Tenía que escribir la biografía de Xiao Luhan con objetividad, y JunMyeon estaba contento de que las investigaciones realizadas le hubieran hecho cambiar de opinión con respecto a Luhan. No comprendía las razones por las cuales Luhan quería que escribiera la historia de su vida, pero quizá fuera cierto que le había gustado su trabajo sobre Che-Ho-ki.

Sin embargo, esa razón no resultaba muy convincente, dijo una voz queda en su interior mientras el avión se acercaba al aeropuerto de Pekín. La cuidad se extendía a sus pies, ya no había marcha atrás. Se había comprometido a llevar a cabo el encargo, y lo único que tenía que hacer era olvidarse de Yixing y concentrarse en el trabajo.

La secretaria de Luhan le había mandado un fax comunicándole que iría a buscarla al aeropuerto. Esperaba que cumpliera su palabra, aunque también era cierto que podía tomar un taxi hasta Beijín. Conocía la dirección de Luhan, y no era un inútil. Además, sabía que no tenía nada que temer. Era un chico fuerte, aunque fuera algo gordito era esbelto, y JunMyeon lo sabía.

A menos que el que lo atacara fuera como el hombre que lo estaba observando, se dijo JunMyeon aliviado de ver que por fin él perdía el interés. Aquel hombre miraba la cinta esperando las maletas. Era alto, de hombros anchos y de aspecto vigoroso, pero en nada parecido a los idols chinos. Resultaba agradable mirarlo, pero su atractivo radicaba más en la dureza de sus facciones que en sus proporciones. De ojos profundos bajo cejas oscuras, pómulos estrechos y una fina línea por boca, si alguna línea recorría su rostro eran líneas dibujadas por la experiencia.

¿Quién sería?, se preguntó JunMyeon. Desde luego no una estrella de cine, aunque tuviera guardaespaldas. Si es que el tipo de chaqueta negra que rondaba cerca de ese atractivo hombre lo era, se dijo dudando. Fuera quien fuera, no parecía seguir interesado en él.

El carrusel comenzó a girar y las maletas aparecieron como por arte de magia. Salió entonces un neceser negro y el hombre que acompañaba al que JunMyeon había estado mirando lo recogió. Llevaba colgado a la espalda un carrito portaequipajes. Dejó el neceser sobre él y ambos tipos se dirigieron a la salida. Más valía que estuviera atenta a su maleta, pensó JunMyeon. Justo en aquel momento creyó verla salir.

—¿No será usted por casualidad el joven Kim JunMyeon? —susurro una voz gruesa y sexy detrás de él.

Aquella voz, tan poco familiar, le resultó increíblemente erótica a JunMyeon. Le provocaba imágenes de noches calientes y apasionadas, de piernas desnudas y revueltas entre sábanas de satén rodeados de gemidos y pasión. JunMyeon e volvió y se encontró con que era el hombre al que había estado mirando.

—Pues... —tragó seco JunMyeon tratando de humedecerse los labios, de pronto secos, y contestó—: Sí, soy Kim JunMyeon. —confirmó—. ¿Viene usted de parte Xiao Luhan?

—No exactamente. — el hombre y torció la boca sonriendo ligeramente—. Pero Luhan me dijo que vendría usted en el mismo vuelo que yo.

De modo que aquel hombre conocía a Luhan, recapacitó JunMyeon. Por su bronceado y su acento era evidente que era coreano y JunMyeon aparentó no haberse dado cuenta anteriormente de su presencia y pregunto:

—¿Viene usted de Corea? —logro pronunciar JunMyeon con desinterés.

—Sí, J.B, y yo hacemos este viaje muy a menudo a pesar de que no sea muy agradable el viaje. —explico el alto y apuesto hombre sin dejar de apreciar a JunMyeon.

—¿Por el cambio de horario? —volvió a preguntar JunMyeon dándose cuenta de que su maleta iba a dar toda la vuelta al carrusel a menos que la recogiera—. Discúlpeme, ésa es mi maleta.

—Déjeme a mí. —susurro el alto con caballerosidad.

El hombre se inclinó y recogió la maleta. Llevaba vaqueros y una chaqueta de algodón, una ropa mucho más ligera que la de JunMyeon. Su traje le había parecido lo suficientemente veraniego al salir de Seúl, pero enseguida se había puesto a sudar. Aunque quizá se debiera al nerviosismo que le producía aquella situación, recapacitó JunMyeon pensando en lo poco acostumbrado que estaba a que un extraño lo abordara en un aeropuerto.

—¿Esto es todo? —preguntó nuevamente con esa voz gruesa y sexy. Por un momento JunMyeon no supo de qué hablaba—. Me refiero a su equipaje. —añadió notando la confusión del más bajito.

JunMyeon lo miró. Sus ojos eran rasgados, como los de un gato, pensó sintiéndose como un estúpido. Después de todo aquel hombre era asiático como él ya sea o no de China y andar con esas comparaciones no eran nada inteligentes de su parte.

—Mm... no, tengo otra más. —contestó JunMyeon buscando con la mirada por la cinta—. Siempre ocurre lo mismo, ¿verdad? Aparece sólo una maleta, y luego hay que esperar a la otra eternamente. —explicó sonriente—. Pero por favor, no quisiera retenerlo, su compañero parece impaciente.

—¿Quién? ¿J.B? —sonrió perezosamente—. No, cariño, se está mejor aquí que fuera.

Aquella forma de llamarlo le produjo un cosquilleo en el estómago a JunMyeon.

—Bueno, pero... — JunMyeon hubiera querido preguntarle por qué lo estaba esperando, pero fue incapaz—. ¿Cree usted que vendrá la secretaria del señor Xiao Luhan a buscarme? Me aseguró que vendría a recogerme.

—¿Victoria? —cuestiono el alto.

—Sí, la señorita Victoria. —confirmo JunMyeon sonrojado por la presencia del atractivo hombre.

—Supongo que estará esperándolo en la sala de llegadas. —explico—. Le diré quién es en cuanto nos crucemos con ella.

—Bueno. —JunMyeon se mordió el labio—. Me imagino que es usted amigo Luhan y conoce a victoria.

—Diablos, es cierto. —contestó haciendo un gesto de incredulidad—. Lo siento, no me he presentado. Me llamo Oh SeHun. Me imagino que podría decirse que... bueno, que he invertido en la carrera de Luhan.

—¿Qué tal está usted, señor Oh? —lo saludó JunMyeon estrechando su mano.

JunMyeon se preguntó si aquel hombre visitaría con frecuencia a Luhan. La perspectiva resultaba agradable. Apenas tuvo tiempo de retirar la mano cuando vio la otra maleta. Había mucha gente esperando el equipaje, y muchas mujeres tenían los ojos fijos sobre SeHun. No era de extrañar, pensó JunMyeon. SeHun era muy atractivo. ¿Estaría casado?

Cuando llegó la maleta, JunMyeon se inclinó para recogerlo y se tambaleó ante el peso.

—Permítame a mí. —intervino SeHun. Luego llamó a un mozo con un carro—. Entonces ya podemos irnos, ¿verdad?

—Sí. —susurro JunMyeon en un jadeo.

Pasaron por delante de la aduana sin incidentes. Tras ella estaba la barrera que separaba a los recién llegados de las personas que habían acudido a recibirlos. Una mujer sostenía un cartel con el nombre de JunMyeon. Debía de tener más de cuarenta años, pero llevaba una minifalda muy corta. Tenía el pelo teñido e iba perfectamente maquillada.

—Ésa debe de ser la señorita Victoria. —comentó JunMyeon señalando a la mujer.

—Sí, ésa es Victoria, perono la llame usted señorita Victoria. — le explico a JunMyeon—. Ella prefiereque la llamen sólo señorita. Aquí va a tener que tratar usted con algunos egosun tanto sensibles, procure recordarlo. —añadió SeHun mirándolo fijamente como si fuera un delicioso manjar logrando así hacer estremecer a JunMyeon ante sumagnetismo.

La mujer los había visto, pero por su expresión no parecía haberse dado cuenta de que fueran juntos. O quizá se hubiera dado cuenta y lo había malinterpretado, pensó JunMyeon.

—¡Eh, SeHun! —lo saludó victoria con familiaridad volviendo luego la mirada suspicaz hacia JunMyeon—. Luhan me dijo que vendrías en este avión, te ha echado mucho de menos SeHun. ¿Has tenido un buen viaje?

—Como siempre. —contestó SeHun dándole una propina al mozo—. Esta señorita y el joven de acá le dirán a dónde tiene que llevar las maletas. —explico al mozo mientras señalaba a victoria y a JunMyeon.

Victoria abrió entonces la boca sorprendida y se volvió hacia JunMyeon.

—¿Es uste joven es Kim JunMyeon? —preguntó mientras SeHun le daba un golpecito en el hombro.

—¿Y quién iba a ser si no, victoria? Hoy ya he hecho mi buena acción del día trayéndotelo aquí. —dijo SeHun suspirando—. Cuídese mucho Kim JunMyeon. Estoy seguro de que volveremos a vernos.

JunMyeon no supo quién de los dos se sintió más desilusionado al ver a SeHun marcharse, pero a juzgar por la emoción que lo embargó sospechó que fue él mismo. De modo que aquél era el amigo de Luhan, su amante, recapacitó JunMyeon. ¿Por qué eso lo molestaba?

—Señorito Kim. —lo llamó victoria volviendo en sí y ofreciéndole la mano—. Debe usted perdonarme, no me di cuenta de que era usted quien iba con SeHun... es decir, con el señor Oh. —añadió haciendo un gesto al mozo para que los siguiera—. ¿Han venido ustedes juntos? ¿Cómo supo él quién era usted?

—Bueno, el señor Oh me ayudó con las maletas, así que supongo que debió de leer mi nombre en la etiqueta. —contestó JunMyeon poco dispuesto a discutir los detalles de aquel encuentro.

Después de todo era pura curiosidad, se dijo JunMyeon. Seguramente victoria se estaba preguntando por qué SeHun se había dirigido a él.

—Ah. —exclamó victoria echándole otra mirada fatal—. He dejado a Felix en el coche. Allí está. —añadió sacudiendo una mano hacia un hombre sentado al volante de un Mercedes—. Es difícil encontrar un sitio para aparcar. ¿Tienen ustedes también ese problema en corea?

—A veces. —contestó JunMyeon ausente mirando el enorme vehículo negro que pasaba con Oh SeHun al volante—. La verdad es que no tengo coche, en Seúl no merece la pena. Cuando quiero ir lejos voy en mi Harley-Davidson.

—¿Conduce usted una moto? —exclamó victoria horrorizada—. Bueno, supongo que como no es tan delgado si puede manejar por si solo una moto.

—Sí, así es. —respondió JunMyeon sin dejarse afectar por ese comentario, él no era modelo ni nada así que no tenía por qué morirse hambre manteniendo una figura delgada.

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Me mencionan cualquier error ortografico pls.  Otra cosa 7v7 no se si la moto que meneja suho en su drama sea la que puse pero hagamos de que si y se ve muy guapo. 

Otro punto, pongo que suho no es tan delgado porque es en comparacion con Luhan, creo que todos vemos que myonie es muy hermoso pero su contextura no es muy delgada, es normal  ay no se si me entiendan.  Junmyeon es un chico normal no es tan delgado como luhan y bueno tampoco que myonie coma lo que sea solo que no se priva de algunas cositas que luhan si por ser celebridad.