JunMyeon había sentido cierto temor ante la idea de volver a casa de Luhan a trabajar, pero por fin se demostró que sus miedos eran infundados. Una llamada de victoria a primera hora de la mañana le confirmó que Félix iría a recogerlo a las nueve y media.

Luhan lo esperaba en un soleado salón. Aquella mañana estaba vestido, preparado para realizar la entrevista con toda seriedad. Sin embargo, su mente parecía estar en otra cosa.

—Por favor, siéntate. ¿Has pasado un buen fin de semana JunMyeon? —pregunto Luhan observándolo.

—Sí... —contestó JunMyeon sorprendido por su cambio de actitud. Luhan ya no demostraba la familiaridad del primer encuentro, pero lo prefería—. Fui de compras.

—Bien. —dijo Luhan ausente—. Entonces, si estás listo, sugiero que comencemos a trabajar. —hizo una pausa—. Es decir, si aún estás interesado en realizar este trabajo. Me doy cuenta de que no te he dado la oportunidad de decir lo que piensas.

JunMyeon dudó. Una voz en su interior le decía que aquella era su última oportunidad para dejarlo, pero, aunque tenía la sensación de que lo lamentaría, también sentía un impulso por continuar.

—Sí, aún estoy interesado. Así que, podemos seguir. —anuncio JunMyeon con seguridad.

Las dos semanas siguientes resultaron muy productivas. Luhan lo había arreglado todo para recibirlo todas las mañanas, y sólo en escasas ocasiones le telefoneaba la señorita victoria para cancelar la cita. A Yixing apenas lo vio. Según Luhan había acudido a un torneo de golf en Las Vegas.

A pesar del trabajo, JunMyeon encontró tiempo para ver Park Hyatt. Tenía las tardes libres, y por las noches trabajaba. Comenzaba a sentirse como en casa. Se había acostumbrado a la vida del hotel, y había dejado de temer encontrarse con su dueño a cada instante. A menudo reservaba una mesa en uno de los restaurantes.

El más importante, el Pineapple Room, era famoso por su buena cocina, pero a veces, sin embargo, escogía el Zhiyang, especializado en comida coreana. Una de esas noches, unas tres semanas después de su llegada, estaba saboreando una sopa de shyun raymun cuando de pronto tragó y se quedó mirando atónito al otro lado del comedor. O veía mal o el que estaba sentado detrás del carrito de servicio era SeHun, pensó. Estaba solo, leyendo un montón de papeles que tenía sobre la mesa.

SeHun no lo había visto o, en todo caso, había decidido ignorarlo. Pero ¿quién podía culparlo?, se preguntó recordando cómo lo había tratado la última vez que lo vio. JunMyeon estaba arrepentido. De todos modos, ¿cómo se suponía que tenía que responder cuando un hombre como SeHun se le acercaba?, se preguntó. Bueno SeHun sólo había estado bromeando, eso era todo, y tomarlo en serio era una solemne tontería, pensó JunMyeon. Quizá SeHun sólo hubiera pretendido ser amable, quizá JunMyeon lo había malinterpretado debido a lo que sabía de SeHun, pensó. ¿Y no sería que estaba teniendo en cuenta los sentimientos de Luhan?, se preguntó.

Miró su plato y reflexionó. ¿Qué haría Luhan si se enterara de que SeHun estaba viendo a otro hombre? No parecía darle importancia a su relación con Kai Jongin, pero ¿Luhan seguiría tratando de divorciarse de Yixing si SeHun saliera con otro?

Suspiró. No le debía nada a Yixing, y en cuanto a SeHun, se dijo JunMyeon, no era asunto suyo. Si SeHun decidía mantener una aventura con un hombre casado se merecía lo que le ocurriera.

Volvió a mirar hacia su mesa. SeHun no se había movido. Un suspiro de desesperación se le escapó. ¿Se atrevería a hacerlo?, se preguntó. Con Luhan como rival no tenía ninguna posibilidad. Se aseguró de que SeHun estaba solo y volvió a hacerse la misma pregunta. ¿Tendría agallas para abordarlo?

Respiró hondo. Aquello era ridículo. Yixing lo había abandonado por Luhan, y SeHun también estaba enamorado de Luhan. ¿Qué posibilidades tenía él?, se preguntó. Si creía que podía hacerle cambiar de opinión era sencillamente que estaba fantaseando, pero... suspiró. Nunca lo sabría a menos que lo intentara. Y además, ¿quería realmente relacionarse con un hombre como SeHun?, se preguntó JunMyeon. Frunció el ceño. Puede que fuera divertido, pero también era peligroso. Y no sólo sentimentalmente, sino además para su carrera.

Sin embargo, JunMyeon no estaba planeando hacer nada que lo comprometiera seriamente, recapacitó. Después de todo era posible que aquello salvase el matrimonio de Yixing. ¿Estaba tratando de vengarse de Luhan tratando de quitarle a SeHun?, se preguntó.

Al fin y al cabo, era humano, suspiró. Tenía que confesarse que había pensado en ello. Lo cierto era que sus motivos eran complicados, no estaba seguro de qué era lo que quería.

No conseguiría nada si se quedaba sentado a la mesa, se dijo decidido mientras lamentaba no haberse vestido de un modo más atractivo, más coqueto y atrevido como un chico de mundo y no de la manera tan modesta como se había vestido hoy.

—¿La conozco? —preguntó la mujer de la mesa de al lado mientras JunMyeon trataba de reunir el coraje suficiente para dirigirse a SeHun—. Usted es Bae JooHyun, ¿no es así? ¡Es increíble! Me encantó su interpretación en The Female Employees of a Game Company. —luego lo observo más—. Ay por Dios, se corto el cabello ¿va gravar otro drama? O quizás sea una película de terror. Estoy deseando verla en acción.

—Ah, no señora. —contestó JunMyeon incrédulo y cohibido—. Me temo que no soy quien cree, comete usted un error. Yo no soy Bae JooHyun.

—¿Está usted segura? —volvió a preguntar la mujer levantándose de la mesa que compartía con un hombre—. Se parece usted tanto a ella que... y además tiene acento coreano.

—Bueno... para empezar yo no soy una chica soy un chico y pues lo siento. —dijo JunMyeon consciente de que muchos comensales comenzaban a mirarlos—. Es usted... muy amable, pero le aseguro que yo no soy esa chica y además ni siquiera soy actor.

JunMyeon había retirado la silla y se había puesto en pie justo al mismo tiempo que Oh SeHun, al otro lado del comedor. Al voltear JunMyeon la cabeza para ver qué ocurría los ojos de ambos se encontraron.

No le extrañaba a JunMyeon tener la atenta mirada de SeHun, ya que era el centro de atención de todas las miradas. A pesar de sus reiteradas negativas, aquella mujer insistía en no aceptar la verdad de su identidad.

Oh SeHun pareció comprender la situación de inmediato. JunMyeon no sabía qué habría oído, pero SeHun se acercó al instante. Frunció el ceño y, recogiendo los papeles, se encaminó hacia JunMyeon.

—JunMyeon. —lo llamó sorprendiendo a la mujer que lo había confundido.

—¡Así que es cierto que no es usted Bae JooHyun! —exclamó la mujer—. Pero tiene que ser actor, estoy segura de haber visto su cara antes. —añadió estudiándolo.

—Quizá lo haya visto en la solapa de sus libros. —señaló SeHun con cortesía.

—¡Por supuesto! —exclamó de nuevo la mujer boquiabierta—. Usted es escritor. ah, ¿podría darme un autógrafo? Soy una lectora voraz. Seguro que he leído algo suyo.

SeHun levantó las cejas sonriendo mientras la mujer se inclinaba para tomar lápiz y papel de su bolso. Las miradas de ambos se encontraron, y JunMyeon sintió una ola de excitación. Al final la intervención de aquella desconocida no había resultado mal, pensó mientras firmaba y la mujer volvía a su mesa. 

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Bae johyun es irene jaja a que si myonie e irene se parecen?