Diez
JunMyeon sacudió la cabeza. Aquella insistencia de Yixing era inútil, pensó molesto notando que comenzaba a dolerle la cabeza.
—¿Es que no te ha dicho Luhan por qué me fui? —preguntó JunMyeon a su vez comprendiendo que no iba a conseguir deshacerse de Yixing si no le daba una explicación—. Hablamos y.... me sugirió que me tomara dos días para familiarizarme con todo. Volveré a verlo el lunes por la mañana, pero estoy seguro de que tú eso ya lo sabes.
—Me lo ha dicho, pero eso no significa que la crea. —declaró Yixing con dureza—. Conozco a mi esposo JunMyeon. Parece inofensivo, pero no lo es.
—ay que pana Yixing. —murmuro JunMyeon con ironía—. Pero eso a mí ...
—Lo sé, lo sé. No es asunto tuyo. —lo interrumpió Yixing amargamente—. Pero al menos deberías de darte cuenta de cuánto me preocupo por ti.
Lo cual implicaba, veladamente, que JunMyeon no se preocupaba Yixing según los pensamientos de su exesposo. Y sin embargo no era cierto. Antes de abandonar corea incluso JunMyeon había creído que seguía enamorado de él. La culpa de que hubieran cambiado sus sentimientos no era sólo de él. Nadie podía vivir casado con otra persona durante cuatro años y, no obstante, ignorar sus sentimientos. Era algo natural, se dijo. Su matrimonio había terminado, pero aún quedaban los recuerdos.
—Estaba dormido Yixing. —contestó JunMyeon tratando de evitar una discusión—. Creo que es por el cambio de horario, al volver al hotel estaba exhausto.
—Pero... ¿te encuentras bien JunMyeon? —preguntó Yixing con cierta ansiedad—. Mm... ¿dijo algo Luhan que te molestara?
—No. —contestó JunMyeon bruscamente.
JunMyeon se preguntaba qué pensaría exactamente Yixing de él. Parecía creer que Luhan aún podía herirlo. ¿Es que creía que se había pasado los últimos cuatro años llorando?, se preguntó.
—Ah... bien. —contestó Yixing. No obstante, JunMyeon se preguntó si lo creería—. Cuando descubrí que te habías marchado de ese modo pensé que Luhan te habría dicho algo... malo.
¿Algo malo? ¿Sobre él?, se preguntó JunMyeon apretando los labios. ¿Era ésa la razón por la que llamaba, o es que estaba paranoico?, se preguntó incrédulo. ¿Tenía miedo Yixing de lo que pudiera contarle Luhan?
No, pensó dejando que el aire saliera de sus pulmones. Eso sería demasiado. Yixing llamaba porque estaba preocupado. Sin embargo, había tardado cinco horas en hacerlo. De todos modos, no era asunto suyo, se dijo JunMyeon a sí mismo.
—Luhan estuvo... tan encantador. —mintió JunMyeon sintiendo cierta ilícita satisfacción.
—¿En serio? Bueno, no te dejes engañar por las apariencias, Luhan es un actor. Es incapaz de ser sincero. —respondió Yixing con cierto rencor en sus palabras.
—Yixing... —advirtió JunMyeon con fastidio.
—Lo sé, lo estoy haciendo otra vez, ¿verdad? Lo siento JunMyeon. —se disculpó—. En cualquier caso, no te he llamado para contarte mis problemas. Quería pedirte que cenaras conmigo. —hizo una pausa—. Me gustaría mucho que pudiéramos hablar, JunMyeon.
—Ah... bueno, pero esta noche no, Yixing. Quiero acostarme pronto. —explico JunMyeon, no debería hacerlo, pero era necesario para no tenerlo molestando.
—Entonces mañana. Tú y yo solos. —enfatizó Yixing con alegría—. Luhan va a ir a pasar el fin de semana a la playa, podemos disponer de la casa para nosotros solos.
JunMyeon no supo qué era peor, si el hecho de que Luhan fuera a pasar el fin de semana en la casa de Oh SeHun, o que Yixing quisiera llevarlo a cenar. Ambas cosas le desagradaban, pero sospechaba que la primera más. Sin embargo, no iba a exponerse a que nadie hablara mal de él, así que se lo dijo con toda claridad.
—Me... me sorprende que me pidas que haga tal cosa Yixing. —recrimino JunMyeon con acidez—. Voy a tu casa a trabajar, pero no creo que sea adecuado que...
—Pero si acabas de decir que...
—¿Que Luhan ha sido amable? —lo interrumpió JunMyeon—. Sí, y es cierto, pero eso no quiere decir que sea mi amigo, Yixing. Nuestra relación es puramente laboral, eso es todo.
—Comprendo JunMyeon, me doy cuenta de que he sido muy insensible sugiriéndote que cenáramos aquí. Es sólo que no he tenido tiempo de preparar nada. —hizo una pausa—, pero supongo que podemos cenar en el hotel.
—Quieres decir en el restaurante, ¿no? —JunMyeon se encogió de hombros negándose a invitarlo a su habitación.
—A menos que tú tengas una idea mejor JunMyeon. —insinuó Yixing con voz ronca.
—No. —contestó JunMyeon secamente—. Mmm... quizá sea mejor que vuelvas a llamar mañana, así lo decidiremos todo. —añadió tratando de evitar la cita.
—No hace falta JunMyeon. —seapresuró a contestar Yixing acorralándolo—. Escucha, citémonos en el Bar Moizanga las siete de la tarde. Si al final te resulta imposible, siempre puedesllamar.
JunMyeon no cayó en la cuenta hasta la mañana siguiente de que no tenía el número de Yixing. Jin no se lo había proporcionado, y JunMyeon había olvidado pedírselo a Luhan. Podía pedírselo a su agente, pero no quería que todo el mundo supiera con quién iba a cenar. Además, reflexionó, antes o después tendría que acabar hablando con Yixing, era natural.
Tenía todo el día para él solo. Se había vuelto a despertar demasiado pronto, pero se sentía mucho más optimista que el día anterior. La tensión de la primera entrevista ya había pasado, y estaba decidido a no dejarse intimidar por Luhan. En lugar de pedir que le subieran el desayuno decidió bajar al restaurante de la terraza. Se puso un pantalón corto y una chaqueta de lino y se alboroto el pelo, no quería ir tan formar por las calles de Beijín. Estaba elegante, pero no demasiado formal.
—¿Mesa sólo para uno? —pregunto el mesero con una sonrisa.
—Sí. —respondió JunMyeonsonriendo.
Iba por el segundo café cuando una sombra cruzó por encima de su mesa y, mirando para arriba, se encontró con un hombre alto y delgado que lo observaba. Llevaba el pelo teñido y portaba ropa Gucci, pero iba bien vestido se notaba que pase a que la línea de ropa exclusiva a JunMyeon no le parecía nada llamativo, esta persona si sabía combinar las prendas de modo que se le viera muy bien.
—¿Tú eres Kim JunMyeon? —pregunto el chico y JunMyeon asintió—. Soy Huang Zitao. ¿Le importa que me siente con usted? —preguntó sentándose sin esperar respuesta.
—¿Cómo... cómo supo quién era yo? —preguntó a su vez JunMyeon dejando la taza sobre el plato.
—Bueno, iba a preguntarle al camarero, pero al final no fue necesario. Aquél caballero de allí me señaló quién era usted. —señalo Zitao.
—¿Qué caballero...? —cuestiono JunMyeon y de pronto vio quien estaba sentado al otro lado del comedor. No lo miraba en ese momento, pero lo reconoció—. ¿Se refiere usted al... señor Oh?
—Sí, a SeHun. —asintió Zitao—. Me figuro que usted ya lo conoce. Suele celebrar aquí sus desayunos de negocios cuando está en la ciudad.
JunMyeon estaba atónito por lo cerca que estaba del hombre que había invadido sus pensamientos desde que había llegado a china.
—Ah... me alegro de conocerlo Zitao. —añadió JunMyeon tratando de no mirar en la dirección de SeHun— Usted es el agente de Xiao Luhan, ¿no es así? ¿Es que... es que le ha pedido él que viniera a verme?
—¡Cielos, no! —exclamó Zitao haciendo un gesto al camarero para pedir café—. Sólo quería conocerlo Soy un fan suyo joven JunMyeon. por cierto llámeme Tao.
—Bueno... gracias. Creo que... que fue con usted con quien contactó Jin... Kim Seok Jin. —detallo JunMyeon.
—Sí, así fue. —el camarero trajo una jarra de café y una taza y Tao se sirvió antes de continuar—. Me alegro de que viniera, para Luhan era imposible viajar a Seúl. Tiene una agenda muy apretada, y estoy seguro de que a usted le gustará pasar una temporada al sol.
—Sí, Luhan fue muy amable invitándome. Supongo que la mayor parte de la investigación podría haberla hecho en casa. —susurro JunMyeon con cierta incomodidad.
—Sí, y no hay nada como el agradecimiento. Luhan es una persona muy generosa, pero imagino que usted ya lo sabe. —Tao hizo una pausa—. Creo que ha estado entrevistando a personas que lo conocieron antes de que se hiciera famoso, apuesto a que no encontró a nadie que hablara mal de Luhan, ¿a que no?
—por supuesto que no. —admitió JunMyeon.
JunMyeon no sabía qué más decir, y en realidad aquello era cierto. No obstante, imaginó que Tao no sabía nada sobre su matrimonio con Yixing.
—Y... ¿qué piensa hacer usted hoy? —preguntó Zitao con elegancia—. Luhan se estaba preguntando si querría ir de compras. En YuangI encontrará lo que quiera.
¿Era ésa la razón por la que Zitao había ido a verlo?, ¿lo enviaba Luhan para saber exactamente dónde estaba en cada momento?, se preguntó JunMyeon.
—Bueno, aún no he decidido nada. —comento JunMyeon—. He pensado... tomar el sol en la piscina.
—¡Tomar el sol! Bueno, si es lo que quiere hacer... pero sabe, yo me sentiría feliz de enseñarle los alrededores. —oferto Zitao observándolo.
—Gracias. —corto JunMyeon con amabilidad.
—¿Es ésta la primera vez que viene a los Beijín? —insistió Zitao con interés—. Sé que sus libros se han publicado aquí, pero... —se encogió de hombros invitándolo a responder.
—No, bueno a Beijín si, pero ya había viajado a china visite Pekín hace dos años, cuando se publicó Silent Choi. —conto JunMyeon con orgullo.
—¡Silent Choi!, es un libro maravilloso. Luhan y yo nos sentimos muy emocionados por la sensibilidad que demostró en un tema tan delicado. —suspiro Zitao como si reviviera las emociones—. Estoy seguro de que la familia Choi se lo agradeció.
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voy actualizar mucho este fic para llegar a un punto jaja para no olvidarme
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