N/A: Capítulo narrado por Lizy, Lake y Han.

-Anda Lizy, vamos a divertirnos. -replicó Nilza, juntando las manos en modo de suplica.

-No lo sé, Nilza, no tengo muchos ánimos de salir. -le dije con honestidad, mientras ponía la ofrenda para Mason.

-Vaya, Lizy, tu novio era muy guapo. -dijo Neil, quien era prima de Asya y la cual casi no hablaba mucho.

-Gracias, y sí, lo era. Mason fue el amor de mi vida. -sentí una opresión en el pecho y mis amigas me abrazaron en grupo. Eso ayudó.

-Ves, por eso debemos salir. Si no sales te vas a deprimir aquí y además, el halloween turco es un evento inigualable, verás que te va a gustar. Anímate. -canturreó Asya.

Suspiré y al terminar de encender las velas las miré a ambas. Yo estaba en medio de cada una.

-Lo pensaré. -prometí rendida.

-Bueno, mientras lo piensas, invitaré a mi chico para que vaya con nosotras a Capadocia, él también es extranjero como tú y creo que le caería muy bien salir y conocer un poco de nuestra cultura -Neil suspiró y continuó -. ¿Saben? Me dijo que es de corea del sur y con tantos K-dramas que he visto, estoy obsesionada con esos hombres. -confesó la chica, mientras corría al comedor, donde se había dejado su lap y del cual por cierto, ya no regresó, se quedó ahí sentada, tecleando con una gran sonrisa.

-Tal vez debería presentarle a Han. -estipulé con una sonrisita, mientras miraba a la mujer entusiasmada.

-¿Entonces sí irás? -preguntaron insistentes.

-Ya les dije que lo estoy pensando. -rodé los ojos.

Nilza miró a Asya y esta a su vez se inclinó hacia enfrente y dejó el mechero que usé, sobre la mesa. Al principio estábamos viendo una película de terror y las tres disfrutábamos de un jueves de amigas. Pero luego les avise que prepararía la ofrenda de mi difunto novio y ellas me ayudaron. Había tenido un día largo en la oficina (sí, acepté el trabajo que Han me ofreció), aunque en realidad ya no trabajaba más para Lak&un, tampoco quería trabajar para Han con un puesto tan importante como la vicepresidenta, así que era solo una empleada común y corriente.

Claro, omitiendo que tenia luz verde para regresar a trabajar a la empresa de Lake, si así lo decidía yo. Pero como eso no pasaría nunca y además quería mantenerme lejos de ese hombre porque el comportamiento hosco que tuvo conmigo me hizo cuestionar esa tediosa idea y al final me quedé con el puesto en Kore&Life, la competencia que Han creó contra Lak&un.

Así que para despejar un poco la mente, invité a mis mejores amigas a mi villa, el halloween estaba a un día de celebrarse aquí y deseaba compartir con ellas viendo una película de suspenso y miedo. Pero al igual que casí siempre, ellas me persuadián de cualquier idea y comenzaban a convencerme de hacer algo que solo en su cultura se vive.

-Por favor, Liz, vamos un rato. -Asya tomó mis manos y me miró con ternura.

-Y según ustedes, ¿qué tiene de diferente el halloween turco?

-¿Perdón?, explícale Asya.

La nombrada suspiró, cuadró sus hombros y luego de aclararse la garganta, dijo:

-Pues verás, a diferencia del mundo occidental, donde Halloween se celebra con disfraces y dulces, Turquía ofrece un tipo de emoción diferente. Aquí, las tierras antiguas y los sitios históricos brindan el escenario perfecto para un Halloween verdaderamente místico -ella sonreía maravillada mientras hablaba -. Imagínate deambulando por ruinas antiguas al anochecer, explorando cuevas ocultas o visitando iglesias milenarias con un pasado inquietante. Esta no es la típica fiesta de Halloween a la que estas acostumbrada, Lizy: es una exploración a lo desconocido y a lo embrujado.

En ese momento Nilza soltó un sonoro ¡Buuuh! Haciéndome brincar del susto, así que las tres compatriotas se rieron y yo me levanté un poco indignada.

-Vamos, Lizy, perdón, no lo volveremos a hacer si dices que sí. -soltó Nilza entre risas y Asya la apoyó.

-Bien, iremos. -admití sin titubeo, logrando que ambas mujeres me miraran sorprendidas. Bufé y me crucé de brazos -. ¿Qué no era eso lo que querían? Pues ya está, iremos mañana en la noche y recorremos los lugares más terroríficos y embrujados de Estambul. Ah, pero iremos disfrazadas de algún personaje terrorífico o de algo así.

Asya tragó grueso.

-Pero aquí nadie se disfraza en Halloween, solo se visitan lugares hechizados. -explicó Neil, quien sostenía una vela cerca de su cara.

Bufé, le quité la vela y la coloqué cerca de mi ofrenda.

-Yo, creo que traje algunos disfraces en mis maletas. Subamos y veamos cual les queda. Oh, aunque debo de advertir que hay algunos un poco pasados de moda, pero supongo que aquí no lo notaran si nunca se han disfrazado. -encogí los hombros.

-Pero espera, ¿qué lugar quieres... visitar? -inquirió Nilza, acomodando su melena castaña.

Puse mi dedo índice sobre el mentón y me quedé pensando unos segundos, luego chasqueé los dedos, saqué mi teléfono y Googleando un poco logré capturar el lugar "maldito" que me apetecía conocer de esta tierra.

-Quiero ir allí. -les enseñé mi teléfono con el lugar que quería descubrir y ambas se miraron entre asustadas e incrédulas.

-¿No quieres ir a un lugar más cerquita? Se dice que la casa Öndelukë está maldi...

-No -dije rápidamente, cortando la letanía de Asya -. Quiero ir a capadocia.

Según google, Capadocia, con sus paisajes de otro mundo, era el lugar perfecto para comenzar una aventura de Halloween en Turquía. Conocida por sus chimeneas de hadas y ciudades subterráneas, Capadocia parece un lugar sacado de una novela de fantasía. Pero esta región tiene mucho más de lo que parece. Las ciudades subterráneas, que alguna vez fueron utilizadas como refugios por los primeros cristianos, tienen una historia oscura y espeluznante. Al caminar por estos antiguos túneles, con sus estrechos pasajes y habitaciones ocultas, casi puedes escuchar los susurros del pasado.

-Bien, si Lizy quiere conocer capadocia, la llevaremos ahí -admitió Nilza y me guiñó un ojo, luego sacó su teléfono y llamó a su novio; lo supe porque lo llamó amor -. Mañana iremos a Capadocia con Lizy, ¿vendrás con nosotras? -mordió su meñique mientras su novio le daba la respuesta y al parecer accedió, ya que Nilza sonrió emocionada -. De acuerdo, cuídate mucho, cariño. Oh, y me saludas a tu hermano.

La mención del hermano de Yasli, me hizo sentir una sensación rara expandirse por mi interior y luego se alojó en mi pecho. Pues lo último que deseaba era que Yasli, invitara a su hermano Lake y por ende a Freya, a la expedición fantasmal que teníamos en mente compartir juntas.

-¿Qué te parece si vamos a Galipolí? -me preguntó Freya, quien estaba acostada en la cama boca abajo, mientras revisaba su teléfono para nuevas ideas de a donde ir en halloween.

Me miraba en el espejo mientras acomodaba mi corbata.

-No, ya fui ahí y créeme, no deseé volver jamás.

Ella bufó.

-Pero yo nunca he ido, llévame.

Suspiré y me giré a verla.

-Déjame ver si... -el sonido de mi teléfono me cortó la oración, me acerqué al buró y lo tomé para responder la llamada -. Dime, hermano.

●Lake, las chicas irán mañana a Capadocia, quieren que yo las acompañe. Pero tú mejor que nadie sabe que ese lugar en verdad me aterra.

Cuando eramos niños y en noche de Halloween, mis padres nos llevaron a conocer todos los lugares embrujados de Turquía, así que prácticamente ya conocíamos todos los lugares "malditos". Y para ser honesto, a Yasli le llegaron a suceder cosas paranormales en esos lugares.

●¿Me escuchaste?

Freya me miraba con curiosidad, pero decidí disculparme con ella y salir de la habitación directamente al balcón.

-¿Ella irá? -pregunté mientras me aseguraba de que mi novia ya no escuchaba.

●Sí, por lo que me dijo Nilza, la idea fue de tu esposa.

-Bien, te veré allá.

Lo escuché suspirar con tranquilidad. Pero luego dijo con alteración:

●¡¿Estás loco?! Sabes que Lizy no quiere verte, solo te dije eso para que le dijeras a Han si podía acompañarnos.

-¡Loco estas tú si piensas que mandaré a ese imbécil a suplir mi lugar!

●¿Qué te pasa, hermano? ¿Problemas en el paraíso?

-Púdrete. Te veré allá.

●Pero ¿y Freya? ¿La llevarás también?

-Obvio no, no seas imbécil. Jamás juntaría a Freya y a Lizy. Solo no les digas que yo iré, quiero sorprenderla y enfrentarme a ella de una vez por todas.

●La vas a asustar.

Rodé los ojos por su aclaración.

-Por supuesto, es halloween y esta sin duda será una noche para recordar.

Recibí la invitación de Neil, la chica con la que me estaba escribiendo por lovechat. Sí, había recurrido a las citas en línea. Vaya mierda. Pero en fin, concrete una cita con ella para hoy en la noche. Ella me dijo que iría con un par de amigas a Capadocia, y me invitó a unirme a ellas. Al principio me había negado rotundamente, pero al decirme que irían ellas cuatro solas y disfrazadas, fue que accedí a regañadientes.

Porque vaya, en Corea tenemos esa regla de no dejar que las mujeres anden solas por ahí en las noches. Así que mi cultura y educación, me piden ir con ellas hasta su más rara locura.

-¿A dónde vas? -preguntó mi madre con la que hablaba por webcam. Me estaba colocando la chamarra.

-Iré a un lugar con una chica, madre, ya te había dicho. -le recordé, hablando en coreano.

-Me da gusto que estés conociendo a alguien y que te des una oportunidad. Luego de lo que pasó con Lee Sang-Hee, te mereces ser feliz.

Suspiré y mirando a la cámara, sonreí.

-Lo sé, madre. Así que ya no te preocupes por eso, yo estoy bien a mi modo. Además me tenia bien merecido que ella me dejara y rehiciera su vida con alguien que no le recordará que sufría por la traición. Ella es feliz, madre -suspiré y miré la onatalla de la computadora con el rostro de mi madre, quien me miraba triste. Solté un par de aplausos para que dejara de verme con lastima y le sonreí -. Ahora me voy y deseame suerte.

-Claro que sí, que Chilseong te bendiga, hijo mío.

-Gracias, mamá.

Colgué la video llamada y poniendo manos a la obra, fui a la dirección que Nail me envió.

Cuando llegué al lugar "embrujado", me quedé sorprendido al ver que era un sitio no muy concurrido. Y además de que casi no había gente, mi cita y sus amigas aún no llegaban. Miré la hora en mi reloj que colgaba de mi muñeca y suspiré; estaban retrazadas. Tiré más de mi gabardina negra, ya que una ráfaga de viento frío me erizó la piel.

Oh tal vez era el lugar que en efecto, si estaba hechizado.

Para mi suerte un carro se estacionó cerca de donde yo estaba y de él, un grupo de mujeres salieron disfrazadas de algún extraño demonio o que sé yo. Pero ya no les presté más atención, ya que mi mirada se postró sin contenerlo en una rubia que tenia un corto vestido blanco con un ligero velo en la cara que cubría sus finos rasgos femeninos. Sin duda se veía preciosa. Creo que iba disfrazada de Angel.

-¿Kul-Teok? -preguntó la mujer que venía disfrazada de... ¿bruja? Y la cual ya estaba parada enfrente de mí.

Sacudí ligeramente la cabeza y luego asentí.

Veran, kkul-tteok literalmente significa "pastel de arroz con miel" y hace referencia a una persona muy dulce. El seudónimo lo use por ella. Tal y como Charlize Olsen lo es con ese disfraz.

Un Dulce ángel.

-Sí, soy yo. -admití.

La brujita sonrió y llamó a sus amigas, quienes se acercaron risueñas, pero enseguida la sonrisa de Lizy cambió a seriedad y se detuvo en seco antes de llegar hasta donde yo estaba.

-¿Qué pasa Lizy? -le preguntó Nilza a la mujer de blanco, quien me miró sorprendida.

-¿Park Han-Eun? -preguntó Yasli, quien venía detrás de Lizy y de Nazli.

Soltando un suspiro, asentí con una ligera sonrisa.

-Me da gusto verte, Yasli. -admití con amabilidad, pues pese al complot que llevaba con su hermano, con él nunca he tenido ningún problema. Y es que Yasli Öztürk ha demostrado ser una persona neutral y tranquila.

-Igualmente, Park. -admitió él con una sonrisa sincera.

Ahora miré a la mujer que sin duda había captado toda mi atención.

-Hola, Lizy. Que gusto verte de nuevo.

-¿Se conocen? -preguntó la chica disfrazada de bruja, la cual y al parecer era mi "cita".

-Sí, ella es mi...

-Amiga, una vieja amiga y nada más. -se apresuró a decir la rubia, quien me miró con suplicio.

Al parecer no quería que nadie supiera que ahora era mi secretaria en la compañía que creé y que iba viento en popa.

Sonreí.

-Por supuesto, tanto tiempo sin vernos, amiga. -entré en su mentira con cinismo.

La chica a mi lado carraspeó, logrando así llamar mi atención.

-Bueno, pues me presento. Yo soy Neil Vöztärk. Un gusto. -estiró su mano con un guante negro, la tomé y le dí un apretón que la hizo sonreír coqueta.

-Park Han-Eun. -dije finalmente confesando mi verdadero nombre ante ella.

Neil era hermosa, con sus ojos redondos en color esmeralda, pestañas largas negras y rizadas, cabello largo lacio y cobrizo, cuerpo pequeño y esbelto. Pero es que la belleza de la que Lizy era portadora estaba por otro nivel. Ni siquiera Nilza se comparaba con ella, y vaya que la mujer de Yasli también era preciosa. Pero como lo dije antes, Charlize Olsen no era normal, esa belleza que poseía era tan exagerada que por un momento odie a Lake, por la puta suerte que tenia de tenerla a ella como esposa.

Era un ángel caído, no había duda.

Por eso Freya la odiaba, porque ni siquiera ella se comparaba con este hermoso ser.

-Bueno, vamos. Que la noche es larga y quiero irme de este lugar lo más pronto posible. -dijo Yasli, pasando por mi lado mientras sostenía a su novia de la mano.

Neil asintió y con titubeo tomó mi mano y me llevó con ella por los laberintos del lugar, en donde algunos que otros desconocidos, paseaban también. Me sentí decepcionado de no poder estar con Lizy, pero ella iba sonriente colgada del brazo de una mujer de pelo castaño, a la cual ella llamaba Asya.

-No se separen, este lugar además de aterrador es confuso y podrían perderse fácilmente. -advirtió Yasli, ya que una vez vinimos de niños y él se perdió en los laberintos oscuros.

Le sonreí comprensivo y él asintió al saber que yo había entendido el mensaje y continuamos con el camino. Pasamos por largos pabellones que te erizaban la piel, a lo lejos se oía gente gritar y risas de algún maldoso que los había asustado. Aunque el simple lugar ya era aterrador. Neil se me echó casi encima cuando un chico salió corriendo de un camino, pero se disculpó al ver lo cerca que estaba de mí espacio personal.

-¿Estás bien? -le pregunté amablemente.

Ella acomodaba su vestido en color morado y sonrió aún avergonzada.

-Sí, todo bien. Gracias Park. Tenerte a mi lado me hace sentir como si estuviera en una de esas series coreanas y que yo fuera la protagonista.

Enarqué la ceja, pero decidí no preguntar nada. Seguimos caminando y luego de casí veinte minutos, el teléfono de Yasli sonó y este nos hizo frenar mientras respondía.

-¿Ya llegaste? -se quedó callado mientras la persona al otro lado de la línea le respondía -. Bien, estamos en el pabellón donde me encontraron... Ajá, de acuerdo, aquí te esperamos.

Colgó la llamada y luego nos miró a todos.

-Una persona se unirá a nuestra expedición, así que si no les molesta, quisiera esperarlo. -anunció el menor de los Öztürk, con un poco de nerviosismo.

Lizy y Asya se miraron entre si, luego miraron a Nilza y ella sólo se encogió de hombros. También ajena a quien era la persona que se uniría al recorrido.

Aunque yo ya tenia una teoría y no me la quedé guardada.

-¿Es Lake, no?

Mi pregunta hizo que Lizy se quitara el velo de la cara y miré lo pálida que estaba. No creí que Lake la afectara tanto.

-¿Es verdad eso, Yasli? -preguntó ella con incertidumbre.

El nombrado liberó el aire acumulado y asintió cabizbajo. Lizy maldijo entre dientes.

-¿Por qué hiciste eso, Yas? -preguntó Nilza con enfado.

-Porque tenia miedo de venir como el único hombre de respaldo. Necesitaba un apoyo extra. -se excuso el turco, logrando que su novia lo fulminara.

-Pero por eso yo traje a Han. -dijo Neil, colgándose de mi brazo.

Nilza suspiró, se acercó a Lizy y se disculpó avergonzada.

-Lo siento, Lizy. Yo no sabia que Lake iba a venir.

-Lo sé, no te preocupes, pero ahora tengo que irme.

-¡Esto es por tu culpa, Yasli! -le acusó la novia cabreada.

-Lo siento, ya es tarde, Lake viene para acá. Literalmente ya debe estar a un par de minutos de nosotros, está en los laberintos. -susurró Yasli con arrepentimiento.

Dejando a Neil sola, me acerqué a Lizy y la tomé de la mano.

-Sé como sacarte de aquí sin que él te vea, vamos. -tiré de su mano pero Yasli me detuvo del pecho.

-¿Qué crees que estás haciendo? -inquirió extrañado.

Lizy tomó el brazo de su cuñado para que me soltara.

-Esta bien, Yas. Han es mi amigo, tranquilo.

-Mi hermano quiere verte, Lizy. -suplicó él con preocupación.

Ella suspiró.

-Lo siento, Yas. Pero yo a tu hermano no quiero verlo en la vida.

-Vamos, él ya esta por llegar y si no te alejó lo mas pronto de aquí, será demasiado tarde. -le animé, sin soltar su mano.

Lizy dejó de ver a Yasli, se disculpó con sus amigas y asintió a mi lado.

Corrimos por los laberintos, un par de veces me confundí en los caminos y en esa segunda vez, casi nos topamos de frente con Lake. Tiré de ella hacia una de las cámaras de la capadocia y tapé su boca con mi mano. La oscuridad del lugar nos tragó y eso ayudó a que el turco no nos viera. Cuando finalmente siguió su camino, solté la boca de Lizy y esta respiraba agitada.

-Eso estuvo cerca.

-Ni que lo digas. Andando. -tomé su mano nuevamente y la hice caminar a prisa.

-Auch. -me quejé por el dolor cuando mi tacon se rompió, haciendo que mi tobillo se torciera de una manera dolorosa.

Han se detuvo y se inclinó para revisar mi pie.

-Tu tacón esta roto. -mencionó lo que yo ya sabia.

-Y al parecer también lo esta mi tobillo. -dije con un gesto de dolor.

-¡Charlize, espera! -esa fue la voz de Lake, quien al parecer ya venía pisándonos los talones.

-Andando. -sin esperarlo, Han me tomó en sus brazos y comenzó a caminar más rápido por los oscuros caminos que eran alumbrados por la luz de la luna.

Un grupo de chicos salió corriendo de un pabellón y entre risas y gritos, sabia que al menos ellos detendrían a Lake por un momento, mientras el coreano me sacaba de aquí.

Finalmente Han me llevó al carro, me puso con cuidado sobre el asiento del copiloto y luego él se montó y nos sacó de ahí. Miré por la ventana mientras andamos por la carretera oscura.

-Abrocha tu cinturón. -pidió con gentileza, mientras conducía rápido, mirando de vez en cuando el espejo retrovisor. Seguramente para asegurarse de que Lake no nos seguía.

-¿A dónde estamos yendo? -le pregunté al ver que estaba tomando un camino diferente al de mi casa.

-Al hospital, posiblemente tu lesión sea de gravedad. -estipuló sin dejar de ver la carretera.

-No, llévame a casa. Nevin me ayudará y ella sabrá que hacer, además no es grave, ya no me duele.

Han me miró por una milésima de segundos, antes de regresar su mirada a la calle. No dijo nada, pero luego de una hora Han estacionó su auto afuera de mi villa.

-Gracias, Han.

Con su ayuda, Han me cargó de vuelta y me subió hasta mi habitación, Nevin estaba muy preocupada y prometiéndole al coreano que me iba a cuidar bien, él se inclinó y besó mi frente, haciéndome verlo extrañada.

-Me llamas cualquier cosa. -y dicho eso salió de mi habitación, cerrando la puerta tras de si.

-Santos Dios, Lizy. El señor Öztürk me va a matar cundo se entere que...

-Por su culpa esto me pasó -. Así que deja de sentir lastima por ti y ve a descansar, yo estaré bien.

-Pero...

-Ve, Nevin. Quiero estar sola.

La mujer asintió cabizbaja y salió de mi habitación, no sin antes haberme dado un analgésico y un té caliente. No supe cuanto tiempo pasó, pero los gritos que se formaban abajo le despertaron, ni siquiera supe en que momento me dormí.

-¿Cómo que se ha ido? -inquirí furibundo.

Yasli se encogió de hombros.

-Te dije que ella no quería verte, hermano.

-¡Esto es estúpido, es mi mujer ante la puta ley y tengo todo el jodido derecho de verla! -escupí sumamente frustrado, pues cuando llegué al punto de encuentro, descubrí que Charlize no estaba, porque ninguna de las mujeres presentes portaba esa conexión que con ella tenia.

Tanto Asya, como... aguarda un momento.

-A ti ya te conocía, eres amiga y roomie de Dulce. -señalé a la castaña, quien sonrió con arrogancia.

-La misma que viste y calza, y aunque no lo creas, Charlize también es una muy buena amiga mía... y de Dulce. -dijo la castaña, ignorando la mirada sorpresiva que mi hermano le dedicó.

Lo dejé pasar y suspiré.

-¿Por qué no me dijiste que ella ya no estaba? Me hubieras ahorrado el puto camino hasta aquí. -le recrimine a Yasli, quien solo suspiró, pero no dijo nada.

Una bruja-literalmente- se acercó a mí y dijo:

-Tal vez si corres la alcances. Se acaba de ir por allá.

Tanto esa tal Asya, Nilza y Yasli, la miraron mal. Pero en cambio yo le sonreí y tomando la dirección que señaló, corrí tras Charlize. Sentia que estaba cerca, gritaba su nombre y sabia que ella me había escuchado, alcancé a ver como un tipo cargaba a una mujer y el imán que ella y yo compartiamos me decía que esa mujer era ella. Y un maldito cabrón se la estaba llevando en sus brazos.

¡Era mía!

Corrí más a prisa para alcanzarlos, pero para mí perra suerte un grupo de adolescentes borrachos salieron de uno de los caminos y me obstruyeron el paso. Así que cuando logré saltarlos, ellos ya no estaban por ningún lado. Fui directamente al estacionamiento, que era el camino que estaban tomando pero no había rastro de nadie.

-¡Lake! -gritó Yasli a mis espaldas.

Me giré y lo miré aniquilante.

-¿Con quién iba?

-Iba sola. -dijo Nilza rápidamente, mirándome frívola.

Solté una risa sardónica y señalé a la ridícula brujilda chismosa.

-Tú, ¿dime quién era el hombre que se llevó en brazos a mi mujer?

-¿Qué? -soltaron los cuatro al unísono o y luego se quedaron boquiabiertos.

Gruñí.

-Sé que ustedes saben con quien iba, así que si no empiezan a hablar ahora mismo, esto se saldrá de control. -les advertí con la vena del cuello punzándome del coraje.

-No sabemos con quien iba, porque ella se fue sola. -agregó Asya, logrando que mi paciencia se agotará.

-Bien. -me subí al auto y Yasli se paró junto a la ventanilla.

-¿A dónde vas? -me preguntó preocupado.

-A averiguar quien era ese tipo que se llevó a mi mujer.

-Tu mujer es Freya, Lizy solo es tu socia, Lake. Recapacita, hermano.

Lo fusile con la mirada y sin decir nada más, encendi el carro y me fui de ahí hecho una furia.

Aparqué en la villa de Lizy, subi las escalinatas y los guardias me recibieron con amabilidad.

-Señor, buenas tardes. ¿Qué hace por aquí?

-¿Quien trajo a la señora? -les pregunté mientras entrábamos a la villa.

-Oh, creo que si mi mirada no me engaña, fue el señor Park quien trajo a la señora.

La furia me invadió al mil por hora y cuando lo noté, ya estaba tumbando la puerta de la habitación de mi esposa.

Quería una noche aterradora por el día de Halloween, bien, pues yo se la daría. Porque esta noche estaba llena de malas vibras y pesadillas al por mayor.

-¡Ábreme la puta puerta, Charlize! -grité sin dejar de patear la puerta.

Nevin y unos escoltas, se acercaron a mí, la mujer me miró atemorizada.

-¡Señor Öztürk, ¿qué está haciendo?!

Miré a la mucama traicionera y mirándola rojo, pedí:

-Tráeme la puta llave si no quieres que rompa la maldita puerta.

-¡No lo hagas, Nevin! -exclamó ella al otro lado de la puerta, oculta como toda una cobarde.

-¡Dame la cara, Charlize! ¿Por qué te escondes? ¿A caso tu maldito amante sigue ahí escondido?

La risa que soltó me enfureció aun más.

-¡No seas ridículo, Lake, a diferencia tuya yo no tengo amantes!

Le di un puño a la puerta y esta crujió, pero ni así la rompí.

-¡Te vi en Capadocia con Han, te llevó cargando! -reí con amargura -. ¿Él si puede verte pero yo no?

-Yo he cumplido cada una de tus peticiones al pie de la letra, mi única petición fue nunca conocerte en persona y tú quieres romper esa regla.

-Lo hago porque me estas volviendo loco, Lizy -pegué mi frente a la madera de la puerta y mis puños cerrados sobre el marco de esta -. Perdón si te llamo cariño, pero eso es lo que siento por ti, un inmenso cariño que me esta atormentando y no debería sentirme así.

-Vete, Lake. Vuelve con Freya.

-No, quiero estar aquí contigo. Tú eres mi familia ahora, Lizy. Déjame disfrutar lo que resta de nuestro matrimonio, permíteme conquistar tu amor para que así nunca te alejes.

La escuché reír.

-Amas a Freya, Lake, no te confundas. Ella es tu familia, no yo, así que vete de aquí y deja de hacer el ridículo frente a tus empleados.

-¡No!

-¿Por favor? -intentó con un susurró agotador.

Despegando mis manos y mi frente de la puerta, di un paso hacia atrás y asentí.

-Te quiero, Lizy. Así que solo te diré esto una vez... -solté el aire y dije -: Con cualquiera, menos con Park Han-Eun.

-¿Qué?

-Si me quieres engañar con alguien, solo asegúrate de que no sea con Han... por favor.

-Lake...

-Ya he sufrido mucho por su culpa, no quiero que tambien arruine esto que hemos formado tú y yo. Tal vez no va de la manera en la que me gustaría, pero sin duda hemos avanzado y te estimo.

Hubo un silencio intenso, hasta que ella habló:

-Descansa, Lake. Pese a todo, creo que yo también te estimo.

-Perdón, Lizy. -me di la vuelta y bajé las escaleras, al llegar al recibidor, el olor a cera me hizo girar y miré las cosas que estaban en una mesa -. ¿Qué es esto?

Le pregunté a Nevin, quien apareció enfrente de mí.

-Es una ofrenda que la señora hizo en memoria de su difunto novio.

Miré la foto de un chico de pelo negro revuelto y ojos semi rasgados de un azul grisáceo. Estaba parado cerca de un árbol, mientras el se agarraba de una rama y sonreia con ternura a la cámara. Y podría jurar que quien tomó esa foto fue Lizy, porque la mirada de ese hombre reflejaba la admiración que sentía por ella.

Suspiré y miré a Nevin.

-¿Lo creías atractivo? -le pregunté y la mujer me miró asombrada -. No me mientas y di la verdad.

Apretó los labios y un poco apenada asintió sonrojada. Cogí aire y echándole un último vistazo a la foto del difunto, seguí mi camino y me fui de ahí sin decir nada más.

-No soy competencia para ese muerto. -me dije mientras conducía, recordando esa ofrenda llena de amor por una persona que jamás volvería.

♥︎♥︎♥︎

Gracias por leer.

Hoy en México celebramos el "Día de muertos" (halloween), así que por eso decidí publicar el capítulo el día de hoy.

Espero que lo hayan disfrutado.

Con Dulce amor: Ana.🥰💃🙏🏼💐😘