cohibido comprendiendo después que SeHun le estaba tomando el pelo—. Porque obvio no soy igual a ella, porque para empezar soy un chico.
En ese momento, para alivio de JunMyeon, el camarero volvió con las bebidas. JunMyeon dio un largo trago y sintió que le ardía la garganta. Tragó tratando de no toser y se preguntó a sí mismo qué clase de seductor creía que era. ¿Acaso pretendía engañarlo haciéndole creer que tenía experiencia con los hombres?
—¿Y qué tal os va a Luhan y a ti? —preguntó SeHun después de una pausa.
JunMyeon supuso que sólo hacía esa pregunta por amabilidad, tenía que saber perfectamente cómo iban las cosas entre ellos, se dijo.
—Muy bien. —contestó JunMyeon aliviado al ver que sus cuerdas vocales seguían funcionando. Sin embargo, no era de Luhan de quien quería hablar, así que añadió—. Últimamente no te he visto por el hotel.
—¿Te refieres a que no me has visto desde aquella mañana en que me acusaste de cortejar a todas las personas con las que me cruzaba? —inquirió SeHun arqueando la ceja—. Bueno, volví a Hainan cuando resolví mis negocios.
—¡Hainan! —exclamó JunMyeon tratando luego de controlarse—. Ah, es verdad. Luhan dijo que vivías allí.
—Sí, cuando puedo. —comentó SeHun dando un trago y haciendo sonar los cubitos de hielo. Era un sonido excitante, pensó JunMyeon. Pero la voz de SeHun lo era aún más—. Viajo mucho debido a mis negocios, pero estoy aprendiendo a delegar en otros para tener tiempo para mí.
—¿Y quieres? —preguntó JunMyeon.
-¿No lo quiere todo el mundo? —cuestiono SeHun con obviedad.
JunMyeon se sentía algo más seguro de sí, no obstante, sus palabras lo inquietaron. Tenía la sensación de que SeHun sabía exactamente en qué estaba pensando.
—Eso depende. —contestó JunMyeon dando un trago con cautela—. No todo el mundo sabe lo que quiere.
—¿Y tú JunMyeon? —preguntó SeHun reclinándose sobre el asiento y estirando las piernas.
JunMyeon vio entonces lo cercaque estaba SeHun de él. ¿Qué haría SeHun si lo tocaba?, se preguntó. Si poníauna mano sobre su rodilla, ¿dejaría de mirarlo con esa expresión de burla?¿Pero cómo respondería él si SeHun ponía la mano sobre la suya y se acercabamás aún?, se preguntó. ¿Hasta dónde estaba dispuesto a llegar?
De pronto un dedo le rozó suavemente el brazo desnudo y se sobresaltó.
—Yo creo que no. —añadió SeHun con voz ronca. Por un momento JunMyeon no supo de qué estaba hablando. Estaba tan sumido en sus pensamientos, tan embebido por la idea de aproximarse a SeHun que había perdido la iniciativa—. ¿Quieres otra? —preguntó SeHun señalando la bebida—. Yo voy a tomar otra soda.
—Ah si... ¿Por qué no? —susurro algo mareado ya.
JunMyeon había estado a punto de rechazar la invitación, pero al final había cambiado de opinión. Necesitaba más tiempo para que aquello funcionara. Si lo dejaba escapar no sabía cuándo se le iba a presentar otra oportunidad.
—Luhan me dijo que Lay y tú aún estaban casados cuando ellos se conocieron. — recalcó SeHun una vez que el camarero les sirvió la segunda copa.
—Sí, lo estábamos. —contestó JunMyeon sorprendido. Hubiera preferido no hablar de Yixing—. ¿Conoces a Luhan desde hace mucho tiempo?
—Unos dos años. —asintió SeHun apoyando los codos sobre la mesa. Metió un dedo en el vaso y removió los hielos chupándose luego la punta. No dejaba de mirarlo con un peligroso destello en los ojos. JunMyeon pensó que aquel gesto resultaba muy sexy—. ¿Cuánto tiempo lleva Lay bebiendo? ¿Lo sabes?
—No. —contestó JunMyeon a la defensiva—. No bebía cuando estaba casado conmigo. Bueno, sólo cuando salíamos. —añadió tratando de ser sincero—. Ésa pregunta deberías hacérselo a Luhan. Él es su esposo y debe saberlo.
SeHun se mordió el labio con los dientes. Eran unos dientes muy bonitos, pensó JunMyeon. Muy blancos y sólo ligeramente torcidos en el centro.
—¿Debo entender que no te gusta Luhan? —inquirió SeHun.
—Bueno... ni me gusta ni me deja de gustar. —confesó JunMyeon comprendiendo en ese mismo momento que era cierto. Suspiró pesadamente—. Debo admitir que tuve mis dudas sobre si aceptar este encargo, pero al final todo está resultando bastante bien.
—¿Y Lay? —pregunto SeHun queriendo saber los sentimientos de JunMyeon por el susodicho.
—Yixing. —lo corrigió JunMyeon. Dio un trago del martini y añadió—. Creo que Yixing aún piensa que estoy enamorado de él. Piensa que ésa es la razón por la que acepté venir.
—¿Y lo es? —inquirió SeHun observándolo de reojo.
—No. —contestó JunMyeon ligeramente acobardad—. No estoy enamorado de nadie en este momento.
—¿No hay ningún hombre en especial en corea? —volvió a preguntar SeHun mientras sus miradas se encontraban—. Sabes, me cuesta creerlo.
—No, no hay ningún hombre en especial. —insistió JunMyeon sin vacilar—. Me gustaría que lo hubiera, pero todos los hombres que me atraen o están casados o tienen una aventura. —se humedeció los labios—. Como tú. —se aventuró a añadir preguntándose si estaba borracho o simplemente era estúpido—. Creo que me equivoqué contigo. Eres muy amable.
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ahh junmyeon se atreviooo gente que creen que pase ahora 7v7r
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