SeHun lo miró con los ojos entrecerrados.

—Mañana lamentarás haberlo dicho. —murmuró SeHun acariciando el dorso de la mano de JunMyeon sobre la mesa—. Y no es cierto que sea amable, JunMyeon. —añadió en voz baja—. Soy bastante malo. Por ejemplo, me tienta la idea de demostrarte que no estás hablando en serio.

—¿Y cómo sabes que no estoy hablando en serio? —exigió saber JunMyeon parpadeando. Miró la mano de SeHun acariciando la suya y sintió que la sangre le hervía en las venas—. ¿Cómo pretendes demostrarlo? No soy tan inocente SeHun, ¿sabes? He estado casado.

—Con Lay. —intervino SeHun en tono de ironía burlesca.

—Sí, con Yixing. —suspiró JunMyeon. Hubiera deseado no seguir hablando de él-— Es un hombre, ¿no?

—Sí. ¿Sabes mucho sobre hombres? —preguntó SeHun acariciándole sus nudillos.

—Mucho no, pero sí lo suficiente. —acoto JunMyeon luchando por no perder su valentía y salir corriendo.

—¿Por Lay? —pregunto SeHun.

—Por Yixing. —confesó JunMyeon. Luego, suponiendo que SeHun se estaba burlando de él de nuevo, añadió—. Me imagino que es mucho pedir que le tengas respeto.

—¿Acaso he dicho que no lo respetara? —respondió SeHun a a la defensiva por la acusación.

—No hace falta. —murmuro JunMyeon mirándolo de mala manera.

—¿En serio? —SeHun frunció el ceño—. Bueno, de hecho, no lo conozco lo suficiente como para juzgar. Suele hacerse el duro cuando está conmigo.

—¿Y lo culpas? —ataco JunMyeon soltando un bufido.

JunMyeon estaba a la defensiva, eso era evidente. SeHun sonrió sarcástico.

—Bueno, es obvio que tú no. —recalcó SeHun apartando la mano de JunMyeon y suspirando profundamente—. ¿Estás seguro de que no sigues enamorado de él?

—Sí. —contestó JunMyeon impulsivamente arrepintiéndose después—. Sólo... me da lástima, eso es todo.

—Ah, te da lástima. Eso suele ocurrir al terminar una relación. —SeHun sonrió burlón—. Espero que nunca te de lástima de mí.

—¡Como si eso fuera posible! —-exclamó JunMyeon impaciente.

La sonrisa de SeHun se volvió entonces irónica.

—¿Y por qué no? —cuestiono algo ofendido—. ¿Crees que nada puede hacerme daño?

—Yo no he dicho eso. —suspiró JunMyeon—. Lo que he querido decir es que en realidad a ti no te importa lo que yo piense.

—¿Te parece? —cuestiono SeHun

—Sí, eso creo. —garantizo JunMyeon con seguridad.

—Y eres un experto, ¿verdad? —cuestiono SeHun con burla.

—No, no lo soy. —JunMyeon se mordió el labio inferior—. Si te importara lo que pienso no estaríamos aquí discutiendo, ¿no te parece? —añadió sorprendido ante su propia audacia, sintiendo que se le cortaba el aliento.

SeHun lo observó impasible y luego preguntó:

—¿Y qué es lo que estaríamos haciendo?

SeHun no esperaba que le contestara, de eso estaba seguro JunMyeon. SeHun era demasiado sofisticado como para querer jugar con él, con su psicología de aficionado. Miró sus labios finos y entonces supo qué era exactamente lo que quería hacer.

—Te lo mostraré. —susurroJunMyeon con un galanteo y se inclinó hacia SeHun, puso una mano en su mejillay lo besó en la boca. 

LA forma en que SeHun se apartó no fue muy halagadora, pero JunMyeon no podía culparlo por responder de ese modo en un lugar público. Al fin Y al cabo, aquél era su hotel, y seguramente se estaría preguntando si lo habría visto alguno de sus empleados. JunMyeon no acababa de comprender cómo era posible que se hubiera comportado de un modo tan estúpido. Seguramente había echado a perder cualquier posible amistad, y no digamos algo más, pensó.

—Lo siento. —se disculpó JunMyeon.

Aquellas palabras salieron automáticamente de sus labios. La mente se le despejó y vio claramente lo estúpido de su comportamiento. JunMyeon deseaba huir, evitar cualquier otra humillación, pero cuando se deslizó por el asiento para marcharse, SeHun puso una mano sobre su rodilla.

Era gracioso, pensó JunMyeon mientras trataba de superar el pánico. Al pensar en tocarlo nunca habría imaginado que la situación podría ser la inversa. Sus dedos eran fuertes y masculinos, sabía que, si trataba de soltarse, SeHun haría una escena.

—Quédate donde estás. —advirtió SeHun con tal seriedad que no admitía discusión—. Ha sido culpa mía. No debería de haberte tomado el pelo, aunque tengo que decir en mi defensa que no pensé que tú me tomarías en serio.

La respuesta «no lo he hecho» estuvo a punto de salir de los labios de JunMyeon, pero lo ahogó. Hubiera querido decir algo gracioso, pero no se le ocurrió nada. De todos modos, SeHun hubiera comprendido que sólo trataba de salvar su autoestima, se dijo a sí mismo. Así que, en lugar de ello, JunMyeon dijo la verdad:

—Tenías razón, no sé lo suficiente sobre hombres. —confesó JunMyeon sintiendo como sus mejillas se llenaban de sangre.

—Yo no diría eso. —contestó SeHun con voz amable.

—¿No? —repitió JunMyeon sin atreverse a mirarlo a la cara. En lugar de ello miró su mano aún seguía sobre su rodilla. SeHun la apartó entonces como si en ese momento se diera cuenta de lo que estaba haciendo—. Supongo que lo dices por cortesía.

—¡No es por cortesía! —protestó SeHun airado. Respiró hondo y añadió—. Por el amor de Dios, JunMyeon, deja de criticarte duramente a ti mismo, ¿quieres? Sólo ha sido un beso, ¿de acuerdo? —susurro para calmarlo—. Quizá no esté acostumbrado a que un chico tan hermoso y tierno se me insinúe.

¿Un chico hermoso y tierno?, repitió JunMyeon para sus adentros a punto de reír. Aquello, sin embargo, no tenía ninguna gracia. Él no era un chico hermoso ni tierno, y SeHun lo sabía.

—Por favor SeHun. —rogó JunMyeon volviendo la cara para mirar su rostro—. No me trates como a un tonto.

—No lo estoy haciendo. —contestó SeHun respirando impaciente mientras sus ojos rasgados se oscurecían hasta hacerse casi negros—. Vamos, salgamos de aquí JunMyeon. —añadió tomándolo del brazo.

¿Para hacer qué?, se preguntó JunMyeon. No tenía intención de quedarse con SeHun para averiguarlo. Lo acompañó hasta la salida y una vez fuera se soltó.

—Gracias por la copa. —dijo JunMyeon educadamente como si entre ellos no hubiera pasado nada—. Buenas noches. —anuncio dándose vuelta lista para correr.

—¡Espera! —grito SeHun y volvió a agarrarlo del brazo para impedir así que se vaya.

—¿Sí? — susurro JunMyeon mientras se volteaba para mirarlo tratando de aparentar frialdad.

—Mañana, ¿qué vas a hacer mañana? —cuestiono SeHun rápidamente.

JunMyeon abrió enormemente los ojos, no pudo evitarlo.

—Trabajar. —respondió con obviedad.

—¿Todo el día? —exigió saber SeHun.

—¿Por qué lo preguntas? —inquirió JunMyeon a su vez tenso, notando que estaban llamando la atención.

—Sólo trabajas por las mañanas, ¿no es cierto? —preguntó SeHun en voz baja y enfadada. JunMyeon asintió—. Bien, entonces déjame que me enmiende por el fiasco de esta noche invitándote a ir a la playa. ¿Qué me dices JunMyeon?

—No... no sé qué decir. —contestó JunMyeon.

—Entonces no digas nada. —concluyó SeHun escuetamente—. Nos encontraremos aquí, al lado de los ascensores, a las dos en punto.

JunMyeon se humedeció los labios resecos y contestó:

—Bueno, está bien. —accedió JunMyeon.

No sabía por qué había aceptado, se dijo JunMyeon reprendiéndose mientras subía en el ascensor.

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Listo ahora si 7v7r no se que pasara jajaja pero algo bueno quiero intentar una tecnica de escritura a ver que tal nos va.