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Capítulo 38

Coger está bien, pero dormir desnudos con esa persona y sentir su piel con la tuya es maravilloso. El cuadro ante mí, deja ver parte del dorso de Gadien y su trasero semi oculto entre las cobijas. Llevamos 24 horas en este sitio, aún no hemos hablado de Ethan o de nuestro futuro.

"—Pausemos los problemas" me había dicho la tercera vez que insistí en ello. Él debe volver al hospital, yo a la boda de Emma, Ethan, Gino, la prensa, Etc. Gregory, Jason y Matt sabían lo que planeaban, llegando a ayudarles con su plan. Fue mi hermano mayor quien contrato los servicios de Ángelo, llegar al hospital solo fue un pretexto para realizarlo.

A quien vi dormir en la camilla fue a su hermano y no fue para encubrirlo. Entró al lavado y su hermano ocupó la camilla, al salir lo vio dormido por lo que no pudo decirle lo que haría. Asi que simplemente salió de la habitación, sin decir nada.

Estamos convencidos que al llegar ambos tendremos problemas.

Pero no nos importa, estamos acostumbrados a ellos.

Se remueve entre las sábanas y de apoco sus ojos se abren, sonríe al verme estirándose en el proceso. Sus ojos están rojos y mi sonrisa es distorsionada, no es el Gadien de siempre.

—¿Te sientes bien? —afirma mirando a todos lados un poco desorientado —estamos en la cabaña me has secuestrado.

—¿Qué hora es? —cuestiona y miro la hora en su móvil que reposa en la mesa de noche.

—Las diez de la mañana. ¿Gadien? —insisto —Debo estar en la boda de Emma... Debemos estar — corrijo rápidamente

Le muestro el móvil para que observe los mensajes y su acción me hacer reír. Tal cual como lo recibe lo deja a un lado y niega con rastros de molestia en sus facciones. Sigue teniendo el semblante confundido y el color de sus ojos me empiezan a preocupar.

Inhala lentamente y suelta el aire de la misma manera, mientras se acomoda en la cama. No se de quien es la cabaña, en que sitio exacto estamos y lo riesgoso que fue para él salir sin ser dado de alta. Nada importa tanto como el saber que corresponde al amor que le tengo y que esté bien.

—No deben tardar en venir por nosotros —responde al fin — en cuanto a Ethan... deja que yo me encargue.

Alzo una ceja intrigada al verle sudar muy a pesar de las bajas temperaturas en las que estamos. Elimino distancia apoyando una mano en su frente, su piel despide calor y sus ojos de repente se han puesto rojos.

—Ardes en fiebre Gadien ¿Dónde estamos? ¿Cuál es el pueblo mas cercano? —el bombardeo de preguntas no parece alterarle, mueve su cabeza de un lado a otro mientras empieza a murmurar algo ininteligible —Cielo, no es gracioso.

Aleja de su cuerpo la cobija y apoya los pies en el suelo, salto encima de la cama tomándolo por los brazos al darme cuenta tiene un hombro caído. Alza los ojos y me observa confundido e intenta decirme algo, pero solo salen balbuceos.

No es una broma, ya no tengo dudas de ello. Su palidez y el sudor que corre por su cuerpo, el comportamiento de alguien que ha tomado licor, etc.

—Estarás bien —hablo en voz fuerte —es falsa alarma —insisto y asiente lento—te ayudaré a vestir y esperaremos al helicóptero.

—¿Qué me sucede?

No es una pregunta dirigida a mí. Es más, una reflexión al no poder levantar su mano y acariciar mi mejilla. Ahogo un sollozo al observar su boca esta hinchada y lo siento en la cama.

—Es la alergia... saliste sin esperar resultados —me convenzo a mi misma de ello y afirma —no hables y mantengamos la calma.

Lo dejo en la cama, voy y vuelvo con todas sus cosas. Nunca he cambiado a alguien tan rápido como en ese instante y tomo su móvil, pues el mío se ha ido en el taxi.

Digito rápidamente los números de la persona que puede ayudarme y rezo por que no me de chance de hablar.

—¿Linda?

—¿Papá? —preguntamos al tiempo —¿Estas con mamá?

—¿Por qué lloras? Preciosa

—¿Qué sucede? —la voz de mi madre me hace llorar aun mas y ella me pide calmarme —Gregory, dile a ese hombre que vaya por los chicos.

—¡Ahora! —ordena mi padre e inspiro fuerte tomando las manos de Gadien quien no logra sostenerla.

—Vendrán por nosotros —le digo y afirma desorientado —Es Gadien... —sollozo y el me ve sin emoción alguna —no habla claro, no puede mover su cuerpo, tiene temperatura fuerte y su boca esta hinchada. Ven por nosotros papá, él no se ve bien...

—¿Dónde lo tienes?

Lo siguiente es él dándome indicaciones de como tratarlo hasta que el helicóptero venga. En algún momento pierde el conocimiento, tiemblo de la cabeza a los pies. Hago infinidad de viajes a las afueras y miro al cielo en todas las direcciones en espera de ese helicóptero.

Me siento culpable, si hubiese sido sincera él no hubiese sentido la necesidad de salirse. En la quinta o sexta entrada el móvil vibra en mis manos y tomo la llamada sin ver.

—Si algo le sucede es mi culpa —explico a quién me responde —él se expuso por mí, yo debí decirle que Ethan tenía esa grabación.

—No ganas nada con la culpa —muerdo mis labios al descubrir que quien le llamó es su padre y lo siento suspirar —Todos odian los hospitales harán lo que sea por largarse, él y Gael más que nada. Te necesito en calma, con todos tus sentidos controlados, esto no es más que una recaía ¿Ok?

—Ok —repito sollozando.

—Eso es... eres una chica fuerte, ahora espera que vayan por ustedes. Tu hermano trajo ayer lo que se presume comió en mal estado y estamos esperando respuesta...

—¿No me odia? —pregunto subiendo las escaleras.

—¿A la mujer que llevara al altar al único Doyle que se ha negado a ir? Linda... lo que has hecho es un acto de justicia que merece enaltecerse.

De repente ya no hay magia en el sitio, no es lindo estar lejos de todos cuando quien amas esta en peligro. Subo hasta la habitación y palmeo sus mejillas llamándolo, pero no hay respuestas.

—No responde...

—Escuchara tu voz y lograras mantenerlo en calma —dice —puede escucharte, estoy seguro de ello.

Y no se si lo hace para calmarme o porque tiene cierta experiencia. Su palidez continua y la hinchazón en su boca aumenta, su cuerpo arde y le veo asustada.

—Despierta cielo —ruego —tenemos planes, dijiste que era solo un alimento vencido y te creí —sigo diciendo consciente que tengo a su padre en línea apoyando mi cabeza en su pecho.

Mientras llega el helicóptero, el señor Gael me acompaña al teléfono une la llamada con su esposa y ambos logran calmarme. Gadien tiene a unos padres maravillosos, logran calmarme e inyectarme de su optimismo. Sin pedirme explicaciones se las doy, ellos merecen saber los motivos por los cuales me alejé.

—¿Gadien sabe? —exclama su madre y guardo silencio.

No sabía que cometí una indiscreción, estoy por pedir disculpas por ello cuando siento las copas de los pinos moverse. Me asomo por los ventanales y veo al aparato maniobrar para aterrizar-

—Están aquí —les digo.

—Espéralos allí, ellos llegaran—ordena su padre y miro a Gadien.

—Habrá tiempo para solucionar todo, por el momento es importante la salud de ambos —comenta la señora Megan y beso las manos de Gadien que me he negado a soltar.

Algunos minutos después dos paramédicos irrumpen en la habitación y arman una camilla ante mí. Gadien es pasado a ella sin muchos problemas y me piden seguirles, los signos vitales se lo tomaran rumbo a casa.

Y me dan la primera buena noticia del día.

—En una hora estaremos arribando a la azotea del hospital —comenta uno de ellos mientras revisa a Gadien ya dentro del helicóptero —tranquilícese, el estará bien.

(...)

—Mamá —abro los abrazos al verla junto con mi padre.

Corro hacia ellos y me abrazan fuerte, logrando que mi llanto regrese. No han logrando que vuelva en sí, lo que hace que mi culpa aumenta. Con ellos abrazándome cada uno de su lado acompaño a la camilla hasta que esta se pierde por un pasillo.

A un costado sentado en una silla, ojos cerrados y cabeza apoyada la pared, el padre de Gadien se mantiene al teléfono con alguien.

—Ve con él —pide mi padre —tu mamá y yo traeremos café. La espera suele ser larga...

—Se que deben estar en los preparativos de la boda y no deseo pelear con Emma —empiezo a decir —me sentiría mejor si están con ella, es el mejor día de su vida... yo no podré estar y no lo va a lamentar, pero no les perdonará si ustedes no van.

Se miran entre sí y afirman luego de una pausa larga, dejan un beso en mi frente, no sin antes decirme que los mantenga informados. Me siento al lado del señor Gael y apoyo mi mano sobre la suya que enlaza con la mía rápidamente.

—No es tu culpa —susurra llevándose mi mano a su pecho —el exceso de culpa nos convierte en víctimas, la ausencia de ella en personas perversas y egoístas —sigue diciendo apretando nuestras manos en su pecho —lograr el equilibrio y la justa medida es la clave.

Él estaba bien, habíamos pasado el día juntos, me ayudó a cocinar, bromeamos juntos y se negó a responder llamadas o hablar de problemas. Con los únicos que habló fueron con sus hermanos y padres, no respondió los mensajes de su asistente quien le hizo muchas llamadas.

Su padre me escucha sin abrir los ojos y soltar mis manos, ese gesto de mantener mis manos junto a él me calman sorprendentemente.

—¿Su asistente? —pregunta abriendo sorpresivamente los ojos y viéndome fijamente

¿Tiene otra? Me pregunto internamente y afirmo. Saco el móvil del bolsillo de mi Jersey dejándolo en sus manos. No los he leído, pero es inevitable ver la cantidad de mensajes que ha recibido desde que nos fuimos a esa excursión.

¿Qué tendría de malo que llame? Es su asistente y han de tener cosas que hacer. Linda se mantiene en contacto conmigo en todo momento, hay cosas que por más que no queramos dejamos inconclusas.

—Gadien ha entregó todo lo que tiene que ver con el Doyle Turner—confiesa y le miro sorprendida —No hay un motivo laboral, por el cual deba llamarle tan insistente y hasta donde sé... ella no sabe que mi hijo tiene problemas de salud.

Abre el chat y lo muestra en mi dirección, mientras me comenta que la salud de Gadien se ha manejado entre familia. Pocas personas saben el motivo de su ingreso, ningún tercero ajeno a la familia lo sabe.

—Salvo las personas de esa excursión, incluido tu Ex —confiesa y leo el último mensaje.

"Estoy preocupada por ti, me han contado que has ingresado a la clínica por alergia. Te lo dije muchas veces Gadien, perseguir a esa chiquilla rica es un error, no sabe lo que quiere y acabará volviendo con su ex"

—¿Por qué llamarlo? —afirmo sin decir nada. — a mi hijo le molesta su comportamiento. Le confesó a Gael que lo trata como si entre ambos hubiese existido ..." algo"

Son amigos y está preocupada por él, no es raro que lo haga. Aunque no tiene porque saber con exactitud lo que Gadien tenia o exactamente.

—Señor Doyle, Bella —la voz de Matt nos hace verle y sostiene en sus manos un sobre —han llegado los resultados... tengo una buena noticia y otra mala.

—La mala primero —decimos al tiempo y mi hermano nos ve en silencio antes de seguir.

—Tal como lo dijo su sobrino Gino y Thomas, es envenenamiento... la buena noticia es que de las seis barras que vienen en el empaque Isabella tiene cuatro. —ambos suspiramos aliviados, pero seguimos escuchándolo atentamente —cada barra tiene una porción de una pequeña pero significativa de esa sustancia.

La sustancia se disolvería en el organismo haciendo imposible poder registrarla por exámenes. Los síntomas empezarían como irritación, confundiéndose con alergia aumentarían con el tiempo y la reacción final sería lo que a ojos de todos sería un ACV.

—¿Lo que acaba de suceder? —afirma y mi barbilla empieza a temblar —¿Se va a recuperar? —pregunto con el nudo en mi garganta y mi corazón en las manos.

—Haremos todo lo que esté en mis manos cariño —comenta y niego porque eso no es suficiente —hay antídoto, pero no sabemos que tanto se ha disuelto la sustancia en su cuerpo.

—¿Cuándo podremos verlo? ¿Podré llevármelo?

—En unos momentos podrá verlo y no le recomiendo moverlo —le responde —Gadien ha renunciado a los privilegios de ser un Doyle-Turner, pero recuerde será el esposo de mi hermana. Eso lo hace mi hermano y como tal será tratado en este hospital.

¿Rechazó privilegios? ¿Por qué no lo sabía? En respuesta su padre estrecha la mano de mi hermano y ese acto se convierte en abrazo.
¿Tan psico rígido era el custodio que no podía entender que su primo fue engañado?

—Espero que no te importe...—empieza a decir su padre al notar mi silencio.

—Viviría hasta debajo de un puente —le interrumpo —solo si es con él.


Mi hermano ríe orgulloso y mi mirada viaja al sitio en donde se lo han llevado. Solo deseo que salga bien de todo esto y quien sea quiso dañarle no se salga con la suya.

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